Bruselas
Gracias, Donald, gracias, presidente del Consejo; presidentes, presidentas, primeros ministros de la ASEM. Buenas tardes a todos,
Es un placer poder intervenir en la clausura de esta Cumbre. Y ya se ha dicho antes, ante la magnitud de los desafíos globales, es más necesario que nunca que estemos unidos, que trabajemos juntos, desde un compromiso inequívoco con un sistema multilateral y basado en normas.
Los grandes desafíos globales requieren respuestas globales. Y eso es sobre lo que hemos hablado a lo largo de estos dos días.
Los navegantes de la Península Ibérica, de España y de Portugal, estuvieron a la vanguardia de la conexión marítima entre Asia y Europa, al principio de la modernidad.
En 2019, precisamente se va a conmemorar el V Centenario de una gesta histórica, que fue la circunnavegación de la Tierra, en una expedición comandada por un portugués, Magallanes, y por un español, Juan Sebastián Elcano. Una odisea legendaria que costó tres años de penosa travesía. Me gustaría que esta historia nos sirviera como ejemplo, y también como inspiración, para poder continuar reforzando una conexión que acerque a nuestros países a través de nuevas infraestructuras y de tender puentes entre regiones, países, sociedades y personas.
Construir puentes debe también ser el objetivo del diálogo político en este Foro; creo que lo hemos demostrado a lo largo de estos días. Y mi Gobierno quiere contribuir a hacer de Europa y de Asia un gran espacio de estabilidad, de paz, de sostenibilidad y de prosperidad compartida.
Y no existe mejor marco para canalizar esos esfuerzos que el que nos ofrece la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Por eso, me parece tan importante que la Declaración que hoy aprobamos subraye la importancia de esta Agenda, como un elemento vertebrador de nuestro diálogo en este Foro, y de nuestras prioridades comunes en materia de conectividad, de cambio climático, igualdad de género o de promoción de la paz y de la seguridad en Asia y en Europa.
Este Foro, se ha dicho también anteriormente, representa nada más y nada menos que al 60% de la población y de la economía mundial. Los países que estamos aquí representados en estas mesa partimos de circunstancias, de historias y de sensibilidades diferentes, distintas, pero es precisamente dialogando como conseguiremos aprender unos de otros las mejores prácticas.
Yo, desde luego, he aprendido mucho de las reflexiones que los colegas asiáticos que han vertido a lo largo de las sucesivas reuniones. También, para tomar conciencia de dónde pueden estar nuestras debilidades, dónde están nuestras fortalezas, así como entender las de otros.
Ese es el espíritu con el que España va a albergar en junio del próximo año, la 14 Reunión de ministros de Asuntos Exteriores de ASEM, una estructura de cooperación interregional, en la que creemos firmemente y en la que queremos reforzar nuestra presencia.
Frente a las amenazas que tenemos por delante, el Gobierno de España defiende un liderazgo cooperativo, así como la cooperación interregional de la que la ASEM es uno de los mejores ejemplos.
Debemos apostar, como se ha hecho aquí, de forma renovada por el multilateralismo, así es como los grandes problemas globales, estamos convencidos, van a encontrar solución: a través de la cooperación y diálogo entre Estados. Este es el camino, y por eso, es fundamental que sigamos trabajando juntos para conseguir un mundo más interconectado, más seguro y más próspero en beneficio de nuestros ciudadanos y de nuestras ciudadanas.
Espero ver a sus ministros y ministras de Asuntos Exteriores en Madrid, el próximo mes de julio. Les acogeremos como se merecen, de manera calurosa. Hasta entonces, les agradezco su atención, su presencia en Europa y, por supuesto, toda la suerte del mundo. Hasta el próximo mes de julio.
Muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)