Sobre esta publicación, el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) elabora el Informe español con los datos más relevantes de nuestro país.
Así, el nivel educativo de la población española sigue subiendo. Por primera vez, el porcentaje de población adulta con estudios superiores, que sube del 31,0% en 2010 al 39,7% en 2020, supera al de la población con estudios básicos, que cae del 47,1% al 37,1%. En el mismo periodo, la proporción de adultos con estudios de secundaria superior ha pasado del 21,9% al 23,2%.
A pesar de esta evolución, España sigue teniendo una tasa de población con estudios básicos por encima de la media de los países de la OCDE (21,0%) y de la media de los países de la Unión Europea* (17,1%) y un porcentaje de adultos con estudios de secundaria superior por debajo de la media OCDE (42,5%) y UE22 (46,0%).
Por otra parte, la tasa de graduación en secundaria postobligatoria -el porcentaje de población que se espera que se gradúe a lo largo de su vida en esa etapa-, crece 8,5 puntos porcentuales en los últimos seis años, hasta situarse en el 74,7%. Sigue por debajo de la media OCDE (80,3%) y UE22 (80,6%).
En la etapa de secundaria, la OCDE apunta también a la alta tasa de repetición del sistema español, con un 8,7% de escolares repetidores en primera etapa de secundaria (1º a 3º de ESO), cuando la media OCDE es del 1,9% y la media UE22 del 2,2%. En segunda etapa de secundaria (4º ESO, Bachillerato, Formación Profesional Básica y de Grado Medio), repiten curso el 7,9% de los alumnos y alumnas en España, cuando la media OCDE es del 3% y la media UE22 del 3,3%.
En Educación Infantil, España destaca por sus altas tasas de escolarización: el 39,6% de los niños y niñas de 0 a 3 años acude a un centro educativo, según datos de 2019, por encima de la media OCDE, del 24,9%, y de la media UE22, del 22,4%. En segundo ciclo de Infantil, la escolarización es casi completa, con un 97,3% de la población de 3 a 5 años inscrita en los centros escolares, 10 puntos por encima de la media OCDE (87,0%) y 6 por encima de la media UE22 (90,9%).
En el capítulo de la financiación de la educación, el informe señala que la proporción de la riqueza nacional que se destina a instituciones educativas es
significativa en todos los países de la OCDE y de la UE22. En 2018, estos países destinaron una media del 4,9% y del 4,4% de su PIB, respectivamente, a educación. En España, este porcentaje alcanzó el 4,3% del PIB.
Impacto de la pandemia de Covid-19
Este año, el informe de la OCDE analiza de forma más detenida el impacto que la pandemia de Covid-19 ha tenido en los sistemas educativos. España es uno de los países que menos días ha cerrado sus centros escolares: entre el 1 de enero de 2020 y el 20 de mayo de 2021, han cerrado por completo los centros educativos de Infantil, Primaria y Secundaria un total de 45 días. En el resto de países de la OCDE, de media se cerraron los centros educativos entre 55 días (en el caso de los centros de Infantil) y 101 días (en el caso de los de secundaria superior) en ese periodo, variando en función de la etapa educativa.
España es también uno de los 16 países que han aprobado ayudas específicas dirigidas al alumnado con mayores necesidades y forma parte del 40% de países analizados que reforzó el número de profesores durante la pandemia, con la contratación de 30.000 docentes. También forma parte de la mayoría de países que han dado prioridad a la vacunación del profesorado.
Una consecuencia de la pandemia es el aumento del desempleo entre los adultos jóvenes, en particular entre los menos formados. Así, la tasa de desempleo en España entre los adultos de entre 25 y 34 años sin estudios de secundaria postobligatoria ha subido en cuatro puntos en un año, hasta el 27,6% en 2020. En la media OCDE, esta misma cifra ha aumentado en dos puntos, hasta el 15,1%.
Entre la población española de 25 a 34 años con estudios superiores, la tasa de desempleo se sitúa en 2020 en el 15,1%, 13 puntos por debajo de la de jóvenes con estudios básicos.
En términos de equidad, uno de los ejes trasversales del informe de este año, la OCDE apunta a las diferencias de rendimiento escolar entre los alumnos y alumnas en función de su origen socioeconómico: en España, la proporción de jóvenes de 15 años del cuartil inferior del índice socioeconómico y cultural (ISEC) que alcanzaron al menos el nivel intermedio de rendimiento en lectura en el Informe PISA de 2018 fue un 27% menor que la de jóvenes del cuartil superior del ISEC. En la media OCDE, el porcentaje fue un 29% menor.
Uno de cada cuatro estudiantes elige una disciplina STEM
En cuanto a la educación terciaria (Universidades y Formación Profesional de Grado Superior), la tasa de acceso, del 63,7%, es la quinta más alta de la OCDE, por encima de la media OCDE, del 50,8%, y la media UE22, del 50,1%. Casi ocho de cada diez estudiantes (el 79,8%) que finaliza un grado universitario en España lo hace en una institución pública (el 66,2% en la media OCDE y el 75,8% en la UE22).
El 25% del alumnado de terciaria se inscribe en una disciplina STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) en España, una cifra ligeramente inferior a la media OCDE (27,4%) y de la media UE22 (28,2%).
Dentro de estas disciplinas, solo se logra paridad entre mujeres y hombres en las de ciencias naturales, matemáticas y estadística. Sin embargo, en otras como ingeniería, producción industrial o tecnologías de la información y la comunicación, menos de 1 de cada 4 estudiantes que inician estos estudios es mujer.
A mayor formación, mayor salario
Por otra parte, en España, los titulados en educación terciaria tienen de media sueldos un 45% más elevados que los que han completado la segunda etapa de secundaria. Los que no han completado este último nivel de educación cobran, de media, un 18% menos.
En cuanto a las diferencias por sexo, el salario de las mujeres es sistemáticamente inferior al de los hombres: estas cobran entre el 73% y el 80% de los salarios de los hombres con los mismos estudios en España (entre el 76% y el 78% en la media OCDE).
Por último, el número de estudiantes por docente en España está en niveles similares a las medias de los países de la OCDE y de la UE. En Primaria, España cuenta con 14 estudiantes por docente (frente a los 15 estudiantes de media en la OCDE y 13 de media en la UE22); en primera etapa de Educación Secundaria son 12 por docente (13 en la OCDE y 11 en la UE); en segunda etapa de Educación Secundaria son 11 estudiantes por docente (13 en la OCDE y 12 en la UE). En Formación Profesional Básica y de Grado Medio, la media baja a 8 estudiantes por docente en España.