La Moncloa
Muchas gracias, bienvenidos. Ministra de Sanidad, ministro de Asuntos Exteriores, directora de la AEMPS, embajadores, embajadoras, secretarios de Estado, representantes de las compañías farmacéuticas. Bienvenidos al Palacio de la Moncloa. Como decía antes la directora, son ya 20 meses desde que la OMS declarara oficialmente la pandemia global del COVID-19. Y esta emergencia sanitaria nos ha llevado a experimentar momentos excepcionalmente dramáticos, que todos tenemos en nuestra mente y en nuestro corazón, y también a repensar nuestras políticas públicas, también a repensar nuestros sistemas económicos, nuestra capacidad de solidaridad, la responsabilidad en definitiva y la respuesta a los peligros a los que se enfrentan nuestras sociedades en este mundo global.
Hemos aprendido muchas lecciones, muchas lecciones. En primer lugar, yo quisiera reivindicar somos aún hoy más conscientes que nunca de la importancia de la cobertura sanitaria universal y de los sistemas nacionales de salud, que constituyen la base del Estado del Bienestar y que son, como hemos visto durante esta pandemia, la primera línea de defensa ante cualquier amenaza. Porque el virus, evidentemente, se ha dicho aquí por parte del director general de la OMS, no conoce fronteras, pero tampoco golpea a todos por igual. Y, por tanto, la equidad y el fortalecimiento de nuestros servicios públicos son el mejor tratamiento frente a las amenazas sanitarias que atraviesan nuestras fronteras.
En esta crisis también ha quedado claro cuál ha sido el papel fundamental de la ciencia, de la investigación, que nos ha permitido contar con una vacuna en un tiempo récord.
Y quiero también poner en valor algo que ha dicho el representante de AstraZeneca en España, y es la colaboración público-privada, porque sin esa colaboración público-privada nada de lo que hoy estamos haciendo hubiera sido posible.
Pero, evidentemente, no olvidemos lo importante: y es que las vacunas funcionan. Las vacunas funcionan y cuanta más gente, por tanto, esté vacunada menos oportunidades tendrá el virus de expandirse. Y, en ese sentido, es un orgullo contar en España con un 89%, casi el 90%, de nuestra población ya vacunada, con pauta completa superior a los 12 años, lo que se llama la población diana.
Y la experiencia nos ha demostrado algo muy importante: y es que se puede combatir al virus con una herramienta fundamental que es la responsabilidad, porque por responsabilidad nos hemos vacunado, por responsabilidad nos ponemos la mascarilla y, por tanto, sabemos cuál es la receta, y es la mascarilla, es la vacunación y es la responsabilidad. Y, en ese sentido, me gustaría pedir a todos mis compatriotas que sigamos en esta dirección durante los próximos meses.
Echemos un momento la vista atrás. Como decía antes el representante de AstraZeneca, hace un año ningún español estaba vacunado. Hoy casi son 38 millones de españoles los que cuentan con pauta completa. Y para ello han sido clave muchas cosas. En primer lugar, que la Unión Europea realizara una compra centralizada de las vacunas, que España contara, como he dicho antes, con un sistema nacional de salud como el que tenemos, que el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas trabajáramos de manera coordinada en ese gran ejemplo que representa la co-gobernanza y que nuestros profesionales sanitarios hayan dado un ejemplo de esfuerzo, de honestidad, de compromiso con su profesión, y también con la salvaguarda de la vida y la salud pública de su país o de sus compatriotas.
Y, finalmente, sí quisiera poner en valor que han sido los españoles, los ciudadanos de a pie, los que han realizado un gran ejercicio de responsabilidad para con su salud, pero también para con la salud de sus compatriotas, confiando en la ciencia y en dicho Sistema Nacional de Salud. Y, en esta tarea, los medios de comunicación creo que han jugado un papel fundamental, determinante. Y en ese sentido me gustaría trasladar el agradecimiento del Gobierno de España a todos los profesionales de los medios de comunicación, a los medios de comunicación, por la tarea que han realizado desde el primer momento, porque han informado con rigor, fomentando la vacunación y rechazando el negacionismo y superchería. Creo que esto es fundamental.
En segundo lugar, la lección que hemos aprendido es que somos más conscientes que nunca de que una crisis global exige de una respuesta y de una acción multilateral. Porque mientras, como bien ha dicho antes el director general de la OMS, no estemos todos y todas a salvo del virus, pues evidentemente nadie va a estar protegido. Y ante un problema de salud global, la respuesta debe ser coordinada, debe ser multilateral.
Y en ese contexto creo que es fundamental el que reforcemos la Organización Mundial de la Salud como el pilar central de toda la respuesta a esta pandemia o a futuras pandemias que podamos tener.
Aprobar también un tratado internacional contra las pandemias es una de las medidas que debemos implementar con la máxima celeridad.
