La Moncloa
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Buenos días.
Comparezco para informarles de los nuevos nombramientos que van a producirse en el seno del Gobierno de España. Una decisión que ya he comunicado al jefe del Estado, a Su Majestad el Rey Felipe VI, y que se produce tal y como dictan los artículos 62 y 100 de la Constitución Española.
Como todos saben, la razón de estos cambios es la renuncia de las ministras Reyes Maroto y Carolina Darias para ser candidatas a las alcaldías de las ciudades de Madrid y de Las Palmas, respectivamente, el próximo 28 de mayo.
Permítanme que, antes de nada, agradezca el trabajo de ambas durante estos últimos años. Reyes Maroto ha sido ministra de Industria, Comercio y Turismo desde el primer gobierno que tuve el honor de formar en el año 2018, antes incluso de las elecciones del año 2019 y de la formación del actual gobierno de coalición progresista.
En todos estos años, el impulso de la ministra Maroto ha sido clave para reindustrializar nuestra economía, para impulsar el comercio y también para modernizar uno de los principales sectores económicos de nuestro país, que tanto sufrió durante la pandemia, que es el turismo. La pandemia supuso un reto colosal para todos estos sectores y la gestión de la ministra Maroto ha sido fundamental para que todos ellos hayan recuperado ya los niveles de pandemia y, a la vez, lleven a cabo las reformas necesarias para ser más competitivos.
Es evidente que la actual guerra de Ucrania y sus consecuencias en los precios y también sobre la economía española, han supuesto un reto sin precedentes para muchos sectores como la industria electro y gasintensiva, y la ministra Maroto siempre ha trabajado para encontrar soluciones adecuadas a las necesidades de estos sectores.
Precisamente la pandemia y la guerra nos han demostrado la necesidad de reindustrializar España, de reforzar eso que se llama la autonomía estratégica, es decir, las capacidades que tenemos en el continente europeo -y también en España- para poder proveer en situaciones de extraordinaria emergencia como las que hemos vivido durante estos últimos años; reducir también nuestra dependencia energética de los combustibles fósiles que provienen del exterior, y digitalizar nuestra economía para hacerla más competitiva.
Leyes como la ley de Industria, el estatuto de las empresas electrointensivas y varios proyectos estratégicos como el proyecto estratégico del vehículo eléctrico y conectado, el del naval, el de la agroindustria o, más recientemente, el PERTE para la descarbonización industrial, son buenos ejemplos de la extraordinaria gestión, a mi juicio, que ha llevado a la ministra Maroto y que están atrayendo importantes inversiones a nuestro país.
Por tanto, quiero agradecer su tarea y, muy especialmente, agradecer que, en los peores momentos, en las peores situaciones, haya estado siempre al frente. Todos los sectores reconocen el talante, la capacidad de escucha, su capacidad de gestión y la búsqueda siempre de soluciones por parte de la ministra Maroto; muy especialmente en los momentos más duros, como fue el confinamiento derivado de la COVID-19.
Cada industria y cada empresa que ha atravesado un momento de dificultad ha contado siempre con su apoyo y con soluciones a problemas que parecían insuperables. Todos recordaremos a la ministra Maroto, altavoz en mano, dirigiéndose a los trabajadores y trabajadoras de una empresa que afrontaba el cierre y el despido de la plantilla. Reyes, como siempre, dio la cara, se remango y encontró soluciones.
Por su parte, Carolina Darias tomó el relevo del ministro Salvador Illa al frente de la cartera de Sanidad en enero de 2021, tras ejercer previamente como ministra de Política Territorial y Función Pública. Su gestión en ambos ministerios ha sido fundamental para dejar atrás definitivamente la pandemia, en una campaña de vacunación ejemplar, que convirtió a nuestro país en un referente mundial.
El nombre de Carolina Darias quedará vinculado para siempre al éxito de la campaña de vacunación, junto al de todos los que lo hicieron posible, fundamentalmente a nuestros profesionales sanitarios. Pero también es justo reconocer su papel en el fortalecimiento de la sanidad pública, porque bajo su mandato se ha realizado un refuerzo sin precedentes del Sistema Nacional de Salud, con un plan para la Atención Primaria dotado con mil millones de euros y con el plan llamado INVEAT, que nos ha permitido invertir 800 millones de euros en la compra de equipamientos hospitalarios de alta tecnología, en beneficio de los profesionales sanitarios y también de los pacientes. Y sin duda alguna, la mayor oferta de plazas MIR de la historia de nuestro país, consolidando una senda que nos ha llevado a contar ya con 90.000 profesionales sanitarios más desde que accedimos al Gobierno.
Siempre guardaré en mi memoria el acto de presentación del I Plan Nacional de Salud Mental, aquí en el Palacio de la Moncloa, junto con la ministra Darias, con la puesta en marcha del Teléfono de la Esperanza, el 024, que desde su activación, lleva atendidas más de 80.000 llamadas y, sobre todo, ha alertado sobre más de 2.000 situaciones en riesgo de suicidio. Por todo ello, mi agradecimiento también a la ministra Carolina Darias. Los datos son elocuentes y hablan por sí solos, a la hora de valorar la gestión de ambas ministras.
