Palacio de La Moncloa
Presidente.- Buenos días, amigos y amigas, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Alta Comisionada para la Agenda 2030, Directora de la Oficina del Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, amigos y amigas,
Bienvenidos a vuestra casa. Decía el escritor Graham Greene que siempre hay un momento en la infancia, cuando la puerta se abre y deja entrar el futuro. Una frase que, si nos recuerda algo es, precisamente, la importancia de los primeros años para determinar el resto de la vida. La forma en que miramos la realidad con cinco, seis, siete años, recordémosla, es muy parecida a la que tendremos con el correr del tiempo.
La forma en que sentiremos, el modo en que nos relacionaremos con los otros, y las oportunidades profesionales que disfrutaremos, quedan determinadas claramente por la infancia, por el cuidado, por la atención. En esos años de nuestra vida, que son cruciales, en los que somos física y mentalmente más vulnerables, pero en los que, también, podemos ser inmensamente felices, como estoy convencido que lo hemos sido todos los que estamos aquí presentes.
Quienes hemos tenido, precisamente, estas infancias felices, sin carencias, no podemos imaginarnos o nos cuesta mucho imaginarnos una vida sin ellas. La infancia, pues, actúa también como un refugio de la memoria, cuando la vida se desarrolla y va mostrando las dificultades propias de ella. Por eso, a quienes la privación o la desgracia o el infortunio les privan de una infancia feliz, le roban algo muy preciado para los que estamos aquí. Muchas cosas materiales relacionadas con una vida digna, pero también, esto me parece que es lo más importante, se les quitan otros aspectos simbólicos y emocionales igual de importantes para la felicidad. Por eso, la atención especial a la pobreza infantil debe ser una prioridad absoluta, y una urgencia en cualquier país decente. España es un país decente.
La igualdad de oportunidades no será nunca real mientras persista una desigualdad grave en la infancia, como bien han dicho los intervinientes que me han precedido en el turno de la palabra.
La igualdad de oportunidades, lo recuerdo, es el fundamento de nuestro contrato social, de nuestro pacto social. Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz, nos decía un escritor. Y con esa frase como lema, pues, nos pusimos a trabajar, desde el primer día que llegamos al Gobierno para cumplir con la Agenda 2030 en materia de pobreza infantil.
Lo hicimos también dejando claro que desde el principio, esta era una acción en la que debíamos, como bien ha comentado antes Sandra, aunar todos los esfuerzos, todas las fuerzas posibles de que disponemos.
Y, por eso, creamos dos Altos Comisionados, el de la Agenda 203, y uno más específico, en la lucha contra la pobreza infantil, con el objetivo de aunar, de impulsar todos los esfuerzos de los distintos organismos del Estado. Grupos de trabajo que tienen su sede aquí, en el corazón del Gobierno, en el Palacio de La Moncloa. Y buscábamos, en consecuencia, visibilizar la urgencia y la importancia de las materias que trataban y también poner en valor el compromiso inequívoco del Gobierno con estas causas. Por ello, me gustaría, en primer lugar, agradecer en este acto a la ministra María Luisa Carcedo su dedicación y su esfuerzo, pues también ella, como ha recordado en sus palabras, tuvo un papel muy importante, central, en la constitución del Alto Comisionado para la Pobreza Infantil.
También me gustaría celebrar y reconocer el gran trabajo que está haciendo Cristina que, por cierto, hoy es su cumpleaños, para quien no lo sepa, por el extraordinario trabajo que está haciendo también por aunar y por canalizar todos los esfuerzos para cumplir con la Agenda 2030.
Un reconocimiento que extiendo a todo el equipo humano del Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, también el Alto Comisionado para la Agenda 2030, que está aquí con nosotros, y que estos meses han trabajado junto a Pau Marí-Klose, que también está por ahí, en estas materias tan sensibles y que, desde luego, ha recogido testigos Sandra con extraordinaria virtud, y extraordinario mérito.
