Entrevista de Pedro Sánchez publicada en El País, domingo 5 de septiembre 2021

"Cuando acabe 2021 se habrá pagado de luz lo mismo que en 2018"

6.9.2021

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Para ello, explica, el Ejecutivo ha puesto en marcha reformas estructurales, suspendido impuestos, ampliado la protección de los más vulnerables y estudia la creación de "un consumo mínimo vital". Sánchez confía en agotar la legislatura junto a Unidas Podemos y critica duramente al PP por el bloqueo en la renovación del CGPJ: "El PP tiene secuestrada la Constitución y el Poder Judicial. Es antidemocrático".

Pedro Sánchez (nacido en Madrid hace 49 años) llega a esta entrevista en La Moncloa con la cabeza en el precio de la luz. En sus respuestas se nota que lleva varios días concentrado en eso, memorizando datos y discutiendo alternativas para resolverlo. Es ahora mismo el gran agujero negro para el Gobierno, y se percibe la urgencia por explicitar y repetir un compromiso: que, pese al descontrol del mercado mayorista, al final de año los ciudadanos habrán pagado de media en su factura lo mismo que en 2018 gracias a la intervención del Ejecutivo. Después de un cambio radical de Gobierno, Sánchez confía en una "recuperación justa" para darle la vuelta a las encuestas y volver a conectar con el electorado progresista en los próximos dos años.

Pregunta. El Gobierno ha dado estos días impresión de impotencia ante la subida del precio de la electricidad. ¿Realmente no tienen margen para controlar esta subida?

Respuesta. El Gobierno se hace cargo de la preocupación social. Y estamos trabajando con un plan para llegar a un compromiso concreto, y es que al final de 2021 los españoles echen la vista atrás y vean que han pagado en la factura de la luz una cuantía similar y semejante a la que pagaron en 2018. Ese es el objetivo y el compromiso: que todos los ciudadanos con un consumo medio al final de 2021 paguen una cuantía semejante y similar a la que pagaron en 2018, lógicamente con el IPC descontado.

P. ¿Y cómo lo van a hacer? ¿Con qué instrumentos?

R. Es importante para clarificar el debate que una cosa es la evolución del precio mayorista del mercado de la energía y otra cosa es el recibo de la luz. El recibo lo pagamos mensualmente. Lo que no tiene sentido es plantear el debate a diario, porque no pagamos la luz a diario. Lo que puede hacer el Gobierno es amortiguar la evolución de ese precio mayorista. Primero, con reformas estructurales, con una apuesta decidida por las energías renovables, no solo por cuestiones de cambio climático, sino porque es más barata.

Los mercados de futuro eléctricos están ya diciendo que España, en 2022 y 2023, gracias a las renovables, va a tener unos precios inferiores a Francia y a Alemania. Además, hemos rebajado el IVA del 21% al 10%. Esto está beneficiando a 28 millones de consumidores, a 2,8 millones de empresas. Supone un esfuerzo de merma de recaudación del Estado de 1.400 millones de euros. Eso amortigua en un 12% la evolución del recibo de la luz.

En tercer lugar, la protección de los consumidores más vulnerables con el escudo social, la prohibición de que se corte la luz a los que no puedan pagar o con el bono energético. Estamos protegiendo a 1.100.000 consumidores. Es más, tenemos en proyecto definir un consumo mínimo vital precisamente en el ámbito de la electricidad y la energía. Y, finalmente, el Gobierno ha tomado medidas en ese cuarto eje para revisar los sobrebeneficios que tienen las eléctricas.

Hemos detraído 650 millones de euros que iban a ir a la cuenta de las eléctricas para volcarlos en los consumidores. Vamos a tomar medidas para garantizar ese objetivo: que los españoles, cuan- do vean qué han pagado en 2021 del recibo de la luz, comprueben que es lo mismo o semejante a la cifra que pagaron en 2018, con el IPC descontado.

P. El Estado se echa a los hombros la protección de los vulnerables, pero no interviene en el mercado. No han hecho la reforma del mercado eléctrico después de tres años de Gobierno.

R. Hemos aprobado un fondo de sostenibilidad del sistema eléctrico, que ahora mismo está en tramitación en las Cortes. Vamos a extraer de la factura del recibo de la luz una serie de costes que hoy están pagando los ciudadanos y que mañana, una vez se convalide en el Congreso, van a pagar las empresas generadoras de esa energía, la nuclear, el gas. El Gobierno ha hecho y va a seguir haciendo todo lo posible. Con el plan de recuperación vamos a destinar 1.200 millones de euros al autoconsumo.

