La Moncloa
Gracias a los medios de comunicación que nos acompañan y gracias también, en primer lugar, a los deportistas. Querida ministra, querido presidente del Consejo Superior de Deportes, el presidente del Comité Olímpico Español, querido Alejandro; por supuesto, el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel. Gracias a Fátima y gracias también a Marta por sus palabras. Antes comentaban que andaban nerviosas, pero realmente la elocuencia de sus palabras, lo que transmiten es la emoción que imagino vivís todos y cada uno de vosotros y vosotras por la fecha en la que estamos y la esperanza, como decía antes el presidente del Comité Olímpico Español que tenéis depositada en estos Juegos.
Bienvenidos a vuestra casa, bienvenidos a la casa de todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, al Palacio de la Moncloa. Esta es la sala que utilizamos para muchísimos actos de distinto tipo, pero tengo que deciros que, para mí, este es un acto especialmente emotivo. Y lo es por lo que representa. Vais a vivir probablemente el mayor de los sueños que puede tener cualquier deportista y es vivir una gran experiencia deportiva, humana, que os va a acompañar para toda vuestra vida.
Y, por encima de todo, me gustaría trasladaros un mensaje en nombre de toda la sociedad española. Y es el inmenso orgullo que toda la ciudadanía española siente por vosotros y por vosotras. Porque, más allá de lo que ocurra en la competición -sé que esto que voy a deciros a lo mejor no es suficiente, porque salís a competir y a ganar-, pero nada ni nadie os va a poder quitar nunca el triunfo que representa el honor de representar a un gran país como es España, en unos Juegos Olímpicos.
Antes se han dado algunos datos, pero a mí me gustaría también compartir, dado que yo tengo una chuleta que me acompaña en esta intervención, para que los ciudadanos que estén siguiendo esta intervención, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, tengan constancia de lo importante que hoy estamos celebrando. No menos de 2.000 españoles y españolas han tenido el inmenso honor de representar a nuestro país en las Olimpiadas celebradas hasta ahora, desde el año nada más y nada menos que en 1896. Muchos y muchas estáis aquí, otros no.
En fin, lo más duro, por tanto, ya lo habéis hecho. Es lo que quería deciros: años de entrenamiento, de privaciones os han traído aquí. Cada uno de vosotros y vosotras representa eso, una historia de esfuerzo, de sacrificio, de entrega y de pasión, que creo que también es muy importante, fundamental en el deporte. Detrás de vosotros y vosotras, hay una gran familia, que se ha volcado en apoyaros. Entrenadores y en entrenadoras que creyeron en vosotros y vosotras. También, compañeros y compañeras que os han hecho mejores. Porque ya sea en deportes de equipo o en deportes individuales, creo que estaréis de acuerdo conmigo si digo que nadie llega solo, que nadie aprende solo, que nadie gana solo, que es la historia de un esfuerzo colectivo que lleváis todos y cada uno de vosotros y vosotras en la maleta.
A París va una delegación, la más numerosa desde Barcelona, en 1992, en concreto 382 deportistas. Y como decía antes Alejandro, el presidente del Comité Olímpico Español, 192 mujeres y 190 hombres. Algo que nunca había ocurrido y han tenido que pasar en consecuencia 128 años, 33 Juegos Olímpicos, para que la mitad de la sociedad ocupara el lugar que le corresponde por pleno derecho. Así que enhorabuena a todos y, si me permitís, también a todas, por hacerlo posible.
Y a París, este es otro dato que me parece muy importante, querido Miguel, van a ir 139 deportistas paralímpicos y 11 deportistas de apoyo. Así que a todas y a todos quiero deciros que, al final, estamos hablando de una deuda histórica, que antes ha dicho precisamente Miguel, y es la de equiparar de una vez por todas los premios por medalla entre olímpicos y paralímpicos.