Se han hecho muchas cosas. Es verdad que en 10 meses no se puede cambiar un país, pero sí se marca un rumbo. Y lo más importante, y esto lo hemos comentado antes en la charla que hemos tenido previa a este acto, y es que hemos empezado a concienciar y a remover las conciencias sociales del conjunto del país.
La campaña que acabamos de ver de concienciación rompe el círculo, fue un éxito rotundo. Lo fue en los medios de comunicación, con un alto impacto, y, sin duda alguna, lo fue también las redes sociales. Pero lo fue no solamente por su repercusión, que tuvo una, indudable, sino por lo que visibilizó: personas de distintas ideas, procedencias, profesiones unidas en pos del objetivo más noble y necesario que tenemos por delante, que es el de luchar contra la pobreza infantil, y, también adolescentes.
Así que, muchas gracias por compartir este proyecto tan importante, también para el conjunto de la sociedad. A todos los que participasteis en la campaña, a los que ayudaron a difundirla les traslado el agradecimiento, yo creo que del conjunto de la sociedad, representada en el Gobierno de España.
Amigos y amigas, la lucha contra la pobreza infantil, mejor dicho, la lucha contra la pobreza no sólo la infantil, es un asunto en el que la sociedad civil siempre ha jugado un papel fundamental. ONG, fundaciones religiosas, que también nos acompañan y, otras asociaciones se han implicado en la lucha contra esta lacra. Muchas veces de forma discreta, sin reconocimiento, como bien nos comentaban antes, y sufriendo los vaivenes financieros que supone depender de coyunturas políticas y también económicas.
Y, por eso, yo creo que uno de los objetivos fundamentales que se tiene que marcar cualquier Administración a partir del 28 de abril, es que esto no vuelva a suceder. La sociedad civil tiene que seguir jugando un papel protagonista clave. Pero debe contar con una política de Estado, en la materia que garantice apoyo material y político.
El Estado no puede desentenderse, a su vez, nunca más contando con esa sociedad civil, concienciada, que, sin duda alguna, no puede tampoco sustituir en el deber ineludible de luchar contra la pobreza. Debemos ir todos de la mano porque las necesidades y los retos son enormes y no sobra ningún esfuerzo.
Amigos, además de la mencionada campaña de concienciación rompe el círculo, tres han sido los grandes objetivos, o las grandes medidas con la que el Alto Comisionado contra la pobreza infantil, que también el Gobierno hemos querido plasmar esa visión, y ese compromiso en esta tarea urgente e importante que antes os comentaba.
En primer lugar, el pasado viernes, 22 de marzo, aquí se ha comentado, se aprobó en el Consejo de Ministros, en cuatro meses de tarea de la ministra Carcedo, la nueva estrategia nacional de lucha contra la pobreza infantil 2019-2023.
La tasa de pobreza que afecta a la población infantil es mayor que la que afecta a cualquier otro grupo de edad en nuestro país. Y así ha sido durante esta última década analizada: 2008-2018. En ese diagnóstico de la estrategia que aprobamos ese 22 de marzo. Una estrategia que presta, y esto es algo que, probablemente llame la atención -a mí, al menos, me la llamó-, presta atención a los jóvenes entre 18 y 29 años, que se justifica no sólo por sus altísimos niveles de pobreza, sino también por ser el grupo de edad que peor evolución ha sufrido desde el año 2008. Aquellos que tienen entre 18 y 29 años.
Yo creo que una de las causas fundamentales que afrontamos como sociedad y como país es la lucha contra la desigualdad. La lucha contra la desigualdad no es solamente un desafío económico, sino fundamentalmente, social. Y creo que lo que es importante es reivindicar la acción redistribuidora y redistributiva del Estado de bienestar, ¿no? Tenemos que luchar por que el Estado de bienestar avance, no se retire, no se recorte, no se debilite, sino que sea fuerte, sólido y responda a las urgencias y las importancias sociales que tenemos por delante como país.
