Intervención del presidente del Gobierno en el acto 'Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: despertando vocaciones STEAM'

9.2.2024

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A Coruña

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Muy buenos días y gracias a la alcaldesa, a Inés, por tu liderazgo; y, por supuesto, también a Diana, a la ministra; a Pilar, que a mí siempre me gusta decir que es la ministra de Educación y de Formación Profesional, es muy importante la Formación Profesional también. Y, por supuesto, también a Sara.

Yo tuve ocasión de conocer a Sara ya hace unos cuantos meses y también, pues igual que vosotros y vosotras, le pregunté algunas cosas y dije, bueno, pues si tú eres biotecnóloga, ¿por qué te has hecho de repente astronauta? Y resultó también que, al final todo suma en la vida, si me permites, Sara, voy a compartir esta confidencia. Todo suma en la vida. Ella, al final, ha hecho submarinismo, se ha tirado de un avión en paracaídas, ha hecho deporte, en definitiva, y todo esa, digamos, esas pruebas físicas que al final también un astronauta tiene que verse sometido para poder subir al espacio, pues la hicieron capaz de poder superar pruebas físicas extraordinariamente difíciles como las que me describió.

Así que, como decía la ministra Morant, Diana, la curiosidad es fundamental. La valentía también es fundamental. El probarse en situaciones distintas es muy importante para saber exactamente descubrir dónde están tus posibilidades y hasta donde puedes llegar, ¿no?Así que muchísimas gracias, alcaldesa; muchísimas gracias también a las ministras, a Sara, que es una astronauta, y quiero también decirlo, de la Agencia Espacial Europea, porque hablamos mucho de la NASA, ahora también de los chinos o de los indios, que hace poco llegaron a la Luna, pero también desde Europa hacemos muchas cosas, invertimos recursos económicos y quiero deciros que, además, España es uno de los principales financiadores de esa Agencia Espacial Europea. Y gracias a, por supuesto, a los maestros, a los directores de los dos centros educativos y a los estudiantes que estáis aquí, que habéis participado en esta conversación.

Yo creo que es difícil soñar con algo que te parece imposible y hay muchas mujeres jóvenes que elegir la Ciencia como camino laboral, como dedicación, pues les parecía, y me gusta hablar también en ese pasado, que era imposible.

Y una de las razones era por tener falta de referentes próximos, como decía antes Sara, a los que mirar. Y se decían, imagino, bueno, sin ninguna ha podido ¿Por qué voy a poder yo? Y esto, pues nada tiene que ver con la vocación, con vosotras, con las chicas que estáis aquí.

Tiene que ver con todos nosotros, con el conjunto de la sociedad, con la desigualdad de género, que desgraciadamente ha sufrido el conjunto de la humanidad y también nuestro país, y también lógicamente con la masculinización de la ciencia, porque como bien decía antes la alcaldesa, siempre recordamos referentes hombres en Ciencia, en deporte y en otros muchos ámbitos de la vida y pocas mujeres desgraciadamente.

Yo creo que hay una palabra muy inspiradora, al menos para mí, y es la de pionera. A mí me gusta mucho esa palabra, porque es la mujer, y en el caso de una astronauta española, nunca mejor dicho, que inicia la exploración en tierras nuevas.

Es lo que están haciendo mujeres como Sara para llegar a ser la primera mujer astronauta española. Así que muchas gracias Sara por ese enorme logro personal, pero también porque ahora, gracias a que te atreviste a soñar con ello, pues cientos de miles de chavales, de chicos y de chicas pueden decirse a sí mismos que ellos y ellas también pueden hacerlo. Y en esa posibilidad, en ese pequeño cambio en la mirada, se abren evidentemente muchas vocaciones.

Ahí se transforma el futuro en algo mucho mejor, y los sueños se convierten en auténticas posibilidades. Este es el tiempo de las pioneras y de los pioneros, como vosotros también. Tiempos de conquistar todas esas nuevas tierras, todos esos espacios, de ir a por ellos, de tirar hacia adelante.

