Intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la presentación del primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, que dicta la XVI Lección Conmemorativa de la Fundación Carlos de Amberes, en el auditorio del Museo Nacional del Prado

30.3.2022

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Madrid

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Buenas tardes.

Me van a permitir que hable en inglés, que me dirija también a todos ustedes en el idioma común que compartimos con el Primer Ministro Rutte.

Es un placer y un honor presentar al Primer Ministro de los Países Bajos, mi amigo Mark Rutte, que va a dar la 16.ª charla conmemorativa de la Fundación Carlos de Amberes en unos minutos.

Esta fundación es una institución de gran prestigio que ha servido más de cuatro siglos como vínculo entre España y el norte de Europa, sobre todo con Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, con quienes nos une un pasado, un presente dinámico y un futuro ilusionante.

Por el futuro, el nombre de la charla es la respuesta europea para una realidad nueva. Una realidad nueva que, como nos ha dicho Javier, no esperábamos.

Acabamos de salir de una pandemia, tan dura e inesperada como ha sido la de la Covid 19, y ya estamos viviendo un escenario nuevo, inimaginable, de nuestras vidas: la guerra en Europa.

Una guerra que está destruyendo vidas, sueños y proyectos de personas como nosotros y nosotras.

Para quienes creemos en la democracia y en el orden internacional y el Estado de Derecho, esta guerra está cuestionando dos pilares claves que quiero compartir hoy.

En primer lugar, cuestiona la arquitectura de seguridad que Europa se ha ido dotando durante los últimos años de la guerra, tras la guerra mundial, con el Pacto de Helsinki y tras el final de la guerra, Segunda Guerra Mundial.

Lo que Putin ha hecho con esta guerra es intentar cuestionar nuestros valores, la idea de que exista una sociedad abierta y democrática.

No debemos resignarnos a un mundo que de nuevo está atado. Un mundo en el que están amenazadas nuestras libertades y en el que nuestro estilo de vida está cuestionado y en peligro.

Por esta razón, mi querido amigo, querido Mark, tus reflexiones eran de gran interés, habida cuenta tu gran, larga y dilatada experiencia política en tu país y en nuestro continente.

Te conozco desde hace varios años y hemos tenido muchas oportunidades de hablar, de escucharte y de presenciar tu trabajo y tus acciones.

Quiero compartir con nuestros amigos y amigas algo que me resulta especialmente importante: Cuando Marc Rutte habla en el Consejo Europeo prestamos atención a lo que dice debido a su conocimiento, a su autoridad, debido a su experiencia y debido también a su enfoque siempre constructivo. A veces un poco duro, eh? Pero, bueno.

Los Países Bajos es un país miembro fundador de la Unión Europea a la que España se unió hace 36 años. Son dos Estados miembros muy comprometidos; de los más comprometidos al ideal europeo. Definimos nuestra posición por el interés de nuestra ciudadanía, pero a la vez también, vemos la Unión Europea como esperanza.

Ante la mayor pandemia del último siglo, lo hicimos con una compra conjunta de vacunas que se convirtió en uno de los principales éxitos del proyecto europeo y conseguimos, como Unión, protegernos contra el virus de forma conjunta con vacunas rápidas a precios adecuados, sin dejar a nadie atrás.

Y, en segundo lugar, con el principal mecanismo de solidaridad de la Unión Europea: los fondos de próxima generación, dotados de 750 mil millones de euros. Esta iniciativa no solo promueve la recuperación de nuestras economías, sino que también les va a proporcionar un empuje clave para una organización y transformación, acelerando así la transformación verde y digital.

El Primer Ministro Rutte también estuvo presente en esas negociaciones, en las que defendió el interés de su país, pero sin perder de vista el interés general de la Unión Europea. Él comprendió que Europa necesitaba dar una respuesta común a este desafío en que la Unión Europea, o todos ganamos o todos perdemos.

Y esto es exactamente lo que estamos haciendo en nuestra respuesta a la guerra planteada por Putin. Durante las últimas semanas, nuestro principal activo ha sido nuestra unidad. Hemos visto esta unidad en las sanciones aprobadas con cuatro paquetes de una dimensión sin precedentes y que creo que Putin ha infravalorado nuestra capacidad de hacer un frente común.

Pero sabemos que defender nuestros valores y expresar nuestra solidaridad con Ucrania vienen con un coste, como vemos ahora, con los precios de la energía.

Por eso, la unidad será esencial en nuestra respuesta para afrontar las consecuencias económicas de la guerra, porque tendremos que imaginar nuevas respuestas y tendremos que afrontar un entorno y contexto nuevo. Pero en cualquiera de los casos, hemos de recordar que la Unión Europea es más fuerte a raíz de cada desafío que afronta.

Estoy convencido de que la respuesta europea a la pandemia y a la guerra también nos servirá para reestructurar estereotipos, así como ideas preconcebidas, como la idea en virtud de la cual los países del norte y del sur de Europa tienen visiones antagonistas de la vida y sobre qué Unión Europea vamos a preferir

Bueno, pues no queremos una Unión Europea de bloques antagonistas, porque no lo somos. España y los Países Bajos han compartido sin duda una postura común en temas comunes, cuestionando estas ideas preconcebidas.

Por ejemplo, nuestros dos países siguen apoyando el mercado europeo más profundo. Ambos países han liderado la autonomía estratégica de nuestro continente que significa que podemos garantizar nuestra propia seguridad y defensa, que es el motivo por el que acabamos de apoyar la Brújula Estratégica del último Consejo Europeo.

Pero autonomía también significa que tenemos que reducir nuestra dependencia energética y de materias primas críticas, semiconductores e inteligencia artificial, o en dos cuestiones fundamentales como la salud y los alimentos.

Se trata de ejemplos de puntos de cooperación que rompen los prejuicios, y ejemplos que muestran cómo en tiempos cambiantes, como en los que estamos, tenemos que mostrar flexibilidad que es, al fin y al cabo, lo que estamos haciendo ahora en distintos campos. Estamos trabajando para tener una gobernanza fiscal renovada, buscamos un nuevo marco, un nuevo mapa mundial para la unión bancaria y también estamos debatiendo en temas tan importantes como la migración y el cambio climático.

Estoy seguro de que es el espíritu de cooperación y solidaridad que prevalecerá.

Por tanto, señoras y señores, después de estos casi cuatro años, durante los que he estado participando en debates como mi querido amigo Marc Rutte, estoy seguro de una cosa, y es que debido a su peso político, debido al peso de su país, a su pragmatismo y su postura pro europea incuestionable, así como debido a nuestro propio peso y nuestras convicciones europeas, sé que sí España y Países Bajos pueden llegar a un acuerdo sobre ciertas cuestiones, la Unión Europea, en su totalidad estará más cerca de llegar a un acuerdo sobre dicho tema.

Por eso, querido amigo, debemos utilizar esta sala hoy para entendernos.

Debemos perseverar en la promoción de lo que nos une, trabajar juntos para Europa y su ciudadanía.

Gracias por estar en Madrid hoy, Marc.

Gracias a todos y a todas.

Tienes la palabra.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en inglés)