Yo creo que es indiscutible que hemos experimentado enormes avances, por ejemplo con la consecución, aquí se ha dicho antes, de las vacunas en un tiempo récord, pero también es indiscutible que esos avances se están desarrollando de una forma profundamente desigual. Si todas nuestras victorias frente al virus se han conseguido pensando en términos globales, para actuar en lo local, ahora es el turno de contribuir desde lo local para acabar con esta emergencia global. Y por eso, según la Organización Mundial de la Salud, resulta muy lacerante que menos del 3% de la población de los países en vías de desarrollo esté protegida. Esto no solamente es intolerable, sino que representa un gran riesgo para el conjunto de la humanidad.
Gracias a la actitud ejemplar de la ciudadanía española y gracias a la eficacia de la campaña de vacunación, España hoy es un ejemplo mundial de protección a sus habitantes a la vez que es un referente, como se ha dicho aquí, de donación para el resto del mundo. Los datos son contundentes: España es líder en vacunación con el 89% de su población diana con pauta completa, pero España también es un país referente en la donación a través del mecanismo COVAX, ocupando, como se ha dicho, el quinto puesto en el mundo y el tercero en la Unión Europea.
Y quiero decir, además, que este proceso de vacunación se ha dado conforme hemos ido desarrollando el proceso de vacunación en nuestro país. Cuando hemos llegado al 50% de la población vacunada, es cuando hemos empezado esa campaña de vacunación, o mejor dicho, de donación de las vacunas. Y eso demuestra también el ejemplo de solidaridad del conjunto de la sociedad española.
Al mismo tiempo, somos absolutamente conscientes de que esta lucha no ha terminado. Y por eso, hace pocos días anunciamos la administración de la tercera dosis a las personas mayores de 60 años, a los trabajadores sanitarios y también a los trabajadores y trabajadoras sociosanitarios. Y seguiremos, por supuesto, tomando las medidas que sean necesarias para mantener los niveles de seguridad que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir.
Todavía, por tanto, nos queda mucho trabajo, ya que la brecha de la vacunación entre el norte y el sur, como se ha dicho, es sangrante. Y por eso, la Organización Mundial de la Salud nos ha dicho que tenemos como objetivo: vacunar al 40% de la población antes de que termine el año, y al 70% a mediados del año 2022.
España, en este sentido, no solo está comprometida con este objetivo, sino que hace tiempo que pasamos a la acción. Anuncié hace unos días que donaremos 50 millones de dosis de aquí al próximo primer trimestre del año 2022, y podemos confirmar que, a día de hoy, ya hemos entregado más de 30 millones de dosis al mecanismo COVAX, como reza en este acto el título.
La lista de países donde han llegado las vacunas españolas o llegarán próximamente no ha parado de crecer. Son decenas, y muchos de ellos están aquí representados por sus embajadores y embajadoras.
La campaña de vacunación global ha venido priorizando, lógicamente, a Latinoamérica, la comunidad iberoamericana, con la cual tenemos enormes lazos de solidaridad, de hermandad, pero también es una región que por desgracia ha sufrido, y mucho, la letalidad del Covid. Y ahora estamos destinando grandes esfuerzos a la vecindad Sur, al África subsahariana, nuestra región vecina.
Hemos comenzado operaciones con Mauritania, con Costa de Marfil, como se ha hecho aquí referencia por parte del vídeo. Vamos a seguir trabajando para llegar a muchos más lugares.
Y además, además, haremos todo lo posible para que se suministren vacunas a quienes están en una situación de extrema vulnerabilidad. Y me estoy refiriendo, precisamente, a los refugiados y refugiadas, es decir, a las personas que viven en corredores humanitarios. Es una obligación ética, también yo diría que moral. Y por ello España se ha comprometido en el marco del ACNUR, a donar más de dos millones de dosis a estos contextos humanitarios.
Pero más allá de las donaciones de vacunas, necesitamos repensar el sistema, su funcionamiento a lo largo de los próximos años para estar mejor preparados ante futuras pandemias. Por eso, el pasado mes de mayo, el Gobierno de España presentó en la Cumbre Social de la Unión Europea de Oporto un non-paper, que es como se califican este tipo de documentos en el seno de la Unión Europea, llamado "Vaccines for All", basado en tres pilares fundamentales que quisiera resumir brevemente: el primero, compartir el conocimiento; el segundo, compartir la producción; y el tercero, acelerar la distribución.
Y por esta misma razón, España se unió a la iniciativa COVID-19 Technology Access Pool, como ha dicho el director general de la OMS, una plataforma precisamente de transferencia de conocimiento de tecnología respaldada por esta organización multilateral.
Creo que debemos abordar muchos desafíos simultáneamente y, por lo tanto, tenemos que hacerlo de manera coordinada.
Necesitamos maximizar la capacidad mundial de producción de las vacunas, garantizar el funcionamiento adecuado de las cadenas de suministro y también eliminar las barreras comerciales, los obstáculos logísticos, que aquí se ha hecho referencia por parte del líder de COVAX, y asegurar una capacidad suficiente de transporte, de almacenamiento y también de distribución.
