Pafos (Chipre)
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Buenas tardes.
En primer lugar, gracias al anfitrión, al presidente de Chipre, a mi amigo Níkos, por esta extraordinaria [inaudible], que reúne a nueve países que compartimos muchas cosas. Compartimos el proyecto europeo, pero también compartimos la vecindad mediterránea y nos unen unos profundos lazos históricos, económicos y culturales.
Así que, enhorabuena, presidente, por la celebración exitosa de esta Cumbre del Med9.
No voy a entrar en los puntos que brillantemente ha desarrollado en su primera intervención y como han hecho otros intervinientes y, hemos contado además con la presencia del rey de Jordania, si quisiera detenerme en la grave situación que ahora mismo está atravesando Oriente Medio. Y quiero hacerme eco, además de las palabras del presidente de la República francesa, como presidente del Gobierno de España, para condenar de manera tajante lo ocurrido en el Cuartel General de la ONU en el Líbano, en Naqoura, donde los disparos de tropas israelíes alcanzaron y han herido a cascos azules. Esto es absolutamente inaceptable. Es totalmente rechazable. Y exigimos el alto o el cese de todo tipo de violencia que, por desgracia, están sufriendo los cascos azules.
Son ya más de 40.000 las víctimas en Gaza y el Líbano. Y la inmensa mayoría estamos hablando de mujeres y de niños. Cerca de 2 millones de desplazados en Gaza y casi 1 millón en el Líbano, en estos pocos días desde la incursión de las tropas israelíes en Líbano.
Por tanto, desde aquí quiero hacer también un llamamiento a esa exigencia de cese del ciclo de la violencia.
Esta misma mañana compartí esta reflexión con el Papa Francisco en el Vaticano, a quien agradezco, una vez más, no solo su encendida defensa de la paz, sino también su valentía al denunciar la parálisis de la comunidad internacional.
Debemos ser conscientes de que Oriente Medio acumula más de siete décadas, siete décadas, 70 años de inestabilidad, de guerras, de desplazamientos forzados de población, más de 70 años atravesados por una sucesión constante de conflictos que se entrecruzan y se retroalimentan.
Y creo que además la historia nos enseña algo. Y es que ningún orden internacional justo y duradero puede levantarse a golpe de metralla y de cañonazos.
Nuestra respuesta, por tanto, debe ser clara y rotunda de no permitirlo.
Creo que es imprescindible recuperar la diplomacia, la negociación y el diálogo, y en ese sentido, creo que Europa puede jugar un papel activo por la paz.
Me gustaría recordar cuál es la posición de España en relación con este asunto.
En primer lugar, creemos que la Unión Europea en el próximo Consejo debe exigir con claridad un alto el fuego inmediato en Gaza, en Líbano, el cese de la violencia en Cisjordania y la liberación de todos los rehenes en manos de la banda terrorista Hamás.
En segundo lugar, debemos aumentar la ayuda humanitaria a Palestina y a Líbano. Esto es un aspecto que hemos tratado con el rey de Jordania.
En tercer lugar, tal y como ha dicho el presidente Macron, España comparte el que la comunidad internacional debe suspender el envío de armas a Israel. Lo hacemos desde España desde hace tiempo. No vendemos armas a Israel desde el comienzo de esta guerra. Y la lógica es sencilla: sin armas no hay guerra.
En cuarto lugar, hace ya unos meses, conjuntamente con el primer ministro irlandés, el Gobierno de España mandó una carta a la Comisión Europea que debe constatar que si no se respeta el derecho internacional y los derechos humanos, contenidos esenciales del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel, solo hay un camino y es revisar ese acuerdo entre la Unión Europea e Israel.
Los acuerdos deben cumplirse en su letra y en su espíritu. Y esa es la base de nuestra credibilidad ante el mundo. Por tanto, quiero también pedir en este asunto a la Comisión que seamos coherentes y finalmente la prioridad es parar la guerra. Pero evidentemente no va a haber paz duradera sin atajar las causas profundas de este conflicto y, por tanto, debemos avanzar hacia un proceso político que restaure la paz y la seguridad en la región mediante la implementación de la solución de los dos Estados, tanto de Israel como de Palestina, y la celebración de una conferencia de paz.
En definitiva - y ya con esto termino -, no podemos ni debemos quedarnos de brazos cruzados. Hacerlo creo que no sería no solamente políticamente imperdonable, sino también moralmente rechazable. Sería poner en cuestión los principios del derecho internacional y del Derecho internacional humanitario que forman parte esencial del proyecto europeo y en consecuencia no debemos ni podemos estar dispuestos a ello.
Gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)