Es decir, se hará un abono único con los atrasos correspondientes a los 7 primeros meses del año y la paga extra recibida junto a la nómina de junio, que supone en su conjunto un desembolso para la Seguridad Social de 1.121,69 millones de euros.
Se trata de una paga de atrasos que se abona independientemente y con anterioridad al pago ordinario de la pensión mensual de julio. La cuantía para cada pensión del sistema será de 101,24 euros de media, y de 117,10 en el caso de la prestación de jubilación. El abono correspondiente a la pensión de viudedad asciende a 70,33 euros de media.
A partir de la nómina de agosto, se consolidan las nuevas cuantías con las subidas incorporadas. La pensión media del sistema se eleva a 956,13 €/mes; la media de jubilación será de 1.101,73 €/mes y el límite máximo se sitúa en 2.614,96 €/mes.
3% más para mínimas, no contributivas y SOVI
En los PGE para 2018 se recoge además una subida del 2,75% (más el 0,25% aplicado en enero) para las 2.425.422 pensiones mínimas, 324.434 pensiones del SOVI y 548.000 pensiones no contributivas.
Así, la pensión mínima de jubilación, para una persona mayor de 65 años y con cónyuge a cargo se sitúa en 810,60 €/mes; las pensiones del SOVI, 420,50 €/mes y las pensiones no contributivas quedan en 380,10 €/mes.
En cuanto al límite de ingresos, compatible con el cobro de pensión mínima, se sitúa en 7.347,99 €/año.
También se incrementan las prestaciones familiares por hijo a cargo mayor de 18 años con discapacidad del 65% o superior que, tras aplicar el 2,75%, quedarán fijadas en 4.561,20€/año.
Si la discapacidad es del 75% o superior, el importe se eleva hasta los 6.842,40 €/año. En este caso, el número de personas beneficiadas alcanza las 210.000.
Por último, el límite de ingresos para tener derecho a las prestaciones por hijo a cargo menor de 18 años, sin discapacidad, queda fijado en 11.953,94 €/año, y 17.991,42 en el caso de familias numerosas. Se incrementará en 2.914,12 €/año por cada hijo a partir de cuatro.