Badajoz
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Señor, majestad; Guillermo, presidente; ministra; presidenta de la Asamblea de Extremadura; delegada del Gobierno; alcalde de Cáceres; alcalde de Mérida; alcalde de Badajoz; autoridades; señoras y señores.
Quisiera empezar también por donde ha terminado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo: expresar mi preocupación por los incendios que están teniendo lugar en Extremadura y en otras partes de nuestro país. Esta mañana he tenido la oportunidad de visitar Casas de Miravete para hacer un seguimiento de los trabajos de extinción y de la situación en la que se encuentran muchos de los vecinos y vecinas afectados.
Son incendios que, por las condiciones climatológicas, se han propagado de forma muy violenta y de los que estamos muy pendientes, muy volcados desde el Gobierno de España. Hoy lo ha dicho el presidente de la Junta de Extremadura, a los vecinos y vecinas evacuados quisiera enviarles toda la solidaridad del Gobierno de España, nuestro compromiso. Sé que muchos están ya regresando a sus casas, o al menos así ha sido anunciado por parte del presidente de la Junta. Y todos van a tener nuestra ayuda y nuestro apoyo y confiamos, en definitiva, en que los efectivos desplegados puedan sofocar cuanto antes las llamas.
Son tiempos, señoras y señores, de riesgos muy extremos por las altísimas temperaturas que estamos atravesando en todo el país, también en el conjunto de Europa. Y le pido a los vecinos y vecinas que viven en zonas cercanas a los fuegos, que extremen las precauciones.
Todos los que nos hemos reunido hoy aquí somos muy conscientes de que asistimos a una inauguración muy importante, lo han dicho antes el presidente y la ministra, una inauguración muy especial, pero creo que sin duda alguna es importante primero trasladar esa solidaridad, esas condolencias, y también ante estas máximas temperaturas, la máxima precaución por parte de los vecinos y vecinas de las zonas afectadas.
Señoras y señores, hace menos de tres años, en pleno siglo XXI, los extremeños extremeñas, como bien decía antes el presidente, contaban con una infraestructura ferroviaria de 1890, de 1890: traviesas de madera, limitaciones de velocidad que impedían circular a más de 50 kilómetros por hora, tramos donde el control del tráfico se realizaba por teléfono y trenes poco fiables que provocaban que los incendios se hubieran convertido en una rutina.
Aquel tramo entre Llerena y Usagre, uno de los primeros que se desmanteló y renovó, fue mucho más que un símbolo del abandono que sufría esta región en infraestructuras ferroviarias. Era simple y llanamente un motivo de bochorno y de escándalo.
Por eso mismo, lo más importante de esta inauguración, a mi juicio, no es la novedad que suponen estos primeros -y subrayo lo de primeros- 150 kilómetros de alta velocidad en Extremadura, sino el hecho de que se trate del inicio de un camino para el que no hay vuelta atrás, como ha dicho antes la ministra.
Ese es el sentido que quiero dar a mis primeras palabras, el de más firme compromiso del Gobierno de España y el mío propio de que este es solo el principio de que se acabaron de una vez por todas los retrasos injustificados, injustificables, las falsas promesas deliberadas y los eufemismos para hablar de la situación del tren en Extremadura.
Porque somos absolutamente conscientes de cuál es la realidad. Y es una realidad que ni podemos, ni queremos, ni vamos a permitir que se sigan prolongando en el tiempo desde la inacción. Por eso, desde el Gobierno de España comprendemos, asumimos las enormes carencias que afectan al ferrocarril extremeño, y esta inauguración no es una forma de disfrazarlas, sino de reconocerlas; es nuestra manera de transmitir a la sociedad extremeña, y por tanto, al conjunto de la sociedad española, que no hemos parado y no vamos a parar hasta que Extremadura disfrute del mismo servicio de tren que tanto merece y tanto necesita.
Hoy damos un paso más. Un paso -me habían escrito aquí pequeño-, pero no es pequeño, no es menor, es importante, no es suficiente, pero es un paso importante en relación con todo lo que queda por hacer. Pero un paso importante en relación con lo que se había hecho hasta ahora.
Hay que poner las cosas también, sin duda alguna, en perspectiva. Hoy recorremos por fin esta línea de alta velocidad, en la que hemos invertido, como bien decía antes la ministra, más de 1.500.000.000 de euros. Hoy ponemos en servicio este primer hito de la alta velocidad a Extremadura, que se va a traducir en muchas cosas, pero en primer lugar, en una reducción en tiempos de viaje, cerca de media hora entre Madrid y Cáceres, y más de 50 minutos entre Madrid y Badajoz.
Un avance, en consecuencia, posible gracias a las nuevas vías, a la mayor seguridad, a la fiabilidad que van a proporcionar las nuevas instalaciones de señalización y de control de tráfico y a los nuevos trenes que circularán por estas vías.
Nuevos trenes que ofrecen también nuevos servicios, para mejorar el ferrocarril extremeño y para potenciar su uso. Ese es el objetivo que perseguimos también con las bonificaciones al transporte de cercanías y también de media distancia, que van a entrar en vigor el próximo 1 de septiembre.
