Madrid
Presidente.- Señoras y señores, muy buenos días.
Antes que nada, quisiera comenzar mi intervención con un recuerdo a las personas que han resultado heridas esta mañana en el accidente de Rodalies, en Barcelona. Les deseamos todos una pronta recuperación.
Como saben, he hablado con el presidente de la Generalitat, el señor Puigdemont; me he puesto a su disposición. El ministro de Fomento está allí y lo que hemos manifestado es que nuestra colaboración, como no podía ser de otra manera, con las autoridades será leal y plena, con el objetivo de que a la mayor celeridad posible se recupere la normalidad.
Como todos ustedes saben, y como es habitual, después del último Consejo de Ministros siempre comparezco para hacer un balance de la temporada. Antes, sin embargo, permítanme informarles de que el Gabinete, después de haber oído el informe favorable del Consejo de Estado, me ha autorizado a presentar recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del Reglamento aprobada ayer por el Parlamento de Cataluña.
Como saben, la única intención de esa reforma es aprobar por trámite de urgencia, y sin las más elementales garantías democráticas, las leyes con las que se pretende liquidar la soberanía nacional, la Constitución Española y el propio Estatuto de Autonomía. Para ello, como señala en su informe el Consejo de Estado, se puede estar vulnerando el derecho de participación política de la minoría parlamentaria en las condiciones de igualdad que garantiza nuestro ordenamiento jurídico.
Al presentar este recurso, el Gobierno cumple su obligación de velar por la legalidad; pero también está defendiendo a las instituciones autonómicas catalanas y a sus funcionarios, que no pueden ser utilizados al servicio de una actuación abiertamente contraria a Derecho.
Ayer mismo la patronal catalana, Fomento del Trabajo, pidió al Gobierno de esa Comunidad que renuncie a sus planes rupturistas. Incluso, el letrado mayor del Parlamento de Cataluña se ha expresado recientemente con claridad contra el proceso. Hechos como estos demuestran que el conjunto de la sociedad catalana es muy plural y de talante muy moderado.
Esta sociedad catalana necesita también que se les proteja de un proyecto radical y divisivo que se intenta imponer a las bravas. No habrá ningún referéndum el 1 de octubre y no lo habrá porque el Tribunal Constitucional ha dicho claramente que es inconstitucional y, por tanto, ilegal. No habrá un referéndum de autodeterminación porque esa pretensión también va directamente en contra de la propia arquitectura institucional que ha dado a Cataluña el mayor nivel de autogobierno de toda su historia.
El Gobierno de España mantiene la determinación de defender la Ley con la serenidad y con la mesura que le brindan los instrumentos de nuestro Estado de Derecho. Como saben, yo siempre he estado dispuesto a dialogar sobre la mejor manera de colaborar con las instituciones de Cataluña en beneficio de todos. Siempre he mostrado esa disposición y la mantengo hoy; pero nadie puede pretender que negocie la ruptura de una Constitución que no es patrimonio mío, ni del Gobierno, ni siquiera del Parlamento, sino que lo es del conjunto de todos los españoles.
Señoras y señores,
Por lo que se refiere al balance de esta primera mitad de año, el hecho que, a mi juicio, mejor resume este período es la mejora constante de las previsiones.
España crece y mejora día a día ante los ojos de todo el mundo, y también ante los ojos de los propios españoles. No estoy hablando únicamente de las previsiones económicas; también el clima político en España y en el conjunto de Europa, así como la propia imagen institucional de nuestro país, son hoy mejores de lo que lo eran hace unos meses y presentan una clara tendencia a seguir fortaleciéndose en el futuro.
¿Quiere esto decir que no tengamos problemas ante nosotros? En absoluto. Tenemos problemas y, como acabo de señalar, algunos son muy serios; pero no es menos cierto que estamos en condiciones de afrontarlos con un país mucho más fuerte y más recuperado en todos los aspectos.
A continuación, intentaré desgranar brevemente los elementos que me permiten establecer este diagnóstico y me refiero, en primer lugar, a la economía.
"España se encuentra en el cuarto año de una expansión económica y una creación de empleo magníficos. El PIB ha superado el nivel pre-crisis en este segundo trimestre del año 2017 y registra un crecimiento muy superior a la media de la zona euro. Gracias a las reformas, la economía se ha vuelto más competitiva, flexible y resistente. Un sector servicios dinámico, cada vez más orientado a las exportaciones, ha reemplazado al sector de la construcción, lo que, junto a la recuperación de la industria, está contribuyendo a mantener una mejora sostenida del saldo por cuenta corriente. Se prevé que el PIB crezca el 3,1 por 100 este año o, incluso, por encima de esa cifra, ya que el impulso de las reformas llevadas a cabo puede ser mayor de lo inicialmente estimado". Estas palabras no son mías; son las que escogió el Fondo Monetario Internacional para definir la situación de la economía española hace solo unos días y su diagnóstico es inequívoco.
Yo me referiré únicamente a tres elementos en concreto: crecimiento, empleo y sector exterior.
Efectivamente, España se encuentra en el cuarto año de crecimiento y en el tercero en el que crecerá, al menos, el 3 por 100 anual. Los datos del PIB del segundo trimestre que acabamos de conocer hoy indican un crecimiento del 0,9 por 100 respecto al primer trimestre y del 3,1 por 100 respecto al mismo trimestre del año 2016. Con estas espléndidas cifras, es más que probable que en el conjunto del año crezcamos, al menos, al 3 por 100, que es la previsión, como conocen, que actualmente mantiene el Gobierno. Les recuerdo que a finales del año pasado 2016, cuando comparecí aquí, ante ustedes, estas previsiones eran de un crecimiento del entorno del 2,5 por 100.
