Quito
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Buenos días, querido Presidente, querido Guillermo, ministros, ministras del Gobierno de Ecuador y también del Gobierno de España, secretario de Estado, embajadora, representantes de la comunidad empresarial ecuatoriana y también española.
Quisiera reiterar algo que ha dicho la ministra de Industria, Comercio, Turismo, Reyes Maroto, la gratitud del Gobierno de España y la mía en particular a las autoridades y al conjunto de la sociedad ecuatoriana por su cariño y la acogida que siempre nos dispensan en esta visita al Ecuador por parte del Gobierno de España. Le comentaba al presidente Lasso que es la primera en 20 años que hace un presidente del Gobierno de España en Ecuador.
Yo creo que es algo que tenemos que romper y tiene que ser mucho más habitual, el intercambio presencial entre ambos gobiernos y en particular entre ambos Presidentes.
Porque evidentemente, como bien se ha dicho antes, nos unen muchos lazos sólidos desde el punto de vista económico, lo hemos visto en las experiencias de distintas empresas españolas, pero también en el vídeo y lo que ha comentado tanto la ministra como los ministros de los distintos Ramos.
Pero yo quisiera también subrayar los lazos afectivos que han fortalecido esa relación, como bien le comentaba antes un representante empresarial español, lo que une España con América Latina y con el Caribe no es solamente una historia o una lengua compartidas, nos une una forma de ver, de entender el mundo y por lo tanto, de vivir en el mundo.
Hoy, cuando América Latina y el Caribe se consolidan como regiones estratégicas y también influyentes, España es más consciente aún, si me permiten de los lazos que nos vinculan y de la importancia que para nuestra proyección internacional tienen las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe.
No se puede entender ni España en Europa sin esa mirada hacia, para y por Latinoamérica. Y además de ser una prioridad estratégica para mi gobierno, para el conjunto de la sociedad española, esa visión debe ser también compartida por el conjunto de los Estados miembros de la Unión Europea como una auténtica apuesta, yo diría, de futuro entre ambas regiones.
Por eso quiero compartir con todos ustedes el que el año próximo, España lo que va a hacer es impulsar, durante la Presidencia pro témpore de la Unión Europea, en el segundo semestre del año 2023, la celebración de una cumbre entre la Unión Europea y la CELAC que no se celebra desde el año 2015, algo que tampoco tiene ninguna explicación, ninguna lógica, cuando estamos hablando de dos regiones, de dos bloques comerciales tan importantes para la economía global y que tienen tantas semejanzas y tantas sinergias que encontrar.
Será, creo que un foro crucial que debe servir para eso, para estrechar lazos, reforzar nuestros valores compartidos, la democracia, el respeto a los Derechos Humanos, el sistema multilateral o un sistema de comercio abierto, inclusivo y con reglas, como aquí se ha dicho por parte del Ministro de Comercio del Ecuador.
Muchos de estos valores y principios, hoy, sí quisiera también decirlo, están en riesgo. Lo he comentado antes, en la reunión previa que he tenido con el Presidente Lasso tras una invasión que lleva ya seis meses produciéndose por parte de una potencia nuclear, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de Rusia a un tercer país, en este caso a Ucrania, poniendo o yo diría quebrando el orden internacional basado en reglas cuyo uno de sus principales artículos es el respeto a la soberanía territorial, a la integridad territorial de los países, en definitiva, al respeto de las fronteras.
Bueno, en fin, no conviene engañarse pensando que se trata de un conflicto meramente europeo.
Evidentemente tiene un impacto a escala global, como estamos viendo y lo están sufriendo las clases medias trabajadoras y también en particular las empresas del Ecuador, de España y del conjunto del planeta. Desde la Unión Europea hemos condenado sin paliativos esta brutal agresión ilegal, injusta, injustificada.
Y queremos trabajar con todas las democracias, incluidas aquellas de Latinoamérica y del Caribe para la unión en esta denuncia y reforzar así un sistema de gobernanza multilateral que es fundamental para el buen desempeño de nuestra sociedad. Es el desarrollo económico ante los desafíos globales que tenemos, singularmente la emergencia climática que sufre nuestro planeta. El único orden multilateral que puede preservar la paz y, en consecuencia, el imperio de la razón sobre la fuerza.
Las consecuencias de esta guerra ilegal son terribles en términos de pérdida de vidas humanas. Lo he dicho muchas otras ocasiones. Ahora mismo hay más desplazados como consecuencia de esta guerra de Putin en Ucrania que el número de desplazados que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial en Francia. Para que nos hagamos una idea de la envergadura del conflicto que está viviendo ahora mismo Ucrania y, en consecuencia, el mundo y en particular Europa.
Pero también impactan en dramáticos movimientos migratorios forzados el incremento de los precios de la energía, la carestía de los alimentos o también la inseguridad alimentaria o una inflación desbocada como estamos sufriendo en el conjunto de la economía global y son particularmente crueles, cuando además el mundo empezaba a superar la crisis del Covid desde el punto de vista sanitario, también desde el punto de vista económico.
