La labor científica está resultando crucial para dar una respuesta anticipada a la situación, a través del plan de protección civil. Los equipos desplegados están realizando labores de análisis químicos, medición de gases y muestras eruptivas, vigilancia aérea, o calculando el impacto del volcán sobre la biodiversidad insular y sobre la llegada de la colada (la masa de lava) al mar.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, participa con 3 expertos en el Comité Científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (PEVOLCA). En concreto, participan Vicente Soler (científico titular del CSIC en el IPNA, Instituto de Productos Naturales y Agrobiología), Inés Galindo, científico titular del IGME, y Eugenio Fraile del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC). El delegado del CSIC en Canarias, Manuel Nogales, está realizando el seguimiento de la situación en La Palma. Además, se han desplazado medios humanos y materiales a la isla, en concreto, expertos con sensores específicos y un barco de investigación oceanográfica del IEO.
A través de la plataforma GEO-RISK+ se está coordinando la actividad en el área de riesgos naturales. Se ha puesto en marcha la revisión volcano-estratigráfica y estructural de Canarias como base para la realización de los mapas de peligrosidad volcánica. Este proyecto, ya aprobado, cuenta con una duración de tres años y un presupuesto inicial de 200.000 euros. Esta acción se considera imprescindible para evaluar y reducir el riesgo volcánico en Canarias y para cumplir con las obligaciones del PEVOLCA.
La ministra de Ciencia e Innovación ha insistido en el papel fundamental de la ciencia para hacer frente a esta y otras emergencias. Morant ha explicado que el trabajo de los investigadores e investigadoras ha sido esencial para preparar todos los escenarios posibles y tener todo previsto ante la evolución de la situación, afirmando que su labor de anticipación ha sido determinante para tener todos los operativos preparados.
Instituto Geológico y Minero de España
En este momento, el IGME cuenta con tres investigadores sobre el terreno: Inés Galindo y Juan Carlos García, investigadores de la Unidad de Respuesta Científica ante Emergencias Geológicas (URGE), y Mario Hernández, del Servicio de Trabajos Aéreos IGME-CSIC. Fuera de La Palma, hay otros seis investigadores e investigadoras de la URGE trabajando en la emergencia: Nieves Sánchez, Raúl Pérez, Miguel Ángel Rodríguez, Marta Béjar, María Ángeles Perucha e Isabel Montoya.
Los investigadores del IGME-CSIC están tomando muestras de cenizas, lapilli y lava para estudiar las características del magma. También siguen los desprendimientos causados como daños colaterales del volcán en erupción y han estudiado la estabilidad de las laderas tras los terremotos. El personal del IGME está realizando vuelos con drones desde el principio de la erupción para seguir la evolución de la situación. Han vigilado las coladas de lava para calcular su velocidad, su potencia, el ancho de las distintas lenguas y delimitar por dónde pueden ir moviéndose y a qué zonas pueden afectar.
Todas estas tareas tienen el objetivo de asesorar al PEVOLCA sobre la evolución de la erupción. Ese está siendo el trabajo en el campo y, en colaboración con los compañeros de Madrid, se están planteando posibles escenarios basados en los datos obtenidos en el campo, sumando todo el conocimiento obtenido para tratar de dar el mejor asesoramiento posible durante la emergencia.
Instituto de Productos Naturales y Agrobiología
Los equipos del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), de Santa Cruz de Tenerife, están recogiendo muestras eruptivas (lava y cenizas volcánicas) para realizar análisis químicos y petrográficos. Además, están calculando el flujo del dióxido de azufre y otros gases que desprende el volcán. También están tomando medidas de alta resolución para determinar la deformación superficial del terreno. Finalmente, medirán el impacto del volcán sobre la biodiversidad insular, especialmente para evaluar las especies con problemas de conservación.
Instituto Español de Oceanografía
El personal investigador del Instituto Español de Oceanografía está realizando un estudio de la batimetría (estudio de la profundidad marina) con alta resolución y efectuando análisis fisicoquímicos del agua de mar para compararlos con los parámetros estudiados en 2018 en la zona. También está realizando análisis biológicos para determinar el impacto de la llegada de la colada al mar y estudiará las rocas que ya han llegado al mar. En los próximos días, el IEO desplazará el buque oceanográfico 'Ramón Margalef' para estudiar los efectos de la colada en el mar y se prevé su llegada a La Palma para finales de esta semana.
Durante la reunión, la ministra Morant ha reiterado el compromiso del Gobierno con la investigación, plasmado en los presupuestos de 2021 para el IGME en un incremento de 5 millones de euros, hasta los 28,4 millones (lo que supone un 22% más que el año anterior).