Seguimos creciendo a la cabeza de Europa, muy por encima de la media de la zona euro. Hoy he dicho que hemos sabido que España ha crecido el 0,9 por 100 en el segundo trimestre y hay otros países que también han avanzado sus datos: Francia, 0,5 por 100 y Reino Unido, 0,3 por 100. Crecemos, por tanto, por encima de la media de la zona euro, pero también por delante de Canadá, Japón o Estados Unidos. Según las previsiones del Fondo Monetario, somos, un año más, el país con mayor crecimiento económico entre los más desarrollados del mundo.
Además, hoy, tras conocer las cifras de crecimiento del segundo trimestre, ya podemos afirmar que hemos recuperado el nivel de riqueza que teníamos antes de la crisis. Se trata de uno de los objetivos para este año que señalé en mi comparecencia del pasado mes de diciembre.
Este crecimiento económico --y esto es lo más importante-- se está traduciendo en una intensa creación de empleo, también en este año 2017. La reducción del desempleo que muestra la EPA del segundo trimestre que conocimos ayer es, lisa y llanamente, la mayor de la historia; la mayor desde que se creó la EPA. 340.000 desempleados menos, a razón de 3.785 cada día del trimestre. Si miramos las cifras en términos anuales, el descenso del desempleo ha sido de más de 660.000 personas.
Y también en creación de empleo estamos avanzando de manera intensa: en el segundo trimestre de este año se crearon 375.000 empleos, más de 4.000 al día. Desde el peor momento de la crisis se han creado ya casi 1.900.000 empleos. Estamos muy cerca de alcanzar los diecinueve millones de personas ocupadas y el objetivo que nos habíamos marcado para esta Legislatura, que hubiera veinte millones de españoles trabajando, se puede conseguir incluso antes del año 2020. Como les he dicho, el reto es seguir mejorando las expectativas.
Hay algunos datos cualitativos importantes y, porque lo son, voy a hacer referencia a ellos.
El desempleo juvenil, todavía muy elevado, continúa descendiendo: desde junio del año pasado hay cien mil jóvenes menos desempleados y la tasa de paro juvenil ha caído por debajo del 40 por 100, lo que no ocurría desde el año 2009. Desde los máximos que llegó a marcar la tasa de paro juvenil ha caído diecisiete puntos porcentuales. Hay que decir que esta reacción se está produciendo gracias a que el empleo juvenil está creciendo al 12 por 100, más de cuatro veces por encima de la media.
El paro de larga duración también se reduce con fuerza: en el último año, dos terceras partes de la reducción del desempleo corresponde a personas en paro que perdieron su empleo hace más de un año. Y lo mismo podríamos decir de los hogares con todos sus miembros en paro.
Todo esto son datos de la Encuesta de Población Activa. Si vemos los últimos que hemos conocido de la Seguridad Social, hay algo que también nos anima y nos estimula para seguir trabajando intensamente en el futuro: en el primer semestre de este año se ha creado un 30 por 100 más de empleo que en el mismo período de 2016, que, como saben, fue un buen año para el empleo.
El sector exterior también está sorprendiendo en este año 2017 por su dinamismo; se apoya en la mayor competitividad de nuestras exportaciones. Acumulamos cinco años de saldo exterior positivo, algo que no se había producido en nuestra histórica económica nunca. Pero, además, en mayo las exportaciones crecieron un 15 por 100 anual y entre enero y mayo de 2017 las exportaciones avanzan un 11 por 100 frente al mismo período del año 2016, alcanzando una cifra récord, un auténtico récord histórico. Hoy las exportaciones de bienes y servicios representan un 33 por 100 del PIB y en un par de años, si se hacen las cosas bien, podrían alcanzar el 35 por 100. Y entre las grandes economías desarrolladas, España es la que más exporta, con la única excepción de Alemania.
Pues bien, estos tres elementos (crecimiento, empleo y competitividad) son los que certifican la salud de nuestra recuperación económica; pero hay otros datos también positivos que nos deben animar a continuar trabajando intensamente de cara al futuro: la prima de riesgo está hoy por debajo de los 100 puntos básicos --recordarán que en el año 2012 estaba en 639 puntos básicos--; la confianza de los agentes económicos y sociales está en máximos en mucho tiempo; crecen el consumo privado y la inversión en maquinaria y equipo; el sector industrial -es muy importante-- muestra gran dinamismo, con un crecimiento en mayo cercano al 8 por 100, y la construcción se está recuperando de manera intensa y solamente dos datos: los visados de obra nueva crecieron a un ritmo del 20 por 100 el pasado mes de abril y la compraventa de viviendas, un 23 por 100 en el mes de mayo.
La actividad del sector servicios también tiene en mayo un ritmo de crecimiento cercano al 8 por 100. Y son muy fuertes las entradas de turistas: hasta mayo, llegaron veintiocho millones de turistas extranjeros, un 6,5 por 100 más que el año pasado, que gastaron un 15 por 100 más que en el mismo período que del año pasado.
Todo esto demuestra que España hoy es una economía más competitiva, que está creciendo, que está creando empleo por encima de las previsiones, porque produce, porque exporta y porque vuelve a consumir sin endeudarse en el exterior.
Pues bien, señoras y señores, a modo de resumen, estas cifras, que pueden ser un poco engorrosas, son muy importantes. Lo son porque muestran el enorme logro de la sociedad española al haber podido revertir una situación dramática en muy poco tiempo; lo son también porque definen un marco de confianza para los españoles y para los inversores extranjeros, y lo son, sobre todo, porque constituyen una garantía de que se pueden cumplir nuestras previsiones. Pero todo ello, como ya les he dicho en alguna ocasión, solo será posible si mantenemos lo que ha constituido el eje de la política económica de los últimos años: el compromiso con la consolidación fiscal y con las reformas estructurales en la línea con lo hecho hasta ahora. Y ello hay que hacerlo, además, en el actual entorno institucional que exige llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas.
