La Moncloa
Buenos días, querido Ernesto. Queridos ministros. Querido Alejandro. Querido Miguel, presidente del Comité Olímpico, Comité Paralímpico. Queridos amigos y amigas. Si me permitís que os tutee y os califique como tal y por supuesto también al presidente del Consejo Superior de Deportes. A Ray, a Ana, a Delcy. Muchísimas gracias por vuestro testimonio, porque creo que al final es muy importante que le pongáis voz a esta causa que nos está convocando hoy en el Palacio de la Moncloa.
Bienvenidos a vuestra casa, porque al fin y al cabo, aquí quien está representada es la voluntad popular y por tanto, la voluntad de los españoles y de las españolas.
Quisiera empezar diciendo que, en fin, que este acto tiene un lema muy sugerente. Muy sugerente, porque habla de un verbo que es el de romper y por tanto, yo diría que tiene como un doble sentido.
En primer lugar, es una apuesta innovadora, absolutamente innovadora. Decidida. Y en segundo lugar porque está dirigida a romper como bien ha dicho Ray, ese círculo vicioso que alimenta, por desgracia, uno de los principales problemas que tiene nuestro país, que es la pobreza infantil. Una pobreza de la que no se habla mucho, pero que existe, que es real, como decía antes el Alto Comisionado para la pobreza infantil.
Y fijaos, dicen los políticos que en muchas ocasiones se dice de nosotros que evitamos mencionar los malos datos. Que tratamos de opacar, de ocultar esos malos datos. Pero yo creo que es al contrario, que nuestra responsabilidad es precisamente poner el foco sobre ellos, porque así podremos hacer un correcto diagnóstico de los mismos y solucionarlos.
Digo esto porque la última encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, a la cual antes hacía referencia Ernesto, el Alto Comisionado, sitúa la pobreza infantil en nuestro país en un 27, 4%. Por tanto, estamos hablando de que más de dos millones de niños y niñas en nuestro país, de adolescentes viven en una situación de pobreza y como consecuencia, por cierto, de problemas estructurales que se han agravado con las distintas crisis que desde principios del año 2000/ 2008 y ahora después de la pandemia, pues sufre nuestro país y nuestra sociedad.
Fijaos, yo desde que tuve el honor de ser elegido presidente del Gobierno de España por las Cortes Generales, siempre tuve un mensaje muy claro y es el de tratar esta realidad que es absolutamente intolerable y remediarla con los instrumentos que tiene el Estado, la Administración general del Estado.
Y lo digo además, con ese orgullo de país al cual antes hacía referencia el presidente del CSD cuando hablaba de España, de la aportación de los atletas olímpicos y paralímpicos y que se resume en esa forma en la que estamos abordando colectivamente, no solamente desde lo público, sino también desde lo privado, este nuevo tiempo de recuperación y de superación de la pandemia y, en consecuencia, de transformación y de avance de nuestro país.
Ese fue el objetivo por el cual en 2018 aprobamos la creación del Alto Comisionado de Pobreza Infantil. Quise que fuese en la Presidencia del Gobierno. No que fuese en un Ministerio, sino en la Presidencia del Gobierno, porque creo que es muy importante, primero visibilizar este problema en La Moncloa, pero en segundo lugar, también darle esa naturaleza horizontal y transversal que se exige para remediar este grave problema. Y lo sigue siendo en cada una de las acciones que estamos desplegando para dar una salida justa a esta emergencia abierta por la pandemia.
Porque se trata, en definitiva, no sólo de evitar que aumenten las desigualdades, sino revertir las desigualdades que se han visto agravadas por la pandemia y las que ya venían de atrás.
Por eso creo que es muy importante también extraer algunas lecciones de esta pandemia, como antes hablaba Ana, ¿no? desde el punto de vista político, pero también desde el punto de vista social, de que no puede haber progreso si no hay cohesión. De que no puede haber crecimiento económico si lo que se hace es agrandar la exclusión social y limitar, por lo tanto, las potencialidades y las oportunidades de nuestros compatriotas.
Por eso yo creo que es imprescindible que impulsemos lo que yo he llamado la recuperación económica justa, porque si al final todos hemos sufrido la pandemia, todos tenemos que vernos beneficiados por la recuperación económica y sobre todo aquellos colectivos más vulnerables y especialmente quienes van a liderar el futuro, que es la infancia.
