El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en París.
España ha reiterado ante la Unesco su interés en organizar y acoger la próxima Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, Mondiacult, prevista en 2025. En una reunión celebrada esta tarde en la sede de la Unesco en París, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha trasladado a la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, que en caso de ser la candidatura elegida, la sede que ofrecería España sería Barcelona.
Mondiacult es el principal encuentro internacional sobre políticas culturales. Hasta el momento, se ha celebrado en dos ocasiones, ambas en México, en 1982 y en 2022. La celebración de Mondiacult 2022 supuso un hito para la consideración de la cultura como Bien Público Mundial. El Gobierno de España apoyó firmemente dicho objetivo, y así lo plasmó en la Declaración de Cáceres, impulsada por la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea y que los 27 ministros de Cultura de la UE adoptaron por unanimidad.
España defiende su candidatura como referente cultural internacional y como uno de los estados con mayor número de declaraciones y buenas prácticas en la suma total de las tres Convenciones de Cultura (1972, 2001 y 2003). Asimismo, ha desarrollado, potenciado y ratificado plenamente los valores recogidos en dichas convenciones. Actualmente, forma parte del Consejo Ejecutivo de la Unesco por tercera vez consecutiva (2023-2027) y aspira a formar parte del comité de la Convención 2003 de patrimonio cultural inmaterial, del que ya fue miembro de 2009 a 2013.
Candidatura de España
El pasado octubre, los entonces ministros en funciones de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, remitieron una misiva a la directora general de la Unesco, en la que el Gobierno de España ya expresó que, al presentar su candidatura para organizar Mondiacult 2025, desea seguir trabajando para elevar la cultura hasta su reconocimiento a nivel mundial como un Bien Público Mundial, iniciando, además, la creación del Foro Mundial sobre Políticas Culturales y apoyando a la Unesco en el objetivo para situar la cultura en un lugar preeminente dentro de las políticas públicas y de la cooperación internacional.