Madrid
Respuesta del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la pregunta formulada por la diputada Cuca Gamarra del Grupo Parlamentario Popular.
Sra. Gamarra: Gracias, Presidenta. Señor Sánchez, hoy vuelve a ocupar el escaño de Presidente del Gobierno tras cesar ayer a la directora del CNI, quedando claro que aquí gobiernan los independentistas.
Caía y rodaba la cabeza de quien ha demostrado tener una hoja de servicios intachable, y a solo mes y medio de la celebración en España de la cumbre de la OTAN. Pero sus socios le pedían un chivo expiatorio. Y usted acata dócilmente
El mensaje enviado con el cese en el CNI es un aviso a navegantes. Quien cumpla con su deber será cesado. Pero quien mienta y manipule en beneficio del Gobierno, será premiado. ¿Cree que es importante reforzar las instituciones del Estado? Porque usted no hace más que deteriorarlas.
Presidente: Muchas gracias, señora Presidenta. Señoría, es evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno de España.
Y lo que ha hecho el Gobierno de España ha sido, lo que hemos hecho siempre. Cumplir con la ley, poner en conocimiento de la justicia estos hechos delictivos y actuar con absoluta transparencia ante la opinión pública.
Ayer, efectivamente, se produce (…) de la directora del CNI y yo quiero aprovechar para reconocer su trabajo, y también el reconocer el trabajo de los 3.000 funcionarios y funcionarias de Centro Nacional de Inteligencia.
Pero en todo caso, señorías, en todo caso, les diré que, con este Gobierno, ni los fondos públicos, ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ni tampoco los servicios de inteligencia, se van a utilizar para tapar hechos delictivos, ni tampoco para perseguir a adversarios políticos fuera de la ley.
Sra. Gamarra: Señor Sánchez, ¿quién firma la directiva de inteligencia que marca los objetivos bajo los cuales actúa el CNI? Usted. ¿A quién informa siguiendo la ley del CNI? A usted.
Luego el Gobierno, a diferencia de lo que ha dicho, sí que lo sabía, porque lo tenía que saber.
Pero resulta que lo que hemos conocido es que usted negociaba la gobernabilidad con aquellos a los que el Estado tenía que investigar. Y esto no ocurre en ninguna democracia del mundo. ¿Por qué? Porque es la degradación absoluta de la política, que es lo que usted representa.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué los independentistas quieren a Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España? Porque con usted son más fuertes. Puigdemont, Junqueras, Otegi no quiere a Alberto Núñez Feijóo. Le quieren a usted.
Sus socios políticos, no se equivoque, no le eligen por su valía. Le quieren por su debilidad. Porque el éxito del proyecto político de Esquerra y de Bildu pasa necesariamente por un Presidente, y ese es usted, que esté dispuesto a socavar desde dentro las instituciones del Estado de Derecho. Y usted responde a sus expectativas.
Cuando salga de la Moncloa, que está cerca, no solo dejará una grave crisis económica, a lo que ya estamos acostumbrados cuando gobierna el Partido Socialista, dejará también una dura y difícil crisis institucional, que será más difícil de revertir.
Pero en el Partido Popular somos perfectamente conscientes de lo que vamos a encontrar, y estamos preparados para gobernar.
Presidente: Muchas gracias, señora Presidenta. Señoría, mire, dentro de muy poco se van a cumplir cuatro años desde la moción de censura.
Entonces, ¿qué país nos encontramos? Nos encontramos un país en donde en Cataluña se había aprobado una declaración unilateral de independencia. Había un gobierno con un partido condenado por corrupción. Con una Secretaria General del Partido Popular y ministra de Defensa que destruía a martillazos las pruebas de la Justicia.
Se creó una estructura para-policial para seguir a adversarios políticos de manera irregular. Sí, señoría. Y España en Europa contaba como un cero a la izquierda.
La situación hoy, señoría, no es perfecta. La situación hoy no es perfecta. Pero reconozcamos que hoy se cumple la Constitución en todo el territorio de España, que los mangantes no están en el Gobierno, como sí ocurría cuando ustedes estaban en el Gobierno.
Señoría, y que España, y que España, y que España hoy defiende sus intereses en la Unión Europea. Se hace valer y tiene influencia.
Imagínese, señoría, si además de todo eso, si además de todo eso, contáramos con el principal partido de la oposición ayudando al Gobierno de España en la respuesta a la pandemia o también a las consecuencias económicas de la guerra, o ayudando al Gobierno de España ante las instituciones comunitarias.
Bueno, la verdad es que soy bastante ingenuo, porque entonces estaríamos hablando de una derecha moderna y europeísta, y no la desgracia de derecha que sufre la democracia española.
Respuesta del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la pregunta formulada por el diputado Néstor Rego Candamil del grupo parlamentario Plural.
Sr. Rego: Gracias señora Presidenta. Señor Presidente ¿Es usted consciente de que su gobierno está promoviendo un modelo de producción eléctrica insostenible y de gran impacto social y ambiental?