P. Nos está hablando de lo que han hecho hasta ahora, de cosas que hay en el Congreso para los próximos meses. Pero mucha gente, sobre todo sus socios de Unidas Podemos, urgen a hacer algo ya porque hay previsiones de que los precios sigan subiendo hasta marzo de 2022.
¿Tienen algo en cartera ahora mismo?

R. Unidas Podemos plantea la constitución de una empresa pública. Es un viejo debate, pero cuando acordamos nuestro programa de coalición lo discutimos y quedó fuera. No forma parte del acuerdo de coalición. Por tanto, el Gobierno no se siente concernido por esa propuesta. Pero en el Congreso se va a constituir una comisión parlamentaria precisamente para ver qué propuestas hacen los actores y los grupos políticos. Escucharemos. Pero lo importante es el compromiso del Gobierno de que, desde luego, vamos a mantener el recibo de la luz en unos términos similares a los de 2018.

P. ¿Por qué no se puede hacer en España lo mismo que en Francia, por ejemplo, fijar el precio de la energía nuclear?

R. El mix energético es diferente en un país y en otro. Estamos haciendo una apuesta inequívoca por las energías renovables. Además, no mucha gente lo sabe, pero España es el país con mayor fuente de energía solar de Europa y de los más importantes de energía eólica. El 90% de los parques eólicos en nuestro país se hacen con fabricación nacional; el 60% de los parques solares se hacen con fabricación nacional.

P. ¿Puede esta crisis romper el Gobierno?

R. Nos comprometemos con un programa de coalición que formamos. Hemos cumplido ya antes de que culminemos el ecuador de la legislatura un 34% de los compromisos de ese Gobierno de coalición, vamos a llegar a un 38% en este semestre. Este es un Gobierno que avanza. En 2008, se tardaron 12 años en recuperar los niveles de empleo previos a la crisis. Tenemos un objetivo compartido, y es que España, en 2023, sea un país mejor que el que nos encontramos en 2018, un país más avanzado, más próspero y, en definitiva, que salga de la mayor calamidad de los últimos 100 años. Hoy estamos en niveles de empleo más o menos semejantes a los de antes del covid, y hemos tardado un año y medio.

P. ¿Se plantea acabar la legislatura sin Unidas Podemos?

R. Mi compromiso es continuar con el Gobierno de coalición hasta el último día. Somos dos partidos con dos culturas políticas distintas, aunque compartamos el espacio progresista. El PSOE es un partido que recoge el sentir de la calle, pero que tiene una cultura de gobierno muy consolidada. Unidas Podemos, en su génesis, fue un movimiento de activistas sociales que dieron el paso a la política institucional. Gobernar es conciliar lo deseable con lo máximo que podamos lograr. Estamos logrando cosas muy importantes, subir el salario mínimo, aprobar una ley de eutanasia, revertir recortes que se hicieron en el pasado, por ejemplo, en dependencia o en educación. Ellos están asimilando ese tránsito entre el activismo social y la política institucional. Pero desde el punto de vista de la lealtad, en las votaciones importantes Unidas Podemos siempre ha estado del lado del Gobierno. ¿Que los decibelios podrían ser un poco más bajos? Por supuesto.

P. Ya tenemos al 70% de la población vacunada, pero la pandemia sigue ahí. ¿Cuándo volveremos a la normalidad prepandémica? ¿o nunca vamos a recuperar aquella vida?

R. Hemos dado un ejemplo tanto a Europa como al mundo de cómo pueden hacerse las cosas bien. Estamos cada vez más cerca de recuperar nuestra normalidad. Hay varias lecciones que sacar de este 70%. Primero, no hubiera sido posible si no hubiéramos tenido unos profesionales sanitarios formidables. Segundo, que este proceso de vacunación no ha dependido de la cuenta corriente ni del tamaño del bolsillo de cada uno de los contribuyentes. Y, en tercer lugar, hemos tenido un ejemplo del mejor patriotismo de los españoles que confían en su sistema nacional de salud y en la ciencia y que, por tanto, no dan crédito ni a las patrañas ni a las supersticiones que hemos visto en forma de bulos.

P. ¿Tiene sentido poner una tercera dosis en los países ricos cuando en los países pobres están apenas iniciando la primera?

