Ifema (Madrid)
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO
Muchas gracias y buenos días a todos y a todas.
Querido ministro, querida ministra, querido Fran, delegado del Gobierno, presidente de REBUILD, CEO de AEDAS, consejero delegado de REBUILD, autoridades. Aquí está el secretario de Estado, también el presidente del ICO. En fin, amigos y amigas, señoras y señores.
Permítanme comenzar con un reconocimiento al gran equipo que hace posible la celebración de la Feria de REBUILD 2025 y de este Congreso de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0 Las cifras de expositores, he tenido ocasión de al menos otearlo, y también la calidad de los ponentes, después de haber visto un poco los currículums, hablan por sí solas del éxito de este evento, que es ya toda una referencia en el sector. Así que enhorabuena a los organizadores y a seguir en el empeño.
Quisiera comenzar mi intervención haciéndome eco de una frase planteada por Walter Gropius, el genio de la Bauhaus que dice lo siguiente: La arquitectura comienza cuando se coloca con cuidado - y me gusta además subrayar este matiz de 'con cuidado'- un ladrillo. Yo creo que son palabras que invitan a una reflexión no solo sobre el primer esbozo de un edificio, sino sobre todos los que intervienen en el proceso, que es en realidad lo que estamos hoy reivindicando. En definitiva, lo que hoy llamamos la cadena de valor en otros sectores industriales o sectores económicos, que abarca desde la adquisición del suelo a la promoción, al diseño, a la ejecución, a la gestión de la obra, a la venta, al mantenimiento y también a la circularidad, tan importante cuando hablamos de la sostenibilidad.
Yo creo que hoy más que nunca, señoras y señores, necesitamos de todas las manos, de todas las inteligencias que intervienen en todos y cada uno de estos procesos. Necesitamos transformar la manera de construir para mejorar nuestra forma de vivir. Porque la dimensión, lo ha dicho antes la ministra, lo saben ustedes perfectamente, no solamente como representantes del sector, sino como ciudadanos y ciudadanas, la dimensión del desafío lo exige.
Acceder hoy a una vivienda digna en condiciones económicas asequibles es, lamentablemente, un sueño imposible para millones de personas. Lo es en España, sin duda alguna. También lo es en el conjunto de la Unión Europea. Es la primera vez que el Colegio de Comisarios también cuenta con un comisario encargado de los aspectos vinculados con el acceso a la vivienda. Pero si nos vamos a Europa, el incremento del coste de la vivienda en la última década ha superado el 48%, en línea con el aumento de precios experimentado en España. Y con esto no quiero decir que el mal de muchos sea el consuelo de nadie, porque no lo es. Por eso tenemos que actuar con decisión desde todos los poderes públicos.
Por eso también el compromiso del Gobierno de España, desde el Gobierno central a los gobiernos autonómicos, a los gobiernos provinciales y también a las entidades locales. Todos tenemos una parte de responsabilidad en responder a un reto como el del acceso a la vivienda en el conjunto del país y todos tenemos que trabajar juntos y juntas.
Nos lo exige la ciudadanía, que considera que la vivienda es el principal problema según la mayoría de las encuestas. Y ante este reto, el Gobierno de España está haciendo y arrimando el hombro.
Antes ha adelantado algunos de las cifras la ministra de Vivienda y Agenda Urbana. En estos últimos siete años hemos multiplicado por ocho el presupuesto en vivienda con avales para la compra, los bonos de alquiler para los jóvenes. Hemos impulsado algo muy importante que aprendimos en la pandemia y que también estamos instaurando y desarrollando en el sector de la construcción y la vivienda, y es la colaboración público privada, con 4 mil millones de euros en créditos ICO para la construcción en vivienda en alquiler asequible. Y hemos transferido más de 3-300 viviendas y cerca de 2 millones de metros cuadrados de suelo residencial a la recién creada empresa pública de la vivienda, tras aprobar una ley pionera en nuestro sistema democrático como es la Ley de Vivienda.
