Nueva York
Buenos días, muchas gracias. Es un honor y un placer estar hoy aquí participando en la sesión inaugural de la Semana del Clima en Nueva York de 2019. Permítanme ser muy claro desde el inicio. Nos enfrentamos a una emergencia climática, nos estamos quedando sin tiempo para abordarla, sin embargo, algo ha cambiado drásticamente este año. A lo largo de 2019, hemos oído voces altas y claras de millones de jóvenes, incluso niños de todo el mundo que quieren decir la verdad. Exigen nuestra responsabilidad como líderes para abordar esta crisis climática y ecológica, y las consecuencias que va a tener para las generaciones futuras si no hacemos algo ahora mismo. Esa es la razón por la que hoy estoy aquí, para decirles la verdad, para declarar esa emergencia climática y ecológica que requiere acciones urgentes. Dadas las circunstancias, ¿vamos a elegir actuar con la urgencia necesaria o nos vamos a quedar de brazos cruzados? A mí me parece que la respuesta está muy clara. Quiero que mi país sea parte del cambio, quiero participar en las próximas acciones para contribuir y estoy dispuesto a liderar ese esfuerzo común por nuestros hijos y por los que están por venir.
Nos piden que revirtamos todos los efectos del cambio climático en nuestras vidas, en la seguridad alimentaria, en el crecimiento económico. Nos imploran que recortemos las emisiones de gases de efecto invernadero y recortemos el uso de combustibles fósiles para no correr el riesgo de que se colapse la biodiversidad. Están preocupados de que estamos llevando al límite nuestro planeta y de que quizás no haya marcha atrás. Los incendios forestales de este verano agravados por las presiones agrícolas y agravados por el cambio climático en el Amazonas, en Siberia y en África. Las mercancías globales están en peligro y necesitan nuestra ayuda para el bienestar del planeta, por eso tenemos que dar un paso más en nuestras ambiciones y en nuestras acciones y esto no ha sido nunca tan crítico como ahora. Tenemos el marco que es el Acuerdo de Paris, tenemos una herramienta muy poderosa que es el multilateralismo, pero todavía queda mucho por hacer si queremos mantener nuestros compromisos y cumplir con las responsabilidades que tenemos. En primer lugar, necesitamos un enfoque del siglo XXI al multilateralismo que responda a la realidad de forma efectiva, un multilateralismo basado en la responsabilidad compartida para alcanzar la paz que consiga un cambio global requerido para proteger ese bien común, nuevas normas que permitan la protección ecológica y que al mismo tiempo permitan el progreso económico y la prosperidad en el siglo XXI. Amigos, la nueva gobernanza multilateral empieza hoy y con los compromisos concretos que vamos a adquirir para conseguir que la temperatura global baje 1,5 grados. Los sectores financieros están tomando la iniciativa porque los negocios tienen una gran responsabilidad. Hemos visto muchos países donde los sectores financieros empiezan a revelar información sobre su exposición al cambio climático y los riesgos asociados a ello. Esto es una medida muy positiva que debe ser consolidada a nivel global pero al mismo tiempo hay que hacer más. La segunda fase, en mi opinión, es asegurar que podamos establecer objetivos ecológicos en los planes de inversión, la idea es alinear la inversión con los objetivos climáticos y ecológicos. Por último, los gobiernos deben asumir su responsabilidad como catalizadores de la transición que necesitamos. Tenemos que mostrar un liderazgo claro aplicando las políticas concretas, las medidas, las herramientas financieras que manden señales a largo plazo con respuestas muy ambiciosas a la hora de reducir las emisiones de carbono y alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. Los gobiernos deben mostrar un compromiso verdadero para detener este movimiento. España está plenamente comprometida con esto, hemos tomado el paso de esbozar nuestro marco climático y es lo que yo califico de Plan Green Deal Nacional.
Se trata de un plan que ha recibido un premio a nivel europeo por su ambición su credibilidad y sus calidades, se trata de la base de una economía neutral en carbono para 2050 de forma efectiva y económicamente rentable.
Queremos alcanzar una reducción del 20% en nuestras emisiones de carbono. Esto requiere un esfuerzo significativo, una de cada 3 toneladas de gases de efecto invernadero emitidas deberán ser evitadas, para conseguirlo tenemos que centrarnos en la promoción de las energías renovables. Queremos que el 74% de la electricidad en 2030 venga de ese tipo de fuentes, para tener un 100% de energías renovables en el año 2050. Se trata de un reto enorme, pero también una gran oportunidad, como resultado de las medidas incluidas en el marco alrededor de 236.000 millones de euros se movilizarán en partenariados público-privados. El impacto sobre el empleo también es muy prometedor, alrededor de 364.000 nuevos empleaos se crearán entre 2021 y 2030.
Nuestro compromiso nacional es muy reconocido internacionalmente, un ejemplo de ello es la petición del secretario general de liderar junto con Perú la coalición sobre ríos previa a la Cumbre del Clima que comienza ahora en las Naciones Unidas, así que amigos, la crisis climática actual requiere de acciones muy valientes ahora mismo, no mañana, ni la semana que viene, ni dentro de 5 años. La próxima década es crucial para garantizar que avanzamos hacia una descarbonización global compatible con los Objetivos de Paris, eso es todo lo que pedimos, lo que pide la juventud, lo que nos pide, acciones decididas y ambiciosas. España ha tomado ese camino, lo ha hecho, con un compromiso pleno y consciente de lo que nos jugamos, necesitamos que nuestro planeta resista para las generaciones futuras, tenemos el futuro en nuestras manos, tenemos la oportunidad y la gran responsabilidad de dar forma al futuro que queremos, sin dejar a nadie atrás. Muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)