En lo que va de legislatura, España, como país, ha dado muestra de responsabilidad y de compromiso con la estabilidad, lo cual ha sido muy bien valorado desde fuera de nuestras fronteras. Y ello es particularmente cierto en relación con la estabilidad presupuestaria que, como les dije antes, continúa siendo un compromiso ineludible.
Hemos establecido unos objetivos fiscales consistentes en nuestros compromisos con la Unión; en particular, con un déficit del 3,1 por 100 en 2017 y del 2,2 por 100 en 2018. España estará en condiciones de abandonar el procedimiento de déficit excesivo en 2018. La estrategia presupuestaria que, junto con otras fuerzas políticas que han colaborado lealmente, el Gobierno ha podido poner en marcha en la primera parte del año y la aprobación de los Presupuestos para 2017 permiten que el objetivo de déficit pueda alcanzarse.
Ahora estamos trabajando en los Presupuestos de 2018, que esperamos sacar adelante a través del diálogo con otros grupos políticos, porque son claves para que España salga del procedimiento de déficit excesivo y para que asegure el camino hacia la recuperación de todo el empleo que en su día se perdió.
Dicho esto, quisiera también decir que todos estos avances en lo estrictamente económico no significarían nada si no se trasladaran de manera inmediata a la vida de nuestros conciudadanos. La forma más rápida y la más eficaz de reducir las desigualdades sociales es mediante la creación de empleo, porque el paro es la razón más profunda de las diferencias sociales.
Es importante recordar que cada mes, en España, más de catorce millones de personas reciben algún tipo de prestación, subvención o ayuda pública. Por lo tanto, es la creación de empleo lo que determina la posibilidad de mantener y de mejorar nuestro sistema de protección social, la sostenibilidad del sistema público de pensiones, las prestaciones por desempleo, los beneficiarios por dependencia y, como es lógico, nuestro sistema de sanidad pública y educación para todos.
Señoras y señores,
Los Presupuestos marcan también el nivel de estabilidad política en esta Legislatura. En pura teoría política, la estabilidad de un Gobierno depende de los Presupuestos y hemos acreditado, en una situación parlamentaria sin precedentes en nuestra historia moderna, la capacidad de llegar a acuerdos con distintos grupos para sacar adelante las cuentas del Estado. Esto, insisto, es capital para que continúen la recuperación económica, la creación de empleo y la mejora del bienestar y riqueza de la gente. Es la auténtica referencia de la estabilidad del Gobierno: la capacidad para sacar adelante los Presupuestos; pero, si esto no fuera suficiente, también les recuerdo que en estos meses el Gobierno ha superado con absoluta tranquilidad una moción de censura, una sesión parlamentaria que solo ha servido para demostrar que no existe una mayoría alternativa a la que ahora hay en la Cámara.
Estamos demostrando también que es posible gobernar en circunstancias poco habituales, como las que vivimos en esta Legislatura. En estos meses se han aprobado iniciativas gubernamentales de tanta importancia como las siguientes: el plan extraordinario de inversión en carreteras, por valor de cinco mil millones de euros, que se llevará a cabo a través de la colaboración público-privada; dos subastas de energías renovables, por un total de 8.000 megavatios, con los que cumpliremos los compromisos adquiridos en el marco de la Unión Europea para el año 2020; la elaboración del Estatuto de las Víctimas del Delito o el Plan de Convivencia Escolar.
En estos nueve meses, el Gobierno ha remitido a la Cámara dos acuerdos de objetivos y límites de gasto, que ha sido aprobados; siete Proyectos de Ley; diecinueve Reales Decretos Leyes, de los que dieciocho han sido convalidados y solo uno derogado en primera votación y aprobado en segunda. Asimismo, se han aprobado 48 acuerdos internacionales, algunos tan relevantes como el Acuerdo de Libre Comercio con Canadá
Entre estas iniciativas del Gobierno y otras de la oposición que han contado con el apoyo del Partido Popular, figuran asuntos tan relevantes como el Acuerdo parlamentario para un Pacto de Estado contra la violencia de género, que se ratifica hoy en el Parlamento y que queremos extender a Comunidades Autónomas y agentes sociales. Quiero agradecer la disposición de todos los grupos políticos a la hora de acordar los términos de este Pacto que les ofrecí en la sesión de investidura.
Además de las medidas planteadas y de las cantidades económicas comprometidas, este Acuerdo supone también un mensaje y un compromiso de todos hacia las mujeres que hoy pueden estar sufriendo una situación de maltrato. Es una forma de decirles que no están solas, que nos seguimos preocupando por ellas y que pueden y deben romper esta situación, con la seguridad y con la certeza de que la sociedad española, las acompaña, las respalda y las ayuda.
Este es el último acuerdo que se ha alcanzado, pero les recuerdo muchos otros como la Ley de Contratos del Sector Público; la Ley del Régimen Económico y Fiscal de Canarias; medidas de impulso del Sistema Nacional de Garantía Juvenil; el Real Decreto Ley de protección de consumidores en materia de cláusulas suelo; el cumplimiento de las sentencias del Tribunal de Justicia Europea sobre la estiba y el canon digital; la Ley de Autónomos, muy importante; o el acuerdo sobre el bono social de electricidad, o el Salario Mínimo Interprofesional
Estos hechos ponen de manifiesto que la capacidad de diálogo y acuerdo se ha impuesto a la compleja situación de bloqueo que podría existir en el Parlamento. Estamos cumpliendo con el compromiso que nos fijamos en la sesión de investidura: una disposición abierta al diálogo y una sincera voluntad de entendimiento.