Quiero dejar claro algo muy importante, aquí en América Latina y el Caribe, en Ecuador, y es que la principal causa de esta actual crisis alimentaria que está sufriendo el mundo, es el bloqueo que está perpetrando la Federación Rusa en el Mar Negro.
El único objetivo de las sanciones económicas de la Unión Europea es que Rusia tenga que sopesar los costes que la agresión implica para el país y que reconsidere su posición y, por tanto, los avances para reanudar las exportaciones del grano ucraniano serán insuficientes si la Federación Rusa no levanta las medidas de restricción del comercio de alimentos, también de fertilizantes, que ha impuesto en estos últimos meses.
Y quiero además subrayar aquí en el Ecuador y delante del presidente Lasso, el agradecimiento de Europa, y también en particular de España, por haberse posicionado del lado correcto, del lado de la legalidad internacional.
España y Ecuador, querido presidente, comparten la convicción de que es tiempo de acercar posiciones, de buscar soluciones que fortalezcan ese multilateralismo, respetando la legalidad y promoviendo respuestas solidarias y coherentes.
En este encuentro empresarial, queridos empresarios y empresarias, creo que si algo reflejamos es nuestra intención compartida, la de ambos gobiernos, pero yo diría también la del conjunto de la sociedad ecuatoriana y el conjunto de la sociedad española, por profundizar nuestros lazos económicos también comerciales de forma bilateral, que han dado exitosos frutos, pero sin duda con amplio margen de profundización y de ensanchamiento.
Creo que esa cumbre a la cual antes he hecho referencia, la Unión Europea y la CELAC no es la única que vamos a impulsar el próximo año. En el año 2023 vamos a celebrar también una cumbre muy importante desde el punto de vista iberoamericano en Santo Domingo, en la República Dominicana.
Dicho espacio creo que constituye un instrumento idóneo para el conjunto de la comunidad iberoamericana a la hora de dialogar, de coordinar agendas.
Tal y como sabemos, tanto Ecuador como España por nuestra trayectoria de compromiso con este foro y a esos dos hitos, llegaremos con el aval del trabajo cotidiano porque las mejores relaciones se cultivan día a día, caminando codo a codo como países hermanos.
Fíjense en algunos datos que creo que pueden de manera elocuente referir lo que yo estoy ahora mismo expresando. España fue el noveno proveedor y el séptimo cliente del mundo del Ecuador en el año 2021, según datos del Fondo Monetario Internacional.
Entre nuestros socios europeos nos situamos en segunda posición, tanto en exportaciones como en importaciones provenientes del Ecuador.
Las cifras de exportaciones españolas a estos países, a este país, a Ecuador, en 2021 alcanzaron los 497 millones de euros y las importaciones de Ecuador los 637,7 millones de euros.
Y en el ámbito de las inversiones, España es también un actor destacado. Con datos del año 2020 fuimos el segundo inversor en Ecuador únicamente por detrás de un país importante, también desde el punto de vista ecuatoriano, como también global, como es Canadá.
Nuestra posición inversora se cifra en 1.818 millones de euros, según los datos disponibles de ese último año y datos que se traducen en el mejor legado posible, que es el de la creación de empleo equivalente, como hemos visto en el vídeo, a 20.000 empleos directos generados aquí en Ecuador gracias al compromiso inversor de muchas empresas españolas.
La presencia de empresas españolas se ha multiplicado en estos últimos años hasta superar el centenar, como ha dicho antes la ministra Reyes Maroto, con relevancia significativa en múltiples sectores: el textil, el alimentario, la pesca, la ingeniería, la construcción, las telecomunicaciones.
Yo diría algunos que no han sido mencionados pero que son también muy importantes, como la editorial. Antes hacíamos referencia precisamente a ese intercambio educativo de estudiantes ecuatorianos que van a universidades españolas. También la hostelería, turismo, los seguros o, como antes se ha referido, el transporte de los hidrocarburos.
Yo creo que a esta inversión siempre le precede un factor estratégico al que antes se ha hecho referencia de manera, digamos, indirecta, y es el de la confianza, se invierte allí donde se confía y por eso las cifras que acabo de exponer son una viva prueba de esa confianza mutua que tenemos ambos países.
Y ese volumen inversor no solo es un activo empresarial, es también un activo que yo diría de país, que compromete a toda España y que hoy quiero agradecer públicamente en nombre del Gobierno de España, especialmente cuando, y así me consta, se practica desde la responsabilidad social.
Creo que es muy importante ver cómo las empresas españolas, también las empresas ecuatorianas, en definitiva, la comunidad empresarial empieza a incorporar el impacto social como una de las variables fundamentales a la hora de definir sus negocios.
Hemos visto ejemplos, como el de BPD de Aguas de Valencia. Ese camino lo están aprovechando otras compañías, también de implantación mucho más reciente, que buscan nuevas oportunidades de negocio para aportar su experiencia en el desarrollo de infraestructuras o en la modernización de equipamientos.
