La petición del ministro cuelga de las medidas aprobadas por el Gobierno de España que establecen una dotación extraordinaria a las Comunidades Autónomas para cubrir las necesidades nutricionales de niños y niñas con bajos niveles de renta, a través de menús escolares a domicilio o de recogida de alimentos en negocios establecidos.
Durante su intervención en el Congreso de los Diputados, Garzón ha señalado que el Ministerio de Consumo "no le dice a nadie lo que tiene que comer", y ha afirmado que su tarea -también durante el estado de alarma- debe ser la de ofrecer información a la ciudadanía sobre consumo saludable y buenos hábitos.
En ese sentido, Garzón ha puesto en valor que desde el Ministerio de Consumo se hayan puesto en marcha campañas de concienciación que han tenido como objetivo contribuir al sostenimiento de hábitos de consumo saludables durante el periodo de confinamiento. Un trabajo "muy celebrado" por los nutricionistas, ha asegurado el ministro.
El ministerio se ha centrado, durante este periodo, en cuestiones referidas a alimentación, pero también en acciones de sensibilización y educación sobre consumo responsable. Desde un punto de vista económico y medioambiental, Consumo ha insistido en cuestiones como evitar la compra de productos excesivamente envasados en plástico o apostar por el comercio de proximidad.
Las campañas puestas en marcha por el ministerio han tenido una importante difusión a través de los medios de comunicación social con los que el Gobierno cuenta, pero también con la colaboración de la amplia mayoría de los medios de comunicación públicos y privados, que han contribuido en la difusión de estas recomendaciones.
Este trabajo, ha señalado Garzón, contrasta con el de la Comunidad de Madrid, que no aplicó los criterios nutricionales contemplados en los pliegos para comedores escolares y, por tanto, debe cambiar esos menús y buscar alternativas adecuadas que cubran las necesidades nutricionales de niños y niñas en situación de vulnerabilidad acrecentadas por el COVID-19, según las conclusiones de un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), elaborado a petición del Ministerio de Consumo.
Garzón se ha basado en este informe para calificar de "lamentable" el nivel de salubridad los menús escolares de la Comunidad de Madrid y ha advertido del impacto considerable que se puede producir por la insuficiente calidad nutricional de la oferta elegida a base de menús de comida rápida.