Desde aquí, quiero reconocer la actitud de colaboración de aquellos grupos políticos sin cuyo concurso nada de esto sería posible. Me refiero especialmente a Ciudadanos, al Partido Nacionalista Vasco, a Coalición Canaria y a Nueva Canarias. Con ellos, y con nuestros coaligados de Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias y Partido Aragonés, entre todos, estamos demostrando que la política más útil es aquella capaz de buscar el interés común por encima de tacticismos rancios y de vuelo corto.
La capacidad de pactar y de colaborar en beneficio de los ciudadanos es el mejor ejemplo de liderazgo en un momento de fragmentación política como el actual. Pretender encastillarse en el bloqueo permanente, en los prejuicios sectarios o en la política de escaparate no conduce más que a la exclusión en una etapa en la que nadie debería quedar al margen de la recuperación de España.
Señoras y señores,
Este compromiso de diálogo se ha extendido también al ámbito territorial. Hemos puesto en marcha buena parte de los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Presidentes celebrada en enero pasado, entre ellos, la rendición de cuentas. Así, seis meses después de la reunión, el pasado 17 de julio tuvo lugar el Comité de Seguimiento, del que se concluyó un alto grado de cumplimiento de acuerdos. El grupo de expertos para estudiar la reforma de la financiación autonómica ha hecho entrega esta semana de sus propuestas, también está en marcha el grupo de estudio de la sostenibilidad del sistema de dependencia y también se han constituido el Consejo Nacional de Protección Civil y el grupo de trabajo para el estudio de la tarjeta social.
En el plazo de seis meses se han celebrado dos sesiones de la Conferencia para Asuntos relacionados con la Unión Europea; una de ellas, monográfica sobre el "Brexit", que ha tenido una excelente acogida por parte de las Comunidades Autónomas. Y también se ha reunido el Consejo para la Unidad de Mercado.
Los acuerdos en materia de empleo, tanto en políticas activas, como en empleo público, se están cumpliendo con resultados cuantificables y con el compromiso de rearmar los esfuerzos para acelerar los resultados.
Señoras y señores,
En otro orden de cosas, les decía al comienzo de mi intervención que también en el plano europeo las cosas han mejorado notablemente en los últimos meses. Los populismos europeos han retrocedido claramente en las últimas citas electorales y la victoria de Macron en Francia ha supuesto un nuevo impulso al proyecto europeo.
Por otra parte, Europa está dando muestras de cohesión y responsabilidad al mantener una Unión sin fisuras en las negociaciones con el Reino Unido sobre el "Brexit". España está satisfecha de la manera en que se han recogido sus prioridades en dichas negociaciones y mantiene su confianza y su apoyo en la labor que viene realizando el señor Barnier. Asimismo, estamos contribuyendo con nuestras aportaciones al debate sobre el futuro de Europa después del "Brexit". La defensa, la lucha contra el terrorismo yihadista, la gestión de los flujos de inmigración y una mayor integración económica y cohesión social deben ser los ejes sobre los que se diseñe el futuro de la Unión. Esa debe ser la senda que nos lleve a recuperar la confianza de los europeos en sus instituciones y su futuro.
De todo ello he podido conversar con mis colegas europeos en las numerosas cumbres y reuniones que se han celebrado en la primera mitad de este año: tres Consejos Europeos en marzo, abril y junio; dos Cumbres informales en Malta y Roma, en febrero y marzo; otras dos Cumbres de los países del Sur de Europa, y en una de ellas, como saben, fuimos anfitriones aquí, en Madrid; y la Cumbre cuatripartita de Versalles con Alemania, Francia e Italia. Esa Cumbre cuatripartita con Alemania, Francia e Italia volverá a reunirse el próximo día 28 de agosto en Francia.
Asimismo, hemos celebrado hemos celebrado Reuniones bilaterales de Alto Nivel con los Gobiernos de Francia, Portugal y Polonia, y hemos participado activamente en los debates del G-20 celebrado recientemente en Hamburgo, prestando especial atención a los dos fenómenos de terrorismo y de inmigración; cambio climático y comercio, fundamental para continuar con la recuperación económica.
Me gustaría hacer una breve referencia también a la atención que hemos prestado a nuestros hermanos de Latinoamérica, no solo por la visita que realicé el pasado mes de abril a Brasil y a Uruguay, sino también por haber recibido en España a los presidentes de Ecuador, Argentina, Perú y Costa Rica. España, como saben, está liderando en Europa los esfuerzos para cerrar lo antes posible un Tratado de Libre Comercio con MERCOSUR.
No quisiera terminar esta parte de mi intervención referida a Latinoamérica sin hacer unos breves comentarios sobre lo que está sucediendo en Venezuela.
El Gobierno manifiesta su profunda preocupación por la situación en Venezuela que ha alcanzado un punto crítico: tres meses de protestas, más de cien muertos, cientos de heridos, miles de detenidos, violenta represión, violación de los derechos humanos y detenidos llevados ante tribunales militares.
Este domingo el Gobierno ha convocado elecciones a una Asamblea Constituyente que es rechazada por la mayoría de la población. Es una convocatoria que se ha hecho sin partir de un amplio consenso previo y que no respeta criterios democráticos esenciales. El Gobierno español, al igual que todos los Estados miembros de la Unión Europea, los países de la región y numerosas organizaciones internacionales y regionales, pide al Gobierno de Venezuela que reconsidere esta situación.