El Gobierno, en este sentido, ha actuado y pone como una absoluta prioridad la defensa de la infancia en nuestro país y la adolescencia. Fijaos, destinamos en el año 2021, 200 millones de euros a la creación de 21.000 plazas nuevas de la educación de 0 a 3 años, que es una de las principales tareas y asignaturas pendientes que tenemos en nuestro país. Hemos hecho un aumento histórico de becas de ayuda al estudio. Destinamos más de 2.000 millones de euros, 850.000 beneficiarios y beneficiarias que son estudiantes en todas las etapas educativas.
Hemos desplegado, como decía antes el Alto Comisionado, el ingreso mínimo vital en un tiempo récord, en plena pandemia, porque entendíamos que precisamente porque se agravaba esa exclusión, esa desigualdad, era más importante aún ponerlo en marcha. Las previsiones que tenemos es, efectivamente, llegar a 400.000 niños y niñas y adolescentes y como bien decía antes Ernesto, ya estamos por encima de los 300.000 beneficiarios, niños, niñas y adolescentes de una política de Estado que hemos puesto en un tiempo récord.
Hemos aprobado algo muy importante que venía de largo en las Cortes Generales, junto con el resto de grupos parlamentarios, que ha contado con la práctica unanimidad, y es una ley de protección a la infancia y a la juventud frente a todo tipo de violencia, el bullying, el ciberacoso, en fin, todo lo que desgraciadamente conocen nuestros hijos y nuestras hijas porque, o lo han vivido directamente, o lo ha vivido algún amigo o amiga en su colegio.
Hemos incrementado la cuantía anual de la prestación por hijo o menor a cargo, que creo que es fundamental. De ella se están beneficiando en torno a 700.000 menores. Y destinamos una dotación adicional de 25 millones de euros para el refuerzo de becas comedor que hizo posible, por ejemplo, que en torno a 148.000 niños y niñas tuvieran garantizada la alimentación en los momentos en los que los colegios cierran porque empiezan las vacaciones. ¿Qué hacemos con aquellos niños que sufren la pobreza infantil que no tienen garantizada la alimentación en esos meses? Bueno, pues junto con el apoyo de las comunidades autónomas y el compromiso del Gobierno de España, tratamos de dar una solución también a esa dura realidad.
Hemos distribuido más de 25.000 tarjetas SIM, dispositivos digitales entre los alumnos más vulnerables y se dotó con 750.000 dispositivos móviles al alumnado en riesgo de desconexión digital, que es fundamental para que se sientan también integrados en todo este proceso de transformación digital.
Hemos puesto en marcha, y además lo hicimos durante la pandemia con especial énfasis, un plan "Me cuida" para que los padres pudieran reducir o reorganizar su jornada hasta el 100 % de la jornada laboral para afrontar, por ejemplo, el cierre de los colegios y también de los centros sociales en los momentos más duros del confinamiento, allá por el mes de marzo, como bien antes relataba Ana en su experiencia personal.
Aprobamos un Plan que llamamos el Plan Corresponsable, con un presupuesto de 190 millones de euros para la conciliación de las familias en España mediante la corresponsabilidad del Estado en el cuidado de niños y niñas menores de 14 años. Y además hemos puesto en marcha, yo creo que iniciativas pioneras como es por ejemplo, la Estrategia Nacional contra la pobreza energética, ahora que estamos hablando, por desgracia, del alza en el precio de la energía en los mercados mayoristas internacionales, que incluye un bono social eléctrico.
También hemos prorrogado, como sabéis, el escudo social precisamente para que se prohíba el corte de suministro ante impagos que puedan tener familias como consecuencia de esa pobreza. Y como decía antes, también, pues hemos aprobado un ingreso mínimo vital que en un tiempo récord, es decir, en poco más de un año, en poco más de un año, ya llega a 800.000 personas. Ya llega a 800.000 personas.
Y hay que recordar que más del 60 % de quienes perciben el ingreso mínimo vital tienen hijos o hijas a cargo. Es decir, es una política que estamos vinculando sobre todo a la lucha contra la pobreza infantil. Y otro dato a destacar, y es que un 28 % de los hogares que perciben el ingreso mínimo vital son hogares monomarentales, fundamentalmente madres solteras.
Por tanto, yo creo que es de una importancia capital este ingreso mínimo vital que en definitiva, como bien ha dicho en algunas ocasiones el Alto Comisionado Ernesto, pues es una herramienta transformadora y no meramente paliativa. Y es así como lo hemos concebido. Porque solo con acciones así, innovadoras, ambiciosas, que de alguna manera también remuevan los cimientos de las políticas sociales que tradicionalmente ha desarrollado el Estado del bienestar, es como vamos a poder hacer frente de manera eficaz a estas problemáticas nuevas, producto de sociedades complejas, como es, por ejemplo, la exclusión social y sobre todo, la pobreza infantil que sufren nuestros niños y niñas.
