Museo Lázaro Galdiano, Madrid
En su intervención, el ministro ha puesto en valor la gestión del patrimonio cultural desde la memoria, los derechos humanos y el principio de no repetición, así como la necesidad de que las políticas de memoria transmitan los esfuerzos democráticos por defender la dignidad, la igualdad o la libertad.
Bolaños ha señalado, asimismo, que la memoria democrática está estrechamente ligada a la construcción europea y que la recuperación y conservación de la memoria es un firme baluarte de las democracias modernas.
En este sentido, ha destacado que el Gobierno de España ha trabajado durante cinco años para situar las políticas de memoria de nuestro país en el contexto internacional; un esfuerzo que se ha concretado en la Ley de Memoria Democrática y en decisiones de gran calado social e histórico, como la designación de la Villa de Gernika como "lugar de memoria" o la resignificación del Valle de Cuelgamuros.
El acto ha contado con la presencia del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, la directora de la Fundación Lázaro Galdiano, Begoña Torres, representantes de instituciones y asociaciones internacionales vinculadas a la memoria, como la presidenta de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, Sara Lustig, y personalidades como Pablo de Greiff, ex Relator Especial de Naciones Unidas para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.