Intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la inauguración de la 68ª sesión anual de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN

21.11.2022

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Madrid

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Buenos días a todos y a todas, delegados, delegadas, señor Presidente de la Asamblea parlamentaria de la OTAN, Secretario General de la OTAN, señora Presidenta del Congreso, señor Presidente del Senado, queridos miembros de la Asamblea de la OTAN.

Bienvenidos a Madrid, a España.

El 40 aniversario de la entrada de España en la Alianza Atlántica supone una ocasión inmejorable para celebrar esta sesión anual de la Asamblea Parlamentaria aquí en Madrid, en la capital de España.

Tras la cumbre del pasado mes de junio, tal y como ha dicho la presidenta del Congreso de los Diputados y también el presidente del Senado, es un honor acoger ahora a un foro que facilita la comprensión de la agenda euro atlántica, fomentando el control de los poderes legislativos nacionales en el ámbito de la defensa y de la seguridad.

Hace 40 años, España se incorporaba a un grupo de sociedades unidas en base a unos pilares elementales de la democracia, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

A eso nos referimos cuando invocamos precisamente la palabra defensa, porque se trata de defender unos valores esenciales que definen nuestra forma de estar en el mundo, de ver el mundo y cuya proyección es hoy más importante que nunca.

Nos encontramos, señoras y señores, en un momento de una enorme trascendencia para la historia de la Alianza Atlántica. Yo creo que somos todos conscientes de ello. Hay una agresión ilegal e injusta, no provocada por Ucrania, al contrario, provocada por Putin en un ataque directo no solamente a la seguridad y la estabilidad de Europa, sino también a la arquitectura multilateral de seguridad construida durante décadas.

Y ante este desafío ¿qué es lo que debemos hacer? Yo creo que la OTAN ha sabido demostrar la propia necesidad de su existencia.

Recuerdo que cuando estábamos preparando la cumbre de la OTAN del pasado mes de junio, antes de la invasión de Putin en Ucrania, había muchos think tanks que hablaban de cómo revitalizar a la OTAN. Poco menos que había muerto de éxito. Incluso había algunos dirigentes políticos que hablaban de la muerte cerebral de la OTAN.

Bueno, pues yo creo que la OTAN ha sabido demostrar la propia necesidad de su existencia porque ha reaccionado, no solamente con prontitud sino también con determinación, transmitiendo a nuestras sociedades un mensaje de esperanza, de unidad, de cohesión, en defensa de los valores que nos unen, que son los valores que se sintetizan en la democracia.

Y lo ha hecho, además, con inteligencia. Lo hemos hecho con inteligencia. Yo admiro y quiero reconocerlo aquí, el liderazgo de nuestro Secretario General, de Stoltenberg, porque ha sabido dar una respuesta proporcionada, inteligente y moderada, evitando en todo momento, querido Jens, una escalada de consecuencias impredecibles que nadie desea. Desde luego, ninguno de los que estamos aquí presentes lo deseamos.

España, Europa, todas las democracias aquí representadas en esta Asamblea, somos amantes de la paz y de la defensa de un orden internacional basado en reglas, como bien ha dicho el presidente de la Asamblea.

Por eso hoy, de nuevo aquí en Madrid, sería bueno que entre todos lanzáramos un mensaje rotundo a Vladimir Putin de que deje en paz a Ucrania, que respete su integridad territorial, su soberanía nacional y su capacidad para elegir libremente sobre su futuro.

Y hasta que eso ocurra, señoras y señores, todos vamos a seguir unidos y unidas junto a Ucrania y en su lucha por la libertad.

Señoras y señores, es absolutamente evidente que la Alianza se ha fortalecido en estos meses frente a los cálculos desatinados de Putin. Hay dos elementos que me gustaría compartir con todos ustedes que así lo demuestran.

El primero ¿cuál es?: El concepto estratégico de Madrid, que supone un punto de inflexión en la definición del marco geopolítico que conocíamos hasta ahora y los cambios trascendentales en la actitud de numerosos aliados y sus socios entre los que quiero destacar las solicitudes de adhesión de Finlandia y de Suecia.