Por eso yo siempre digo que el ingreso mínimo vital, al igual que la educación, al igual que la sanidad, al igual que la dependencia y al igual que las pensiones, es también un pilar del Estado del bienestar. Debe ser un pilar del Estado de bienestar, porque supone la base en torno a la cual se pueden anclar muchas otras políticas, que hasta ahora estaban desperdigadas y que también afectaban sobre la desigualdad entre niños y niñas, pero que desde luego no tenían una coherencia y hacían poco eficaz el desarrollo de estas políticas públicas.
Antes, cuando venía para acá hablando con los atletas y hablando también con Miguel y con Alejandro, decía que la política puede hacer muchísimas cosas. Sin duda alguna, la política tiene que ser transformadora, tiene que ser útil, pero sin duda alguna, solos eso no lo podemos hacer. Necesitamos a los medios de comunicación, a las empresas, a las Fundaciones que estáis aquí presentes, a las Federaciones. En definitiva, os necesitamos a todos y por eso la colaboración público privada es fundamental. Es prioritaria.
Tenemos que impulsar un nuevo protagonismo de las empresas, de las Fundaciones, de las ONG que de alguna manera faciliten su labor a la hora de aglutinar lo que antes estaba disperso en una suerte de iniciativa compartida de acuerdo con los objetivos y las estrategias señalados por la Alianza País Pobreza Infantil Cero y también lógicamente, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a los cuales nos alineamos de la Agenda 2030.
Mirad, yo creo que como en todos los problemas estructurales, no hay una única solución. La pobreza infantil tiene un profundo impacto en múltiples aspectos de nuestra realidad económica y social, y por eso debe ser abordada, como decía al principio de mi intervención, de manera transversal, con propuestas innovadoras y también imaginativas y con la necesidad de contar con la participación de la sociedad civil.
Este es el caso de la iniciativa que hoy estamos presentando conjuntamente. Porque se trata de una nueva línea de trabajo del Alto Comisionado, del Consejo Superior de Deportes, con la colaboración de la Asociación Nereu en el marco de la Alianza País Pobreza Infantil Cero, a través de un programa que patrocina el deporte como herramienta clave para el bienestar y la inclusión social.
¿El objetivo cuál es? Pues el objetivo es abordar problemas de exclusión, de sedentarismo, como decía antes Ana, creo recordar, de obesidad infantil, que es uno de los principales problemas asociados también con la pobreza y uno de los principales problemas. Recuerdo haber estado hace unas semanas con Pau Gasol y me contaba precisamente el compromiso de su Fundación, pero también el problema que tienen muchísimos niños y niñas con la obesidad. La baja autoestima también que desgraciadamente sufren niños y niñas de 6 a 12 años a través de la falta de práctica deportiva y por tanto revertir todo eso y elevar su autoestima a través de la práctica deportiva, apoyada también por la información nutricional y por técnicas de gestión de las emociones.
Yo creo que esta acción añade el asesoramiento a las familias a través de charlas, de sesiones como una medida imprescindible para garantizar su eficacia, porque en muchas ocasiones las propias familias no son conscientes de cuál es la calidad de los alimentos que están dando a sus niños y niñas.
Este programa, que arrancó este curso académico en Las Palmas de Gran Canaria con una experiencia piloto centrado en 40 niños y niñas en situación de vulnerabilidad y con un efecto indirecto sobre la comunidad escolar de aproximadamente 1.300 alumnos, si las cifras no me fallan, pues cuenta con la implicación de los centros escolares, con instalaciones municipales y profesionales, también de salud y la alimentación del municipio canario de Las Palmas de Gran Canaria.
Por tanto, el propósito es evaluar su impacto una vez finalizado y así reforzarlo y proceder a su implantación en otros muchos municipios de España. Y en ese sentido yo creo que va a ser fundamental, querido Ernesto, querido José Manuel, la implicación de la Federación Española de Municipios y Provincias.
Bueno, no voy a decirles a los deportistas la importancia que tiene el deporte en la lucha contra la pobreza infantil, la integración social, el crecimiento como decía antes Ray y Delcy, porque lo habéis dicho vosotros y vosotras. Y por tanto, yo lo único que puedo hacer es hacerme eco de vuestras palabras.