Por cierto, una ley que quiero de nuevo romper una lanza en su favor. Es una ley que funciona allí donde se está aplicando y por eso me gustaría aprovechar esta tribuna para hacer de nuevo un llamamiento a todos los gobiernos autonómicos que, en lugar de boicotear la o ignorarla, lo que tienen que hacer es aplicarla porque es positiva para resolver este principal problema que también sufren sus ciudadanos cuando hablamos del acceso a la vivienda.
Los resultados, como les decía, creo que ofrecen un horizonte de esperanza no solo en la evolución de los precios, sino en términos de oferta de vivienda disponible. En el ámbito de la rehabilitación cerramos el año 2024 con más de 26.600 viviendas visadas, es decir, un 7% más que en el año 2024. Y cuando hablamos de nueva construcción por primera vez tras el año 2020, tras el año de la pandemia, se están construyendo, como ha dicho antes la ministra, más viviendas que hogares se crean. En concreto 127.721 nuevas viviendas residenciales visadas en el año 2024, frente a los 111.000 nuevos hogares creados en este mismo en ese mismo periodo.
Por tanto, lo que estoy diciendo con esto es que es un cambio esperanzador. Es un cambio de tendencia esperanzador, aún insuficiente. Pero por relevante que sea, evidentemente lo que tenemos que hacer es continuar cubriendo las necesidades de un país como el nuestro, que crece, que crea empleo como ningún otro de la Unión Europea, pero que continúa teniendo en el sector de la construcción y también en el acceso a la vivienda, uno de sus principales desafíos.
Creo que, además, la coyuntura económica, aún siendo muy compleja cuando hablamos de España, sigue siendo positiva. Este martes, sin ir más lejos, conocimos las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional, que nos vuelve a situar a la cabeza del crecimiento de las grandes economías avanzadas, triplicando la media de la zona euro. Por tanto, lo que hacemos con esto es que la construcción, que el acceso a la vivienda estén a la altura de ese dinamismo y de esas nuevas demandas que genera ese dinamismo económico. Y para ello es necesario un verdadero cambio de paradigma, incidiendo en la industrialización, en la digitalización y en la sostenibilidad, que han sido una de mis primeras y principales obsesiones desde que soy presidente del Gobierno.
Un cambio de paradigma que responda a tres objetivos que me gustaría compartir con todos ustedes. El primero, tenemos que construir más y tenemos que construir mejores viviendas. El segundo tenemos que construir más rápido. Y el tercero es que tenemos que hacer que los precios sean más asequibles para la clase media y trabajadora de nuestro país.
Por tanto, es hora de avanzar con toda la determinación hacia un modelo industrializado de la edificación. Un modelo en el que la digitalización en los procesos, la tecnología, no sean meras herramientas de apoyo, sino que estén en el centro de toda una transición que conduzca a una mejora de la eficiencia, de la descarbonización y de la circularidad en la edificación. Porque la industrialización reduce los impactos directos de los residuos y también de las emisiones de CO2 vinculados a la ejecución de los edificios y a su ciclo de vida completo, mejorando, por ejemplo, las prestaciones en términos de eficiencia energética. Y además, como antes hemos podido ver en el vídeo, supone una clara mejora de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras del sector de la construcción y, por tanto, también claramente en beneficio de los empresarios y empresarias de este sector. Lo es en términos de seguridad, Lo es en términos de atracción del talento, que es también muy importante para este sector. Y lo es también en el aumento de la inclusión laboral de las mujeres en un sector tan importante para la sociedad y para nuestra economía.
En definitiva, yo creo que la mejora de la productividad del sector, la captación de talento, son absolutamente esenciales para aumentar la capacidad productiva con la que atender las necesidades de construcción, de rehabilitación de las viviendas que necesitamos.
Soy perfectamente consciente, porque lo he hablado con muchos de ustedes a lo largo de todos estos meses, de que el cambio no es sencillo, de que hay que aprender mientras se avanza, de que hay que innovar mientras se forman nuevas habilidades. Y, por tanto, lo que lo que tenemos que hacer es romper muchas inercias que se han instalado durante estas últimas décadas. Se trata, en definitiva, de un desafío inédito para el sector de la edificación. También para la administración, que debe implicarse, que debemos implicarnos a fondo para impulsar una transformación que ofrece enormes oportunidades si sabemos aprovecharlas.
