Intervención del presidente del Gobierno en la inauguración de la exposición 'Luis Martín-Santos. Tiempo de libertad'

4.4.2024

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Biblioteca Nacional de España

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Buenas tardes, querido ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor; querido presidente, José Luis; secretarios de Estado; familiares de Luis Martín-Santos; director de la Biblioteca Nacional; autoridades; amigos y amigas.

'Tiempo de libertad' es mucho más que el título de esta exposición. Una exposición muy merecida, por cierto, para reivindicar la memoria de Luis Martín Santos. Era también el título que él había escogido para la novela que debía cerrar la trilogía abierta con 'Tiempo de silencio'.

Es, por tanto, mucho más que una novela imaginada y nunca escrita. Son tres palabras que trazaban una posibilidad remota y deseada para España en aquel tiempo de sombras. Un futuro que, visto con aquella mirada, requería buenas dosis de idealismo solo para permitirse soñar con él.

Asomarnos a una época con los ojos de un escritor o una escritora, casi siempre es la mejor forma de comprenderla, de entender aspectos de la sociedad de entonces, de las vidas irrepetibles de muchas personas que no recogen precisamente los libros de historia.

Este es un homenaje, a mi juicio, fundamental, a un escritor fundamental. Pero también, como ha dicho su hijo, a un humanista, a una persona fascinante que supo brillar en una época oscura, que se alzó sobre la atonía impuesta por un régimen totalitario, gris y, vamos a decirlo, mediocre y cruel.

También es un homenaje a una generación de intelectuales, hombres y mujeres, de creadores, de creadoras, de artistas, que se opuso con su pensamiento, espíritu crítico y compromiso político a esa injusticia. Y en última instancia, es un homenaje a las generaciones que soportaron con una dignidad extraordinaria, unas décadas terribles, sombrías, que algunos ahora quieren embellecer, con la peor de las trampas, que es reescribiendo la historia valiéndose de una memoria mutilada, mancillando y deformando incluso el sentido de una de las palabras más hermosas de nuestra lengua española, que es la palabra concordia.

En fin, no hemos llegado hasta aquí para consentir la ola de revisionismo ultraderechista que recorre a las democracias más avanzadas del mundo y también, lógicamente, la española. Por tanto, desde el Gobierno de España vamos a actuar en todas las instituciones nacionales e internacionales en defensa de la Ley de Memoria Democrática frente al negacionismo de los de siempre. Lo vamos a hacer ante el Tribunal Constitucional, cómo no, pero también lo vamos a hacer ante el Parlamento Europeo, en el Consejo de Europa y también ante las instituciones multilaterales, porque lo que queremos hacer es defender la dignidad de la democracia española dentro de nuestras fronteras en Europa y también ante las instituciones multilaterales.

La obra de Luis Martín Santos destila compromiso político a raudales. Este pensamiento humanista, y como secretario general del Partido Socialista y ante un gran secretario general del Partido Socialista como José Luis, también quiero reivindicar defensor de las ideas socialdemócratas. Fue militante del Partido Socialista en la clandestinidad. Siempre supo que la salida a la dictadura jamás sería otra dictadura. Que después del tiempo de silencio y del tiempo de destrucción, tenía que llegar este tiempo que hoy, afortunadamente, las generaciones que yo represento disfrutamos y que debemos cuidar por encima de todo; el tiempo de la libertad que por desgracia, él nunca llegó a ver en vida.

Millones de adolescentes españoles abrimos los ojos a nuestro pasado más inmediato a través de su novela. Hoy lo recordaba con algunos compañeros y compañeras del gabinete a un tiempo que nos resultaba grotesco y demoledor. 'Tiempo de silencio' es la novela, la gran novela, yo diría, sobre esta ciudad, que también es mi ciudad, Madrid y sus estratos. Y una gran novela, al fin y al cabo, sobre aquella España censora y gris que cerraba los ojos con indiferencia a una miseria obscena que rodeaba a buena parte de esta gran ciudad que es Madrid. Martín-Santos nos habla de la sordidez y también de la miseria vital de aquella época y nos señala, de forma muy adelantada a su tiempo, cómo las mujeres fueron las principales víctimas de una feroz dictadura.

Sí, dictadura, porque llamar a aquellos 40 años de otra forma es una infamia, es una aberración. Y quienes los nombran de otra manera vuelven a victimizar a quienes lucharon por la libertad que hoy todos y todas disfrutamos.

Martín-Santos soñó en vida una España mejor, valiéndose del espejo que le devolvía esa otra España, la que le tocó vivir. Fue detenido, encarcelado varias veces. Su obra, parcialmente censurada -cómo no iban a hacerlo- hablaba de todas las miserias que aquel régimen dictatorial trataba de ocultar, bajo un trampantojo de aparente calma, de la escasez de recursos para la ciencia, de la escasez de recursos para la educación, de la escasez cultural y moral.

La muerte de Luis Martín-Santos se llevó muchas cosas consigo, sobre todo a un joven de tan solo 39 años, vuestro padre, pero también aquellas novelas que nunca llegó a escribir. Y quién sabe si también se llevó consigo a un gran servidor público que nos habría acompañado en la intensa travesía que representó la transición hacia este nuevo tiempo, alejado ya del silencio y del miedo para forjar lo que él siempre soñó un tiempo de libertad.

Celebremos hoy y durante este año en la Biblioteca Nacional, estimado director, su recuerdo, su literatura, y enhorabuena a su familia y a todos y a todas los que lo habéis hecho posible.

Muchas gracias.


(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)