R. No es incompatible. España ha donado ya más de seis millones de dosis a los países latinoamericanos; nuestro compromiso es llegar antes de finalizar el año a 7,5 millones de dosis donadas. Europa es, en su conjunto, el continente que más dosis está donando al resto del planeta. Pero en relación a la tercera dosis tenemos que esperar a la evidencia científica.

P. ¿Se puede cambiar un país con 72.000 millones de euros?

R. Se pueden hacer muchísimas cosas, porque no son 72.000 millones de euros. Es, sobre todo, apalancar inversión privada a partir de esa inversión pública. Hay que hacer una recuperación lo más justa posible, que los grandes números se trasladen al día a día de las personas, incluso las más humildes, en forma de más empleo, de mejores salarios. Por eso el debate ahora sobre el salario mínimo. Y también con pensiones más dignas. El acuerdo que acabamos de alcanzar con los sindicatos y empresarios es el primero sobre pensiones desde 2011. Hemos tardado 10 años en reconstruir un acuerdo que se quebró en 2013 bajo la ad- ministración de Rajoy.

P. ¿Qué garantías hay de que esa cantidad de dinero que va a llegar a España de los fondos europeos no sea captada solo por las grandes empresas?

P. Y este gran cambio de país con 72.000 millones de euros, ¿se puede hacer con este Parlamento, con un presidente que tiene solo 120 escaños?

R. La nueva política en la que estamos es precisamente el ser capaces de articular y vertebrar la diferencia. Nosotros tenemos 155 escaños con Unidas Podemos, pero en estos 18 meses de legislatura la práctica totalidad de los proyectos de ley, de reales decretos leyes, han salido convalidados en el Congreso.

Tenemos que hacer que la revolución digital y la revolución ecológica sean lo más integradoras posible, desde el punto de vista territorial, generacional y también de género. Que estas dos revoluciones las sienta la clase media trabajadora como oportunidades de progreso y de creación de empleo para ellas.

P. No hay memoria de una remodelación del Gobierno como la que ha hecho este verano. Ahora releva a Adriana Lastra como portavoz en el Congreso.
¿Lo cambia casi todo porque casi nada funcionaba?

R. Es que hay meses que valen por años. Hemos vivido una pandemia terrible. Hemos tenido dos, tres Consejos de Ministros a la semana, con decisiones muy duras. Eso tiene un coste personal también.

La política la hacen personas que tienen que renunciar a su vida familiar por defender lo que más quieren, que es su país. Agradezco mucho lo que han hecho todos los ministros y ministras. Muchos de ellos me han acompañado incluso antes de ser presidente.

Es importante también que en esta nueva etapa de recuperación económica se renueven los equipos, que entre savia nueva. El PSOE tiene mucha cantera, y la mejor cantera que tiene es la municipalista, y es precisamente donde me he dirigido para hacer esa recuperación.

En el plano parlamentario, Adriana Lastra ha hecho un trabajo extraordinario. A partir del congreso federal de octubre, como vicesecretaria general, tendrá una dedicación del 100% al partido porque tenemos elecciones municipales y autonómicas en 2023, y luego las elecciones generales a finales de 2023.

P. ¿Cree que desde algunos tribunales de justicia le están haciendo oposición política al Gobierno?

R. Si me pregunta por el bloqueo de la renovación…

P. Le pregunto por las sentencias judiciales que enmiendan la plana a algunas decisiones políticas.

R. Respeto las decisiones que se toman, aunque no he compartido la sentencia del Tribunal Constitucional. Y, desde luego, me siento más identificado con el voto particular incluso del propio presidente sobre el estado de alarma.

P. ¿Se ha resignado a terminar la legislatura con la anomalía democrática que representa tener un Consejo General del Poder Judicial con el mandato caducado hace casi tres años, el Tribunal de Cuentas sin renovar, el Constitucional también?

R. Nunca me he resignado. Hemos intentado hasta en cuatro ocasiones llegar a un acuerdo con el PP. El PP lleva mil días fuera de la Constitución. ¿Por qué mantiene como rehén al Gobierno de los jueces? El PP no ha aceptado el resultado electoral de 2019. No solo su derrota, sino la composición parlamentaria de las Cortes.

A ese comportamiento hay que llamarlo con todas las letras: es antidemocrático. Pero hay una segunda razón que también me parece muy grave. El PP patrimonializa todo: España, la bandera, la Constitución se tiene que leer como yo quiero... Hay un secuestro claro de la Constitución española. Que lo haga Vox es preocupante, pero que lo haga el PP es alarmante.

