Los adjudicatarios han ofertado el máximo descuento posible, lo que supone que los proyectos se llevarán a cabo sin necesidad de primas adicionales al mercado, es decir, sin coste para el consumidor eléctrico.
Las solicitudes presentadas han superado en más de tres veces la potencia adjudicada, confirmando así el interés de los inversores por el sector de las energías renovables en España.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, como entidad supervisora de la subasta, ha validado los resultados de la subasta y ha confirmado que el proceso ha sido objetivo, transparente y no discriminatorio y que la subasta se ha desarrollado de forma competitiva, lo que ha permitido adjudicar aquellas instalaciones más eficientes y al menor coste para el consumidor.
De los 3.000 MW adjudicados, 2.979 MW han sido adjudicados a instalaciones eólicas al ser la tecnología que más energía produce por unidad de potencia instalada, 1 MW a instalaciones fotovoltaicas y 20 MW al resto de tecnologías. Todo ello en aplicación de las reglas de la subasta.
Esta nueva potencia renovable, que deberá estar en funcionamiento antes de 2020, contribuirá a mejorar la competencia en el mercado eléctrico y reducir la dependencia energética del exterior y supone un paso decisivo para la consecución del objetivo del 20% de renovables en el 2020. Esta subasta confirma el compromiso del Gobierno para la consecución de los objetivos medioambientales y de sostenibilidad.
España se encuentra actualmente por encima de la senda prevista de penetración de renovables, al alcanzar en 2015 un 17,3%, muy por encima del 13,8% previsto para ese año.