Porque durante décadas, incluso siglos, como antes comentaba, ha habido muchas mujeres que no han podido ejercer el trabajo con el que soñaban. No han podido hacerlo, no han podido seguir sus vocaciones científicas y la sociedad les decía que ese no era su lugar. Y otras que sí llegaron, y hubo importantes referentes pioneras, pero que nunca tuvieron el reconocimiento que merecían. Incluso tenían que esconderse detrás de un nombre y un apellido masculinos para poder publicar todos sus logros, sus avances y su conocimiento.

Así que por las que no pudieron, por las que se atrevieron y por vosotras, por su pasado, por vuestro presente y, sobre todo, por vuestro futuro, el de todos y todas nosotros y nosotras, creo que es importante que ocupéis esos espacios, porque son espacios que os pertenecen, porque no hay profesión a la que no podáis dedicaros.

Mirad, yo creo que hablar del futuro es hablar de ciencia. Especialmente, quiero hacerlo aquí en A Coruña, en una ciudad, como ha dicho antes la alcaldesa, que va a ser la primera, no la segunda ni la tercera, la primera Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial. Porque va a ser aquí en Galicia, en A Coruña, donde se trabaje de cerca con una tecnología tan fascinante como también estremecedora. No sabemos exactamente cuáles van a ser las implicaciones que va a tener sobre nuestro día a día, aunque evidentemente hay cosas muy positivas y algunas otras que tenemos que limitar.

Mirad, en los últimos años países tan importantes como Estados Unidos o el Reino Unido, o Canadá, o Japón o Nueva Zelanda, se han dotado de unidades de mecanismos de asesoramiento científico. Y yo tengo que contaros una experiencia que viví durante la pandemia, ahora felizmente ya superada, pero cuando llegamos al Ministerio de Sanidad y empezó la pandemia, desgraciadamente encontré muy poco asesoramiento científico. No existían muchos científicos que pudieran asesorar a los políticos, a los que teníamos que tomar las decisiones de ver cuándo teníamos que confinar a las familias, o durante cuánto tiempo confinar a las personas, o cómo hacer esa desescalada famosa de ir poco a poco abriendo las puertas de nuestros hogares, de nuestros despachos, también de los centros educativos, para que pudiera regresar a vuestros centros educativos… Necesitábamos del asesoramiento de la ciencia. Había muy poca gente.

Y, hablando con la ministra, Diana, pues hemos decidido hacer algo que en muy pocos lugares se hace. Desde luego, en Europa vamos a ser el primer país en hacerlo. Y es crear una Oficina Nacional de Asesoramiento Científico, porque cada vez más los políticos, aquellos que nos dedicamos a la cosa pública, necesitamos del conocimiento, del asesoramiento de los científicos y de las científicas. Por ejemplo, la pandemia, pero también el cambio climático. Hay evidencia científica. Tenemos exactamente que saber cómo podemos aplicar tecnologías o nuestro conocimiento para hacer más eficiente el consumo energético y, por tanto, emitir menos gases de efecto invernadero. O, por ejemplo, pues si podemos tener vehículos eléctricos en lugar de vehículos dependientes del diésel o de la gasolina. Por tanto, desde la política necesitamos también del asesoramiento de la ciencia y por eso creo que es muy importante el anuncio que estoy compartiendo con todos vosotros y vosotras, y es el de la creación de una Oficina Nacional de Asesoramiento Científico, que nos va a ayudar a arrojar algo más de luz en un mundo cada vez más complejo, donde necesitamos del aporte de todos y de todas.