Presidente: Muchas gracias señora Presidenta. A pesar de las dificultades, tengo que decirle señoría, que este gobierno ha sacado adelante un marco de energía y clima compuesto en primer lugar por la primera ley en la democracia sobre cambio climático, el Plan Nacional de Energía y Clima y la estrategia de transición justa de ese modelo energético que no solamente está aportando herramientas para cumplir con esos objetivos climáticos, sino que también lo estamos haciendo con el equilibrio territorial y creando empleo.
En todo caso, tengo que decirle, señoría, que desde el punto de vista del Gobierno de España, la calificación que ha obtenido por parte de las instituciones comunitarias es de las más sobresalientes y por lo tanto estamos, creo que desplegando una razonable estrategia de transición energética.
Sr. Regó: Ya sabemos y acabamos de comprobarlo otra vez que ustedes se incorporaron con entusiasmo a su discurso conceptos como transición energética, transición ecológica pero ni esto ni el apoyo a las energías renovables implica por sí solo realmente garantizar políticas de desarrollo sostenible.
Su gobierno está promoviendo un modelo en el que, de nuevo, como en el franquismo, Galicia será especializada en la producción de energía eléctrica a gran escala y en buena medida para el resto del Estado español, porque ya hoy el 33% de la electricidad producida en nuestro país va a fuera. Un modelo depredador que carece de planificación previa y que se basa en barra libre para las empresas que eligen donde instalarse y ello lleva a que en este momento tengamos que hacer frente a más de 200 proyectos de macro parques eólicos de gran impacto, que afectan no solo a zonas de alto valor ambiental, sino a tierras agrícolas, a nuestro patrimonio, a cursos de agua, a nuestros mejores caladeros, con un gran perjuicio para actividades económicas fundamentales en Galicia, como la pesca, la agricultura o la ganadería.
Por cierto, espero que cumplan el compromiso en relación con el Decreto seis 2022 de recuperar la participación pública en la tramitación de parques y revisar la zonificación y que no quede entre uno más de sus muchos compromisos incumplidos.
Un modelo, en definitiva insostenible, porque al impacto de los aerogeneradores hay que sumar la línea de evacuación de alta tensión, el transporte a 600 kilómetros y la pérdida de energía que en él se produce.
Y todo esto podría ser evitado con un modelo de generación distribuida sobre la base de la producción a menor escala, con retorno social, sin impacto ambiental y próximo a los centros de consumo.
Pero además, los gallegos y gallegas no nos beneficiamos de esa condición de país productor sedentario de energía eléctrica. Por eso el BNG reclama una vez más una tarifa eléctrica gallega porque es de justicia que si soportamos los impactos sociales y ambientales podamos compensarlos en alguna medida con una tarifa propia más baja, como por cierto sucede en zonas productoras de otros estados europeos.
Una tarifa gallega que no sólo beneficiaría a los ciudadanos y ciudadanas, sino también a las empresas y al desarrollo económico de nuestro país.
Presidente: Vamos a ver aquí hay dos cosas que tenemos que tener bien claras. La primera, el Gobierno de España está comprometido con la adaptación y la mitigación a los efectos del cambio climático. Y en segundo lugar, es evidente que la guerra en Ucrania ha planteado la necesidad, la exigencia de que el continente europeo gane en autonomía energética. Y en eso está el Gobierno de España. Lo está haciendo, señorías, con algunas de las cuestiones que usted injustamente está criticando al Gobierno.
En primer lugar, estamos haciendo un despliegue rápido de las energías renovables que necesariamente tiene que ser ordenado, compatible con el territorio, como lo he dicho en mi primera intervención y con la sociedad y con la máxima exigencia de evaluación ambiental de esos proyectos.
En nuestras prioridades, señorías, no sé por qué lo critica está también el autoconsumo al que hemos destinado 900 millones de euros. Hemos eliminado el impuesto al sol que puso precisamente la administración anterior, la promoción de comunidades energéticas con 100 millones de euros a los que añadimos 220 millones de euros para el almacenamiento a gran escala y baterías en hogares y más de 200 millones de euros para la climatización renovable.
Y señoría, también tengo que decirle que, por ejemplo, en todas las subastas que estamos planteando de energías renovables, las empresas que opten a esas a esas subastas tienen que presentar un plan estratégico en el que expliquen cómo compatibilizan sus proyectos con la realidad socioeconómica del territorio. Y fíjese, simplemente por darle una cifra, se estima que en la última subasta se van a movilizar una inversión cercana a 4 mil millones de euros y una creación de 36.000 puestos de trabajo precisamente en el territorio.
En fin, yo creo que hay proyectos que tenemos que poner en marcha también a menor escala, como usted antes ha hecho referencia, pero tengo que decirle que los objetivos están marcados. Necesitamos acelerar la agenda, contar con plantas renovables de mayor envergadura, que cumplan, por supuesto, con los criterios ambientales, sociales de nuestro marco energético. Pero sin duda alguna, señoría, tenemos que hacer frente al reto climático.
