Helsinki
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Buenos días.
Muchas gracias, Sanna, por la hospitalidad con la que nos habéis recibido aquí en Helsinki. Y con este viaje, efectivamente, como decía la primera ministra, lo que hacemos es compartir los objetivos de la próxima Presidencia española del Consejo de la Unión Europea a partir del 1 de julio.
Y como he dicho en otras muchas ocasiones, vamos a asumir este turno de Presidencia en circunstancias extraordinariamente complejas, cuando aún no se ha borrado el paso, por desgracia, de la pandemia de la COVID 19 y soportamos las consecuencias de una dura e injusta guerra de agresión en el continente europeo.
Y por eso quiero que mis primeras palabras aquí, aquí en Helsinki, sean de reconocimiento y de agradecimiento al gobierno de Finlandia, representado por mi amiga la primera ministra Sanna Marin, y a todo el pueblo finlandés.
Este es un momento difícil y habéis vuelto, querida Sanna, a dar un ejemplo de "sisu", ese término de vuestra lengua, que define la perseverancia y la determinación necesarias para crecerse ante los mayores desafíos.
Ser socios y amigos significa, ante todo, entender con empatía las particularidades históricas de cada cual. Y por eso deseo dejar la clara admiración que siente España por la manera en la que Finlandia ha dado el paso tan relevante de solicitar la adhesión a la Alianza Atlántica.
Un paso que significa muchas cosas, pero sobre todo alinearse con la defensa de la libertad, de la democracia y de la justicia.
Y me parece importante subrayar esta idea, la de la defensa, porque la Alianza Atlántica, la OTAN, no existe contra nadie. Su único objetivo, y así está demostrando en este contexto de guerra y de agresión de Putin a un pueblo libre, independiente como es Ucrania, es proteger a nuestros ciudadanos y a nuestras democracias de una gravísima amenaza.
Por eso estoy especialmente contento de que mi visita coincida con la ratificación en el Parlamento de Finlandia de la adhesión a la Alianza Atlántica.
Un camino en el que mi país, España, os ha apoyado, os ha acompañado y que tuvo un importante hito en la cumbre de Madrid del pasado año.
Confío en que pronto culminen los procesos de ratificación y que Finlandia y Suecia puedan convertirse en miembros de pleno derecho antes de la cumbre en Lituania.
Finlandia, como España, participa del apoyo a Ucrania en la defensa de su libertad y de su independencia.
No vamos a descansar en el empeño para encontrar una paz justa, respetuosa con el derecho internacional, que restaure la integridad de un país hoy violentado por parte de Rusia.
Y vamos a seguir al lado del pueblo ucraniano en su camino hacia su integración en la Unión Europea, a la que pertenece, como tuve ocasión de reafirmar ante el presidente Zelenski la semana pasada en Kiev.
En otro orden de cosas, pues he venido a Finlandia a escuchar lo que su gobierno tiene que aportar de cara a nuestra Presidencia del Consejo Europeo y, al igual que España, Finlandia, como ha dicho su primera ministra, pues es un país profundamente europeísta, comprometido en seguir avanzando en este apasionante camino europeo.
Sanna es una de las líderes más activas, más comprometidas en el Consejo Europeo, y Finlandia, uno de los países más participativos y más constructivos en los debates que tenemos en el Consejo Europeo.
Por eso, su contribución resulta esencial para todos nosotros de cara a los diferentes expedientes que vamos a heredar de la Presidencia sueca, muchos de los cuales queremos concluir antes de que finalice la actual legislatura del Parlamento Europeo.
Mi país va a defender, como hemos tenido ocasión de poder hablar antes con la delegación en el tête à tête, una autonomía estratégica abierta muy importante. Más importante que nunca en un momento como el actual, en el que nuestro continente necesita amigos y aliados. Una autonomía estratégica que nos garantice una menor dependencia, más resiliencia en el marco de la defensa, pero que a la vez nos permita diversificar nuestros proyectos energéticos, de semiconductores o de materias primas críticas.
Debemos, además, ganar seguridad en campos tan relevantes para el bienestar de nuestros ciudadanos como es la salud o también la seguridad alimentaria, y progresar con fuerza hacia esa transición verde, esa transformación digital imprescindible para nuestra industria y el empleo en nuestro continente. Y en este campo, el de la transformación digital o de la transición verde, Finlandia es un espejo en el que todos nos miramos y del que todos tenemos mucho, mucho que aprender.
En definitiva, España quiere contar con el apoyo de Finlandia para que la Unión Europea se abra a otros países, en especial con aquellos que compartimos valores, historia, también geografía, y de ahí nuestra voluntad de organizar una cumbre con América Latina y con el Caribe. Una cumbre también con la vecindad del Sur. Y una reunión de la comunidad política europea.
