El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y las comunidades autónomas han acordado adoptar la actividad lectiva presencial como principio general para el inicio y el desarrollo del curso escolar 2020-2021 con el máximo de garantías necesarias. El acuerdo, al que se han adherido todas las comunidades, excepto Madrid y País Vasco, recoge orientaciones para reforzar los déficits de aprendizaje provocados por la suspensión de actividad educativa presencial a causa del Covid-19 y para reducir la brecha digital.
El curso comenzará en las fechas habituales del mes de septiembre, cumpliendo el mínimo de 175 jornadas lectivas y adaptándose su aplicación a las circunstancias concretas de los centros. La actividad lectiva presencial será el principio general. Las Administraciones educativas harán lo posible para asegurar la modalidad presencial, cuya importancia para el desarrollo habitual de las tareas educativas y formativas ha quedado demostrada por la experiencia de este curso.
Por otra parte, los centros educativos adaptarán, en todas las etapas y enseñanzas, sus programaciones didácticas para recuperar los aprendizajes imprescindibles no alcanzados a raíz de la pandemia y permitir así al alumnado alcanzar los objetivos previstos. Siguiendo las directrices de las Administraciones educativas, los centros elaborarán también planes de seguimiento y de apoyo para los alumnos que experimenten dificultades de aprendizaje o emocionales derivadas de las circunstancias actuales.
Cada centro deberá tener de forma complementaria un Plan de Inicio de Curso y Planes de Contingencia que prevean las actuaciones a realizar en función de los distintos escenarios que puedan irse presentando.
El acuerdo prevé también trabajar con los servicios de prevención de riesgos laborales para reducir al mínimo los riesgos del conjunto de la comunidad educativa. Los centros mantendrán con el alumnado sesiones informativas y de recuerdo de las recomendaciones higiénico-sanitarias.
En relación a los servicios complementarios habituales, como el transporte y los comedores, las administraciones educativas adoptarán las medidas necesarias para asegurar su continuidad.
Lucha contra la brecha digital
Otra prioridad será la de reducir la brecha digital, que el confinamiento ha puesto de manifiesto. Se prestará una especial atención a la dotación de equipamiento para los centros educativos y para los alumnos, mediante sistemas de entrega o de préstamo. Al mismo tiempo, se promoverán las acciones de formación digital del profesorado y del alumnado y el asesoramiento de las familias. El MEFP y las Consejerías responsables de Educación intensificarán también las acciones de colaboración para la elaboración, difusión y oferta de recursos digitales para la enseñanza, el aprendizaje y la formación de los diversos sectores de la comunidad educativa.
Igualmente, se pondrán en marcha programas de cooperación territorial cofinanciados y orientados especialmente en dos direcciones: la recuperación de los grupos de estudiantes que más han sufrido las dificultades vividas y la dotación en equipamiento tecnológico que permita mantener el vínculo educativo. Por último, las administraciones educativas fomentarán el trabajo colaborativo entre los docentes de los centros educativos para permitirles dar una respuesta coordinada frente a circunstancias imprevistas.
El MEFP ha presentado durante la Conferencia un documento base elaborado junto al ministerio de Sanidad con medidas de higiene y seguridad para garantizar un curso seguro y para la detección precoz de posibles casos de Covid-19 que será trabajado conjuntamente con las Comunidades Autónomas y las autoridades sanitarias para alcanzar una propuesta consensuada.