Washington
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Muchas gracias Stephen, y gracias al German Marshall Fund por esta invitación para hablar sobre el papel de la OTAN en el Sur, especialmente cuando estamos celebrando el 30º aniversario del Diálogo Mediterráneo, y el 20º aniversario de la Iniciativa de Cooperación de Estambul.
Así, Oriente Medio y el norte de África, el Sahel y el continente africano en general tienen una importancia estratégica para la paz y la prosperidad en la región euroatlántica. Del mismo modo, nuestra Alianza puede hacer mucho para reforzar la seguridad y la estabilidad en nuestra Vecindad Sur.
España es uno de los Aliados más próximos al Sur, no sólo geográficamente, sino también por la intensidad de nuestros vínculos políticos, económicos y humanos con la región. Siempre hemos entendido que nuestro bienestar depende del de nuestros vecinos del Sur.
Hoy, tras dos años de trabajos preparatorios, hemos adoptado, y esto son buenas noticias, un Plan de Acción para reforzar nuestro enfoque hacia el Sur. Se trata, como he dicho, de una excelente noticia. Por primera vez, la Alianza dispondrá de una hoja de ruta completa, detallada y práctica para trabajar con nuestros socios del Sur.
Permítanme destacar en primer lugar por qué la inestabilidad en la Vecindad Sur constituye una amenaza para los Aliados de la OTAN.
Para empezar, nuestros adversarios no dudan en utilizar la inestabilidad en las Vecindades Este y Sur de la OTAN contra nosotros.
Trabajan con actores no estatales para intensificar el terrorismo, la inseguridad marítima o las consecuencias del cambio climático. Su objetivo es debilitar la seguridad euroatlántica creando una "espiral de inestabilidad" a nuestro alrededor.
En el proceso, ponen en peligro la seguridad de las personas y del Estado en nuestros países vecinos, que son las primeras víctimas directas de estas tácticas de desestabilización. Decenas de mujeres, hombres y niñas y niños son asesinados durante los ataques de mercenarios rusos en aldeas del Sahel y miles más se ven obligados a desplazarse para tratar de huir.
Además, Rusia está conectando la inestabilidad en el Este y en el Sur, a través de organizaciones de tráfico de personas, redes terroristas o campañas coordinadas de desinformación contra la OTAN en muchos países de África y Oriente Medio. Miles de personas se ahogan en el Atlántico y el Mediterráneo tras caer en manos de redes de tráfico de seres humanos. Los cruces fronterizos irregulares de África a Polonia están aumentando de forma espectacular. ¿Quién ayuda a estas redes delictivas y por qué? El coste humano de estas tácticas híbridas es enorme.
Por tanto, la OTAN, en mi opinión, debe contar con una estrategia global para fomentar la estabilidad y la buena gobernanza en el Sur. Para trabajar con nuestros socios en pro de unas instituciones de seguridad y defensa fuertes, en el desarrollo de capacidades, con medidas prácticas de cooperación. Y hacer todo esto sobre la base del respeto mutuo.
Aquí es donde entra en juego nuestro nuevo Plan de Acción.
En primer lugar, a través de este Plan de Acción, invertiremos en más diálogo político y más cooperación práctica. El diálogo político de la OTAN con nuestros socios del Sur debe reflejar este espíritu de amistad, respeto mutuo y beneficio mutuo. La OTAN tiene que estar más presente en el Sur. Ya tenemos un Centro Regional en Kuwait y esperamos tener pronto una Oficina de Enlace en Ammán.
En segundo lugar, trabajaremos más con las organizaciones internacionales. La Unión Africana, donde tenemos una oficina de enlace, el Consejo de Cooperación del Golfo, la Liga Árabe, son todos ellos interlocutores y socios muy importantes para la OTAN. Con nuestro apoyo, pueden ser eficaces en áreas esenciales para la seguridad regional. Por ejemplo, las iniciativas para frenar la proliferación de armas ligeras y de pequeño calibre son cruciales para acabar con la inseguridad que asola la vida cotidiana de millones de personas en el Sur.