Por eso creo que es muy relevante el anuncio que está haciendo el Gobierno hoy aquí en esta Feria de REBUILD, y es la de la constitución, la creación de ese proyecto estratégico, como hemos hecho por ejemplo en el sector del automóvil, como hemos hecho también por ejemplo en el sector de la digitalización o del sector agrícola. Ese proyecto estratégico, ese PERTE centrado en el ámbito de la industrialización de la vivienda. Es un PERTE, un proyecto estratégico que va a contar con una inversión pública muy relevante de 1.300 millones de euros en diez años, a través de distintos instrumentos financieros que tiene el Estado capaces de movilizar también, y esto es muy relevante, inversión privada. Y será, estoy convencido de ello, una herramienta fundamental para situar a España a la vanguardia de la industrialización, de la edificación. Yo creo que tenemos que aspirar a ello, a ser la vanguardia, a ser referencia en la industrialización del sector de la edificación en nuestro país y en Europa.
Yo creo que hay varios factores, ustedes lo saben mucho mejor que yo, que han retrasado este desarrollo industrial en España. Uno especialmente importante al que me gustaría referirme es precisamente de la financiación. La falta de financiación adecuada para este tipo de proyectos, por estar a medio camino entre la industria y la promoción de vivienda. Y por eso yo creo que uno de los aspectos más interesantes de este proyecto estratégico, de este PERTE de la industrialización de la vivienda es precisamente el de favorecer una forma de financiación adaptada a esta actividad particular para permitir también que la actividad o la iniciativa privada se pueda sumar.
Lanzamos este proyecto estratégico porque consideramos que la construcción industrializada es una auténtica prioridad. Pero también lo hacemos porque tenemos un amplio margen de mejora. El uso de los métodos modernos de construcción se encuentra en nuestro país por debajo del 5% del total del sector. Y eso es estar a años luz de países como por ejemplo Alemania o los Países Bajos, que están en el 20%. O el 10% en el Reino Unido. Por tanto, tenemos un amplísimo margen de mejora y creo que con este PERTE podemos también ir cubriendo ese gap a lo largo de los próximos meses y los próximos años. Esa es la ambición del Gobierno de España y estoy convencido de que contamos también con su ambición y con su colaboración y entusiasmo.
Y aunque las previsiones indican que doblaremos ese volumen en el año 2030, es evidente que tenemos que avanzar más rápido y con muchísima determinación durante estos años hasta el año 2030. Creo que estamos en disposición, en una posición ideal para hacerlo, que tenemos las empresas, que tenemos la ambición de ser líderes en este terreno y, por tanto, creo que con este PERTE ponemos también los raíles para dar ese salto de calidad y de industrialización del sector de la edificación.
Señoras y señores, yo creo que hay dos vías para hacer del precio de la vivienda más asequible a nuestros jóvenes y a la clase media trabajadora y a los colectivos vulnerables en nuestro país. Y debemos avanzar en estas dos vías. La primera, claramente, es incidir en el precio del suelo. Y la segunda vía es incidir en el proceso constructivo. Por cierto, una depende en buena medida también de los ayuntamientos, de los entes locales. Y en esa línea, también aprovecho para reivindicar lo que está haciendo el Gobierno de España y es el de impulsar la reforma de la Ley del Suelo, que sé que además es una de las demandas que hacen muchos de los colectivos con los que he tenido ocasión de reunirme durante estos últimos meses. Esta iniciativa sé que cuenta con el acuerdo del sector, de las entidades locales, también de las comunidades autónomas, incluidas, por cierto, muchas que son gobernadas por el principal partido de la oposición. Y por eso hago un llamamiento a las Cortes Generales, a los grupos parlamentarios, de nuevo, a la mayoría parlamentaria de las Cortes Generales, para que podamos rectificar esta situación y podamos de nuevo modificar esta Ley del suelo, que es una ley necesaria, insisto, acordada con el sector, para dar ese impulso a la contención del precio del suelo y también dar seguridad jurídica a los operadores del sector de la edificación.
Y la segunda vía pasa, evidentemente, por la industrialización, por el uso a escala del diseño industrial, por la optimización de materiales y por la reducción de los tiempos de la construcción.