Me gustaría también, si me permiten, destacar a las que me han acompañado en este viaje, además de los representantes de la CEOE y también, por supuesto, de la Cámara de España, a quienes siempre agradezco su implicación en la tarea de impulsar la internacionalización de nuestras empresas.
Pero empresas que hemos visto en el vídeo como OHLA, presente desde la década de 1990, Airbus España, Llorente y Cuenca, que también nos acompaña; el grupo Educa Unir Hispasat, que también nos acompaña su presidente, el grupo Urbas. En definitiva, muchas empresas españolas que tienen intereses desde hace mucho tiempo en el Ecuador y que además, con su presencia hoy aquí, lo que hacen es reafirmar su compromiso con la economía y con el porvenir ecuatoriano.
Nuestras empresas, querido presidente, han sido ambiciosas y han sido valientes. Han salido al encuentro de los retos de transformación y modernización de su país y buen ejemplo de ello es la importante -yo diría imponente-, me he quedado, la verdad, es que bastante sorprendido cuando he visto las imágenes del metro de Quito y este es un proyecto emblemático para la ciudad, para la capital, que ha tenido una destacada participación de empresas de ingeniería españolas y singularmente de Acciona a la cabeza.
Y en el ámbito de la energía y del impulso a la transición ecológica, que es un desafío global que tenemos que compartir las administraciones públicas y las empresas, evidentemente España también es un referente global, aspiramos a ser un referente global. Y lo es no solamente como país, sino también por convicción, pero también por contar con empresas productoras -punteras, mejor dicho-, en un ámbito expuesto a incertidumbres por un entorno geopolítico tan complejo. Ahí está Solarpack, está también el grupo Cobra. En definitiva, proyectos que aspiramos también a que se desbloqueen y que se puedan poner en marcha más pronto que tarde aquí en el Ecuador.
Quisiera, en todo caso, poner de relieve la voluntad y los esfuerzos del Gobierno ecuatoriano, querido presidente, por procurar un marco adecuado de seguridad jurídica a la inversión extranjera, así como los esfuerzos que está haciendo usted personalmente por resolver los problemas que han podido surgir, que aún persisten con algunas empresas españolas. Y quiero reiterar en este sentido, que cuentan con todo nuestro apoyo para las inversiones bilaterales, que enriquecen a ambos países y, por tanto, tengan el mejor entorno posible y el clima más propicio para la seguridad jurídica.
Y en esa línea, pues como bien ha comentado antes el presidente, el ministro del ramo, es evidente que es importante ese anuncio que han hecho ustedes de que podamos, digamos, cerrar el tratado bilateral de inversiones vigente hasta junio de 2022, antes de que finalice este año.
Quisiera aprovechar también este foro para reconocer el trabajo ingente que hace la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo y la ejecución de proyectos financiados dentro del Programa de Canje de Deuda, que precisamente hemos tenido también algún ejemplo en el vídeo.
Este programa, para que se haga una idea, finalizó en mayo de 2022 con 36 proyectos ejecutados y con 54 millones de dólares invertidos, con una amplia cobertura geográfica, con la financiación de proyectos en 20 de las 24 provincias del Ecuador. Yo creo que este es un caso de éxito en la coordinación interinstitucional de ambos países, especialmente en dos ámbitos en los que ambos gobiernos estamos firmemente comprometidos, como es el de la educación y el de la salud.
Así, creo que los esfuerzos conjuntos por parte de los equipos de los Ministerios de Finanzas, de Relaciones Exteriores de ambos países, han permitido que junto con el apoyo del Ministerio de Sanidad -de Salud Pública, se llama aquí en el Ecuador-, pues la población de la provincia de Manabí cuente con más de 40 centros de salud reconstruidos y equipados, repito, 40 centros de salud reconstruidos y equipados tras el terrible terremoto que asoló esta región en el año 2016, una tragedia aún presente en nuestra en nuestra memoria.
Concluyo, señoras y señores, reconociendo el compromiso de las empresas españolas con el futuro del Ecuador. Esa labor creo que representa un valor crucial para la proyección exterior de España, un país que mira de frente y sin temor a los desafíos que tenemos por delante, que se atreve a innovar allí donde no hace tanto tiempo éramos actores testimoniales, y que exporta conocimiento de sectores que van a marcar el futuro.
Creo que las empresas españolas son las mejores embajadoras de nuestro país, que mira a América Latina y el Caribe sin condescendencia ni tampoco autocomplacencia, y que lo hace, en cambio, con humildad, con compromiso y con buena fe.
Queremos compartir, querido presidente, querido Guillermo, con su país, con el Ecuador, la senda de la prosperidad que forjáis día a día con vuestro trabajo en un continente al que tantos lazos nos unen. Y en esa tarea siempre vais a tener de vuestro lado al Gobierno de España y lógicamente, al conjunto de la comunidad empresarial española y al conjunto de la sociedad española.
Nada más, y muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español))