Creo que las propuestas concretas que España hizo en este non-paper de "Vaccines for all" se articulan en torno a estos tres ejes citados, que me gustaría desarrollar siquiera someramente:
El primero: cuando hablamos de compartir el conocimiento, ¿a qué nos estamos refiriendo? Bueno, pues nos estamos refiriendo a que la propiedad intelectual no debe ser un obstáculo en la lucha contra la pandemia. Y tampoco para garantizar un acceso equitativo y universal a las vacunas. Se puede alcanzar perfectamente un consenso sobre la exención temporal de ciertas obligaciones de los aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el comercio. Y creo que ahí la Organización Mundial de Comercio puede hacer mucho. Y, además, para poner en común los avances, debemos sumarnos a iniciativas como el C-TAP y adaptar un marco regulatorio de cara a futuras crisis.
Cuando hablamos del aumento de la producción, estamos hablando de la creación de una plataforma que facilite la conexión de la fabricación, de la oferta y de la demanda global, y también medidas necesarias, específicas, para facilitar el comercio.
Finalmente, acelerar la distribución. Esto es prioritario, fundamental, porque estamos hablando de una logística extraordinariamente compleja para las vacunas del Covid-19.
Creo que las contribuciones financieras -también las no financieras, la COVAX- deben aumentar para asegurar que pueda operar a tiempo y de manera eficiente. Hemos de contemplar las posibilidades de establecer alianzas público-privadas entre, por ejemplo, las aerolíneas, los gobiernos, las organizaciones internacionales, otros actores interesados relevantes para promover la distribución de las vacunas y también de los insumos, y además reforzar el conector, el conector de los sistemas de salud del ACT-Accelerator para desarrollar las capacidades necesarias de procesamiento, de almacenamiento y de distribución y de administración en todo el mundo.
Y me gustaría anunciar, además, que como parte de este non-paper del "Vaccines for all", el CSIC y el Medicine Patent Pool, respaldado por la Organización Mundial de la Salud, como ha anticipado precisamente el director general de la OMS, han alcanzado un acuerdo para facilitar que los tests de anticuerpo Covid-19 del CSIC lleguen a los países más necesitados. Mañana mismo tendrá lugar un acto para celebrar este importante acuerdo.
Señoras y señores, como ya he mencionado, España se unió a la iniciativa COVID-19 Technology Access Pool. Desde entonces, el CSIC ha trabajado para poner la licencia de su test serológico para diagnosticar esta enfermedad a disposición de quienes lo necesiten. Y como saben, los test desarrollados por el CSIC salieron al mercado en España, en Europa y en México en otoño de 2020 a través de la empresa española Inmunostep.
A estas pruebas, en fin, los resultados que trasladan son francamente positivos. Tienen la fiabilidad cercana al 100% en la detección de este virus, si una persona precisamente posee anticuerpos, y si dichos anticuerpos provienen de la vacuna o son consecuencia de que se ha estado en contacto con el virus.
Yo creo que esta es una gran noticia. Es una gran noticia que revela muchas cosas, pero para mí la más importante es que revela la importancia que tiene en estos tiempos la transmisión de los conocimientos, y el CSIC aporta la tecnología y la Medicine Patent Pool se encargará de conseguir que los tests se fabriquen para los países medios y también para los países con ingresos bajos.
Yo creo que las condiciones del acuerdo van a asegurar un precio asequible, y por lo tanto estamos ante una noticia de muchísimo alcance.
Estamos, por tanto, en condiciones de demostrar que se puede liderar la vacunación nacional y también encabezar la vacunación global al mismo tiempo. Y podemos, en consecuencia, como país, sentirnos orgullosas y orgullosos de ello, porque hemos cumplido tres grandes objetivos en el tiempo récord y me gustaría con ello terminar esta intervención.
En primer lugar, entregar, como aquí se ha dicho, casi 8 millones de dosis a Latinoamérica.
En segundo lugar, donar a COVAX más de 30 millones de dosis antes de acabar el año 2021.
Y el tercer objetivo, el que les acabo de comentar, es decir, compartir conocimiento, compartir conocimiento a través de la liberación de la patente del test serológico que precisamente ha impulsado el CSIC.
Yo creo que la pandemia ha hecho evidente que la única forma de actuar en estos tiempos de Covid, frente a los grandes retos a los que nos estamos enfrentando, solamente se resumen en una palabra y es unidad, la unidad.
Yo creo que las posturas unilaterales no funcionarán si queremos dar respuesta, o mejor dicho, una respuesta eficaz a los desafíos, como pueda ser la pandemia, ésta y las que vengan en un futuro, el cambio climático u otro tipo de emergencias y por tanto el reparto justo y el reparto equitativo es clave. Y el acceso universal a la salud es la garantía de nuestro futuro, tanto a nivel nacional como a nivel europeo y por supuesto, también a nivel global.
Así que estamos de enhorabuena. Enhorabuena, ministra. Enhorabuena, ministro. Enhorabuena, directora.
Gracias, embajadores, por compartir este momento con nosotros, y gracias también a las empresas farmacéuticas, porque evidentemente creo que una de las grandes lecciones que decía en mi intervención, y que hoy quiero volver a reafirmar, es esa colaboración público-privada. Creo que ganamos todos y, sobre todo, quien gana son los ciudadanos que nos necesitan.
Gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)