Toledo
PEDRO SÁNCHEZ, PRESIDENTE DEL GOBIERNO
Buenos días a todos y a todas.
En primer lugar, agradecer la presencia y el compromiso de Iberdrola y de su presidente, Ignacio Sanchez Galán y también lógicamente el CEO de Cummins, Tom, muchísimas gracias por vuestro compromiso con España y vuestro compromiso con esta tierra de Castilla-La Mancha. Decías que este era el primer viaje internacional que has hecho después de este año largo de pandemia, también en EEUU y que mejor lugar que la capital de La Mancha para poder experimentar lo que todos deseamos hacer más pronto que tarde, que es recuperar nuestra movilidad en todos los sentidos, también desde el punto de vista internacional, así que bienvenido a Toledo, bienvenido a Castilla-La Mancha, bienvenido a España y gracias por apostar y creer por este país.
Vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico, presidente, ministra, Delegación del Gobierno, alcaldesa, autoridades, presidente también, que sé que además estas muy interesado en este proyecto, por razones más que evidentes, del Parlamento de Castilla-La Mancha, muchísimas gracias por acoger este acto y compartir con el Gobierno de España este acto.
Quisiera, en primer lugar, sumarme a las palabras del presidente Page en relación con el recuerdo y la memoria de todas aquellas personas que han padecido y que han sido víctimas del COVID-19. Creo que es muy importante ahora, en esta fase de superación que estamos, el recordar siempre a las víctimas del COVID-19 y, sin duda alguna, también decir a aquellas personas que lo han padecido que, desde luego, todas las acciones políticas, todas las decisiones de todas las instituciones públicas siempre han estado marcadas por la ciencia, por la defensa de la salud pública y también la defensa de la vida.
Y a propósito, como bien ha hecho el presidente Page, dada la crueldad de la semana pasada en cifras, estoy convencido de que permitirán que mis primeras palabras sean, también, en memoria de las víctimas de la violencia de género. 14 son las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que llevamos de año. Y desde 2003, que son las cifras que tenemos oficiales, han sido 1.092 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.
Esa es una realidad dura. Esa es una realidad insoportable. España sufre, desgraciadamente, una lacra machista que hace que haya hombres que matan a las mujeres por ser mujeres, y a sus hijos e hijas por ser sus madres.
Y no podemos mirar hacia otro lado mientras se suceden, día a día, estos asesinatos. No debemos sentirnos ajenos al dolor y ni al miedo que sienten y sufren millares de mujeres en España en nuestro país.
Y por eso, como presidente del Gobierno de España hago un llamamiento a toda la sociedad, a todas las instituciones públicas, a todos los Gobiernos, al conjunto de partidos políticos, para que no banalicemos la violencia de género. Para que combatamos juntos y juntas, sin ambages, la lacra machista que tanto nos avergüenza. Para que estemos con las víctimas y con sus familias. Con su dolor y su padecimiento, que tanto nos conmueven y que nos mueven, precisamente, a ser mucho más contundentes en la lucha contra la violencia machista.
Quería hacer referencia a estos dos hechos en esta primera intervención, porque evidentemente, la actualidad también manda. Pero centrándome ahora mismo en el objeto y el acto que nos convoca; el otro día precisamente, que nos acompañó Ignacio Sanchez Galán en un acto, España 2050, hablando, precisamente Tom, de España 2050, de un arquitecto, Jean Nouvel, que dijo que aquellas cosas buenas que construimos terminan construyéndonos a nosotros mismos; haciéndonos mejores de lo que éramos antes.
Y esa es nuestra tarea, la tarea de los gobiernos, también de la sociedad civil, de los empresarios y empresarias: es fijar un horizonte y ponernos en marcha. Construir el presente para conquistar el futuro.
Y si España quiere situarse, como creo que podemos situarnos, en las próximas décadas entre los ocho primeros países europeos en prosperidad, debemos planificar las inversiones y las reformas que nos permitan dar ese salto de competitividad. Sin caer en la autocomplacencia, porque este no es un pueblo que caiga en la autocomplacencia, España cuenta con los recursos, cuenta con la visión, cuenta con las voluntades, no la voluntad, las voluntades para poder lograrlo.