Estos son los grandes objetivos de este nuevo proyecto estratégico, de este PERTE por la industrialización de la vivienda, articulado en torno a tres ejes estratégicos que me gustaría destacar ante todos ustedes.
El primero busca aumentar la capacidad productiva. Tenemos que aumentar la capacidad productiva y por eso es importante impulsar la producción industrial de vivienda, apoyando la financiación de iniciativas industriales, contribuyendo a la creación de una demanda estable, creando un entorno regulatorio que fomente que las grandes empresas de este país apuesten por esta tecnología, donde yo creo que todavía hay un gap que tenemos que cubrir. Y, por supuesto, apoyar también a esas empresas pequeñas y medianas que tienen que crecer, que apuesten por la industrialización, financiando el desarrollo de nuevas soluciones industriales.
El horizonte, ¿cuál es? El horizonte de esta transformación es que podamos construir una media de 15.000 viviendas industrializadas al año y que podamos llegar a las 20.000 anuales dentro de diez años.
El segundo eje estratégico se centra en la eficiencia y en la sostenibilidad. Yo creo que el impulso a la industrialización, a una industrialización abierta, si nos va a permitir algo no solamente es construir más rápido, que sin duda alguna es fundamental, sino también reducir los tiempos de edificación -antes lo comentábamos- entre un 20% y un 60%, lo cual me parece absolutamente formidable. Tenemos que construir más rápido, tenemos que construir mejor, aprovechando todas las soluciones que la tecnología ofrece para hacer viviendas adaptadas a los desafíos de nuestro tiempo, también en lo que plantea a la realidad innegable del cambio climático.
Y el tercer gran eje estratégico de este proyecto es el de la formación y el talento. Antes la ministra hacía referencia emocionada, pues evidentemente al pasado de su padre. Pero para saber a dónde queremos llegar es justo reconocer también de dónde venimos. Debemos mucho a aquellos trabajadores y trabajadoras de la paleta que levantaron la España que hoy conocemos, literalmente con sus manos. Ellos son parte de nuestra memoria y un ejemplo de profesionalidad y de dignidad en un oficio duro, sacrificado y exigente como pocos.
Pero la construcción del mañana tiene que dignificar aún más el empleo y hacerlo atractivo a nuestros jóvenes. La industrialización, como hemos visto en el vídeo y también ha adelantado la ministra, yo creo que nos va a ayudar en esa tarea, con más seguridad, con más formación y con más calidad de vida que tengan aquellos que eligen la profesión de la edificación.
Del mismo modo que hemos devuelto el prestigio a la formación profesional a lo largo de estos últimos siete años, donde hemos hecho una apuesta ingente por la formación profesional, yo estoy convencido de que vamos a prestigiar algo tan valioso para cualquier sociedad como es la edificación de nuestros hogares. Por tanto, no se trata de menos cemento y más ordenador. De lo que se trata es de cemento sostenible, de nuevas tecnologías para construir más y mejores casas.
Vamos a trabajar de la mano de las universidades, de los centros de Formación Profesional y de todos los agentes para adecuar un nuevo esquema de formación de talento a todos los niveles, desde perfiles técnicos, gestores, promotores, instaladores y un largo etcétera que componen toda la cadena de valor a la que hacía referencia al principio de mi intervención.
Y también algo muy importante: atraer inteligencia y capacidad femenina al sector, que sigue siendo una de las principales tareas de este importante sector para nuestra economía y para nuestra sociedad.
En resumen, se trata de construir más y mejor vivienda rápida y también asequible. Y ese es el propósito de este proyecto estratégico que vuelve a poner el acento en algo en lo que creo firmemente después de que estemos cumpliendo este año el quinto aniversario desde la pandemia y es la colaboración público privada como un elemento esencial para la transformación, el crecimiento económico y la modernización de nuestro país.
Yo tengo una particular alegría con este proyecto estratégico. Saben ustedes que los proyectos estratégicos no los hemos localizado en ninguna geografía de España, porque lo que queremos es precisamente que se expandan en todo el territorio de nuestro país. Porque una de mis obsesiones ha sido la cohesión territorial, es decir, expandir las oportunidades a todos los territorios que nos daban los fondos europeos a través de los proyectos estratégicos, desde el automóvil a la vivienda, sin duda alguna.
