"Con la publicación de esta guía, continuamos un trabajo coordinado con las Comunidades Autónomas, empresarios y sindicatos del sector para dotarnos de un protocolo de seguridad común que aspira también a ser referente internacional", ha valorado el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés. "Éste es el mejor instrumento que ha de acompañar la apertura de las estaciones de esquí", ha añadido.
Este manual ha sido elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española, por encargo de la Secretaría de Estado de Turismo, y ha contado con la colaboración de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña, la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Actividades de Montaña, organizaciones sectoriales territoriales, además de haber sido consensuado con la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral, PRLInnovación, y con los sindicatos CCOO y UGT. El documento resultante cuenta con la validación del Ministerio de Sanidad.
Medidas de prevención
El protocolo contempla como medidas generales la planificación de las tareas de trabajo garantizando la distancia de seguridad, la identificación de los trabajadores especialmente sensibles al riesgo de contagio y el suministro de equipos de protección individual adecuados para los empleados, a quienes se debe facilitar el tiempo y los medios para una correcta higiene de manos.
La guía recomienda la ventilación natural diaria de las instalaciones el máximo tiempo posible, la desinfección de la ropa de trabajo y que se evite que los trabajadores compartan herramientas de trabajo y vehículos de transporte.
Aconseja asimismo instalar puntos de desinfección de manos para los visitantes, fomentar la venta online de pases, instalar mamparas cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad con los clientes en taquilla y desinfectar los equipos alquilados como bastones, esquís, botas, etc. entre cada uso, así como las taquillas y todas las instalaciones de uso común, entre otras medidas.
Esta guía se añade a la veintena de protocolos publicados en el verano y que van a servir de base para la elaboración de un estándar de seguridad en la industria turística para la reducción de contagios por COVID, una vez que se han iniciado los trabajos para convertirlos en normas ISO.