Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el próximo 28 de abril, el Consejo de Ministros ha acordado la siguiente declaración:
"El Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo es una iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo dirigida a promover la prevención de los accidentes de trabajo y enfermedades laborales. Es, en definitiva, un día en el que se pretende crear sensibilidad acerca de las muertes, lesiones y patologías que se producen en el entorno laboral para reforzar de este modo la cultura de la prevención integral de los riesgos en las empresas.
El lema de la Organización Internacional del Trabajo para el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo en este año 2021 es "Anticiparse a las crisis, prepararse y responder". Este lema refuerza la trascendencia de la prevención que ha inspirado buena parte de convenios de la Organización Internacional del Trabajo durante su historia, a la par que tiene muy en cuenta la forma en que la actual crisis sanitaria ha influido en nuestra conciencia de salud y de riesgo laboral.
El derecho a la seguridad y a la salud es el más antiguo de los derechos laborales, pero es también el más actual, dado que evoluciona al ritmo que marcan nuevos riesgos, nuevas realidades y también nuevas percepciones.
La pandemia ha repercutido directamente en nuestra percepción del derecho a la salud laboral, no solo porque ha generado nuevos riesgos sino, sobre todo, porque nos ha confrontado con nuestras prioridades como seres humanos
La crisis sanitaria de los últimos meses ha dado un paso más en la evolución del concepto de riesgo profesional, haciéndonos particularmente conscientes de que el riesgo profesional ni es un concepto estático ni tiene una sola vertiente. Los nuevos riesgos laborales de la pandemia han tenido manifestaciones muy novedosas, como las relacionadas con los nuevos contextos de riesgos psicosociales vinculados a trabajos nuevos o a contextos familiares diferentes, como el trabajo a distancia o las nuevas necesidades de conciliación.
Estas nuevas situaciones han mostrado que la prevención implica también estar preparado ante el riesgo desconocido, para lo cual resulta necesario reforzar el factor humano y el compromiso público, tal y como nos ha mostrado la pandemia.
Han pasado ya más de ciento veinte años desde que se aprobó en 1900 en España la Ley de accidentes de trabajo (Ley de 30 de enero de 1900 acerca de los accidentes de trabajo), la llamada Ley Dato; una ley que, en torno al derecho a la integridad de las personas trabajadoras, fue el germen de la seguridad social y también del propio derecho del trabajo.
La Ley de accidentes de trabajo supuso un gran cambio en la concepción de la responsabilidad por la salud y la dignidad de las personas trabajadoras, porque ayudó a construir la responsabilidad colectiva, estableció que la salud laboral es cosa de todos y configuró la obligación de que los poderes públicos garantizaran los derechos de las personas también dentro de las empresas.
El trabajo no puede implicar, bajo ningún concepto, una merma en nuestras vidas, ni siquiera ante la irreversibilidad de la tecnificación, las plataformas y los algoritmos. Salud en el trabajo es derecho a la salud integral, entendida como derecho al bienestar y al desarrollo personal y humano.
Implica erradicar todo tipo de violencia, luchar contra todo tipo de discriminación, respetar el derecho a la diversidad, luchar contra la precariedad y fomentar sistemas de organización del trabajo humanos y saludable
Mediante esta Declaración Institucional el Gobierno de España expresa su compromiso para seguir avanzando en la promoción y en la protección de la seguridad y salud en el trabajo."