P. ¿Los miembros del CGPJ podrían desbloquear la situación dimitiendo?

R. No puedo entrar en ese debate, porque estamos hablando de un poder ajeno al Ejecutivo. El PP ha dado durante estos mil días muchísimos pretextos, hoy es el sistema de elección, ayer era que Podemos está en el Gobierno, anteayer que no querían que estuviera un juez que dictó una sentencia en uno de los casos de corrupción del PP. En definitiva, pretextos. Escucho al PP decir "el intervencionismo del Gobierno respecto a los jueces", pero ¿hay mayor intervencionismo que bloquear y secuestrar la renovación del gobierno de los jueces?

P. ¿El Gobierno ha puesto alguna vez sobre la mesa de negociación la reforma del sistema de elección de los jueces, aun- que sea a futuro?

R. Ese debate se puede sustanciar, pero es que no es más que un pretexto. Si usted quiere cambiar la ley, lo primero que tiene que hacer es ganar las elecciones. En segundo lugar, debe tener una mayoría parlamentaria, que hoy no existe en el Congreso, para modificar ese sistema de elección, que, por cierto, lleva 30 años.

P. ¿Estaría dispuesto a ofrecerlo para desbloquear?

R. No es ese el debate. Es mucho más profundo y más grave. Es sobre la democracia. La Constitución, que yo sepa, a lo mejor me equivoco, no dice en su articulado que se debe cumplir cuando el PP gane y, cuando no gane, entonces no se debe cumplir. La Constitución nos dice que cada cinco años tenemos que renovar el órgano de gobierno de los jueces.

P. El fiscal del Supremo investiga al rey emérito por cobrar comisiones presuntamente ilegales. ¿Debe volver a España y dar una explicación?

R. Sobre el rey Juan Carlos creo que me he posicionado en declaraciones previas de manera clara. Para tranquilidad de los ciudadanos, el Estado de derecho funciona, la Agencia Tributaria está trabajando, la Fiscalía también, los medios de comunicación se hacen eco de los avances. Por tanto, lo más importante es que se sepa que cualquier conducta, cualquier investigación que sea susceptible de abrirse en este ámbito no va a contar con ningún freno. Me parece importante también reafirmar que mi compromiso es total con la Constitución y con la Monarquía parlamentaria. Aquí no se está juzgando a una institución; se puede estar juzgando desde el debate público a una persona.

P. Pero daña a la institución...

P. Este debate no contribuye. Pero también le digo con la misma contundencia con la que me he manifestado en relación con el rey Juan Carlos, que reconozco los esfuerzos y los avances que se están haciendo por parte del actual jefe del Estado y la Casa Real en transparencia y en ejemplaridad.

P. ¿Se puede separar la institución y la persona en una institución hereditaria? ¿Qué imagen da de España?

R. Eso no contribuye a la buena reputación de nuestro país. Decir lo contrario sería como una falsedad. También es cierto que, al igual que hemos visto casos que nos han gustado más o menos en otros cuerpos, ya sea en la política, en los medios de comunicación, en otras instituciones, no con eso estamos estigmatizando a la profesión ni tampoco a la institución.

P. ¿Le debe una explicación el rey Juan Carlos a los españoles?

R. Primero vamos a ver cómo se desarrolla todo. Es importante, al menos como presidente del Gobierno, que se mantenga la presunción de inocencia. En función de lo que vayamos viendo se podrá o no responder a su pregunta de manera mucho más clara.

P. Tiene previsto presentar Presupuestos este año. Recuperamos cierta normalidad institucional. ¿Puede garantizar que esto va a ser así hasta el final de la legislatura?

R. Esa estabilidad de tener legislaturas de cuatro años es mi compromiso. Se decía que no íbamos a llegar al 70% de vacunados en el mes de agosto. Que no íbamos a poder aprobar los primeros

Presupuestos, y vamos a ir a por los segundos. Apelo a todas las fuerzas parlamentarias. El Estado tiene que salir reforzado de este embate, tenemos que reforzar nuestra sanidad, nuestra educación y nuestro sistema de ciencia e investigación.

P. Pero los impuestos no los tocan de momento…

R. Creo que tenemos que salir con un Estado del bienestar mucho más reforzado, sin duda. Lo primero que hay que hacer para lograrlo es que la economía crezca. Y, a partir de ahí, el Gobierno ha puesto en marcha una comisión de expertos para una reforma fiscal que hay que hacer; nos hemos comprometido a desarrollarla durante los próximos seis años. Vamos a trabajar con ese horizonte.

