Intervención del presidente del Gobierno tras la firma para el lanzamiento de varios 'hub' de la alianza para la Formación Profesional

4.12.2024

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Centro de Innovación La Nave , Villaverde (Madrid)

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Buenos días y bienvenidos a esta nave Boetticher que tanta historia industrial tiene de esta capital de la capital de España.

Gracias a la ministra de Educación, de Deportes y de Formación Profesional. Por supuesto, también a todo el equipo del Ministerio, a las secretarias y secretarios de Estado que nos acompañan, a los empresarios, empresarias, representantes de las compañías que habéis firmado estos importantes hubs con los que, estoy convencido, vamos a dar un salto muy cualitativo y, por supuesto, también dar la enhorabuena y las gracias a los maestros, a las maestras, a los profesores, profesoras de los centros de excelencia que he tenido ocasión junto con los alumnos, de conocer el trabajo que estáis realizando.

Para mí de verdad que es un placer. Es muy gratificante el poder participar en este encuentro de la alianza por la Formación Profesional con centros de excelencia y muchas de las empresas que nos acompañan en esta andadura y a las que quiero de nuevo agradecer su apoyo.

Mirad, antes se ha dicho, hace seis años, cuando llegamos al Gobierno, nos fijamos como una de las máximas prioridades, primero con la ministra Isabel Celaá y, posteriormente, con la ministra Pilar Alegría, modernizar y transformar nuestro modelo de Formación Profesional.

Y lo hicimos porque creemos firmemente en el talento de nuestros ciudadanos. Porque estábamos y estamos convencidos de que el modelo económico en el que hasta entonces se había apoyado nuestro país, en definitiva, el de competir a un nivel global a través de costes bajos, no tenía el futuro que nuestro país se merece y, en consecuencia, nosotros nos encontramos con un modelo de Formación Profesional que estaba infrafinanciado y que al final no solamente es que estuviera anticuado en muchas de las herramientas que tenían los profesores, sino que eran solamente ellos, los profesores de los centros, los directores y directoras de esos centros de Formación Profesional, los que gracias a su esfuerzo mantenían la supervivencia de ese sistema de Formación Profesional.

Era un sistema que tampoco atraía a muchos estudiantes, que tenía grandes sesgos de género. A mí me complace mucho ver cómo hay chicas, mujeres, estudiantes en la Formación Profesional y que entonces no lograba responder a las necesidades reales de nuestro tejido productivo.

Y nos lo decían muchísimas empresas cada vez que teníamos ocasión de hablar de la necesidad de mejorar la calidad de nuestro capital humano y sobre todo de su cualificación. Se hablaba siempre de que la cenicienta de nuestro sistema de educación era el sistema de Formación Profesional.

Un sistema que, con esas carencias, evidentemente lo que hacía era agravar debilidades crónicas, estructurales, de nuestro tejido laboral, como por ejemplo el alto nivel de abandono escolar temprano que sufría en nuestro sistema educativo, la falta de formación profesionalizante.

Bueno, ese inconveniente nos llevaba, por ejemplo, a que el 48% de la población activa de nuestro país no contaba con ningún tipo de titulación que acreditara un certificado para ejercer un oficio determinado.

Y esto era un problema severo, porque, como todos sabemos, evidentemente el mundo transita hacia una economía basada en el conocimiento, en el uso menos intensivo de factores físicos de producción.

Un mundo en el que el capital humano va a ser, podemos decir ya en presente, es más que nunca la base de la prosperidad de las naciones. Ahora mismo todas las naciones estamos compitiendo por la atracción de talento y, en consecuencia, el éxito de nuestra economía. Y de las oportunidades vitales para nuestros jóvenes y no tan jóvenes dependen de nuestra capacidad para construir un modelo de crecimiento económico basado en la innovación , en el talento y también en la tecnología.

