Santiago de Chile
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Muchas Gracias, gracias querido Gabriel, alcaldesa, ministra Orellana, ministros
Hoy es el 8 de marzo. Y en buena parte del mundo estamos conmemorando el Día Internacional de la Mujer. Una jornada que creo que merece la pena subrayar que la lucha por la igualdad de género es un asunto global que no ha dejado nunca de ser urgente y que va más allá de las fronteras, que debe atravesar a todas las culturas, a todas las nacionalidades y a todas las clases sociales.
Cerrar la brecha de género es un deber moral. Pero también yo creo que es una exigencia de la razón. Lograrlo significaría, por ejemplo, según distintos estudios, que el PIB global crecería un 20% en la próxima década. Un ritmo muy superior al que pueden propiciar avances tecnológicos hoy en boca de todos. Necesitamos determinación y valentía para hacerlo. No podemos cruzarnos de brazos y simplemente esperar a que el tiempo ponga las cosas en su sitio. Porque al ritmo actual, según nos dice Naciones Unidas, necesitaríamos 257 años, repito 257 años para, por ejemplo, alcanzar la igualdad salarial en el mundo.
Durante siglos, el mundo ha renunciado a la mitad de su talento, y habría que preguntarse ¿Dónde estaríamos hoy si hubiéramos usado el 100% de ese talento? ¿Tendríamos la cura contra el cáncer? ¿Habría paz en el mundo? ¿Habríamos abandonado ya los combustibles fósiles? ¿Estaríamos revirtiendo ya los efectos de la emergencia climática? No hay causa más justa que el feminismo, porque no hay frontera más noble que la real igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
Por eso para mí, como presidente del Gobierno de España, celebrar este día hoy en Chile adquiere un sentido muy especial, porque efectivamente como bien se ha dicho, España y Chile comparten hoy un gobierno feminista. Ambos gobiernos hemos tomado iniciativas, ─y vamos a seguir tomándolas─, para avanzar en igualdad. Chile, sin ir más lejos, lo ha hecho hace dos días al aprobar la importante ley integral contra la violencia de género.
Y quiero felicitarte ministra y quiero felicitar al presidente Boric, por esta histórica decisión que toma vuestro país para erradicar una violencia estructural, como es la violencia machista.
Hace pocas semanas en el gobierno de España enviamos al Parlamento nacional, la Ley de representación paritaria, para que las mujeres tengan la mitad del poder político y la mitad del poder económico. Y soy plenamente consciente de que hay quien lo considera excesivo, pero yo lo considero sencillamente justo.
Si las mujeres son la mitad de la población, tienen derecho a representar, no sólo la mitad de los gobiernos y los parlamentos, sino también la mitad de los Consejos de Administración de las empresas más importantes de mi país.
Amigas, es un privilegio hablar en este foro compuesto por mujeres que representan la gran fortaleza del feminismo en Chile: incansable, valiente, que no ha dejado de luchar, incluso en los tiempos más adversos, aquí se ha hecho mención como la dictadura militar. En esos días sombríos, mujeres valientes de Chile se armaron de valor para resistir la involución infame de aquel régimen. Fueron, fuisteis, la dignidad hecha resistencia.
Y hoy mismo, hemos suscrito una declaración conjunta los dos gobiernos en la que nos comprometemos a seguir profundizando en acciones que garanticen que las mujeres adultas, que las adolescentes, que las niñas, en toda su diversidad, sea cual sea su situación, disfruten en plenitud de todos los Derechos Humanos. Porque la igualdad de género es eso; es simple y llanamente una cuestión de Derechos Humanos.
Chile y España compartimos hoy que la igualdad es la columna vertebral de la democracia. Y estamos comprometidos a llevarla de la mano a todos los foros internacionales. A convertirla en una de nuestras principales y máximas prioridades en nuestras respectivas líneas directas de política exterior.
Y con ese horizonte, los dos países haremos causa común en el objetivo de hacer transversal el enfoque de género más allá de nuestras fronteras y a continuar participando activamente en foros multilaterales bajo esa premisa. Especialmente, en Naciones Unidas y, en particular, en el Consejo de Derechos Humanos, impulsando resoluciones y participando en debates y en diálogos sobre la igualdad de género.