España ha estado y estará siempre a la vanguardia de la defensa de la democracia y de los derechos humanos en Venezuela. Lo hemos demostrado con nuestro apoyo a un diálogo urgente, sincero y efectivo que condujese a un amplio acuerdo respetuoso de la legalidad; también lo hemos demostrado liderando en el seno de la Unión Europea una respuesta firme ante el deterioro progresivo de la situación en ese país en el que viven seiscientos mil ciudadanos europeos, entre ellos cerca de doscientos mil españoles, respuesta esta que se concretó en las Conclusiones aprobadas el 15 de mayo y en la Declaración de la Unión Europea del miércoles pasado.
Seguiremos de cerca, junto a nuestros socios europeos, el desarrollo de la situación, sin descartar la adopción de medidas adicionales si pueden ser efectivas.
España defiende una solución democrática, pacífica y negociada a la crisis venezolana, y la misma debe pasar, ineludiblemente, por el fin de la violencia y el respeto al derecho de manifestación pacífica; el respeto por la separación de poderes; la legitimidad de la Asamblea Nacional elegida democráticamente; la independencia de la Fiscalía General; la plena liberación de los más de cuatrocientos presos políticos que hay en Venezuela; la adopción de medidas humanitarias urgentes para hacer llegar ayuda a la población más necesitada, y la celebración de elecciones libres, democráticas y transparentes, respetuosas del principio de igualdad de voto y sufragio universal, que devuelvan la palabra al pueblo venezolano.
Por último, y en el plano internacional, me gustaría destacar la visita a España --algo que no se producía desde tiempo inmemorial-- del primer ministro de la India, el señor Modi, y la participación de nuestro país en la Cumbre de la nueva Ruta de la Seda, que promueve el Gobierno chino.
En definitiva, también en el plano internacional hemos recuperado el tiempo perdido por el año de bloqueo político que vivimos en 2016 y he de decir que en todos los foros internacionales en los que he podido participar he constatado el interés y el reconocimiento por la tarea que ha hecho nuestro país, y el ejemplo de superación de la sociedad española.
Ya voy terminando.
Hace solo una semana conocimos los últimos datos sobre la reputación internacional de España entre un grupo de 55 países: el nuestro conseguía el puesto número trece del ranking, lo que supone la cota más alta de su serie histórica. Ello va unido, indudablemente, a la manera en que estamos superando la crisis económica y sus efectos, pero también a valores que forman parte de la imagen de nuestro país: me refiero a la tolerancia de nuestra sociedad, a su capacidad integradora, a la seguridad o a nuestro sistema de protección social.
No existen razones, nunca y tampoco ahora, para la autocomplacencia ni para el chauvinismo, porque siempre quedará mucho trabajo por hacer y muchas cosas por mejorar. Pero sí tenemos razones poderosas para disfrutar de una sana y amable satisfacción por formar parte de este país, España, de su admirable historia, de sus instituciones, de su hospitalidad y de su capacidad de superación.
Yo me siento satisfecho de lo que estamos logrando entre todos, aunque continuaré trabajando para seguir estando satisfecho. Agradezco sinceramente la colaboración que estoy encontrando y les garantizo que seguiremos dando la batalla para poder decir también el año que viene que mejoramos las expectativas.
Muchas gracias. Estoy a su disposición.
P.- José Miguel Blanco, de la agencia EFE. Respecto al recurso que han presentado o que van a presentar ante el Tribunal Constitucional, ¿usted o alguien del Gobierno ha informado previamente de esa presentación al PSOE? En todo caso, ¿cree que va a seguir apoyando las medidas que tiene que adoptar el Gobierno ante los pasos que se están dando en Cataluña, habida cuenta de que ya expresó su rechazo a aumentar el control sobre las cuentas catalanas?
Presidente.- Sí, nosotros hemos informado al Partido Socialista y también a Ciudadanos de este recurso que, como digo, entrará pronto en Registro, si no lo ha hecho ya, del Tribunal Constitucional.
Yo tengo la firme convicción de que en el grueso de las decisiones importantes y, sobre todo, en la más importante, la defensa de la soberanía nacional y, por tanto, que sean los ciudadanos españoles los que decidan qué sea España, estaremos en un acuerdo total con el Partido Socialista.
P.- Mariano Calleja, de "ABC". Quería saber, presidente, si en la conversación que ha tenido esta mañana con el señor Puigdemont han tenido ocasión de hablar de algo más, aparte del accidente del Cercanías, o han quedado en hablar o reunirse próximamente para tratar la situación en Cataluña.
Nos ha reiterado hoy que el referéndum no se va a celebrar el 1 de octubre. ¿Cree que la mejor salida, dada la situación, sería convocar unas elecciones autonómicas por adelantado? ¿El Gobierno lo vería positivo?
Presidente.- No, con el señor Puigdemont he hablado única y exclusivamente del accidente que se ha producido hoy en las Rodalies de Barcelona y, como les decía al principio, he transmitido el pesar del Gobierno y, además, anuncié la presencia, que está teniendo lugar ahora, del ministro de Fomento allí, y dije que estábamos dispuestos a colaborar, y teníamos que hacerlo, para que las cosas volvieran a la situación de normalidad a la mayor celeridad posible.
En relación con si es bueno o malo celebrar elecciones autonómicas, la competencia para convocar las elecciones al Parlamento de Cataluña, como sabe, es única y exclusivamente del presidente de la Generalitat. Por tanto, yo lo único que puedo hacer es una afirmación de tipo general. A mí me gusta que las cosas funcionen en situación de normalidad y, normalmente, las elecciones y a los ciudadanos se les llama para que elijan Parlamento, y luego Gobierno, por un período de tiempo de cuatro años. A mí nunca me ha gustado adelantar las elecciones, a veces es absolutamente obligado; en cualquier caso, a él le compete.