Por eso, a lo largo de estos seis años, de la mano del sector privado y de nuevo quiero agradecer por supuesto a todas las empresas que estáis participando en esta aventura, de la mano de estos últimos seis años y de la mano de los empresarios y empresarias, lo que hemos hecho ha sido transformar la Formación Profesional de arriba a abajo.

Hemos multiplicado por cinco, se dice pronto, en seis años, la dotación presupuestaria para la Formación Profesional. Hemos multiplicado por ocho la dotación de la Formación Profesional para el empleo. Y hemos creado más de 376.000 nuevas plazas, es decir, casi el doble del objetivo que nos habíamos marcado en el año 2020, el año de la pandemia.

Hemos transformado y ampliado los títulos disponibles en colaboración de nuevo lo digo con las empresas, en sintonía con las necesidades del sistema productivo. Y hace apenas dos meses aprobamos en el Consejo de Ministros y Ministras cinco nuevas cualificaciones y actualizamos otras 88 existentes, lo que supone la actualización de más del 11% del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.

En definitiva, lo que quiero decir con estos datos es que hemos transformado de arriba abajo nuestro sistema de formación profesional que hoy incluye nada más y nada menos que 588 certificados profesionales, 191 ciclos formativos, 34 de grado básico, 65 de grado medio y 92 de grado superior. Y junto a ello, 29 cursos de especialización.

Esta transformación profunda de nuestro sistema ya está dando sus resultados.

Creo que es también conveniente poner en valor estos resultados porque en este curso 2024-2025 son más de 1.100.000 los jóvenes, los estudiantes de nuestro país que han elegido la Formación Profesional para poder desarrollarse intelectualmente y también profesionalmente.

A mí me parece muy importante cuando elaboramos la Ley de Formación Profesional que hablábamos no solamente de la empleabilidad, hablábamos también de la necesidad de que los chavales tuvieran herramientas para intelectualmente poder desarrollarse en plenitud, como cualquier otro tipo de orientación educativa.

Por tanto, son 1.100.000 los estudiantes de nuestro país que han elegido la Formación Profesional. Esta es una cifra absolutamente histórica, un 35% más que hace cinco años y, por tanto, estamos hablando de un incremento exponencial, que estoy convencido además de que va a perdurar a lo largo del tiempo.

Y el porcentaje de alumnos en Formación Profesional Dual, que era siempre un poco el talón de Aquiles que tenía la Formación Profesional, nos lo decían mucho las empresas, se ha más que duplicado, lo cual me parece que es un logro capital porque, evidentemente, como nos han dicho los estudiantes, la Formación Dual cosecha uno de los mejores resultados de aprendizaje y, evidentemente, supone un trampolín para la inserción laboral de muchísimos de nuestros estudiantes.

Lo demuestra, además, el hecho de que los títulos de Formación Profesional registren ya una tasa de empleabilidad superior al 73%. Hay algunos profesores que, en las visitas que he hecho a los centros de excelencia, me hablan del 100%. Bueno, pues de media más del 73%. En fin, esto es cinco puntos más que la media nacional.

¿Y eso qué significa? Pues eso significa más empleo, mejor empleo para la gente, mejores salarios, más estabilidad, más productividad laboral, más competitividad para nuestro tejido productivo. Y, de hecho, creo que es bastante evidente que esta modernización de la Formación Profesional está cumpliendo con un papel esencial que pensamos, que imaginamos, que soñamos hace seis años, cuando hicimos esta apuesta tan definitiva por la Formación Profesional y su recualificación, como es el magnífico desempeño de nuestra economía en el ámbito del crecimiento económico y también del mercado laboral.

Y esto puede darse por hecho, porque es verdad que estamos creciendo mucho y de manera muy fuerte, pero cuando salimos más allá de los Pirineos, el contexto económico internacional y europeo no es precisamente halagüeño. Al contrario, estamos viendo cómo grandes economías europeas o tienen crecimientos planos o tienen crecimientos negativos, a diferencia de lo que está pasando en España, donde vamos a crecer, como ha dicho la OCDE en el día de hoy, en el año 2024 a un 3%.