Y, a continuación, paso a exponerles los nuevos nombramientos que se van a producir como consecuencia de ambas renuncias. En primer lugar, el nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo será Héctor Gómez Hernández. Y, en segundo lugar, el nuevo ministro de Sanidad será José Manuel Miñones Conde.
Los nuevos ministros conocen muy bien los ámbitos donde ahora desempeñarán sus tareas. En ambos casos, les avala la experiencia y sus cualidades. Héctor Gómez ya formó parte del equipo de Reyes Maroto en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Ha sido portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y actualmente desempeña las funciones de presidente de la Comisión Constitucional en el Congreso de los Diputados.
José Manuel Miñones ha venido desempeñando la tarea de delegado del Gobierno en Galicia, hasta este momento. Es licenciado en Farmacia, es doctor cum laude con premio extraordinario por la Universidad de Santiago de Compostela, con varias publicaciones realizadas como investigador en distintas universidades de nuestro país.
Dos excelentes servidores públicos, con una trayectoria intachable y un compromiso inquebrantable en la defensa del interés general. Con estos nombramientos, el Gobierno afrontará la recta final de la legislatura, un periodo en el que vamos a continuar profundizando en los grandes objetivos de legislatura que anuncié en el discurso de investidura y que me gustaría recordar a continuación.
El primero de ellos es seguir transformando nuestro modelo productivo, gracias a los fondos europeos, para modernizar los grandes sectores de nuestra economía, para desarrollar otros nuevos de futuro y para crear empleo de calidad en todo el territorio. Aprovechar al máximo la oportunidad que brindan los fondos europeos para la reindustrialización de España, en pleno proceso de transición ecológica y de transformación digital. En definitiva, crear más y mejores empleos y lograr un crecimiento más sólido y más justo.
En segundo lugar, seguir fortaleciendo los servicios públicos, las prestaciones sociales del Estado del Bienestar, para que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan gozar de educación, sanidad, transportes, cuidados y pensiones de calidad, independientemente de su nivel de renta. Mientras dure la inestabilidad internacional y también la espiral de precios, debemos concentrarnos especialmente en proteger a la clase media y a la clase trabajadora de nuestro país para que esta crisis no erosiona la calidad de vida de los españoles de forma permanente, como ocurrió con las respuestas neoliberales a la crisis financiera en 2012.
Y, en tercer lugar, seguir desplegando una transición ecológica, ambiciosa y justa para adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático y también para salvaguardar, no sólo la biodiversidad de nuestros ecosistemas, sino también el futuro de nuestra agricultura, de nuestro turismo y la salud de nuestros conciudadanos.
Y, finalmente, continuar avanzando en la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en nuestro país para que en España haya justicia social y para que nuestro país sea capaz de aprovechar al máximo todo su talento.
Estos son los cuatro objetivos que llevamos persiguiendo durante toda la legislatura y vamos a perseverar en ellos en estos próximos nueve meses. Lo haremos con las herramientas políticas de la coalición progresista que ha puesto fin a la involución social. Una coalición que ha sabido tejer acuerdos con los agentes sociales, con múltiples formaciones políticas, con los demás Estados miembros de la Unión Europea y que ha sido capaz de sacar adelante 200 leyes en el Parlamento, tres Presupuestos Generales del Estado y también poner en marcha el Plan de Respuesta a la Guerra, dotado con 45.000 millones de euros, y el Plan de Recuperación con 140.000 millones de euros, y que cuenta con la máxima calificación de la Comisión Europea.
Y todo ello, además, lo hemos hecho con pacto social, afrontando reformas tan importantes como la que se va a convalidar este próximo jueves, que es la segunda parte de la reforma y la modernización del Pacto de Toledo y de las pensiones en nuestro país.
En definitiva, el último tramo de esta legislatura va a coincidir, además, con la Presidencia española de la Unión Europea, que ya estamos preparando, que llevamos trabajando meses en ello. Esto nos va a dar la ocasión a nuestro país de proyectar en el continente y también fuera de él, la realidad de una España que está comprometida con Europa hasta lo más profundo. Una España más identificada aún con Europa y con los valores europeos que cuando ingresamos hace 37 años, también de la mano de un gobierno socialista.
Este ha sido el camino en esta legislatura, en el que hemos tenido que avanzar con el viento en contra de dos vendavales que no figuraban en las previsiones de nadie. Este será el camino en el que trataremos de avanzar en los meses restantes de legislatura y será también la ruta para los próximos años si así los españoles deciden renovar su confianza con su voto. Porque necesitamos una década de gobiernos progresistas para revertir los estragos sociales, económicos y medioambientales que dejó la década anterior. Tenemos por delante un largo camino de mejoras sociales, de cambios económicos, de retos ambientales y de avances feministas.
En estos últimos tres años hemos tenido que bregar con una sucesión de vendavales, una emergencia sanitaria extrema, calamidades naturales en nuestro territorio y una guerra en suelo europeo y la incertidumbre económica que todo ello ha generado. Y, aun así, en medio de este contexto, hemos sido capaces de lograr que nuestro país sortee los obstáculos y avance. Es, en consecuencia, fácil imaginar lo que podemos lograr juntos cuando el viento sople a favor.
Nada más. Y muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)