Estos fondos, además de financiar proyectos que impulsen la transición ecológica y dirigidos a la mitigación y adaptación al cambio climático, también están enfocados al uso sostenible y la protección de recursos hídricos y marítimos, la transición hacia una economía circular, la prevención y control de la contaminación, y la protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas.
La emisión ha registrado una demanda superior a los 60.000 millones de euros, 12 veces la cantidad emitida, y muy superior a la registrada por el resto de emisiones inaugurales de bonos verdes de otros países europeos.
Esta elevada demanda ha permitido que la nueva referencia se haya emitido con un cupón del 1 % y una rentabilidad del 1,034 %, reduciéndose el coste de financiación para el Tesoro por el carácter verde de la emisión. De esta forma se sigue reduciendo el coste medio de la cartera del Tesoro, que se sitúa en el 1,65 %, frente al 1,85 % a principios de año. El coste de lo emitido por el Tesoro en 2021 se sitúa en terreno negativo, en el -0,01%.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha destacado el éxito de la emisión y ha señalado que "sitúa a España a la vanguardia de las finanzas sostenibles en Europa. Asimismo, la gran demanda y la elevada participación de inversores sostenibles son una muestra de su confianza en la economía y en la agenda medioambiental española".
La emisión inaugural del bono verde se ha hecho de acuerdo a lo establecido en el Marco de Bonos Verdes del Reino de España, publicado en julio de 2021, que ha recibido la máxima calificación medioambiental otorgada por el verificar independiente Vigeo Eiris a un emisor soberano europeo.
Características de la emisión
El bono emitido hoy vence el 30 de julio de 2042. La vida media de la cartera aumenta hasta los 8,09 años. Con esta sindicación de 5.000 millones de euros, el Tesoro lleva emitido el 80,1 % de su objetivo de financiación a medio y largo plazo para 2021, tras la reducción anunciada en el mes de julio de 20.000 millones de euros.
La demanda final se ha repartido entre 464 cuentas inversoras de muy alta calidad, destacando la elevada participación de inversores internacionales, que han alcanzado el 91,7 % y la gran participación de fondos de pensiones y aseguradoras, así como de inversores nórdicos, agentes más centrados en el largo plazo y en el fomento de la sostenibilidad.
Asimismo, hay que destacar que dos tercios de la emisión ha ido a inversores comprometidos con el mercado de bonos verdes.
Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a las aseguradoras y fondos de pensiones, que han representado un 47 %, seguidas de las gestoras de fondos (18,8%), los bancos centrales e instituciones oficiales (9,5 %), y las tesorerías de los bancos (8,9 %). El resto de inversores bancarios ha representado un 8,7 %, los fondos apalancados un 2,9 % y el resto de inversores un 4,2 %.
En la distribución por países destaca la participación de inversores de Francia e Italia, con el 25,3 %, Alemania, Austria y Suiza, con el 20,2 %, el Reino Unido e Irlanda, con un 14 %, y el resto de la UE, con un 13 %. Los países nórdicos han representado un 11,9 %, Estados Unidos y Canadá un 4,1 %, Asia un 2,1 % y Oriente Medio un 0,6 %. Otros inversores han representado un 0,5 %.
BBVA, Banco Santander, Barclays, Crédit Agricole, Deutsche Bank y JP Morgan han actuado como directores de esta emisión. El resto de los miembros del grupo de Creadores de Mercado de Bonos y Obligaciones del Estado han actuado como codirectores.