Respuesta del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la pregunta formulada por el diputado Edmundo Bal Francés, del Grupo Parlamentario Ciudadanos.
Sr. Bal: ¿Hasta dónde está usted dispuesto a llegar para mantener sus alianzas parlamentarias?
Presidente: Me preguntaba usted por la estabilidad del Gobierno de España. La estabilidad Gobierno de España se manifiesta, por ejemplo, con los 13 acuerdos que tenemos con los agentes sociales. También con un resultado en las votaciones de las principales medidas, bastante importante en esta Cámara, que ha contado con el respaldo de muchísimos de los grupos parlamentarios. Estoy recordando el último Real Decreto Ley en respuesta a la crisis económica y social derivada de la guerra, pero también los Presupuestos Generales del Estado. Y sin duda alguna, señoría, me manifiesto la voluntad del Gobierno de España de garantizar esa estabilidad hasta que termine la legislatura en el año 2023, que es lo que merecen y necesitan los españoles.
Sr Bal: Mire, señor Sánchez no han pasado todavía 24 horas desde que ha cesado usted a la directora del CNI. Una funcionaria ejemplar, cuya cabeza ha servido en bandeja de plata a los independentistas y viene usted aquí como si no pasara nada. Sí pasa, pasa que los condenados por delito son aquellos que fijan la carrera administrativa de los servidores públicos que guardan la aplicación de la ley.
¿Y por qué lo ha hecho usted? ya se lo digo yo, por mantenerse en el poder, por mantenerse en la Moncloa. Es usted capaz de manchar el buen nombre de los servidores públicos apoyando calumnias o injurias que hacen ver que la directora del CNI se comportó por lo menos con negligencia o incluso sugiere usted que fuera de la legalidad. Y eso es una inmoralidad. Es una indignidad.
¿Es usted capaz de ponerse en la piel de un servidor público que lleva 40 años trabajando para España y cuyo gobierno le deja en la estacada? ¿Se imagina usted los sacrificios personales que esta persona ha tenido que hacer durante estos 40 años para que usted arrastre por el lodo su buen nombre? ¿No le parece lo más cobarde del mundo vilipendiar a una persona que no se puede defender porque trabaja en secreto? No tiene usted derecho a hacer eso. Y se lo dice quién con mayor autoridad en esta cámara lo puede decir, porque sabe perfectamente cómo se comporta este gobierno con los servidores públicos que anteponemos la lealtad a España, a la obediencia sumisa y ciega a este gobierno.
También le pidieron, me imagino mi cabeza, ¿no? Y usted bajó el pulgar. Pues mire la ironía es que estoy aquí diciéndole a la cara lo que pienso. Yo sé lo que es entrometerse en su camino de ambición. Lo sé perfectamente. Igual que Sánchez Corbí, igual que Diego Pérez de los Cobos, igual que Margarita Mariscal de Gante, igual que la directora del CNI. Usted no cree en España, solo cree en usted mismo. Un día mirará para atrás, estará solo y verá la senda de destrucción y de cadáveres que ha dejado a su paso, muchos de su propio partido. Otros servidores públicos pero sobre todo, el buen nombre y el prestigio de España y de sus instituciones. Y por eso, para que no quede nada sin destruir. Por favor…
Presidente: Muchas gracias, señora Presidenta. La verdad es que cuando lo escucho, señor Bal, he de reconocer que su cualificación técnica, su brillante oratoria. Y también me solidarizo con usted, porque debe ser bastante frustrante el sentirse tan bueno y tan poco reconocido como cuando se presentó a las elecciones que no es capaz ni de conseguir el escaño.
Los mortales, señoría eso es lo que tenemos cometemos errores, algunos aciertos. En todo caso, le voy a decir lo siguiente mire, cuando yo llegué al gobierno hace cuatro años, después de una moción de censura, tuve que enfrentarme a la siguiente petición por parte de la Audiencia Nacional: si desclasificar o no documentos que permitieran a la justicia investigar la estructura para policial que se había montado por parte de la administración del Partido Popular para espiar a adversarios políticos de manera ilegal y también para obstaculizar la investigación de la justicia ante sus casos de corrupción. ¿Qué hizo el Gobierno de España? El Gobierno de España lo que hizo fue colaborar con la justicia y desclasificar esos documentos. Y gracias a eso, señoría, el antiguo ministro del Interior está procesado y el antiguo Secretario de Estado de Seguridad también está procesado.
¿Qué es lo que ha hecho el Gobierno de España en esta cuestión? Lo que ha hecho el Gobierno de España ante un fallo claro, de seguridad de las comunicaciones del Gobierno, ha sido poner en manos de la justicia un hecho delictivo y ser absolutamente transparentes con la opinión pública.
Usted podrá decir señoría, que no está de acuerdo con que hayamos puesto en manos de la justicia esta información, este hecho delictivo. Entonces, ¿Qué me está diciendo usted como abogado del Estado, señoría? ¿Qué tengo que encubrir un delito? Este no es el gobierno que hace eso. Fue uno anterior.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)