¿Esto qué va a lograr? Yo creo que va a fomentar y va a coordinar el uso de toda esa evidencia científica, de toda esa evidencia empírica, el conocimiento, en definitiva, para mejorar la toma de decisiones y, por tanto, el diseño de las políticas públicas. Y esto a lo mejor a vosotros os suena todavía un poco abstracto, pero básicamente nos va a ayudar a todos a haceros a vosotros y a vosotras la vida mucho más sencilla y que las cosas que se hagan, se hagan de manera mucho más eficaz y mucho más equitativa. Va a ayudar a crear puentes entre los gobiernos, ya sea el gobierno de España en este caso, pero también los gobiernos autonómicos o los gobiernos locales, y el talento que existe en las universidades para mejorar la evaluación de esas políticas públicas. Si estamos acertando o no apostando por esta política pública y no por otra. También eso es importante que ese conocimiento desde la ciencia se comparta con los poderes públicos para saber si podemos acertar mejor en el diseño de esas políticas. En definitiva, va a servir para algo muy importante y es que nuestro país avance en lo que siempre quisimos y nunca pudimos ser, y es un país por y para la ciencia.

Ciencia también, hoy más que nunca, con nombre de mujer.

Bueno, aquí habéis hecho preguntas interesantes, que yo creo que, si hasta incluso nos apartamos un poco más de lo que es el ejemplo y la inspiración de Sara, pues podríamos transformar en preguntas como ¿por qué necesitamos que haya más mujeres investigando, innovando? Esta es una pregunta que creo que es muy relevante responder, ¿no?; algo ha apuntado la alcaldesa en su intervención: que el 51% de la población que son mujeres en nuestro país no tengan las mismas posibilidades que el otro 49% es un enorme despilfarro de recursos humanos. Es así. Por tanto, es una cuestión de justicia social, pero también de inteligencia económica y de desarrollo de una sociedad. El que haya igualdad no solamente nos hace mejores al conjunto de la sociedad, sino también a los chicos que estáis aquí y, por supuesto, también, a las familias y a las chicas.

Es decir, no podemos prescindir ni permitirnos el lujo de despilfarrar la inteligencia de la mitad de la población. Ocurrió durante mucho tiempo, así que imaginad por un momento el despilfarro de inteligencia que algo así puede representarlo.

La ciencia, las tecnologías son fundamentales para resolver grandes desafíos globales. Insisto, la pandemia lo fue. Yo recuerdo (os cuento una anécdota que me sucedió cuando llegó la pandemia, pues hablé con científicos y científicas -luego te das cuenta de que hay mucha gente en España que sabe mucho de los virus, que conoce mucho las investigaciones avanzadas que se están haciendo en farmacología-)…Pero yo preguntaba: ¿para cuándo vamos a tener un remedio para la COVID-19?, la pregunta que nos hacíamos todos, y me dijeron: como mínimo cuatro años, como mínimo; si encontramos alguna vez la vacuna de la COVID-19, será dentro como mínimo de cuatro años. Imaginaros cuatro años de vuestra vida con la mascarilla, con restricciones para poder ir al colegio o, en el día a día de vuestros padres y madres, lo que hubiera podido suponer. Bueno, la ciencia nos dio la respuesta a la COVID-19 en un año.

Muchas veces cuando hablamos de las pandemias que sufrieron nuestros antepasados, donde desgraciadamente no tenían ni el conocimiento ni tampoco las capacidades científicas para poder…, bueno, pues fueron pandemias que mataron a muchísima gente; muchísima gente murió en Europa, hubo poblaciones absolutamente diezmadas.

Afortunadamente la ciencia nos salvó de una muy gorda, muy gorda: el estar años y años, pues, pendientes de la evolución y de la transformación de un virus como fue el COVID-19. Yo estoy eternamente agradecido a la ciencia porque salvó al país, salvó muchas vidas y, desde luego, nos permitió el superar este trance tan dramático que seguro habéis vivido vosotros y vosotras familiarmente, de pérdida de seres queridos o también de las consecuencias que ha dejado en otros muchos seres queridos que nos acompañan, pero que desgraciadamente no pudieron o no han podido superarlo y recuperar el tipo de vida que llevaban antes de la COVID-19.