La respuesta de España ha sido un apoyo rotundo a Ucrania, a su acción global.

Nueve meses después del inicio de la guerra es cada vez más evidente el fracaso de los objetivos iniciales del Kremlin. También el altísimo coste que las acciones de Putin tienen para su propio pueblo ruso.

Yo en muchas ocasiones lo digo, esta no es, digamos, una posición de la OTAN contra el pueblo ruso, sino contra la autocracia que lidera Vladimir Putin, que sufre además ese pueblo ruso las consecuencias no solamente de esta guerra ilegal e injustificada, sino también las consecuencias del aislamiento internacional y de la opresión interna a la que le somete su líder.

Pero, por encima de todo, nuestra atención está volcada con las víctimas directas de una guerra absurda que sigue demostrando su crueldad día a día.

Quiero aprovechar esta ocasión que se me ofrece para agradecer a las naciones que componen la Alianza Atlántica y a la sociedad española en particular, si me lo permiten, como presidente, por su compromiso absoluto con Ucrania.

Como presidente del Gobierno de España, señoras y señores, ha sido un orgullo comprobar la forma en la que hombres y mujeres de mi país han comprendido que la causa de Ucrania es la suya propia.

En primer lugar, hemos realizado un apoyo sustancial en el plano militar, respaldando el derecho legítimo de Ucrania a defender su independencia y su integridad territorial. Ante la gravedad y la violación de la agresión rusa, ni la pasividad, como antes se ha dicho, es una opción, ni podemos confundir la contención con la inacción.

Por eso estamos contribuyendo desde España con casi 270 millones de euros al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para el envío de material militar en el marco de la Unión Europea.

Hemos donado sistemas de misiles antiaéreos, generadores y vehículos de distintas configuraciones. Hemos y vamos a seguir trabajando en la entrega de material para la defensa legítima de Ucrania.

También estamos formando personal militar, ucraniano me refiero, en los sistemas entregados y vamos a participar en la misión de adiestramiento de la Unión Europea, configurando un centro de adiestramiento en una capital muy cerca de aquí, de la capital de España, que por cierto, les recomiendo visitar por toda su historia y toda su belleza que es Toledo y que esperamos que comience a funcionar a finales de este mes.

Y además mi país ha incrementado su presencia militar en Letonia, como tuve ocasión de visitar con el secretario General, Stoltenberg, que ya asciende a más de 600 efectivos, y participamos activamente en los despliegues navales y aéreos de la Alianza para reforzar su capacidad de disuasión ante Putin.

En segundo lugar, el frente humanitario. España ha destinado a Ucrania el mayor paquete de ayudas jamás asumido por un país, por mi país me refiero, hacia solo un país por valor de 38 millones de euros. Y hemos acogido a más de 135.000 ucranianos y ucranianas en régimen de protección temporal, con unos 35.000 menores escolarizados.

He tenido ocasión, por cierto, señoras y señores, a lo largo de estos meses de poder reunirme con muchos de estos refugiados y refugiadas. La mayor parte de ellos son mujeres, son niños y niñas, y tengo que darles la garantía de que les estamos acogiendo y tienen los derechos y las libertades que tendría cualquier ciudadano español.

Eso es también lo que diferencia a las democracias, como la democracia española de las autocracias, como la autocracia rusa.

Unas cifras que, pese a la lejanía geográfica que tiene España con Ucrania, como bien recordaba antes la presidenta Batet, reflejan algo muy importante que me gustaría compartir con todos ustedes y es la solidaridad de la sociedad española, volcada con el pueblo ucraniano a través de las ONG's, de las empresas, de las administraciones públicas, y que no olvida su pasado y que, en consecuencia, lo que hace es extenderlo a aquellos que hoy, en pleno siglo XXI, sufren las dramáticas consecuencias de un conflicto bélico.

Esta solidaridad va unida a tres valores a los que nunca vamos a renunciar. Y es, alguno de ellos lo ha dicho el presidente de la Asamblea, la Justicia, no pueden quedar impunes los crímenes de guerra, la memoria y la verdad.