Ayer conocimos los datos de paro registrado del mes de noviembre. Es la cifra más baja en un mes como este de los últimos 17 años; se dice pronto: de los últimos 17 años. Y la afiliación a la Seguridad Social crece en términos desestacionalizados, sumando 55 meses al alza consecutivos, como estamos viendo en estos últimos años.

Y, al mismo tiempo, hemos conseguido reducir algo que nos parece capital; y no solamente al Gobierno de España; sino, estoy convencido, también a los empresarios y empresarias y, por supuesto, a los trabajadores. Y es que hemos reducido la temporalidad en 11 puntos desde el año 2018 y uno de cada cinco nuevos empleos que se han creado en estos años está vinculado a actividades de alto valor añadido, que eso también demuestra cómo poco a poco, gracias al esfuerzo de todos, gracias a esa colaboración público-privada, lo que estamos haciendo no solamente es transformar y modernizar sectores clásicos que explican el crecimiento económico en nuestro país, sino que también estamos cambiando el modelo productivo de nuestro país hacia sectores de valor añadido mucho más importantes.

En fin, simplemente para daros un dato adicional, la afiliación entre jóvenes menores de 25 años ha crecido un 40% desde el año 2018 hasta hoy, cuando tenemos, por ejemplo, más mujeres trabajando y cotizando que nunca en nuestra historia.

Como decía antes, hoy mismo la OCDE ha revisado al alza las previsiones de crecimiento de nuestra economía. Estamos o vamos a crecer, según esta organización multilateral, al 3% en el año 2024. Y lo que me parece también muy importante es que las previsiones económicas para los próximos años también son muy positivas; del 2,3% en el año 2025.

Para que nos hagamos una idea, porque creo que todo esto tenemos que contextualizarlo a nivel europeo y a nivel internacional, somos el país desarrollado que más crece este año de todos los países de la economía global somos el país que más crece desarrollado en el año 2024.

Lideramos el crecimiento en las economías avanzadas, hacemos compatible ese crecimiento económico con una reducción de la desigualdad al nivel más bajo en la serie histórica y, lo que a mí me llena de orgullo, sobre todo teniendo en cuenta que aquí estamos poniendo en marcha un hub precisamente vinculado con la transición ecológica y la transformación energética, es que estamos creciendo y estamos reduciendo los gases de efecto invernadero y, por tanto, mitigando desde España y contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático en el planeta y, por tanto, también en nuestro país, que por desgracia es un país, como nos dice la ciencia, bastante vulnerable a los efectos del cambio climático.

Estamos reduciendo, como os decía antes, a la mitad los gases de efecto invernadero vinculados al sector eléctrico. Y eso tiene mucho que ver con esa transformación energética que hemos impulsado desde que llegamos al Gobierno.

Por tanto, yo creo que el modelo español de crecimiento económico, de creación de empleo récord, es el resultado de políticas económicas y sociales donde la educación para todos, para los estudiantes, los trabajadores, los empresarios y también el Gobierno de España, es como la joya de la corona, si me permitís que hable en términos así de coloquiales. Y, por tanto, tenemos que ser conscientes de que solamente ese camino es el que nos va a hacer que podamos consolidar ese crecimiento económico, esa creación de empleo y, por qué no, poder aspirar a seguir liderando esa creación de empleo y ese crecimiento económico. Y solo se consigue con más inversión en educación y en Formación Profesional en todos los niveles.