Sabemos, además, que la pandemia ha acelerado muchos de los cambios que veníamos vislumbrarse antes de la eclosión de COVID-19. La pandemia nos ha puesto frente al espejo de nuestras fortalezas, de nuestras virtudes; pero también de las asignaturas pendientes que teníamos antes de la pandemia: la baja productividad, las debilidades de nuestro sistema educativo, los desequilibrios territoriales y también sociales: desigualdades que afectan, sobre todo, a la gente más joven y también a las mujeres con particular intensidad.
Nosotros creemos que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que va a ser el Plan que vehicule y canalice esos 140.000 millones de euros, da respuesta en forma de 212 inversiones y reformas que van a permitir a España dar ese salto de transformación y de modernización durante los próximos 6 años.
Y queremos hacerlo de la mano del sector privado, Ignacio, queremos hacerlo de la mano de la colaboración público-privada, de todas las instituciones públicas con todos los empresarios y empresarias, porque lo que queremos hacer es abordar los retos, al tiempo que aprovecharemos las oportunidades que nos van a abrir: megatendencias que atraviesan a todas nuestras sociedades, no solamente la española o la estadounidense, todas, las del conjunto de la humanidad: el cambio climático, y el reto de adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático, el envejecimiento de la población y, sin duda alguna, también, la transformación digital.
Así, creo honestamente que la presentación de este gran proyecto, de este importante proyecto para Castilla-La Mancha y, por supuesto, también para España, es un reto formidable, que va a representar la fabricación de electrolizadores, con una producción de 500MW/año y con la creación, como se ha dicho antes por parte de Tom, el presidente de Cummins, de 350 empleos que son un ejemplo perfecto de anticipación con efectos positivos en el presente.
Yo siempre he creído, querido presidente Page, que España cuando ha tenido que elegir, siempre ha elegido avanzar. Y por ello, el reto no es solamente avanzar, sino hacer que ese impostergable deseo de avance que tiene la sociedad española implique a todos y nos permita avanzar a todos. Y cuando digo a todos me refiero a toda la sociedad; pero también a todos los territorios, que es lo que estamos empezando a abonar hoy con la presentación de este proyecto. Sin exclusiones.
Yo soy de los que cree que la España verde y sostenible, la España respetuosa con su medioambiente y también con su biodiversidad, supone un enorme salto y una enorme oportunidad para el desarrollo y la creación de empleo en nuestro país.
España está en las mejores condiciones para ser no un polo más, sino para ser el polo industrial del hidrógeno verde en Europa.
Y esta es la gran diferencia, es lo que empezamos a construir a partir de hoy y este propósito es el que nos convoca hoy, aquí en Toledo. Venimos a hablar y a hacer un nuevo modelo energético. Un nuevo modelo cuyo impacto es tangible en términos de reactivación económica, de creación de empleo, de cohesión territorial.
Nuestra Hoja de Ruta por el Hidrógeno se caracteriza por su determinación, pero también por la claridad y esto creo que también es muy importante para los inversores. Queremos enviar señales claras, nítidas a los inversores, a los nacionales, pero también a los internacionales. El compromiso del Gobierno de España con Hidrógeno Verde es rotundo. Nos vamos a comprometer en los próximos 9 años, hasta el año 2030 a movilizar en torno a 8.900 millones de euros, 8.900 millones de euros.
Queremos además realizar el despliegue de esta tecnología mediante la creación de clusters tecnológicos, desarrollo de proyectos piloto, el impulso de la cadena de valor nacional, porque esa es, también, otra de las grandes lecciones que tenemos que extraer. La reindustrialización, la autonomía estratégica también en todo lo que pueda aportar España, no solamente para producir, sino también para exportar, como bien ha comentado antes el presidente de Iberdrola.
Y para comenzar con el desarrollo y el fomento de esta tecnología, somos muy conscientes de que tenemos que ir a por todas. Por eso, el componente 9 de nuestro Plan de Recuperación está centrado en esta tecnología y está dotado con 1.555 millones de euros durante los próximos tres años.
Y el mercado está respondiendo, está respondiendo. Hace unos meses lanzamos una Manifestación Publica de Interés, que es como se denomina técnicamente, de la que recibimos, nada más y nada menos, según me comentaba la vicepresidenta, y también la ministra Maroto, 502 propuestas, centradas en dos tipos:
La primera, un 55% de esas propuestas se destinaban a la cadena de valor innovadora.