Por eso, hace pocas semanas llegó a Ucrania el equipo que preparará el despliegue de las unidades de Policía española en apoyo a las autoridades ucranianas en la investigación de posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Y, por supuesto, vamos a mirar hacia el futuro, participando ya en los esfuerzos internacionales para sentar las bases hacia la reconstrucción de Ucrania.

Así, en la conferencia de Lugano, el pasado mes de julio, España anunció 250 millones de euros en aportaciones.

Por último, y en tercer lugar, señoras y señores, somos muy conscientes de que hay víctimas de esta guerra mucho más allá de las fronteras de Ucrania. Sabemos que mientras dure el conflicto, el mundo entero seguirá viviendo bajo la amenaza y la incertidumbre. Lo pudimos ver hace escasos días en la cumbre que se celebró del G20 en Bali.

Y en ese escenario, desde el Ejecutivo de España creemos que solamente hay una vía y es actuar para proteger. Lo estamos haciendo con nuestros ciudadanos, desplegando un escudo social sin precedentes, dotado con más de 35 mil millones de euros para hacer frente a las consecuencias de la crisis energética y del alza del precio del coste de la vida. Lo hacemos con nuestros socios europeos liderando políticas energéticas y reformas estructurales que nos hagan menos dependientes de las energías fósiles y, por lo tanto, mucho más resilientes ante el chantaje de Putin energético hacia Europa. Y lo hacemos, lógicamente, en el marco multilateral, impulsando iniciativas para luchar contra la crisis alimentaria provocada por Putin.

Celebramos, en ese sentido, que se haya alcanzado un acuerdo para extender la iniciativa de grano del Mar Negro. Y quisiera felicitar al Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, por el papel que ha desempeñado tanto él como su organización en este frente tan decisivo.

Pero es evidente que tenemos que dar muchos más pasos. Por eso, en las últimas reuniones de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Unión Europea, España, también Estados Unidos y la Unión Africana, copatrocinamos una cumbre sobre seguridad alimentaria, comprometiéndonos a movilizar más de 230 millones de euros en esta área.

Y por eso, en la cumbre del G20 celebrada hace pocos días en Bali, reafirmamos la necesidad de mejorar el acceso a la financiación internacional de los países menos desarrollados para así hacer frente a los problemas de deuda que evidentemente están ya sufriendo algunos de estos países.

Señoras y señores, es sin duda un momento para hacer una apuesta decisiva por el multilateralismo y por el orden global basado en reglas. Ese es precisamente el espíritu de la declaración consensuada que conseguimos alcanzar en Bali. Un compromiso con la Carta de las Naciones Unidas, un compromiso con el Derecho internacional, presidente, que incluía el rechazo unánime a la amenaza y al posible uso de armas nucleares suscrito hasta incluso por la propia Federación Rusa.

Pese a ello, Vladimir Putin procedió ese mismo día a desplegar el mayor ataque contra infraestructuras civiles y también críticas y contra ciudades ucranianas desde el inicio de la guerra, un nuevo paso en su siniestra voluntad de destruir a Ucrania y causar más muertes de víctimas inocentes.

Asistimos, en consecuencia, señoras y señores, a la cara más cruel de la huida hacia delante en la que está sumido el actual presidente ruso. Pero sabemos que Ucrania resistirá. Sabemos que el orden mundial prevalecerá y sabemos cuáles son las vías para conseguirlo: la de la firmeza ante la sinrazón, la de la respuesta justa frente a la provocación, y la de la unidad.

Así, creo que lo hemos demostrado la semana pasada, tras el impacto accidental de un misil en suelo polaco que costó la vida de dos polacos. Así lo estamos demostrando desde el inicio de esta crisis provocada por esta guerra de Putin en Ucrania. Y así lo vamos a seguir demostrando hasta el final de la misma, con la misma firmeza, con la misma unidad y, si me permiten, también con la misma templanza. Y con la certeza, querido presidente, querido Secretario General, de estar haciendo lo que debemos hacer para conseguir cuanto antes aquello que todos deseamos y sobre todo nuestras sociedades, y es el restablecimiento de la paz del orden internacional y de la libertad.

Muchas gracias, señor presidente. Bienvenidos a Madrid. Bienvenidos a España.


(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)