Declaración del presidente del Gobierno tras su visita a la planta de producción de Novartis en la Almunia de Doña Godina (Zaragoza)

4.2.2025

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Zaragoza

Buenos días.

Recién llegados de Bruselas, queríamos estar aquí con los trabajadores y también con la dirección de la empresa Novartis, a la cual quiero agradecer, por supuesto, en primer lugar, su compromiso con España, su compromiso con el territorio y, sobre todo, en un día tan señalado como hoy, el Día Mundial contra el Cáncer, su compromiso con la investigación, con la innovación y con la erradicación de una de las principales enfermedades que afectan a muchos de nuestros conciudadanos.

Leía, precisamente, que me ponían los compañeros del gabinete este dato: antes de que acabe el día, más de 700 personas serán diagnosticadas con cáncer en España; 316 personas fallecerán a causa de esta enfermedad, 13 muertes cada hora; y a nivel global, una de cada tres mujeres, uno de cada dos hombres, padecerán en el año 2030 algún tipo de enfermedad cancerígena.

Yo creo que es importante primero constatar esta realidad. Pero, en segundo lugar, y lo más importante, trasladar a los medios de comunicación, a los cuales agradezco por supuesto, su presencia, como no podía ser de otra manera, el enorme caudal de esperanza que me llevo después de la visita que he hecho a un centro de Novartis que es, creo, pionero y vanguardia en el mundo de lo que representa la lucha contra el cáncer.

Es verdad que libramos una batalla desigual en contra de un enemigo implacable, pero también creo que, desde el punto de vista humano, desde el punto de vista de, digamos, emocional, de nuestras familias, de nuestros seres queridos, todos conocemos a alguna persona que lucha contra el cáncer; o incluso desde el punto de vista económico, solo en tratamiento y diagnóstico de cáncer en España estamos invirtiendo más de 12.000 millones de euros al año.

Creo que aunque estamos, efectivamente, en una batalla desigual contra un enemigo implacable como decía, que es el cáncer, para hacerle frente deberíamos responder con el mismo sentido de urgencia que lo hacemos, por ejemplo, con la emergencia climática, las catástrofes naturales o también las guerras. Creo que tenemos que trasladar ese mensaje de esperanza porque tenemos un aliado excepcional, que ya lo tuvimos, por cierto, durante la pandemia de la COVID-19; y es la ciencia, la innovación, la investigación y, por supuesto, también a la industria farmacológica, la industria farmacéutica.

Creo que es un aliado excepcional y que gracias a ellas, a la ciencia, a la innovación, a la investigación y a la industria farmacéutica, en medio siglo hemos sido capaces de duplicar, nada más y nada menos, que la tasa de supervivencia al cáncer. Hemos logrado que supere el 99% en las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y hemos reducido la incidencia en hombres del cáncer de pulmón casi en un 7%.

Por tanto, gracias a estos avances en epidemiología, en prevención, también hemos logrado evitar más 330.000 muertes en las últimas tres décadas. Así que hoy más que nunca, en el Día Mundial contra el Cáncer, queda claro que hay esperanza y que vivir con esta enfermedad no es una lucha individual, nunca lo ha sido, sino que, sobre todo, es una lucha colectiva y para reducir su incidencia y su mortalidad es, sin duda, de nuevo una tarea colectiva la que tenemos que emprender desde el punto de vista del sector privado y desde el punto de vista del sector público.

Esta es una tarea que nos incumbe y que nos interpela a todos. Y, de hecho, ya está pasando. Estamos alimentando un círculo virtuoso que une la fortaleza del sector público con el espíritu emprendedor de compañías como Novartis, haciendo del capital humano, de la ciencia y de la innovación el eje de esa colaboración.

También nuestra apuesta por las becas, por fomentar la universidad pública en nuestro país y la Formación Profesional a la cual ustedes saben que el Gobierno de España y particularmente la ministra de Educación de esta tierra, Pilar Alegría, ha puesto particular empeño. Y los recursos que estamos volcando, sin duda alguna, en mejorar la sanidad pública permiten hacer más ensayos clínicos con fármacos innovadores, como los que se prueban, por ejemplo, en el Hospital Miguel Servet de aquí, de Zaragoza.

Por tanto, gracias, Patrick, por confiar en ese modelo, por confiar también en España. Gracias por mantener más de 1.500 empleos ocupados, mayoritariamente, por mujeres y hombres; y sobre todo por apostar por el talento joven, con el que he tenido la oportunidad de poder conversar unos segundos; y gracias, por supuesto, por impulsar la investigación, con 300 estudios clínicos ya en marcha; y por hacerlo, además, revitalizando lo que he dicho antes, esa España repleta de oportunidades que está mucho más allá de las grandes ciudades, como acredita vuestra presencia aquí, en el corazón de Aragón, o en la provincia de Salamanca, donde también hay una presencia de vuestra empresa.

Con estas cifras está más que justificado que hagamos lo que estamos haciendo, que es apoyar al sector farmacéutico, un sector que supone, nada más y nada menos en nuestro país, el 1,5% de nuestro Producto Interior Bruto, que crea más de 36.000 empleos directos, como hemos visto hoy aquí, de gentes con una edad media de 35 años y con muchísima ilusión por el trabajo que hacen, por el compromiso que tienen en la investigación y en la lucha contra el cáncer y, por supuesto, también por esa esperanza que siempre se ve en sus ojos cuando empiezan una carrera profesional.