Lo importante es que se respete la legalidad. Creo que el mensaje que hemos oído ayer de la organización empresarial Fomento Nacional del Trabajo es un mensaje noble y honorable en defensa de los intereses de los ciudadanos de Cataluña, en defensa de los intereses de todos los españoles, en defensa de la Ley y en defensa de la convivencia democrática y de los acuerdos que hemos logrado entre todos. Creo que, sin duda alguna, ese mensaje, repito, noble, honorable y valiente, debería ser atendido.
P.- Cristina Martín, de La Hispanidad. Señor presidente, quería saber qué opina sobre el intento del señor Pedro Sánchez de legalizar la eutanasia en España y sobre la nueva ley LGTBI que propone el partido de Podemos, y también quería sabe si cree que será posible que salgan adelante en el Congreso.
Presidente.- Mire usted, como de momento nadie ha propuesto nada de eso en el Congreso de los Diputados, creo que no es un tema de actualidad en el día de hoy y no voy a entrar en ello.
P.- José María Brunet, de "La Vanguardia". Quería volver a los temas de Cataluña y preguntarle sobre el recurso que se presenta hoy. Hoy es un día de contrastes, ¿no? El ministro de Transportes no está aquí, está allí, tratando de echar una mano y quizás ése sea un buen ejemplo de colaboración institucional; pero, al mismo tiempo, digo "día de contrastes" porque se presenta un recurso importante, y sobre ello quería preguntarle si, en definitiva, lo que se persigue como objetivo político es cerrar definitivamente el capítulo y que este recurso, si el Tribunal Constitucional anula la reforma del Reglamento del Parlament, impida el trámite de convocatoria del referéndum. ¿Ése es el objetivo político? ¿Cree que se puede alcanzar y cuál sería la reacción del Gobierno si no fuera así? Lo digo porque la Generalitat anuncia desobediencia a determinadas decisiones del Tribunal Constitucional.
En segundo término, en el balance, desafortunadamente, en los últimos meses ha habido episodios de corrupción. A ese respecto, hay un ex presidente autonómico en prisión, otro que tuvo que dimitir, un fiscal anticorrupción que también lo hizo… Quería pedirle una reflexión sobre el tema, sobre lo que está haciendo el Gobierno a ese respecto y sobre su disposición a seguir compareciendo en el Parlamento como algunos grupos piden.
Presidente.- Yo no creo que sea un día de contrastes. Yo he afirmado en numerosas oportunidades… Además, he tenido la oportunidad de hablar con dos presidentes de la Generalitat, con el señor Mas y con el señor Puigdemont, de temas que pueden interesar al conjunto de los ciudadanos de Cataluña; pero como lo he hecho a lo largo de toda mi vida y como lo estoy haciendo ahora.
El Gobierno está intentando acordar Presupuestos con grupos políticos con planteamientos diferentes y yo, a lo largo de mi vida política, en numerosas ocasiones he llegado a acuerdos -yo, no; yo y mi partido, sobre todo mi partido-- con grupos como Convergència i Unió o con el Partido Nacionalista Vasco. Esa disposición, que siempre hemos tenido, a dialogar y que fue muy útil en muchas ocasiones, yo la mantengo, salvo con una excepción: yo no puedo negociar con nadie la liquidación de la Ley, la ruptura de España y privar a los españoles de su derecho a decidir, primero, porque no lo creo, pero, segundo y más importante, porque no me corresponde a mí el derecho a decidir lo que es España; le corresponde al conjunto de los españoles.
Usted ha hablado ahora de desobediencia, de saltarse la Ley… Es que eso es lo que no puede ocurrir en un país democrático y civilizado; eso no puede ocurrir. Ningún Gobierno puede decirles a los ciudadanos que se va a saltar la Ley. Eso es una muestra de radicalismo, es una exageración. Por eso cada vez salen más voces diciendo: cumpla usted la legalidad. No puede haber, ni en el siglo XXI ni en ninguno, países con Gobiernos que se salten la Ley porque, a partir de ahí, ¿con qué autoridad moral se le puede decir a un ciudadano que cumpla la Ley? Con ninguna. Si su Gobierno está incumpliendo la Ley; además, anunciándolo y, además, blasonando de ello, es imposible. No hay autoridad que le pueda pedir a un ciudadano que se cumpla la Ley. Eso es lo que yo demando.
A partir de ahí, siempre he estado abierto al diálogo y hoy lo he vuelto a decir: sigo dispuesto al diálogo. Pero yo tengo también algunas obligaciones como presidente del Gobierno y una de ellas es impedir que se celebre un referéndum que va en contra de la Constitución Española y que priva al conjunto de los españoles del derecho a decidir sobre su país. A partir de ahí, mi disposición es plena y absoluta, como siempre, como he acreditado a lo largo de muchos años.
En relación con el segundo asunto, ¿dispuesto a comparecer? Desde el año 2009, en el que la opinión pública ha conocido, hemos conocido, el asunto por el que usted se interesa, yo me he presentado a tres elecciones y he participado en algunos debates en esas tres elecciones sobre estos temas. Yo he protagonizado decenas de intervenciones sobre este mismo asunto en el Parlamento; algunas, monográficas. Si se produce una más, será una más pero, como dije cuando tuvo lugar el debate de la moción de censura, todo lo exagerado acaba por ser irrelevante. Y ahora añadiría: la ansiedad es siempre mala consejera y creo que en España hay suficientes problemas políticos o suficientes temas que importan a los españoles como para no estar transmitiendo al sensación de que es que no hay ninguna idea que aportar ni hay nada más que introducir en la política española que asuntos con los que llevamos ya casi diez años.
