Rabat
Señor presidente Benkirán, autoridades marroquíes y españolas, madame Bensalah, señor Rosell, señoras y señores,
Es para mí una satisfacción participar en la inauguración de este Encuentro Empresarial que, como todos ustedes saben, organizan conjuntamente la Confederación General de Empresas de Marruecos y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, la CEOE, y que se celebra en paralelo a la décima Reunión de Alto Nivel entre el Reino de Marruecos y el Reino de España, en el marco del vigésimo aniversario del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación.
Quiero agradecer a los presidentes de las patronales la excelente organización del mismo y, en especial, felicitar a madame Bensalah por su reciente nombramiento, deseándole todos los éxitos en su futura gestión.
Señoras y señores,
El último Consejo de Asociación Unión Europea-Marruecos resaltó el carácter estratégico de nuestras relaciones, dado el relevante papel que juega el Reino de Marruecos, tanto en el Magreb y en el resto del continente africano, como en toda el área mediterránea. Marruecos fue mi primer viaje como presidente del Gobierno al extranjero y ésta es mi segunda visita en lo que va de año. Pero también en estos meses han visitado Marruecos S.A.R. el Príncipe de Asturias, el presidente del Congreso, el presidente del Senado y numerosos miembros de mi Gobierno y autoridades de nuestro país. Ello es reflejo de la trascendencia que España concede a Marruecos y a las relaciones entre los dos países.
También el presidente Benkirán eligió España para su primer viaje a Europa, gesto que apreciamos y agradecemos.
Debo, además, manifestar la gran importancia que concedemos a la participación del Reino de Marruecos, como país observador asociado, en la próxima Cumbre Iberoamericana de Cádiz.
Señoras y señores,
La presencia de S.A.R., el Príncipe de Asturias en el VII Foro de Inversión y Cooperación Empresarial del Instituto Español de Comercio Exterior, celebrado en Casablanca en junio pasado, así como las palabras de S.M. el Rey Mohamed VI durante la Fiesta del Trono, son las señales más claras de nuestro convencimiento de que, cuanto más fuertes y estrechos sean los vínculos que nos unen, mayor será la estabilidad de nuestras relaciones y la capacidad de crear entornos adecuados para la generación de empleo y favorecer un mayor bienestar de nuestros ciudadanos.
Son muchos los intereses comunes que nos unen a España y a Marruecos. Esos intereses se ponen de manifiesto en las magníficas relaciones económicas que existen entre ambas naciones. Creo que puedo hablar, tanto en nombre del presidente Benkirán, como en el mío propio, cuando digo que nuestra participación en este acto es una muestra de la importancia que nuestros respectivos Gobiernos otorgan a las mismas.
España y Marruecos mantienen lazos comerciales y económicos cada vez más estrechos, y ésos se traducen en la creación de puestos de trabajo y en el impulso al crecimiento económico en ambos países.
La nutrida y selecta presencia aquí de empresarios de ambos lados del Estrecho testimonia también, de forma muy contundente, el buen momento por el que atraviesan nuestras relaciones económicas y también la firme voluntad que compartimos por continuar buscando y ampliando los ya numerosos espacios para el desarrollo de proyectos de beneficio mutuo.
Entre 2002 y 2011 nuestras exportaciones crecieron un 240 por 100, hasta convertir a Marruecos en nuestro segundo mercado fuera de la Unión Europea, tan sólo detrás de Estados Unidos. Nuestras importaciones lo han hecho un 215 por 100 y hoy Marruecos es nuestro primer proveedor del continente, si no tenemos en cuenta la energía. Además, nos encontramos muy próximos a ser su primer cliente.
Marruecos es también nuestro primer destino de inversión en el continente africano, con más de setecientas empresas instaladas en prácticamente todos los sectores de actividad.
Quiero decirles que para mí es muy importante comprobar que las empresas españolas ya forman parte indiscutible del tejido industrial y empresarial marroquí, y tienen, además, una clara vocación de permanencia. Además, queremos colaborar en los cambios impulsados en el área económica por S.M. el Rey Mohamed VI y puestos en marcha por su Gobierno. Dichos cambios se centran en áreas estrechamente vinculadas con el desarrollo del país: saneamiento de aguas, infraestructuras o energías renovables. España es líder internacional en estos ámbitos, como estoy seguro de que tendrán ocasión de analizar en la primera sesión de este Encuentro.