Ambos países vemos también crucial progresar en el pilar social europeo, porque nuestras industrias deben desarrollarse, deben crecer, pero sin olvidar, lógicamente, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, de las personas mayores, de quienes viven en territorios remotos o despoblados. La despoblación es un desafío que tiene Finlandia, pero que también tiene nuestro país, España. Y evidentemente, aquellos derechos que tienen que ver con la mujer, sobre todo cuando hablamos de la violencia machista, violencia de género.
Por tanto, avanzar y progresar todos juntos es un compromiso y una actitud moral que España y Finlandia comparten con absoluta determinación.
La apuesta por la descarbonización de la economía, el desarrollo del mercado interior basado en la igualdad de condiciones, la migración o la necesidad de renovar las reglas fiscales serán otros de los asuntos que España va a abordar en su Presidencia del Consejo.
Y, como ha señalado, la primera ministra Marin en su visita a Madrid el año pasado, pues encaramos estos retos con espíritu de compromiso para acercar posiciones, tender puentes, para evitar una política de bloques, que creo que además ha sido exitosa, primero durante la pandemia y ahora también en la respuesta al desafío de Putin.
En fin, todos los socios europeos tenemos nuestras legítimas preocupaciones y, por tanto, lo que queremos es escucharlas, poder considerarlas a la hora de tomar iniciativas, de adoptar posiciones de modo que redunden en beneficio de los 450 millones de ciudadanos y ciudadanas europeos.
En fin, termino, querida primera ministra, querida Sanna.
Vivimos tiempos difíciles que acarrean grandes responsabilidades. De nuestras decisiones depende en buena medida el futuro y el bienestar de nuestros conciudadanos.
Con ellas vamos a dibujar la Finlandia, la España, la Europa que van a heredar las próximas generaciones y, por tanto, cuento con tu ayuda para contribuir a que ese futuro sea un futuro de paz, de prosperidad y de igualdad.
Gracias.
P.- [Juan Carlos Merino, La Vanguardia] Gracias. Buenos días. Quería preguntarle a la primera ministra y al presidente, si me permiten, ante las noticias que están llegando desde Bajmut, si creen que Rusia está empezando a ganar la guerra. ¿Qué más creen que podría hacer la OTAN y la Unión Europea para impedirlo? Y si me permite, el presidente del Gobierno español. Una cuestión interna respecto a Unidas Podemos que vuelve a amenazar con votar no a la admisión a trámite de la ley, de la reforma de la Ley del solo sí es sí. Apenas quedan unos días para para esta votación. No sé si contempla ya que exista una votación diferenciada entre ambas formaciones y qué puede hacer para evitarlo. Y solamente se me permite, ayer también anunció usted que el Gobierno va a estudiar la legalidad de la decisión de Ferrovial de trasladar su sede a Países Bajos ¿Cree que hay manera legal de frenarlo? ¿Cómo se puede evitar que otras empresas españolas puedan seguir sus pasos? Y si cree que sería posible que esta empresa devolviera las ayudas públicas recibidas como reclama Unidas Podemos también. Muchas gracias.
Presidente-. Muchísimas gracias Juan Carlos por sus preguntas. En relación con evolución de la guerra en Ucrania, continuar las reflexiones que ha hecho la primera ministra. Desde luego, creo que lo más importante es que aceleremos la llegada de material de capacidades militares a Ucrania para que puedan defenderse sobre el terreno.
En eso está el Gobierno finlandés. En eso también está, lo saben ustedes, el Gobierno de España. Y creo que vamos a tener ocasión en las próximas semanas en el Consejo Europeo de formalizar, esperemos llegar a ese acuerdo, esa compra conjunta por parte de los países miembros de munición, de artillería, para que de alguna manera sea mucho más rápida la llegada de ese suministro al Gobierno y a las Fuerzas Armadas ucranianas.
Pero lo que sí que tiene que quedar claro a Putin es que, desde luego, la unidad europea, la unidad de todos los aliados en torno a la OTAN es total, es rotunda, y que por tanto vamos a continuar apoyando a Ucrania hasta que el último soldado ruso abandone este país.
Porque, como bien decía la primera ministra, aquí de lo que estamos hablando es de garantizar un orden internacional basado en reglas.
Y una de las, digamos, principales o de los principales pilares de ese orden internacional basado en reglas, es el respeto a la integridad territorial, en este caso de Ucrania, que está siendo violentada por Rusia, con lo cual creo que estamos todos en la misma línea y vamos a seguir apoyando al presidente Zelenski, a las fuerzas ucranianas y por supuesto también al pueblo ucraniano. No solamente desde el punto de vista militar, sino también desde el punto de vista financiero, desde el punto de vista humanitario, como está haciendo Finlandia o como está haciendo España, lo saben ustedes, con casi 160.000 refugiados ucranianos, ucranianas, pese a la distancia geográfica que separa España de Ucrania.