En cuanto a mi disposición a colaborar con la Justicia, será siempre total. Soy el presidente del Ejecutivo, sé lo que es la Ley, sé lo que es la división de Poderes y, por tanto, haré, como hice el otro día, lo que se me pida.
P.- Javier Lazaga, del Grupo PROMECAL. Señor presidente, en cuanto al balance que ha hecho de la primera mitad del año, ha mencionado que esta mejora continua de las expectativas solo se podría mantener si se mantiene el compromiso con la estabilidad y con las reformas estructurales. Entiendo que una de ellas es el inicio de los trabajos para la reforma de la financiación autonómica y local, pero querría saber cuáles son el resto de reformas estructurales en las que piensa el Gobierno.
Presidente.- Hay muchas reformas estructurales que están en este momento debatiéndose en el Congreso de los Diputados. Se ha conseguido el primer Pacto de Estado, y lo he referido en mi intervención, contra la violencia de género; creo que eso es muy positivo. Estamos hablando de pensiones; sin duda alguna, uno de los retos fundamentales que tenemos de cara al futuro. No se puede gobernar pensando siempre en el siguiente cuarto de hora.
El sistema de pensiones es un tema que hay que contemplar viendo el largo plazo. Hay 9.750.000 pensionistas en España. España es el segundo país del mundo en expectativa de vida; por fortuna, la gente cada vez vive mucho más y, entonces, tenemos que estar preparados para dar respuesta a esa situación.
Esa es una reforma estructural a la que doy una enorme importancia. Lo mismo ocurre en el tema de la educación. Hay una comisión abierta en el Congreso de los Diputados y creo que sería positivo que pudiéramos llegar a entendimientos.
Luego, otra de las grandes reformas es la financiación autonómica, que es importante porque afecta a lo que le importa a la gente, a otros grandes servicios públicos: a la sanidad y a la propia educación. Ayer presentaron su informe los expertos, se ha constituido en el Consejo de Política Fiscal y Financiera un grupo de trabajo en el que participan todas las Comunidades Autónomas que han querido hacerlo y yo espero que sean capaces de llegar a un entendimiento y a un acuerdo. Un asunto como éste hay que hacerlo por un acuerdo entre todos y hacerlo por mayoría siempre es la peor de las soluciones. Yo espero que en este tema, que, al fin y a la postre, para lo único que puede servir es para beneficiar al conjunto de la población, todo el mundo esté a la altura de las circunstancias.
En esto hemos empezado a trabajar en el día de ayer. En la Legislatura pasada se hicieron en España reformas estructurales de muy alto calado: no solo pienso en la reforma laboral; la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y no le hablo ya de la reforma de nuestro sistema financiero. Pues ahora hay que continuar.
Hay reformas muy importantes en Europa. Uno de los grandes debates sobre los cuales se empezará a hablar, yo creo ya hoy que más pronto que tarde, es hacia dónde vamos. Y entre las cosas que hay que decidir hacia dónde vamos, es si vamos a un sistema de defensa europeo --eso sí es una reforma estructural--; es si vamos a un Presupuesto europeo, a un ministro de Hacienda europeo; es si vamos a un Tesoro europeo, con bonos europeos… Son muchos los asuntos que están sobre la mesa y de lo que yo cada vez estoy más convencido es de que, si uno se queda parado, cosa que solo se debe hacer cuando no sabe a dónde ir, se acaba quedando atrás. Por eso me he apuntado siempre a las reformas.
P.- Estefanía Molina, de "El Nacional". Presidente, me gustaría saber si tiene constancia el Gobierno sobre quién podría estar ordenando los interrogatorios hechos por la Guardia Civil en las últimas horas a ciertos cargos del Govern catalán, teniendo en cuenta que el Juzgado de Instrucción se desentiende de esa orden.
En segundo término, si dice el Gobierno que, efectivamente, va a impedir el referéndum, ¿cuál es el plan o cómo se va a reconducir el malestar de esos ciudadanos que así lo esperan a partir del 2 de octubre, teniendo en cuenta que, según las encuestas, muchos de ellos parecen instalados en un punto de no retorno?
Presidente.- En relación con la primera pregunta, comprenderá usted que el Gobierno es absolutamente respetuoso del funcionamiento de los Tribunales, la Fiscalía y las Fuerzas de Seguridad del Estado. Por tanto, yo desconozco absolutamente cómo se está produciendo eso.
En relación con la segunda pregunta que me hace, lo importante es que no se celebre un referéndum ilegal, como ha dicho antes, y luego la disposición al diálogo se mantendrá y la posición del Gobierno será la misma, porque no podremos aceptar, en ningún caso, que se liquide la soberanía nacional.
P.- Ángel Collado, de "El Confidencial". Sabemos que ha hablado con el señor Sánchez, al menos, con el Partido Socialista, y con el señor Rivera sobre este recurso que, digamos, cierra el círculo jurídico-político frente al referéndum. ¿Ha hablado con ellos sobre qué pasos tendría que dar el Gobierno o qué tendría que dar el Parlamento por si, en efecto, el señor presidente de la Generalitat se anima a la desobediencia?
Presidente.- Efectivamente, hemos hablado. Del recurso, yo no he hablado con el señor Sánchez y con el señor Rivera; del de hoy. He tenido alguna conversación general hace un tiempo; pero está perfectamente informado su partido a través de la vicepresidenta y de los interlocutores que nos han dado.
De lo que ocurrirá después del 1 de octubre hemos hecho una pequeña aproximación, pero no hay ninguna decisión adoptada. Pero no olvidemos una cosa: lo más importante que tiene que ocurrir del 1 de octubre es la recuperación de la normalidad; eso es lo más importante. Después del 1 de octubre, no podemos iniciar otro período de tiempo de cuatro o cinco años discutiendo si hacemos un referéndum, si no lo hacemos, si liquidamos una ley, si vamos al Tribunal Constitucional...