Señoras y señores,
Como ustedes saben, España está atravesando una coyuntura económica ciertamente difícil; pero la nuestra es una economía con grandes fortalezas, como demuestra, entre otras cosas, nuestra creciente presencia exterior. La reciente adjudicación al consorcio hispano-saudí de una parte del plan solar marroquí en Ouarzazate es una buena prueba de ello.
El Gobierno que presido está determinado a superar la crisis actual y para ello se están haciendo esfuerzos y sacrificios sin precedentes, que afectan a todos, para requilibrar la economía y para hacerla más flexible y más competitiva.
La más reciente prueba de ello ha sido la aprobación y remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013: unas cuentas austeras que profundizan en el proceso de saneamiento de la economía española y en el cumplimiento de los compromisos de consolidación fiscal adquiridos con Europa, y que, sin duda, van a servir para sentar unas bases sólidas sobre las que crecer y crear empleo.
Asimismo, el Gobierno el pasado 27 de septiembre aprobó la Estrategia Española de Política Económica que detalla las principales reformas estructurales previstas para el próximo semestre; uno de los paquetes de reformas de mayor calado emprendido en España y que complementan el trabajo hecho hasta ahora. Su puesta en marcha nos hará, sin duda, más fuertes y más prósperos.
Soy consciente de las dificultades que representa realizar todo este conjunto de tareas en el actual contexto de turbulencias en los mercados financieros y de dificultades en el acceso a la financiación. Sin embargo, y como reitero con frecuencia, no hay otro camino y sólo estas reformas permitirán a la economía española competir y crecer. Y quiero subrayar que en este tremendo esfuerzo contamos con el inapreciable apoyo de nuestras empresas.
Señoras y señores,
Esta crisis ha aconsejado a acentuar aún más su presencia en el exterior y a afianzarse en el mundo globalizado. Y sorprende la enorme capacidad de adaptación de las mismas para reorientar sus relaciones comerciales, productivas e inversoras hacia otros países y continentes.
En este sentido, Marruecos y España, por su posición geográfica, su importancia política respectiva y su característica de puente y nexo intercultural y económico entre dos áreas de potencial incalculable, ofrecen unas oportunidades únicas que el contexto actual pone claramente en evidencia. Ambos países están destinados a trabajar juntos para aprovechar y para complementar al máximo sus virtudes, haciendo de ambas orillas del Estrecho un área singular en sí misma.
Creo firmemente que éste es el momento de producir, no sólo un importante incremento cuantitativo de nuestra relación, sino también uno de carácter cualitativo que permita conectar a nuestros dos continentes a través de dos países hermanados por su historia, por su estratégica ubicación y por su interés común.
La Reunión de Alto Nivel que celebramos hoy, y que da continuidad a mi primera visita a Marruecos como jefe de Gobierno, quiere dar un paso adelante en la construcción y en el afianzamiento de este nuevo partenariado estratégico, basado en unas relaciones comerciales transparentes y estables y en el refuerzo de la capacidad productiva mutua. Debemos seguir trabajando para continuar mejorando el clima de negocios, tanto desde el punto de vista multilateral, como bilateral.
Al respecto, no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar expresamente al presidente Benkirán y a todo su Gobierno por su firme compromiso con las importantes reformas que están poniendo en marcha. Ellas redundarán en favor de la competitividad del país, de su cohesión económica, social y territorial y de la mejora del clima de negocios. Dicha felicitación deseo también hacerla también extensiva a la Presidencia de la Confederación General de Empresarios Marroquíes.
De la misma forma, permítanme manifestar desde aquí que España seguirá impulsando en la Unión Europea el Acuerdo de Libre Comercio, amplio y profundo, que será el elemento clave para dotarnos de un nuevo marco que garantice mejor y de forma más profunda la seguridad jurídica en nuestras transacciones comerciales y en nuestras inversiones.
Señoras y señores,
Con estos referentes y convicciones debemos avanzar más y más deprisa. Animo a todos los presentes a aprovechar la oportunidad de hoy para debatir las oportunidades, las inquietudes y las preocupaciones existentes, como reflejo de la sensibilidad y responsabilidad que ambas organizaciones empresariales asumen como pilares de esta relación.
Por mi parte, puedo asegurar nuestro compromiso de no permanecer ajenos a este debate, porque sólo juntos Gobierno, Administración, asociaciones y empresarios de ambos lados seremos capaces de encontrar nuevas y más profundas formas de interrelación.
Muchísimas gracias.