La OTAN debería coordinar especialmente sus actuaciones con la UE, creo que esto es muy importante, esto es clave, sobre todo ahora que ambas organizaciones han adoptado planteamientos integrales con su Vecindad Sur.
Y, en tercer lugar, la OTAN está dispuesta a colaborar con sus socios del Sur en cuestiones críticas como el terrorismo, el cambio climático, la seguridad marítima o la resiliencia.
Por lo tanto, permítame, Stephen, terminar destacando que la aprobación de este Plan de Acción constituye un gran paso para la OTAN. Es de verdad un gran paso. Y acogemos con especial satisfacción el nombramiento de un Representante Especial para el Sur.
Pero este no es el final de la hoja de ruta: la implementación en los próximos años será crucial.
En este difícil empeño siempre encontrarán el firme compromiso y apoyo de mi país. España ya está trabajando en muchos de estos campos con nuestros socios del Sur, y estamos preparados para intensificar nuestros esfuerzos en el contexto de la cooperación de la OTAN.
Así que muchas gracias por su atención y estoy encantado de compartir con ustedes nuestra visión estos temas.
P.- Bueno, gracias, presidente del Gobierno, y enhorabuena por el Plan de Acción.
Sé que España proporcionó el liderazgo y la necesidad de lograrlo a través de la alianza. Esto, en otro año, podría haber sido visto como uno de los puntos centrales de la cumbre.
Pero en lo relativo a lo que está pasando en el Este, lo que ha sucedido desde la invasión rusa de Ucrania, una guerra a gran escala en 2022. Pero a la sombra de todo lo que nos preocupa en el Este, también está ocurriendo una guerra en el Sur. Como todos sabemos, continúa la guerra entre Israel y Hamas, a pesar de los esfuerzos por mediar un alto el fuego.
Y me preguntaba si podría compartir su opinión sobre hacia dónde se dirige este conflicto y cuáles son las implicaciones para el Sur de la OTAN.
Usted mencionó algunos de los desafíos a los que se enfrenta el flanco sur de la OTAN, las oleadas de refugiados, el terrorismo, entre otros. ¿Hacia dónde cree que va todo esto y cuáles son las implicaciones para la OTAN?
Bueno, creo que las implicaciones son, ya sabe, muy difíciles, para todos nosotros, para la OTAN y, por supuesto, para todos los países de la región, del Mediterráneo y, por supuesto, de Oriente Medio. Pero creo que este es un desafío global para todos los países.
Como sabe, España y otros países europeos, dimos ese paso de reconocer el Estado de Palestina porque creemos que necesitamos dar un horizonte político a las personas de la región, especialmente en Palestina. Un horizonte político para crear las condiciones para un nuevo Estado que pueda coexistir en paz y seguridad con sus vecinos, especialmente con Israel.
Por eso me gustaría reconocer los esfuerzos que el presidente Biden ha estado realizando desde el inicio de la guerra en diferentes aspectos.
El primero es la liberación de los rehenes. El segundo es, al principio, apoyar a Israel en su lucha contra Hamás. Ya hemos condenado, quiero decir, que nosotros, por supuesto, hemos condenado los ataques terroristas a Israel perpetrados por Hamás. Pero, por otro lado, entendemos que necesitamos crear las condiciones para un alto el fuego inmediato y urgente.
¿Por qué? Porque, en primer lugar, debemos evitar cualquier riesgo de escalada, y existe un riesgo real de escalada hacia el Líbano.
En segundo lugar, porque necesitamos detener esta terrible crisis humanitaria que están sufriendo los palestinos no sólo en Gaza, sino también en Cisjordania.
Y, por último, pero no menos importante, porque será relevante convocar una conferencia de paz, una conferencia de paz internacional para crear las condiciones para, como he dicho al principio de mi discurso, la solución de dos Estados y para crear ese horizonte político para el pueblo de Palestina. Por eso creo que necesitamos, por supuesto, ese esfuerzo político.