Yo creo que todo eso nos tiene que llevar a una conclusión, y es que cualquier país que quiera prosperar y crecer tiene que apostar por la ciencia, necesita tener científicos y científicas que creen esas vacunas cuando, de repente, aparece una pandemia, o que nos digan cómo podemos emitir menos gases de efecto invernadero para hacer que este planeta sea habitable.

En fin, la ciencia y las tecnologías son fundamentales para resolver los grandes problemas globales. ¿Qué es la Tierra? La Tierra no es más que el sumatorio de muchos condimentos que nos vienen de fuera de nuestro planeta. Antes hablaba Sara de las ventajas económicas que tiene efectivamente salir fuera de la tierra. Evidentemente hay muchos materiales que están por ahí desperdigados, que, si vamos a por ellos y los traemos a la Tierra, pueden también generar muchísima riqueza y desarrollar nuevas tecnologías.

Por tanto, en efecto, creo que tenemos que apostar por la ciencia y las tecnologías, porque eso nos va a permitir resolver los grandes desafíos globales, como pueda ser por ejemplo el cambio climático. Os aseguro que desde el Gobierno de España nosotros -desde luego, como lo decía antes, por el eterno agradecimiento que tengo a la ciencia tras lo sucedido con el COVID- nos hemos comprometido de hoz y coz con la educación, con la Formación Profesional, con las universidades, con la innovación y con la ciencia.

Para que os hagáis una idea, hemos aprobado recientemente una dotación adicional de 1.000 millones de euros destinados a la ciencia. ¿Y qué es lo que pretendemos hacer con ello? Bueno, pues no solamente abonar el campo, cultivar el campo para que haya más científicos y científicas, sino también atraer todo ese talento científico e investigador que se fue durante estos últimos años por la falta de oportunidades en nuestro país.

Hemos impulsado grandes reformas: una Ley de Ciencia, una Ley de Formación Profesional. Fijaos que hoy estamos invirtiendo en la Formación Profesional dos mil millones de euros y hay muchos oficios, muchas disciplinas vinculadas con la tecnología y con la digitalización y la ciencia que también se pueden trabajar y estudiar a partir de la Formación Profesional.

Queremos que la Formación Profesional desde el punto de vista social, y también estoy convencido de que los maestros y maestras que están aquí presentes lo saben bien, tenga el mismo reconocimiento que la educación básica, la que hemos estudiado todos. Porque en efecto ahí hay grandes oportunidades también para los jóvenes de nuestro país.

Hoy, seis de cada diez nuevos puestos de trabajo que se crean en nuestro país los ocupan las mujeres. Además, España supera la media europea en número de mujeres científicas e innovadoras: un 14% más de investigadoras tenemos hoy, afortunadamente, en España que en el año 2020; y, por tanto, vamos en la buena dirección.

Pero creo que podemos y debemos hacer mucho más por vosotras, las que estáis a punto de elegir; que de alguna manera os animéis a optar por la tecnología y por la ciencia.

Mirad, yo, para concluir, quería deciros que la justicia y la igualdad evidentemente no vienen dadas, se conquistan, no vienen dadas, como muchas cosas en la vida; no hay una ley natural que haga el mundo más justo. Desgraciadamente es todo lo contrario. La inercia no construye hospitales públicos o las escuelas públicas a las cuales antes hacía referencia a la ministra y que inspiraban también el ejemplo de Sara. La pasividad no va a acabar con la brecha de desigualdad entre las mujeres y los hombres. Hay que actuar en todos los frentes, también el educativo, porque, a fin de cuentas, el espacio como el espacio al que algún día viajará Sara, también necesita ser conquistado.

Así que os deseo lo mejor. Mucho ánimo. El futuro es vuestro y creo que estamos haciendo las cosas bien, porque ver aquí a alumnos y alumnas de distintos centros educativos interesados e interesadas por la ciencia, por saber exactamente cómo podéis hacer discurrir vuestras vidas desde el punto de vista del conocimiento, del desarrollo intelectual, creo que es un enorme éxito del conjunto de la sociedad. Así que enhorabuena, ánimo y a por todas.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)