Intervención del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión plenaria de la Conferencia de Paz para Ucrania

15.6.2024

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Lucerna

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Permítanme comenzar dando las gracias a Suiza por acoger esta Conferencia por la Paz en Ucrania.

Han transcurrido más de dos años desde el inicio de la agresión militar rusa, una clara violación del Derecho Internacional y de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, incluidos los de soberanía, independencia e integridad territorial.

Quiero rendir homenaje al heroísmo y la resistencia del pueblo ucraniano y de su Gobierno en la defensa de su país. España continuará apoyando a Ucrania durante el tiempo que sea necesario. Porque una cosa está clara en este conflicto: hay un agresor, que es Putin, y hay una víctima, que es el pueblo ucraniano. En todos los conflictos hay que defender a la víctima y detener al agresor.

Hoy abordamos algunas de las consecuencias globales de este conflicto: la terrible crisis humanitaria; el agravamiento de la crisis alimentaria mundial preexistente, que perjudica especialmente a los más vulnerables; y el temor a una catástrofe nuclear que pensábamos que nunca volveríamos a vivir. España se ha comprometido activamente, con políticas y recursos, a tratar de mitigarlas.

Pero existe otra consecuencia importante de esta guerra, que es su impacto en el orden internacional.

Puede resultar tentador culpar a otros de esta guerra, como a Occidente o la OTAN. Rusia puede alegar que le preocupa la seguridad en relación con la situación en Europa y que esta inquietud es legítima. Sin embargo, en todos los casos deben aplicarse ciertas normas básicas para mantener la coexistencia pacífica entre las naciones.

Se trata de reglas bastante simples como: "Un país no puede invadir a su vecino". "No puede anexionarse el territorio de otro país por la fuerza". "Los alimentos no son un arma". "Las amenazas nucleares son inaceptables".

Si no actuamos conforme a estas reglas y no las defendemos con firmeza, no hay orden internacional. El caos llevaría a que nuestro mundo estuviese sometido al dominio de los más fuertes. Y esto es sencillamente inadmisible.

Hoy, en esta importante cita, debemos enviar un mensaje muy claro: que estamos unidos en torno a valores fundamentales, como el respeto a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos y cada uno de los países. Que el derecho internacional y el derecho internacional humanitario se aplican siempre y deben respetarse en todo momento. Se trata de principios universales que deben defenderse con firmeza, de manera coherente y consistente. En todo lugar, en todo momento y sean cuales sean los actores implicados. Los principios son principios y, por tanto, no son negociables.

Esta debe ser también la base de una paz justa y duradera en Ucrania. Cualquier solución que valide una agresión o una anexión violenta no será sostenible. Sólo conducirá a un mundo más inestable y peligroso.

Esperamos que esta reunión contribuya a crear ese consenso, a partir del cual pueda discutirse una futura solución con todos los actores relevantes, incluida Rusia.

Es hora de que logremos la paz justa y duradera que Ucrania y el mundo merecen.

Gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en inglés)