Sobre las cuestiones más de índole nacional, en relación con la modificación técnica del Código Penal que usted me pregunta, decirle que aquí de lo que estamos hablando es de la toma en consideración. De la toma en consideración. Y creo que hay un sentir mayoritario entre los grupos parlamentarios de que, en efecto, tenemos que tomar en consideración la reforma del Código Penal, no para enmendar políticamente, sino para corregir técnicamente una buena ley, que desgraciadamente está teniendo efectos indeseados.
Pero, en todo caso, desde luego, el compromiso feminista del Gobierno en su conjunto, también de Unidas Podemos, del Partido Socialista, es total y rotundo. Creo que la hoja de servicios que hemos desplegado a lo largo de estos últimos años en la legislatura así lo certifica, desde el punto de vista de la actualización de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, desde el punto de vista de la propia ley del sí es sí, desde la aprobación también de esta nueva ley LGTBI, que nos sitúa de nuevo a la vanguardia a España en la defensa de estos derechos, en este caso al colectivo LGTBI. O todas las medidas que han redundado en beneficio de las mujeres en nuestro país. La subida del salario mínimo interprofesional, las pensiones, una reforma laboral que está garantizando la estabilidad laboral de las mujeres en nuestro país, que ha sido siempre un grupo social que ha sufrido y mucho la precariedad y la inestabilidad laboral, demuestran claramente que este es un gobierno feminista que comparte muchas más cosas de las que nos separan. Y creo que con eso me gustaría quedarme.
Y, en relación con el último asunto, a ver, yo creo que hay dos reflexiones que hacer. La primera es política.
Creo que a lo largo de la crisis financiera hubo una respuesta por parte de otro Gobierno, de corte conservador, que decidió que España compitiera en el mundo a base de precariedad, de reducir los derechos laborales, de reducir también las condiciones salariales de los trabajadores y, lógicamente, de reducir y recortar el Estado de bienestar.
Nosotros no tenemos esa visión de cómo tiene que competir España en el mundo. Nosotros tenemos la visión y el objetivo de que España en el mundo compita como compiten los países escandinavos, como compite Finlandia, como compite Dinamarca, como compiten países con fuertes estados del bienestar que apuestan por la educación pública, por la formación profesional, por la sanidad pública, en definitiva, por todo aquello que nos cohesiona, que cohesiona social y territorialmente a un país.
Nosotros queremos competir en calidad y no en precariedad. ¿Eso qué significa? Eso significa justicia fiscal. Justicia fiscal. Y esa justicia fiscal significa que aquellos que tienen más tienen que contribuir más al erario público, pagando más impuestos.
Y este es el debate que está detrás de lo que está sucediendo con el señor Del Pino. No estamos hablando de, digamos, garantías jurídicas, que las hay, porque en todos los rankings internacionales España, tanto de la OCDE como los más prestigiosos, sitúan a nuestro país como uno de los lugares más seguros para poder invertir. Y ahí están los datos. Hasta noviembre del año pasado ha aumentado más de 20 mil millones de euros la inversión extranjera directa en nuestro país.
Por tanto, desde el punto de vista de la seguridad jurídica, España es uno de los mejores países del mundo para poder invertir y desarrollar la actividad económica. Y no lo digo yo, lo dicen los datos, los datos de los rankings internacionales y también de la propia OCDE.
Aquí estamos hablando de justicia fiscal, de cómo queremos competir en el mundo, qué sociedad queremos construir. Y yo, desde luego, quiero una sociedad donde haya un estado del bienestar fuerte, que para ello lo que necesitamos son recursos públicos y, sobre todo, aquellos que más tienen que más contribuyan.
Por tanto, creo que la patria no es solamente hacer patrimonio, la patria es ser solidario, arrimar el hombro y ayudar, sobre todo cuando tu país lo necesita y sobre todo teniendo en cuenta que, en fin, que estamos hablando de la tercera o cuarta fortuna de España y que, evidentemente, en buena medida esa fortuna se ha hecho gracias a nuestro país, a España y a la contribución de los españoles.
P.- [Pregunta en finés]
Presidente.- Bueno, yo lo primero de todo me veo, espero, si quieren los españoles, durante mucho tiempo como presidente del Gobierno. Vamos a tener elecciones en el mes de diciembre y, desde luego, ese es mi futuro y mi compromiso con los españoles y españolas.
Y en relación con la segunda de las cuestiones, creo que se llegó en Madrid a un muy buen acuerdo entre Suecia, Finlandia y Turquía y yo espero que Turquía cumpla con su compromiso y que permita de una vez por todas, antes de que se celebre la cumbre de la OTAN en Vilnius, en Lituania, pues el que se adhieran, se integren estas dos importantes democracias y que por tanto juntos hagamos de la OTAN un espacio mucho más fuerte que el que en buena medida lo necesitamos. Lo necesitamos todos para disuadir la amenaza real de una autocracia de un líder, en este caso Putin, que claramente está violentando el orden internacional basado en reglas y la seguridad europea y, por tanto, la seguridad global.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)