Y un 25% a proyectos pioneros, con un volumen de inversión de 10.000 millones de euros.
Es decir, España tiene enormes desafíos, pero tiene también enormes voluntades, no solamente del sector público, sino también del sector privado de dar ese salto de competitividad. Nosotros hemos creado los marcos, hemos creado certidumbres para nuestros inversores nacionales e internacionales por ejemplo con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que presentamos hace ya unos cuantos años, y, también, como bien ha dicho el presidente de Iberdrola, esa gran Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que, como saben, se aprobó hace apenas dos semanas en el Congreso. Una respuesta responsable que nos permite emitir señales y también anticiparnos a esas megatendencias que ya se están produciendo en el sector público, en el sector privado y en el conjunto de las sociedades.
Miren, yo creo que la modernización de España que queremos liderar exige de un gran esfuerzo, de una gran ambición por parte de todos y todas.
Exige en primer lugar, lograr un 74% de generación eléctrica renovable.
En segundo lugar, queremos obtener un 42% de energía renovable en uso final para pasado mañana, como bien comentaba antes el CEO de Cummins, 2030.
Y, por último, pues esperamos lograr la plena descarbonización en el año 2050.
Son retos enormes, desafíos formidables; pero creo, insisto, que contamos con las voluntades para poder anticiparnos y para poder sentar las bases de esa gran revolución sostenible.
Alcanzar este nivel de implantación renovable va a requerir, sin duda, de un importante soporte de almacenamiento, que dote en muchas ocasiones, dice la vicepresidenta cuarta, que dote a nuestro sistema de seguridad y también de gobernabilidad.
Y en ese sentido, yo creo que el hidrógeno juega un papel decisivo dada su alta versatilidad como vector energético. En el largo plazo, esperamos que, para 2050, el hidrógeno verde tenga un papel determinante a la hora de almacenar energía procedente de un sistema eléctrico que será 100% renovable.
Todos los sectores o procesos industriales son fácilmente electrificables. Y, por ello, somos conscientes de que necesitamos de otros vectores energéticos.
Es interesante porque hace muy poco la propia Agencia Internacional de la Energía ha reconocido que el hidrógeno renovable es una pieza clave para la descarbonización y un vector energético complementario al proceso de electrificación, ayudando, en consecuencia, en aquellos procesos donde la electrificación no sea ni la mejor solución, ni tampoco la más eficiente. Y hablo de sectores como la producción de calor, como el transporte pesado, como el transporte marítimo, como el transporte ferroviario o la aviación.
Se estima que el hidrógeno tendrá una fuerte expansión hasta 2030, pero que será en 2050 cuando represente un tercio del combustible utilizado en transporte terrestre, y un 60%, nada más y nada menos, en el transporte marítimo.
Estamos hablando, por tanto, de una revolución formidable y para llevar este desarrollo a cabo deben saber que se está gestando todo un marco regulatorio, una planificación exhaustiva que va a permitir impulsar el hidrógeno tanto a escala europea como también a escala nacional.
La propia Comisión Europea aprobó la Estrategia Europea del Hidrógeno el año pasado, y nosotros desde España, en esa senda, hemos lanzado la Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta clarísima por el hidrógeno renovable. Y por lo tanto, el objetivo de nuestro Gobierno es situar a España a la cabeza de la Unión Europea como referente de hidrógeno renovable, consiguiendo, como bien se ha dicho antes, la instalación de 4GW de electrolizadores para 2030.
Planteamos también para ese mismo año, el 2030, un mínimo del 25% de hidrógeno renovable en el consumo industrial y la implantación de hidrolineras, trenes, transportes de mercancías alimentados por hidrógeno. De hecho, se estima que en apenas 3 años sería posible contar ya con una potencia instalada de electrolizadores de entre 300 y 600 MW.
En fin, como verán, tenemos mucha tarea. Tenemos mucho trabajo por delante; pero quiero decirles que tenemos una extraordinaria ilusión por llevar a cabo todo este trabajo. Debemos no solo generar una gran potencia de hidrógeno verde sino también descarbonizar el hidrógeno no renovable que se consume actualmente como materia prima en la industria. Y, además, facilitar su introducción en los ámbitos de la movilidad más difícilmente electrificables.