P. Esquerra habla de referéndum de independencia en 2030.
¿Ve algún futuro a la mesa de diálogo partiendo de una base como esta?

R. Cataluña necesita un Govern que salga del ensimismamiento en el que ha estado en estos últimos 15 años, hablando de cuestiones que, a lo mejor para ellos, legítimamente, son muy importantes, pero que hoy, después de la pandemia y de las consecuencias sociales, económicas y sanitarias, probablemente se hayan visto reducidas.

P. Pero en la mesa de diálogo que se reúne ahora ellos van a llevar ese referéndum para 2030. ¿Usted qué llevará?

R. Lo que voy a llevar es algo público, que es la agenda del reencuentro, donde hay un conjunto de inversiones de financiación, que es en interés de Cataluña y del conjunto del país para aprovechar esta etapa de recuperación y modernización. España no tiene ningún problema con Cataluña; quien tiene un problema es el propio independentismo con la concepción plural de la sociedad catalana.

P. ¿Presidirá la cita?

R. Siempre he manifestado que mi disposición para el diálogo es total. Me he reunido con el presidente de la Generalitat [Quim] Torra, con el presidente [Pere] Aragonés, me reuní en esta sala con la delegación del Govern de la Generalitat de entonces. Lo más importante no es si voy o no; lo importante es si hay avances en esa mesa, y eso es algo en lo que nos tenemos que empeñar todos.

P. ¿Está satisfecho con cómo se han devuelto los menores de Ceuta a Marruecos?

R. En mayo nos entraron 9.000 personas en dos días a Ceuta. Se puso en cuestión la integridad territorial de nuestro país. Afortunadamente, eso es pasado. Tenemos una oportunidad extraordinaria de redefinir nuestra relación con Marruecos, que es un socio estratégico. Por tanto, es un problema que tenemos que resolver, con las máximas garantías hacia los menores que entraron, pero también siendo conscientes de que tenemos un equilibrio de la convivencia en Ceuta que siempre es delicado, que se rompió por la entrada masiva de marroquíes. Solo puedo tener palabras de agradecimiento a Ceuta, a su Gobierno y también a Marruecos porque en esta nueva etapa que hemos abierto creemos que vamos a poder dar una solución con su máxima colaboración.

P. ¿Qué o quiénes han fracasado en Afganistán para que 20 años después vuelvan a gobernar los talibanes?

R. Es un fracaso de la comunidad internacional. No hay que ponerle ningún paño caliente. Pero tanto en Afganistán como con el 70% de la vacunación España ha hecho un ejercicio del mejor de los patriotismos. La presidenta de la Comisión Europea dijo que España representa el alma de Europa. Estamos a las duras y a las maduras. Nuestro país es un país formidable, que tiene unos valores muy elevados. El otro día leía una encuesta [de Yougov, encuestadora británica, realizada en ocho países] que decía que el 91% de los españoles manifestaban que verían con total normalidad el que cualquiera de sus familiares saliera del armario y reconociera su homosexualidad. En EE UU es un 66%. En Francia un 57%. Nuestro país abraza las conquistas en derechos y en libertades. Con Afganistán y la vacunación nos hemos dado a nosotros mismos y al mundo una lección. La oposición dice: "¿Usted qué tiene que celebrar sobre Afganistán?" Como éxito colectivo, hemos salvado la vida de 2.000 personas. Son pocas, probablemente, pero habrá que preguntarle a cada una de ellas si no ha merecido la pena ese ejercicio.

P. ¿Cómo se imagina la Europa pos- Merkel? El SPD va muy alto en las encuestas.

R. Conozco mucho al candidato, Olaf Scholz, y he participado en la campaña electoral en el mes de julio con él en Berlín. Si hay ese cambio en Alemania, tanto España como Alemania podemos ser dos motores de una nueva concepción del progresismo que creo que le va a sentar muy bien a Europa.

P. ¿Qué le ha enseñado este año y medio tan duro?

R. Humildad, es la gran lección para la política y para Occidente: no estamos a salvo, no somos inmunes. Y también el ser conscientes de que, más allá del ruido, este es un gran país que, cuando se apela a esa unidad, puede salir adelante. Ahora tenemos las condiciones más extraordinarias para hacer una nueva modernización del país como la que se hizo en la época de la Transición. Este momento para España es el de una encrucijada: si queremos avanzar o queremos quedarnos en el vagón de cola de todo este proceso de cambio y de revolución que está viviendo el mundo.

NOTA: Artículo publicado con la autorización de El País.