Y, en fin, creo que podemos decir todos y cada uno de nosotros que ya era hora de que se equiparara ese reconocimiento. Porque esa es, al final, como ha dicho antes Alejandro, la España a la que representáis. Una España y una democracia moderna, solidaria, respetuosa, abierta, tolerante, que impulsa el mérito - que creo que es además muy, muy reconocible en todos y cada uno de vosotros y vosotras- y que no acepta la discriminación, venga de donde venga. Y que hace, además, del deporte una bandera por la que hoy nuestro país es reconocido en el mundo. En muchas ocasiones para romper el hielo, también a nivel político, institucional, siempre acabamos hablando de deporte, porque esa es la manera de ir construyendo complicidades con personas que tienen y vienen de otras culturas.
Y yendo un paso más allá, sí me gustaría, en esa línea de la democracia, trasladar una reflexión que me parece importante, porque no es casual que democracia en España y éxito en el deporte vayan de la mano. No lo es. Fijaos, hasta 1976 nuestro país había ganado apenas diez medallas en 12 participaciones olímpicas. En las 12 siguientes, ya en democracia, España ha conseguido nada más y nada menos que 160 medallas y 687 medallas en la historia de los Juegos Paralímpicos de Verano.
El mérito de este éxito es enteramente vuestro, de los deportistas. Pero yo quiero también reconocer el empuje del Comité Olímpico, por supuesto, del Comité Paralímpico, y de las administraciones que han puesto todas y cada una de ellas su granito de arena para ser lo que hoy somos, una referencia mundial en el deporte.
El Gobierno evidentemente lo que hace es seguir la senda de apoyo abierto en Barcelona en 1992, desde el deporte de base hasta el deporte de élite que vosotros representáis. Hoy somos el único país de toda la Unión Europea que incluyó el deporte entre las diez principales políticas de los planes de recuperación, transformación y resiliencia. Y eso ¿qué nos ha permitido? Nos ha permitido, por ejemplo, que a través de los programas Team España hayamos invertido en los últimos tres años casi 50 millones de euros para acompañaros a esta aventura y a esta cita olímpica paralímpica de París 2024.
Pero os diré algo que me parece incluso más importante que esto, que sin duda alguna lo es. Y es que vosotros devolvéis con creces esa inversión. La devolvéis en términos reputacionales. Antes he hecho referencia a ello, pero me parece más importante aún, la devolvéis en términos emocionales, porque hay muchos niños y niñas que se van a acercar a las pantallas para veros competir y que muy probablemente sueñen y por qué no lleguen a estar donde hoy estáis vosotros. Así que sois los mejores embajadores que podría tener España.
Termino. Los políticos ya sabéis que tenemos esta… y encima aquí en casa, en el Palacio de la Moncloa. Pero me vais a permitir que termine diciendo lo siguiente. Toda España os mira, espera, además, como bien han dicho los dos presidentes, que traigáis el mayor número de medallas. Pero os aseguro que si lo dais todo, si dais un ejemplo de deportividad, de juego limpio -que lo vais a hacer porque sois así - ya estaremos orgullosos y orgullosas.
Y es que en el deporte evidentemente cuentan miles de factores, vosotros lo sabéis mucho mejor que nadie. Ganar o perder a veces es cuestión de un detalle mínimo. Por eso quiero deciros que nadie os podrá quitar una enorme satisfacción de haber estado ahí llevando el uniforme de España en unos Juegos Olímpicos.
Y de nuevo la inspiración, porque detrás de cada medalla, de cada diploma, de cada participación, hay un niño o una niña que comienza a hacer deporte. Así que yo creo que es importante que penséis en ellos y en ellas cuando compitas, que también lógicamente, lo hagáis en vuestras familias, en vuestros seres queridos, también en los pueblos y en las ciudades grandes, pequeñas, medianas, que se van a volcar con todas y con todos vosotros y vosotras. Y todo vuestro esfuerzo se va a traducir ahora en una nueva historia de éxito del deporte español.
Pero por encima de todo, si me gustaría que lo disfrutéis. Que disfrutéis de unos días que jamás vais a olvidar el resto de vuestras vidas. Y trasladaros lo que he dicho al principio de mi intervención, el enorme orgullo que representa y que vais a representar todas las delegaciones en París en 2024.
Yo creo que Francia se nos da bien. Siempre conseguimos buenos resultados. Así que muchas gracias y toda la suerte del mundo.