Pero sí quisiera finalizar con una frase de uno de los gigantes de la política que fue Nelson Mandela y que dijo precisamente que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Y él lo demostró. Si alguien demostró precisamente que se podía cambiar el mundo fue Nelson Mandela a través del deporte. Todos hemos visto la película, por tanto no voy a recordarla, pero aquel mítico Mundial de rugby de 1995 hizo que se uniera para siempre un país dividido por el racismo más radical y más sanguinario en muchísimos años.
Escuchando a todos los comparecientes en este acto, queridos amigos y amigas, sé que compartimos la misma fe y es la utilidad del deporte para transformar las peores formas de desigualdad en una sociedad que tiene que ser inevitablemente más libre, más justa y más fuerte.
Decía antes que este programa que aquí estamos presentando hoy es un gran objetivo de Estado. Así lo siento yo, así lo interpreto yo. Creedme en ello. Yo creo que es una lucha ambiciosa, decidida, que debemos todos compartir, que es reducir al máximo la pobreza infantil en nuestro país.
Para ello, bueno, pues tenéis desde luego el compromiso del Gobierno de España. Como hoy yo creo que estamos ejemplificando aquí con el ministro de Cultura y Deportes, la ministra de Educación y Formación Profesional y con el presidente del Consejo Superior de Deportes y conmigo mismo, estamos hablando de un verdadero proyecto de país que lo que va a exigir es de un mismo esfuerzo común por parte de todos y todas.
Y por eso quiero manifestar mi agradecimiento a cuantas personas, colectivos e instituciones habéis hecho un alto en vuestro camino para compartir este rato con nosotros.
Gracias también a los deportistas de élite, algunos de cuyos representantes habéis tenido la amabilidad de acompañarnos hoy aquí presencialmente, pero también a los que lo han hecho por vídeo. Porque no solamente sois, como decía el presidente del Consejo Superior de Deportes, el espejo de los valores en los que todos, sin excepción, nos sentimos reflejados y sobre todo, en los más pequeños. Además, habéis dado el paso de implicaros activamente en la mejora de nuestro país, eligiendo el terreno de juego que yo creo que es el más hermoso y es aquel donde se gana una oportunidad para los miembros más jóvenes y por tanto, más desfavorecidos de nuestra sociedad.
Entidades que han sido aquí relatadas y referidas por parte del Alto Comisionado, yo solamente quiero trasladaros también en mi nombre las gracias. Gracias por vuestros compromisos. Gracias por vuestros programas. Vuestros programas nos demuestran cómo el deporte inclusivo contribuye de forma decisiva a reducir situaciones de acoso escolar, a mejorar la autoestima, aumentar la participación de menores refugiados y migrantes.
Hace poco Alejandro, compartía conmigo su orgullo de ese centro deportivo que me parece que es en la ciudad de Getafe, se ha abierto a los refugiados. Yo creo que es el primero y único en el mundo que existe. No creo exagerar al respecto, pero bueno, yo creo que mejorar la autoestima y la participación de menores refugiados, de inmigrantes y también lógicamente de compatriotas o fomentar competencias sociales y hábitos saludables en los hogares más expuestos, son muchas de las tareas que hacéis y lo hacéis con mucho éxito.
Por tanto, lo digo con toda sinceridad, difícilmente creo que vamos a encontrar una causa que una tanto y que nos una tanto, porque más allá de cualquier ideología, más allá de lo que votemos cada cual, cuando sean convocadas las urnas, más allá de cualquier interés político, estoy absolutamente convencido de que no hay nadie en España que no desee esto. Y es precisamente romper el vínculo o el círculo que desgraciadamente atenaza a muchísimos niños y niñas en la pobreza infantil.
Y yo creo que estamos en condiciones de hacerlo. Nos impulsan los recursos con los que contamos, la creencia compartida de que sólo a través de una recuperación justa conseguiremos ese futuro de prosperidad y de bienestar que todos deseamos para nuestro país. Y sobre todo y ante todo, es algo que tienen los deportistas y que a mí me gusta muchas veces recordar ya para finalizar, y es la determinación. Contra viento y marea, la determinación de lograr vuestros objetivos deportivos.
Yo creo que tenemos un objetivo maravilloso, formidable, que alcanzar entre todos, que es reducir a cero la pobreza infantil en nuestro país.
Así que muchísimas gracias por vuestra participación, por vuestro compromiso diario y gracias de nuevo y bienvenidos al Palacio de la Moncloa.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)