En este momento lo que se necesita es recuperar la normalidad y, para recuperar la normalidad, el Gobierno catalán tiene que entender que no puede estar anunciando a todo el mudo que quiere liquidar la Ley, que quiere pasar por encima del Estatuto de Autonomía, pasar por encima de la Constitución, porque eso no sirve para nada, más que para generar frustración, tensión y división. Es decir, necesitamos un poco de mesura, moderación y sentido común. Eso es lo que tiene que venir después del 1 de octubre.
P.- Ana I. Gracia, de "El Español". Presidente, tenía dos preguntas para usted. ¿Le consta si la Generalitat ya ha comprado las urnas para el 1 de octubre?
Después, también le quería preguntar por un tema que esta semana está conmocionando a la sociedad. La presidenta de la Junta de Andalucía ha brindado asistencia jurídica a Juana Rivas, una mujer que está en paradero desconocido con sus hijos por no entregárselos a su padre, que está denunciado por malos tratos. ¿Cree que esta madre debe cumplir con el régimen de visitas y entregar a sus hijos a su padre o cree que, en este caso, está justificado saltarse la Ley para proteger la integridad de esos niños?
Presidente.- En relación con la primera pregunta, lo desconozco. No sé si se ha comprado o no se ha producido ninguna compra, por parte de la Generalitat, de urnas.
En relación con la segunda pregunta, mire usted, hay que ponerse en el lugar de esta madre y hay que ser consciente de lo que le ha ocurrido: un matrimonio, ha tenido que irse a vivir a Italia, ha tenido que volver, ha sido dos veces agredida, su marido ha sido condenado por los Tribunales… A las personas conviene atenderlas y a las personas conviene comprenderlas, y luego está todo lo demás.
P.- Gabriel Sanz, de "Voz Populi". Presidente, hace justo un año usted estaba en el filo de la navaja, estábamos en una legislatura que luego terminó siendo fallida, había un bloqueo político, se cuestionaba incluso su propia permanencia en el cargo y había gente, incluso de su partido, que le pedía que diera un paso a un lado. Un año después, usted nos ha descrito un panorama en el que tiene apoyo presupuestario y tiene ganas de agotar la Legislatura. Mi pregunta es muy sencilla: ¿será otra vez candidato del Partido Popular en las siguientes elecciones? ¿Se ve con ganas para ello?
Presidente.- Yo me encuentro bien, con absoluta franqueza. Es verdad que ni mi Gobierno ni yo lo hemos tenido fácil a lo largo de todos estos tiempos pero, en una situación de extrema dificultad, estamos haciendo cosas, sin duda absolutamente mejorables, que creo que son buenas para el conjunto de los españoles. Pero lo más importante no es lo que hemos hecho, lo más importante es lo que creemos que estamos en condiciones de hacer.
Yo creo que España puede tener una larga etapa de crecimiento económico; creo que España puede crear mucho empleo; creo que España puede tener un lugar preeminente en Europa y creo que España puede modernizarse en los sectores de nuevas tecnologías y en un buen sistema energético, y podemos ser más competitivos. Por tanto, en este Gobierno tenemos ideas y yo, desde luego, tengo ganas e ilusión, y lo único que me planteo ahora es seguir trabajando en beneficio del interés general de los españoles. Lo otro, francamente, no me lo he planteado.
P.- Fernando Jáuregui, de OTR y del "Confidencial" de "La Linterna", de COPE. Presidente, yo le quería preguntar por sus expectativas para el mes de agosto, más allá, por supuesto, de la "Ruta da pedra e da auga", claro. Quiero preguntarle --le han preguntado ya, ha salido el tema-- de la posible convocatoria de unas elecciones autonómicas el 8 de agosto por parte del presidente Puigdemont. Ya sé que no le he dicho nada, pero le pregunto si usted cree que va a haber ese paso y si va a dar el paso de hacer coincidir unas urnas con otras. En ese caso, ¿cuál es el plan B o, incluso, el plan A del Gobierno? ¿Usted piensa que en ese plan B y en ese plan A el Gobierno será apoyado por la oposición, por el Partido Socialista e, incluso, por Podemos, en su caso?
También, naturalmente, ya que estamos en el mes de agosto, esa otra hipótesis de trabajo que tenemos los periodistas planteada en el mes de agosto es si hay sesión plenaria, que van a pedir Podemos y el Partido Socialista. No sé si ha hablado usted ya con alguien del Partido Nacionalista Vasco, que sería, en su caso, quien impediría con sus votos ese Pleno, y cuánto le preocupa a usted que se celebre esa sesión plenaria.
Presidente.- Sobre ese Pleno no he hablado con nadie, pero creo que antes he respondido sobradamente a esta respuesta. Creo que lo exagerado, vuelvo a decírselo, acaba por ser irrelevante. Luego, un consejo: la ansiedad no conduce a casi nada en ninguna faceta de la vida, no solo en la vida política.
Yo, sobre las intenciones del señor Puigdemont, si va a convocar o no va a convocar, es que no lo sé, no puedo saberlo. Como dije antes, es una decisión de él y yo tengo que respetarla. Yo respeto todas las decisiones que tome el señor Puigdemont, pero yo tengo que hacer que se cumpla la Ley. Por tanto, no es un problema ni de plan A, ni de plan B. Si quiere celebrar elecciones autonómicas, puede hacerlo; si quiere liquidar la legalidad, no puede hacerlo. Todo lo demás creo que tiene bastante poco sentido.
Señoras y señores, muchísimas gracias y feliz verano a los que puedan.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)