Es verdad que actualmente la producción de hidrógeno verde no es competitiva, pero avanza muy muy rápido, a muy rápida velocidad y es algo que debemos apoyar e impulsar; y ejemplo de ello es la investigación e inversión en proyectos como este que hoy nos presentan Iberdrola y Cummins para la tierra de Castilla-La Mancha.
Debemos hacer el hidrógeno verde más competitivo. Porque, como bien decía antes el presidente de Iberdrola, por cada kg de hidrógeno verde que sustituya uno fósil evitará 9 kg de CO2 a la atmósfera. Esto es así y si, junto con el resto de tecnologías renovables, logramos aprovechar además todo nuestro potencial de producción de hidrógeno a precios más bajos, yo estoy convencido de que España puede convertirse en país exportador. Y no, esto no es un tema menor porque el hidrógeno, además, nos va a permitir crear una cadena de valor industrial de empresas nacionales. Y el proyecto, en consecuencia, que se presenta hoy es también un ejemplo de ello. Certifica algo muy importante para el Gobierno de España y yo creo que para el conjunto de la sociedad española. Y es que la transición energética, la transición ecológica, va mucho más allá de un cambio en el modelo energético; Ya de por sí importante, significa la creación de nueva industria, de empleos, de actividad económica y de I+D+i, y de oportunidades para todos los territorios. Repito, oportunidades para todos los territorios.
La transición ecológica. Una transición ecológica que tiene que tener el apelativo de justa. El calificativo de justa, como bien recuerda siempre la vicepresidenta cuarta y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, es sin duda alguna la cohesión territorial y las oportunidades para todos.
Nuestra Hoja de Ruta, señoras y señores, nació con la vocación de consolidar todos estos proyectos mediante diferentes líneas de actuación. Y con esto termino:
En primer lugar, Regulatorias:
- Fundamental para nuestros inversores con el objetivo de eliminar barreras administrativas, como bien se ha referido aquí; y también identificar esas barreras administrativas.
- En segundo lugar, con el deseo de introducir garantías de origen, que aseguren que el hidrógeno se ha producido a partir de la energía 100% renovable.
Y, en segundo lugar, además de las regulatorias, Sectoriales:
- Porque los sectores de la industria y la movilidad lo que precisan son de políticas y medidas específicas que incentiven el uso de la energía renovable y, en este caso, del hidrógeno renovable.
Y, en tercer lugar, junto con estas dos, las Transversales:
- Porque el hidrógeno es poco conocido, es una energía por desarrollar y por conocer, y debemos darlo a conocer e integrarlo gradualmente en los planes de estudios, en los planes de formación profesional, donde también estamos haciendo, querido Tom, un extraordinario esfuerzo por adaptar nuestra formación profesional a estas nuevas demandas de empleos que se van a exigir, y sin duda alguna, también de I+D+i.
Existen, como ven, una contundente voluntad política de invertir en el sector y consideramos que la implantación de su proyecto va a ser una semilla que abone este gran éxito de transformación al que estamos convocados toda la sociedad española.
Quiero, en consecuencia, darles la enhorabuena por este gran proyecto, por el trabajo realizado. Agradecer también la colaboración público-privada, no solamente con las empresas aquí referidas, sino también con la Junta de Castilla-La Mancha; en definitiva, con todos y cada uno de los territorios de España.
Estoy convencido de que, en muy poco tiempo, proyectos de esta índole se van a reproducir a lo largo y ancho de todo nuestro país, dando oportunidades a todos los territorios de nuestro país para transformar nuestras economías, para modernizar nuestros procesos industriales. También la movilidad, al mismo tiempo que generamos oportunidades, que generamos actividad económica, que creamos empleos vinculados con la transición ecológica, empleos que son de calidad y distribuidos, insisto una vez más, por todo el territorio.
Hacer una transición energética cuanto antes, pero también justa y accesible para todos y para todas no es una opción, como ha dicho el presidente Page, es una condición. Es, además, una primordial obligación de la sociedad española y quiero decirles, y con esto ya acabo, que desde luego el Gobierno de España cuenta con la voluntad y las capacidades para hacerlo realidad en muy poco tiempo.
Así que muchísimas gracias. Bienvenido este proyecto y adelante.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)