El Gobierno de España, quiero que tengáis esa confianza y ese compromiso desde luego va a seguir invirtiendo recursos, muchos recursos, en Formación Profesional y en la educación de nuestros jóvenes. No estamos ya al vagón de cola, afortunadamente, en muchos de estos ámbitos. España, en el ámbito económico es locomotora de crecimiento en Europa. No lo digo yo, ahí están los datos. Y, por tanto, mantener ese liderazgo de modelo de éxito español pasa por eso, por más educación, por más educación y por más educación en todos los ámbitos, y es lo que vamos a hacer durante estos años de legislatura, porque evidentemente todo eso tiene mucho que ver con esa profunda transformación de nuestro sistema de Formación Profesional. No hay mejor herramienta que la educación, que el talento, para aumentar eso que los economistas llaman la productividad, para reducir desigualdades, para mejorar las oportunidades de la gente en todos los territorios.

Una de las cosas que más ilusión me ha hecho, no solamente es ver la cara de felicidad de muchos profesores y profesoras de la Formación Profesional, sino también de sus alumnos, y que además haya una colaboración entre centros de excelencia de distintos territorios, de distintas regiones tan dispares como La Rioja o Canarias, como he tenido ocasión de poder conocer. Y quiero que sepáis que cada euro invertido, así lo concebimos desde el Gobierno de España en Formación profesional, revierte en algo que a mí me llevaban los demonios cuando tuve el honor de ser elegido presidente del Gobierno allá por el año 2018, y es que España, con el talento que tiene, sobre todo entre la gente joven, no podía aceptar tener esas tasas de abandono escolar que sufríamos. Eso tiene mucho que ver, entonces y ahora, con esa reducción tan histórica que hemos hecho de las tasas de abandono escolar, con la apuesta decidida por la Formación Profesional, por el capital humano que, en definitiva, es el capital humano de las hijas y de los hijos, de familias trabajadoras de clase media que se benefician sobre todo de eso, de la apuesta que se está haciendo para un crecimiento inclusivo de nuestra economía.

En un escenario en permanente transformación como el que estamos, donde algunas veces hasta incluso nos cuesta, viendo las noticias, asimilar todo lo que está sucediendo en el mundo en múltiples ámbitos, yo creo que en un escenario en permanente transformación, como está viviendo también España, debido a esa revolución tecnológica y verde, la Formación Profesional, a mi juicio, es una palanca para hacer que todo ese tejido productivo que existe en nuestro país y que también vendrá en el futuro, se transforme, se actualice, se modernice y al hacerlo, se implique en ese proceso formativo de la de la fuerza de trabajo del mañana.

Una empresa que se preocupa por la formación hoy es una empresa permeable a la innovación en el futuro y por eso desde el Gobierno siempre hemos entendido la Formación Profesional como una herramienta central de la modernización de nuestro país y de su economía. Incluso parece que son detalles menores, pero no es lo mismo llamar al Ministerio que se dedica a estos asuntos de la Educación solamente Ministerio de Educación, a llamarlo Ministerio de Educación y de Formación Profesional. Las palabras pesan, representan objetivos políticos y nosotros también innovamos cuando hablamos precisamente de educación y de Formación Profesional. Nuestra idea era desde 2018 y sigue siendo clara es pasar de una visión tradicional en la que la Formación Profesional buscaba formar a nuestros jóvenes en gremios o en habilidades prácticas, que sin duda alguna es legítimo, pero no era lo suficientemente eficiente ni equitativo, a una Formación Profesional que se adapte por completo a nuestro mercado laboral, con las necesidades que son constantes, en permanente evolución, y en la que las empresas se integren en esos mismos procesos formativos.

