Intervención del presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la Mesa Redonda de Alto Nivel de la reforma del Sistema Financiero Internacional

19.9.2023

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Nueva York

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Gracias, Charles; gracias amigos por acompañarnos en este evento para dialogar sobre uno de los temas de discusión más importantes, que es la la arquitectura financiera internacional y su reforma.

Como ha dicho Charles, conseguir que la financiación para el desarrollo sostenible pase de miles de millones a billones exigirá avances en distintos frentes.

La ayuda al desarrollo seguirá siendo una pieza importante del rompecabezas, por lo que debemos aumentar y cumplir nuestros compromisos de AOD. Por ejemplo, mi país acaba de aprobar una ley que incorpora el objetivo de alcanzar la meta de la ONU del 0,7% del PIB para 2030.

Pero incrementar los flujos de ayuda no será suficiente. Tenemos que multiplicar los recursos disponibles con todos los medios a nuestro alcance, movilizando también el capital privado en la escala necesaria. Esto requerirá entornos más propicios y transparentes, el desarrollo de mercados de capitales locales y nuevos instrumentos para impulsar asociaciones público-privadas.

Pero además de estas, identifico tres prioridades clave:

En primer lugar, como ha dicho Charles, resulta crucial y urgente reformar los bancos multilaterales de desarrollo. Tenemos que aumentar sustancialmente su capacidad de préstamo y aplicar plenamente las recomendaciones de la Revisión del Marco de Adecuación del Capital. El apoyo específico a los préstamos en condiciones favorables y a las ventanillas de emergencia puede mejorar la capacidad de los bancos multilaterales de desarrollo de hacer frente a los retos mundiales y a las necesidades de los más vulnerables, incluidos los países de renta media.

En segundo lugar, debemos explorar herramientas y enfoques innovadores para canalizar más recursos y mejorar la potencia de los bancos multilaterales de desarrollo, incluso mediante capital mixto, capital híbrido o garantías.

DEG, los Derechos Especiales de Giro, también pueden desempeñar un papel clave.

Dadas las vulnerabilidades persistentes, el objetivo de canalización del 20% acordado en 2021, que nos ha permitido movilizar 100.000 millones de dólares, puede haberse quedado corto. España ha contribuido tanto al Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza como al Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad, en línea con sus compromisos de recanalización de los DEG, pero estamos dispuestos a explorar otras opciones.

Tenemos que pensar de forma no convencional y seguir debatiendo, por ejemplo, cómo las opciones alternativas de recanalización hacia los bancos multilaterales de desarrollo podrían convertirse en opciones viables. Creo firmemente que los bancos regionales de desarrollo podrían catalizar esos activos de manera eficiente, porque ya están sobre el terreno y ejecutan proyectos de desarrollo que pueden beneficiarse del impulso financiero.

Y, en tercer lugar, se necesitan medidas audaces para abordar la actual crisis de la deuda que afecta a docenas de países.

La reestructuración de la deuda debe llevarse a cabo más rápidamente donde y cuando sea necesario, para evitar que los países caigan en trampas de deuda. Esto incluye garantizar la aplicación eficaz y sistemática del Marco Común del G20. Como ha demostrado el caso de Sri Lanka, no se trata sólo de una cuestión de países de renta baja: necesitamos un enfoque más amplio, que atienda también a los países de renta media, dando seguridad a todos aquellos países que la necesiten.

También tenemos que ofrecer la suspensión de la deuda cuando sea necesario, para aumentar el margen fiscal de los países con problemas de endeudamiento.

Pero debemos ser proactivos y sentar las bases de un futuro sostenible. Por ejemplo, las cláusulas de riesgo de catástrofes naturales o las cláusulas de deuda resilientes a los efectos del clima pueden convertirse en mecanismos automáticos de amortiguación para los países especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Los programas de canje de deuda por compromisos por el clima, como ha dicho Charles, también pueden ayudar a que aquellos gobiernos que tienen un acceso limitado a las subvenciones tradicionales o al alivio de la deuda inviertan en proyectos transformadores.

Y, por último, me gustaría decir unas palabras sobre el proceso.

Hemos emprendido ya el camino para mejorar la arquitectura financiera internacional. En los últimos meses se han producido varios hitos ─en París en junio, en Nueva Delhi hace apenas diez días─ y muchas iniciativas avanzan en paralelo. Me gustaría destacar la importancia de vincular todas estas iniciativas al sistema de Naciones Unidas, porque es el único foro que reúne voces de todos los países en pie de igualdad y promueve la cooperación internacional multilateral global.

Por eso España quiere acoger la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo en 2025. Creo que esa conferencia será fundamental para dar un fuerte impulso mundial por parte de los responsables políticos de más alto nivel para hacer realidad la promesa de la Agenda 2030.

Es el momento de dar forma al futuro que queremos, y estoy seguro de que los debates de hoy serán un paso en la dirección correcta.

Muchas gracias, Charles.

(Traducción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en inglés)