Medidas con las que se beneficia a Extremadura, su ferrocarril, pero, sobre todo, los verdaderos protagonistas de las políticas públicas, que son, en este caso, los extremeños y extremeñas.
Durante la vigencia de todas las bonificaciones, todas y todos los usuarios extremeños podrán circular de forma gratuita hasta finalizar el año 2022 y también será gratis un 30% de las plazas de los nuevos servicios diarios de Alvia e Intercity.
Insisto, la inauguración de hoy es un primer paso muy importante. Toda esta obra se ha realizado desde una perspectiva de futuro, como decía antes el presidente de la Junta, con herramientas para garantizar gradualmente la consecución del objetivo final: que el AVE recorra tierras extremeñas en el menor plazo de tiempo posible, vertebrando la región y conectándola por tren de forma digna y ambiciosa con el resto de la Península Ibérica.
Por eso la línea cuenta con traviesa polivalente, que va a permitir en su momento el paso del ancho convencional de esta primera fase a una doble vía completa en ancho estándar. Es algo que hemos ido comentando precisamente cuando veníamos aquí con el presidente de la Junta, Su Majestad y el resto de pasajeros. Y vamos a continuar trabajando para poner en servicio la electrificación de todo el tramo en el año 2023, que va a ser imprescindible para sacar todo el partido a esta primera línea extremeña de alta velocidad.
Esta plataforma va a posibilitar muchas cosas, pero algo que ha dicho el presidente Fernández Vara y a mí me parece fundamental: posibilitar el tráfico mixto de viajeros y de mercancías. Siempre ha sido una de las asignaturas pendientes del ferrocarril en nuestro país, el que fuera mixta y no solamente de mercancías o de pasajeros, hacerlo mixto.
Todo ello con el objetivo de facilitar este proceso de transformación y algo que ha comentado antes el presidente, y que yo desde luego no puedo sino aplaudir, y es la reindustrialización de nuestro país y, en particular, de aquellos territorios que, lógicamente, durante estas últimas décadas se ha visto preterido de ese progreso por revoluciones industriales que tenían que ver con otras fuentes de energía y no con la que tienen aquí en Extremadura, que es, lógicamente, la energía renovable.
Hemos venido, como bien recordaba antes el presidente Fernández Vara, de Navalmoral de la Mata, donde esta mañana hemos hecho realidad un sueño o hemos empezado a hacerlo realidad. Estuvimos visitando el lugar donde se va a emplazar la futura gigafactoría de baterías de litio de una importante empresa extranjera. Un proyecto con una inversión estimada, para que nos hagamos una idea, de 2.500 millones de euros, que va a poder crear 2.000 empleos directos, empleos verdes, y hasta 12.000 empleos indirectos.
Pues bien, una de las claves de este emplazamiento, como ha dicho el presidente Fernández Vara, de más de 200 hectáreas, es precisamente localizar y conectar al ferrocarril con Navalmoral de la Mata.
Yo creo que la gigafactoría de Navalmoral, el próximo Centro Nacional de Investigación de Almacenamiento de Energía de Cáceres -que precisamente también hemos tenido ocasión al menos de pasar rápidamente- o la fábrica de celdas de batería de Badajoz -la primera en el sur de Europa- son ejemplos más que evidentes, no solamente de la apuesta de las administraciones públicas y sin duda alguna, del Gobierno de España con Extremadura, sino del inmenso potencial que tiene la sociedad extremeña entre manos.
Esta vez Extremadura sí va a subirse al tren del progreso y del futuro y lo va a hacer a la cabeza y no en el furgón de cola.
Lo hará también gracias al desarrollo de esta línea de alta velocidad, porque además forma parte, yo diría crucial, de un instrumento decisivo de desarrollo ibérico y europeo, que ha comentado también el presidente, y es precisamente el Corredor Atlántico y su conexión con el Corredor Mediterráneo.
Hace pocos días, el Ministerio de Transportes Movilidad Urbana, junto con otras administraciones públicas y empresas privadas, logró 234 millones de euros en ayudas del mecanismo Conectar Europa. Y de esos recursos, de esos 234 millones de euros, 145 millones de euros son precisamente para el Corredor Ferroviario Atlántico.
¿Y esto qué va a significar? Bueno, pues va a significar un importante impulso a proyectos transformadores, como la conexión férrea entre Badajoz y el puerto luso de Sines, donde se está creando un gran polo de desarrollo logístico, comunicativo y de producción de hidrógeno verde.
De nuevo, hoy, Portugal y España, los hermanos de la Península Ibérica, somos socios, somos aliados. Queremos que el ferrocarril, tanto de viajeros como de mercancías, contribuya de forma decisiva a intensificar esta colaboración que tan provechosa está siendo para nuestras sociedades ibéricas.
Por todo ello, en definitiva, estamos celebrando, con esta inauguración, eso: oportunidades, empleo, cohesión territorial, reindustrialización, conectividad, sostenibilidad. En definitiva, palabras que van a garantizar el presente y el futuro de Extremadura y también de toda España.
Muchísimas gracias, Señor. Muchísimas gracias, señoras y señores.