Es por ello por lo que estamos apostando por la Formación Profesional dual, como nos pedían las empresas, porque nos permite avanzar en tres frentes que me gustaría siquiera mencionar brevemente. El primero, como he dicho antes, mejorar la formación de los estudiantes; en segundo lugar, impregnar a las empresas de más innovación, de más creatividad y también de conocimiento externo, y finalmente, crear estructuras de formación que son las necesarias para, en un contexto como el actual, en el que nuestros trabajadores van a requerir de un fuerte componente de recualificación y de mejora continua de habilidades para poder adaptarse precisamente a las necesidades del tejido productivo durante toda su carrera, lo puedan hacer. A mí me ha parecido, querida ministra, un auténtico acierto el que en el video se haya hablado de un hombre de 50 años que efectivamente se ha recualificado y ha podido encontrar un oficio, un trabajo a esa edad, porque uno de los principales desafíos que tenemos, como bien sabemos todos, es la recualificación de muchos trabajadores y trabajadoras de mi quinta, de aquellos que tenemos más de 50 años. Esta fue la visión que inspiró la Ley de Formación Profesional que aprobamos en el año 2022, con su apuesta estratégica por la Formación Profesional dual, por un modelo formativo modular capaz de adaptarse a las necesidades de las empresas y también a las capacidades de nuestros estudiantes, y hacerlo además, poniendo el foco en las profesiones emergentes vinculadas a esa transformación verde, a esa transformación digital, con un enfoque de género acentuado, porque necesitábamos también impulsarlo y consolidarlo y fomentar la participación de las mujeres en profesiones más técnicas y STEM .

De hecho, si os fijáis, si miramos un poco el cuadro desde una óptica mucho más apartada, muchos de los fondos europeos, de los 140.000 de euros que estamos desplegando desde el año 2020, en la época de la pandemia hasta el año 2026, que esperemos que se puedan prolongar, pero que es el tiempo que nos marca la Comisión Europea para poder ejecutar todos estos fondos, transferencias, préstamos y demás, lo saben bien las empresas, están focalizados también en el ámbito de la Formación Profesional, en la apuesta que ha hecho este Gobierno por el cambio de modelo productivo, donde el modelo energético y la transformación tecnológica tienen sus principales palancas de transformación.

Alcanzar estos hitos, aquí se ha dicho por parte de la presentadora, pues evidentemente necesita una estrecha colaboración público privada. Yo creo mucho en la colaboración público privada, desde luego, mucho más después de la de la pandemia y sobre todo en un momento como el actual, donde necesitamos arrimar el hombro unos y otros.

Si queremos realmente ser competitivos en un escenario global donde efectivamente hay otras muchas naciones y grandes potencias que están haciendo esto, esa colaboración público privada desde hace mucho tiempo. Y no solamente en Asia, sino también en Occidente, particularmente en Estados Unidos.

Y por eso creo que, gracias a las empresas, a las entidades que se han implicado desde el primer minuto en la formación de nuestros estudiantes, también de los futuros trabajadores, gracias a la participación en esta alianza por la Formación Profesional que creamos en el año 2021, creo que hemos dado un salto cualitativo y muy esperanzador e ilusionante para el conjunto del país.

Esa colaboración se traduce en un nuevo sistema de Formación Profesional, dirigido tanto a jóvenes como a trabajadores, conectado con la empresa; una ley de Formación Profesional que ha dotado con carácter dual a toda la formación. Yo creo que esto también es uno de los grandes cambios que hemos hecho - es el que toda la Formación Profesional es hoy dual- y un plan de modernización de la Formación profesional, cuya implementación acaba este año, tras cuatro años de desarrollo.

Los acuerdos firmados, ¿qué es lo que pretenden? Consolidar aún más esa apuesta por la colaboración público privada. Estos 'hubs' de formación en sectores donde realmente somos muy competitivos y necesitamos crear ecosistema. Hay aquí grandes corporaciones internacionales que lo saben bien, por ejemplo, en el ámbito audiovisual, donde nos piden precisamente crear ese ecosistema, la Formación Profesional puede hacer ese trabajo. El aeroespacial, qué decir; el energético, igual, y el ferroviario, en fin, creo que España tiene poco qué explicar desde el punto de vista de su competitividad, porque evidentemente es muchísima.