Pero en el caso de la vivienda y su industrialización, creo que podamos trasladar que la ciudad de Valencia va a ser la principal protagonista de esta industrialización, de este impulso a la industrialización de la vivienda, creo que es algo de lo que nos tenemos que enorgullecer y por supuesto alegrar, porque es ahí precisamente donde vamos a establecer la nueva ciudad de la industrialización de la construcción, un espacio destinado tanto a ubicar iniciativas industriales que puedan beneficiarse de suelo o de financiación pública, como a promover también la formación especializada y va a mostrar los proyectos más innovadores del sector, la promoción y el intercambio de información sobre nuevos sistemas, sobre productos constructivos.
En definitiva, esta ciudad va a ubicar en la zona de actividades logísticas del puerto de Valencia, en suelo de titularidad de SEPES, la entidad pública empresarial del suelo, dependiente del Ministerio de Vivienda, este proyecto estratégico, y con ello yo creo que también vamos a contribuir a potenciar el desarrollo económico e industrial de una de las áreas más afectadas por la DANA el pasado 29 de octubre en Valencia, una tierra que necesita vivienda, pero no de cualquier tipo.
Y esta es una reflexión con la que me gustaría culminar esta intervención. Yo creo que las terribles consecuencias de la tragedia que se vivió en Valencia, si algo nos recuerda, es hasta qué punto la Península Ibérica y nuestro país es vulnerable a los efectos de la emergencia climática cada vez más frecuentes y, por cierto, cada vez más dañinos. Mitigar y adaptarnos a los efectos del cambio climático nos obliga no solamente a construir mejor, sino también a elegir dónde ubicamos esas construcciones. Y negar esta evidencia conduce al desastre. Por eso, ¿qué es lo que pido a los profesionales del sector de la edificación? ¿Qué es lo que pido a las empresas del sector? También a las administraciones, principalmente a las administraciones territoriales y locales. Que no inicien, que tampoco se sumen a esa cruzada contra la protección del territorio. Al contrario, que protejamos el territorio para poder construir mejor y construir de manera más segura. Y permítanme, además, recordarles algo que algunos parecen olvidar, y es que este proyecto estratégico, como todos los fondos europeos que provienen de Bruselas en respuesta a la pandemia están vinculados a reformas. Y sin reformas -por ejemplo, en el ámbito verde de la transformación energética y la transición ecológica- no hay fondos. O dicho de otra manera: si no hacemos avances en esa transformación ecológica, sin políticas de protección y de conservación del litoral o de los recursos hídricos, por poner un ejemplo, no llegará la financiación europea. Por tanto, negar la ciencia y la agenda verde no es solamente un suicidio medioambiental, es irresponsable desde el punto de vista económico y no lo podemos permitir. Y pido al sector, a la empresa, que esté comprometida en proteger nuestro entorno medioambiental y hacer una construcción responsable, porque eso también otorgará seguridad en un escenario de emergencia climática cada vez más grave.
Concluyo, señoras y señores. Yo creo que lo que estamos poniendo en marcha con este nuevo PERTE es una invitación a imaginar de otro modo nuestras ciudades, nuestros barrios y también nuestras casas, que a fin de cuentas son nuestros hogares.
Es una apuesta de país, es una apuesta de país para construir nuestro futuro, no solo con ladrillos, sino también con innovación, que en España hay a raudales, con compromiso y con talento, que nos sobra. Herramientas, todas ellas que abundan, como he dicho antes, en nuestro país, en España. Por tanto, hagamos uso de ellas de la mejor manera posible. Y, desde luego, quiero animarlos e invitarles a que se sumen a este proyecto y de nuevo dar las gracias a la feria REBUILD por acoger esta intervención y darme la oportunidad de poder presentar este proyecto ilusionante para el sector de la edificación, sin duda alguna para el Gobierno de España, pero sobre todo muy necesario para la clase media y trabajadora de nuestro país.
Nada más y muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)