Declaración institucional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la Comisionada General Adjunta de UNRWA, Nathalie Boucly, en el campo de refugiados Hussein Camp

Amán

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Muchas gracias, Nathalie, y enhorabuena por tu español.

Me gustaría comenzar estas breves palabras expresando mi más profundo pesar por la muerte de varios cooperantes, que hemos conocido hoy, de la organización de ayuda humanitaria World Central Kitchen, víctimas de un bombardeo esta misma noche en la Franja de Gaza. Han muerto mientras hacían aquello a lo que esta ONG lleva años entregada, y es dar de comer a la gente en medio de tanta devastación.

Espero y exijo que el Gobierno israelí aclare cuanto antes las circunstancias de este brutal ataque que se ha llevado la vida de siete cooperantes que no hacían otra cosa que ayudar.

Como saben, y agradezco además a los medios de comunicación españoles su presencia en este viaje, comenzamos aquí en Jordania la segunda gira por Oriente Medio, en un contexto de extrema gravedad.

El objetivo de este viaje es conocer de primera mano los puntos de vista de algunos de los principales actores en la búsqueda de una solución a esta guerra y trasladar el compromiso de España y nuestra determinación de trabajar junto con nuestros socios para lograr un futuro de paz, de justicia y de prosperidad en la región.

Acabo de visitar este campo de refugiados, uno de los que se crearon al principio, hace ya más de 70 años, en concreto en el año 1952. Ese solo dato, el de las más de siete décadas que han transcurrido desde su creación, ilustra la naturaleza de este conflicto, el drama de este conflicto. Un conflicto que atraviesa la vida no de una, sino de distintas generaciones. Casi no hay precedentes de algo así en la historia.

Este campo, que inicialmente estaba previsto que acogiese a 8000 refugiados, ha crecido durante estas décadas hasta alcanzar las más de 30.000 personas.

He tenido la oportunidad de ver las fantásticas instalaciones de esta escuela de niñas de UNRWA, así como de charlar e intercambiar distintos puntos de vista sobre multitud de temas con algunos representantes del Parlamento de Estudiantes de UNRWA en una conversación que la verdad es que me ha sido muy aleccionadora.

Y quiero, en este sentido, querida Nathalie, expresar una vez más mi reconocimiento, no diría solamente del Gobierno de España, sino del conjunto de la sociedad española, a la labor que desarrolla Naciones Unidas y, muy especialmente, a UNRWA en Jordania y en toda la región.

El trabajo que hace UNRWA en este campo de refugiados es un buen ejemplo de su dedicación y de su compromiso en Jordania.

También de lo crucial que es vuestra labor para dar a los refugiados y refugiadas palestinos la atención que merecen.

Y por estas razones he reiterado el apoyo de España a Nathalie, además del apoyo de España a la labor de UNRWA.

A mí me gustaría hoy aprovechar esta breve comparecencia para trasladar tres mensajes.

El primero de ellos es que es urgente que Israel permita el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza, tal y como lo exigen diversas instancias internacionales, incluida la Corte Internacional de Justicia.

Y, por cierto, quiero recordar que las decisiones de este órgano de la Corte Internacional de Justicia son de obligado cumplimiento.

Segundo, la labor del sistema de Naciones Unidas, que a nuestro juicio es fundamental, es irreemplazable.

La propia Organización de Naciones Unidas está vinculada a su trabajo por la paz en esta región desde su mismo nacimiento y apoyamos todas las iniciativas destinadas a paliar la situación que viven los gazatíes, también en el acceso por tierra a esa ayuda humanitaria que es imprescindible a una escala suficiente.

Y tercero, es fundamental que la comunidad internacional mantenga una financiación adecuada de UNRWA. España, querida Nathalie, está dispuesta a predicar con el ejemplo.

Ya hemos anunciado un volumen de casi 24 millones de euros, en concreto 23,5 millones de euros en contribuciones para el año 2024, que se suman a las ya realizadas el pasado año, cuando triplicamos la ayuda a Palestina.

En fin, España hará cuanto esté en nuestra mano para ayudar a mitigar las terribles consecuencias de esta guerra.

Vamos a trabajar conjuntamente con nuestros socios árabes, especialmente con Jordania, un país que sufre en primera línea el impacto y las consecuencias de la guerra.

Y por eso en las últimas semanas hemos colaborado con Jordania en misiones tan importantes como las misiones aéreas de ayuda humanitaria a Gaza. El Ejército del Aire ha participado en unas misiones, entregando, nada más y nada menos que 24 toneladas de raciones de comida, y hemos proporcionado material de apoyo logístico para otras operaciones.

Me gustaría concluir con un nuevo llamamiento -no es el primero que hago, no será el último, por desgracia- al cese definitivo de las hostilidades y la liberación de todos los rehenes. Es urgente que se implemente el alto el fuego exigido por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la semana pasada, y que también es vinculante. Pero además tiene que ser un alto el fuego permanente.

Es el paso necesario para que se abra un proceso político que ponga fin definitivamente a este conflicto. Un proceso que lleve a la materialización real y efectiva de la solución de los dos Estados, por el cual siempre ha defendido España el reconocimiento del Estado palestino. Lo cual implica, como he dicho, el reconocimiento del Estado palestino para aquellos que aún no lo hemos hecho, también España, y el reconocimiento pleno de Israel por parte de la comunidad internacional.

En fin, España no va a escatimar ningún esfuerzo para lograr el objetivo de alcanzar la paz que permita a Israel y Palestina convivir uno junto a otro en paz y en seguridad.

Y quiero de nuevo terminar mis palabras, querida Nathalie, como las empecé. Agradeciendo el trabajo que hace UNRWA y el regalo que me habéis hecho a mí, a toda la delegación, y estoy convencido también a los medios de comunicación españoles por poder hablar con niñas, con estudiantes que son, en definitiva, el presente y el futuro de esta sociedad.

Nada más.

Y muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)