36.000 empleos directos, como decía, y 150.000 empleos indirectos, y que ya es la cuarta actividad con más peso en nuestras exportaciones. Una economía española que, saben, está cambiando su forma de crecer y cada vez está exportando más al exterior, no solamente a Europa, sino también, como se me decía, a otras partes del mundo Japón, Corea del Sur, en definitiva, lugares mucho más, digamos, ajenos a lo que ha sido hasta ahora la radiografía de las exportaciones de la economía española.

Y me permitirán que, por cierto, haga una breve digresión, porque me parece importante, sobre los datos de empleo que hemos conocido hoy. Porque en un contexto tan difícil como el que está atravesando Europa, con una guerra en Ucrania, también con una guerra en Oriente Medio y con, en fin, tambores de guerras comerciales que están abriendo potencias no menores, me permitirán que diga que estos datos de empleo que hemos conocido en un mes que siempre es complicado, como es el mes de enero, son particularmente esperanzadores, porque tenemos la tasa de paro más baja de los últimos 17 años.

Hemos creado en el último año en torno a 470.000 empleos, la previsión para este año y el siguiente es que creemos más de 400.000 empleos al año, en el año 2025 y el año 2026; y que, por tanto, sigamos siendo una de las principales economías generadoras de empleo y también de crecimiento económico en el mundo y en Europa. Particularmente en Europa, hoy el crecimiento de España representa en torno al 40% del total del crecimiento europeo. Esa es la situación que vive España.

Y eso es también gracias a la apuesta que están haciendo industrias tan punteras, tan necesarias para el bienestar y la prosperidad de nuestro país como es el sector farmacéutico.

Y es un sector, por cierto, y quiero decirlo, en el que creemos y al que queremos. Quiero decirlo, que yo siempre le estaré muy agradecido como presidente del Gobierno que tuvo que gestionar una pandemia en nuestro país, porque junto con la ciencia nos dieron la solución a esa terrible pandemia de la COVID-19.

Además, este sector tiene en España una extraordinaria plataforma que estamos haciendo aún más atractiva. Y lo hacemos, además, llevando la inversión en I+D+i a unas cotas que no tenía desde hace muchísimo tiempo, yo creo que nunca las ha tenido: 22.000 millones de euros en I+D+i, un 50% más que hace seis años, para promover esa innovación, esa investigación, para retener y también atraer talento investigador que en otras épocas se nos fue. Lo hacemos aumentando también la oferta en Formación Profesional: más de 300.000 plazas en Formación Profesional hemos aumentado en estos años. La estamos prestigiando, no solamente adaptándola a las necesidades de las empresas, sino también actualizándolas anualmente y, por supuesto, con más recursos, digitalizándola también.

Y lo hacemos apostando por un proyecto estratégico que para mí ha sido de los más importantes gracias a los fondos europeos, que es el PERTE de la salud de vanguardia, que está dotado con, nada más y nada menos, con 2.000 millones de euros, de los que el 80% ya está comprometido y que estimula eso que hemos llamado la colaboración público-privada, y que en el caso de la industria farmacéutica es, creo, uno de los ejemplos más elocuentes de esa colaboración público-privada.

Hacemos esta apuesta rotunda porque nuestras condiciones son únicas. Para aquellos que no lo sepan, somos líderes en Europa en ensayos clínicos en tratamientos contra el cáncer y también en terapias avanzadas. Contamos con una actividad de la comunidad investigadora muy intensa, en el top 10 mundial en publicaciones científicas sobre el cáncer. Y tenemos la joya de la corona de nuestro Estado del Bienestar, que es una sanidad pública extraordinaria, clave, entre otras cosas, para que España sea hoy el primer país en esperanza de vida de toda la Unión Europea.

Yo creo que todos estos son datos impresionantes. Creo que son esa clase de rankings en los que a cualquier país le gustaría estar y, sobre todo, brillar; y que hablan de lo que de lo que siempre hemos querido ser y ya somos: un país volcado en la ciencia, con la ciencia y, sobre todo, de la mano de la ciencia para construir prosperidad.

Concluyo estas breves palabras. Vivimos tiempos en los que reivindicar lo obvio puede parecer hasta revolucionario. Lo obvio es que la ciencia salva vidas, no la superchería. La ciencia salva vidas.

Lo obvio es que, a pesar de que nos estamos enfrentando a un adversario temible que destroza vidas y familias, como es el cáncer, hay mucha esperanza y se está avanzando mucho; y creo que es en lo que tenemos que hacer énfasis.

Y lo obvio es que será la generación de la gente joven que he visto, de investigadores, de trabajadores, de trabajadoras, de muchísimos ámbitos disciplinarios, a los que algunos siempre se empeñan en hacer de menos, los que evidentemente van a ganar esa batalla.

Así que creo que, entre todos, podemos sentir el orgullo por contribuir con el trabajo, cada uno desde su ámbito de responsabilidad, a ese fin lleno de humanidad; por los que hoy sufren cáncer, evidentemente por aquellos y aquellas a los que se llevó esta enfermedad y que hoy tenemos muy presentes.

Así que gracias a todo el equipo de Novartis por alimentar esa esperanza. Y gracias, sobre todo, por esta visita tan inspiradora y llena de talento, de entusiasmo y de esperanza, que yo creo que, en un día como el de hoy, el Día Mundial contra el Cáncer, es lo que tenemos que reivindicar.

Nada más y muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)