Creo que los hechos, amigas y amigos, avalan vuestro compromiso, el tuyo particular querido Gabriel, porque desde vuestro gobierno, has situado la perspectiva de género en un lugar central de la Administración. Habéis logrado que el feminismo haya permeado, como una lluvia fina, en el discurso político, en el discurso público.
Y España, quiero que sepáis, que también corresponde con un Gobierno feminista. Tenemos un Gobierno paritario en su composición con tres mujeres vicepresidentas. Un Gobierno que ha situado el feminismo como eje vertebrador de su acción política con una intensidad en la acción legislativa y una ampliación de los recursos para luchar contra la desigualdad.
Mirad, los últimos años dan fe de ese compromiso porque:
Hemos reforzado la Ley del aborto, que aprobó un presidente también socialista como yo, José Luis Rodríguez Zapatero y hemos reforzado la Ley del aborto, la penalización del acoso a las mujeres que deciden interrumpir el embarazo.
Hemos multiplicado los recursos para luchar contra esa violencia estructural que es la violencia de género.
Hemos aprobado una Ley de garantía integral de libertad sexual.
Hemos equiparado los permisos de paternidad y maternidad y garantizado el derecho a la adaptación de la jornada laboral; hemos creado un complemento específico para corregir la penalización que sufren las mujeres, que sufrís las mujeres en su pensión de jubilación por el cuidado de los hijos.
Hemos legislado sobre la igualdad salarial y hemos impulsado una subida del salario mínimo interprofesional del 54% durante estos últimos cinco años, donde el 60% de sus beneficiarias son eso, beneficiarias, son trabajadoras mujeres.
Y aún queda mucho por hacer. Y lo peor no es la dificultad del camino que debemos recorrer. Sino el riesgo de retroceso en lo ya conquistado como bien antes se ha señalado por parte de la ministra.
Antes avanzábamos a pesar de la resistencia de las fuerzas conservadoras. Y ahora nos estamos enfrentando a una amenaza real de una internacional ultraderechista que quiere hacer retroceder medio siglo a las mujeres. Negacionistas de la violencia de género, de la igualdad real entre hombres y mujeres. Nostálgicos de un pasado machista al que no vamos a permitir retroceder.
Por eso, por fuertes que sean los movimientos ultraderechistas y reaccionarios, y tengan muchos recursos económicos y también medios de comunicación que les den esa voz, por fuertes que sean esos movimiento ultras y reaccionarios que hoy recorren el mundo, no hay ola más poderosa que la de millones de mujeres reivindicando el triunfo de la razón y de la justicia.
Así que, hoy más que nunca, los derechos no sólo se conquistan. Se defienden.
En las tribunas de los parlamentos. En las urnas con nuestro voto. En las calles y plazas por las que cientos de miles de mujeres, y también muchos hombres que os acompañamos, recorrerán hoy las ciudades, reivindicando una vez más algo tan obvio como la igualdad entre hombres y mujeres.
Darán voz a miles de injusticias cotidianas: de las discriminaciones más sangrantes de las cuales hemos escuchado un tremendo y sobrecogedor testimonio.
Pero, por encima de todo, volverán a señalar la mayor vergüenza de nuestro tiempo, que es esa, la que retrata la violencia estructural de la que son víctimas a diario miles de mujeres en todo el mundo por el solo hecho de ser mujeres.
Por ellas, por todas, tenemos que decir alto y claro: se acabó. Avanzar en feminismo es avanzar en democracia.
La igualdad es educación, es transformación, es justicia. Es avanzar para proteger la vida, la salud y el futuro de las niñas y de las mujeres; la vida, la salud y el futuro de más de la mitad de la humanidad.
Y en esta encrucijada global entre progreso y retroceso, eso es, ni más ni menos, lo que está en juego. Así que actuemos en consecuencia y desde luego pueden contar con la sociedad española y con el Gobierno feminista de España
Muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)