También debemos entender que las resoluciones de la ONU del Consejo de Seguridad son vinculantes y la última resolución de la ONU encabezada por la administración de EEUU. declaró muy claramente que necesitamos un alto el fuego permanente para detener esta terrible guerra y centrarnos en la catástrofe humanitaria de la que estamos siendo testigos por medio de los medios de comunicación internacionales.
Así, por tanto, creo que este será uno de los desafíos del Sur y del flanco que debemos enfrentar y abordar desde nuestra organización de la OTAN. Y haremos todo lo posible para crear esas condiciones y no volver a ser prisioneros, diría yo, de un nuevo ciclo de violencia en Oriente Medio en los años venideros.
Creo que es suficiente. Hay mucho sufrimiento sobre el terreno y necesitamos crear esas condiciones políticas para evitar cualquier riesgo de escalada y, por supuesto, un nuevo ciclo de violencia en el futuro.
P.- Bueno, odio saltar de un entorno sombrío a otro, pero hay otra parte de Europa que también está sufriendo una violencia y un derramamiento de sangre terrible en estos momentos. La brutal guerra que Rusia está librando contra Ucrania es la lucha de Ucrania por su propia independencia.
Una de las cosas de las que hemos hablado aquí durante el transcurso del día con otros líderes es el puente hacia su ingreso en la OTAN, algo que la cumbre está acordando hoy.
Me preguntaba si podría darnos su opinión, la visión desde España, que está muy lejos de Ucrania. ¿Cuál es su opinión sobre el camino hacia el ingreso de Ucrania en la OTAN y cuáles cree que son las oportunidades y desafíos a lo largo del camino?
En España tenemos viviendo más de 200.000 refugiados procedentes de Ucrania. Aunque, por supuesto, tenemos esta gran distancia. Y le puedo decir que, por esa cifra tan alta, la mayoría de los españoles apoyan nuestros esfuerzos en lo referente a Ucrania, y porque entendemos lo que está en juego. No se trata sólo de la defensa de la integridad territorial, de la libertad, del derecho a existir de una nación, sino también del respeto de un mundo regido por principios digamos claros. Y esto es también lo que defendemos: la democracia, la libertad y el derecho a existir de un país como Ucrania.
Por tanto, creo que sería muy importante que nuestros ciudadanos entiendan que lo que estamos defendiendo en Gaza y en Ucrania no es sólo el derecho internacional, sino que tenemos una posición coherente, posiciones políticas coherentes, que no tenemos dobles raseros. Entonces, si le decimos a nuestro pueblo que apoyamos a Ucrania porque estamos defendiendo el derecho internacional. Esto es lo mismo que tenemos que hacer con Gaza y la guerra que ahora estamos presenciando en Oriente Medio. Decir que respaldamos el derecho internacional, especialmente el derecho internacional humanitario. Esto es, al menos desde nuestra perspectiva, lo que defendemos como país.
Y yo añadiría que, volviendo a Ucrania, quizás todavía no se den las condiciones para el proceso de integración de Ucrania en la OTAN. Pero en la declaración, la declaración que ya hemos respaldado, decimos que ese camino es irreversible y esto es algo que va a suceder.
Mientras tanto, lo que tenemos que hacer es apoyar y respaldar a Ucrania, como lo están haciendo todos los Estados miembros de la OTAN. Y, por último, pero no menos importante, yo diría que es importante este doble camino, no sólo la ampliación de la OTAN, sino también la ampliación de la Unión Europea.
Y durante el segundo semestre del año pasado tuvimos el privilegio de presidir el Consejo Europeo y lideramos junto con la Comisión el proceso de ampliación de la Unión Europea hacia Ucrania.
Por tanto, creo que esto también es muy importante porque, al final, entre la OTAN y la Unión Europea tenemos una asociación estratégica que podría crear esas sinergias no sólo en la dimensión de defensa y seguridad, sino también en la política. Y creo que esto es algo que se reconoce y que el pueblo de Ucrania está agradecido por ello.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en inglés)