Quiero también agradecer, por supuesto, ya para finalizar estas palabras, a todo el equipo del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. Singularmente, a Clara Sanz, que deja un enorme legado de transformación de la Formación Profesional en nuestro país. Y sobre ese legado, nos toca a todos mirar hacia adelante, como lo hacemos en todos los ámbitos de nuestra vida. Porque, a pesar de todos los avances mencionados, que son muchos y muy buenos y creo que es bueno en un país donde no estamos acostumbrados a celebrar este tipo de cosas, lo hagamos, evidentemente no nos conformamos, tenemos que seguir trabajando juntos en distintos sectores, también sentidos.

Y me gustaría, para finalizar, mencionar tres principales sentidos en los que tenemos que seguir trabajando durante los próximos años. El primero es que hemos de seguir aumentando la participación del alumnado en Formación Profesional, especialmente en el Grado Medio y en la modalidad Dual. Segundo, que tenemos que continuar impulsando los grados, las formaciones más adaptadas a las necesidades del tejido productivo, y ahí el Gobierno de España va a estar. Y tercero, hemos de seguir promoviendo una mayor participación femenina en la Formación Profesional y en los distintos sectores productivos. Las mujeres representan el 51% de la población en nuestro país y, por tanto, tenemos un enorme desarrollo, un enorme recorrido en la aportación femenina a la Formación Profesional.

Yo creo que la apuesta clara por la Formación Profesional Dual debe tener un reflejo presupuestario -que merece- por parte de todos los distintos niveles de las administraciones públicas. El Gobierno de España -lo saben bien los maestros y maestras y también muchos alumnos- ha trabajado en estos últimos años para ello. Vamos a seguir poniendo muchos recursos económicos en la Formación Profesional y, para hacerlo, necesitamos contar con las entidades, con las empresas de esta Alianza, porque estos acuerdos lo que van a permitir es, de nuevo, consolidar esa cultura de colaboración público-privada.

Concluyo dirigiéndome directamente a los alumnos y a las alumnas que están presentes en este evento, porque evidentemente ellos son los verdaderos y auténticos protagonistas. Mirad, en este siglo la diferencia entre el éxito y el fracaso se va a medir en la capacidad de los países, de las sociedades, para aprovechar su talento. Y ese talento no se hereda en el código genético, brota en cualquier parte, en cualquier barrio, en cualquier ciudad de nuestro país. El mérito, la meritocracia, es sin duda alguna fundamental. Y para que haya mérito y meritocracia, y sea reconocida por la sociedad, tiene que haber igualdad de oportunidades; y, por eso, quiero rendir un tributo a la educación pública y, sobre todo a los educadores de la Formación profesional pública.

Pero volviendo a los jóvenes que nos estáis acompañando: De vosotros y de vosotras se dice que vais a ser la primera generación que va a vivir peor que la de vuestros padres y madres, o peor aún, os tildan de lo que llaman la generación de cristal; algo, por cierto, que ni es nuevo -porque ya se dijo en el pasado de otras generaciones-, ni tampoco es cierto. Quienes repiten esas falacias ignoran que la generación que vosotros representáis -o las generaciones que vosotros representáis y vosotras representáis- habéis vivido crisis muy duras, habéis vivido crisis que no han vivido otras generaciones. Una pandemia devastadora, crisis económicas, guerras con evidentes efectos socioeconómicos sobre la calidad de vida de vuestras familias y de vosotros mismos.

Y tampoco tienen en cuenta, además de eso, el talento, los valores y la creatividad que os definen. Ignoran, en definitiva, que el futuro nunca está escrito, que está en vuestra mano forjar el camino de esa prosperidad y, en ese camino, no os quepa duda, vamos a estar de vuestro lado con la herramienta más útil que existe para ganar el porvenir, que es la inversión en educación pública y en Formación Profesional Pública; porque esa inversión en Formación Profesional de calidad es la que va a hacer que nuestro país camine por esa senda de prosperidad y por tanto, nos haga a todos y a todas estar orgullosos de nuestro país.

Muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estad de Comunicación)