Siempre he defendido que el Estado de bienestar no es un despilfarro, no es un gasto que se pueda prescindir de él. Creo que una de las grandes lecciones que tenemos que sacar de esta crisis económica es que no puede haber crecimiento sostenible y sostenido en el tiempo si no hay cohesión social y cohesión territorial. Y, sobre todo, si no hay igualdad intergeneracional.
Diferentes organismos internacionales han señalado, reiteradamente, además, que el Estado de bienestar en España tiene una capacidad limitada, muy reducida, para disminuir la pobreza infantil, si la comparamos con otros países de la UE. Para revertir esta situación, yo creo que la estrategia recoge la necesidad de una mejora sustantiva de la protección social, de las familias con menores a cargo. En este sentido se plantea como desafío, entre otros, y yo creo que este tiene que ser algo que logremos durante los próximos cuatro o cinco años, poner en marcha, de manera progresiva, el ingreso mínimo vital, estatal, que asegure a las personas un nivel básico de renta a lo largo de su ciclo vital, fundamentalmente, específico para luchar contra la pobreza infantil.
En segundo lugar, el Consejo de Ministros del 8 de marzo aprobó el Real Decreto-ley que permite el incremento de la prestación por hijo a cargo en nuestro país. Tras 17 años, se dice pronto, tras 17 años de pérdida constante de poder adquisitivo de esta prestación.
No sólo se incrementa la prestación general para todos los beneficiarios sin discapacidad, sino que además, se hace un especial esfuerzo; el Estado hace un especial esfuerzo para fortalecer la cuantía de la prestación para las familias con hijos con pobreza severa que van a ver duplicada la prestación por hijo.
Y, por último, el pasado 21 de febrero -ya ha hecho, también referencia de ello, Sandra, en su intervención, se celebró la cumbre de empresas contra la pobreza infantil. Y esto es una continuación de las actividades de construcción de la alianza de país contra la pobreza infantil, que daba también continuidad y era coherente a la Cumbre del Tercer Sector celebrada en diciembre. Y que avanza en el compromiso transversal de todos los actores y agentes sociales en la lucha contra la pobreza infantil.
Ha habidos cosas que también hemos hecho, como el Programa Becas nada más llegar al Gobierno de España, que fue tan importante, sobre todo, para ayudar a los niños y niñas, a los adolescentes, que se encuentran en situación de pobreza en los meses de verano.
Y ha habido otras cosas que se nos ha quedado en el tintero, por ejemplo, el anteproyecto de ley para luchar y proteger a los niños y niñas contra la violencia que ellos puedan sufrir.
Amigos y amigas,
Estas son políticas que deberían ser incuestionables, creo que deberían ser políticas de Estado. Los son las pensiones, lo es la Sanidad, o lo es la Educación, lo es la Dependencia; también debe serlo la Infancia y la Adolescencia.
Los jóvenes salen a la calle, como bien ha dicho antes la ministra, a recordarnos que debemos actuar. A pedirnos que actuemos contra el cambio climático, contra la desigualdad de género, contra la pobreza y por los derechos humanos.
Decía el escritor y aviador Saint-Exupéry, el autor de El Principito, que vistas las cosas tal como son, los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos. Pero hay otros niños y niñas que no pueden salir a la calle a protestar ni a reclamar, ni por edad, ni tampoco por condición. No les toca hacerlo, tienen derecho a una infancia feliz. A ser lo que son, niños y niñas. Son ellos y ellas los que más os necesitan. Los que más nos necesitan. A todos y a todas, para acabar con esa lacra que es la pobreza infantil.
La España del futuro, la que abraza las grandes transformaciones de nuestro tiempo, y las transforma en oportunidades, no puede dar la espalda a un fenómeno dramático, que condiciona miles de vidas, pero también el futuro colectivo de nuestro país.
Así que, que no se nos olvide, nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz. Y lo que tenemos que hacer, y a eso estamos todos convocados y todas convocadas, es hacerlo posible en la próxima década.
Gracias por vuestro compromiso, y gracias por estar aquí.
Bienvenidos a vuestra casa.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)