En cuanto al desempleo, el número de parados aumentó en 187.300 personas en el cuatro trimestre, cifra inferior en algo más de 108.000 personas a la registrada en igual periodo del año anterior. La tasa de paro aumenta un punto, hasta el 26,02% y la cifra total de personas sin trabajo se eleva a 5.965.400.
Desde una perspectiva sectorial, la destrucción de puestos de trabajo en el último trimestre de 2012 afectó especialmente al sector servicios cuyo nivel de ocupación disminuyó en 305.600 ocupados, el 84,1% de la disminución del total del empleo. A gran distancia le siguieron construcción e industria, con reducciones intertrimestrales de 62.900 y 58.500, respectivamente. En cambio, en agricultura se produjo un aumento de 63.700 empleos.
Una vez ajustadas de factores estacionales, las cifras totales de empleo arrojan una pérdida que se situaría en unos 224.000 ocupados, con una tasa de caída del -1,3%, algo mayor que la registrada en el trimestre anterior (-1,01%).
Atendiendo a la estabilidad del empleo, se observa que la pérdida de empleo asalariado afectó tanto a los temporales como a los indefinidos, pero el primer colectivo lo sufrió con mucha más intensidad. Los trabajadores temporales disminuyeron en 216.600 en el trimestre y en 91.100 los ocupados con contrato indefinido.
En relación a un año antes, los trabajadores con contrato indefinido disminuyeron un -3,6%, moderando su ritmo de caída en una décima, mientras que los trabajadores con contrato temporal intensificaron dicho ritmo en una décima, hasta el -13,5%. Tras este resultado, la tasa de temporalidad se reduce en un punto porcentual, hasta el 23%, lo que supone un recorte de dos puntos a lo largo del último año.
Según la jornada laboral, los ocupados a tiempo completo disminuyeron a un ritmo anual del 6,5% mientras que los de contrato a tiempo parcial aumentaron al 5,7%, tasas que suponen una intensificación de la caída de 0,6 puntos en el primer colectivo y una mejora de casi 2 puntos en el segundo.
Tras este resultado, el peso de los trabajadores a tiempo parcial aumenta en casi un punto en el trimestre y 1,5 puntos respecto a un año antes, hasta el 15,3%, tasa que constituye un máximo histórico.
La población activa disminuyó en 176.000 personas en el tercer trimestre, lo que supone una tasa de variación del -0,8%. Al corregir de estacionalidad, esa tasa baja hasta el -0,6%, inferior al avance del trimestre anterior (0,1%). Respecto a un año antes, la población activa disminuyó en 158.800 personas, el -0,7%, frente al -0,2% del trimestre anterior.
El descenso de la población activa responde a una disminución de la población (116.800 personas menos que en el tercer trimestre dentro de la franja de edad entre 16 y 64 años) y, en menor medida, a una ligera reducción, de unas tres décimas, de la tasa de actividad que se ha situado en el 59,8%, disminución que responde a la tasa de actividad de los varones y de los jóvenes de menos de 25 años.
Tanto el retroceso de la población como el del número de activos derivan íntegramente de la pérdida de población extranjera, dado que la población nacional se ha mantenido estable en ambos casos. Por el contrario, la población extranjera de más de 16 años ha caído a una tasa anual de 3,65% y dentro de ella los activos, a un 5%.
El paro aumenta en 187.300 personas (89.300 al corregirlos de estacionalidad), cifra inferior en algo más de 108.000 personas a la registrada en idéntico período de 2011. Con ello, el total de parados se sitúa en 5.965.400 personas. La tasa de paro se incrementa en un punto, hasta el 26% de la población activa. Al trabajar con datos destacionalizados esta tasa se eleva al 26,1%, 0,5 puntos por encima de la del trimestre anterior. Tras este dato, la tasa de paro media en 2012 ascendería al 25%.
Estos resultados indican que el cuarto trimestre de 2012 ha sido el de menor crecimiento del año, como pone de manifiesto el avance publicado por el Banco de España, que apunta a una caída intertrimestral del PIB del -0,6%.
Este será, previsiblemente, el peor trimestre de la actual fase recesiva de la economía española, al concentrar los efectos de diversas medidas de ajuste. El Gobierno espera, sin embargo, que la suavización de la senda contractiva del PIB a lo largo de 2013 beneficiará a la evolución del empleo y este tenderá a estabilizarse a lo largo del año en curso.