Bruselas
Presidente.- Señoras y señores, muy buenos días y muchas gracias a todos por su asistencia.
Como saben, acabamos de concluir la reunión ordinaria del Consejo Europeo, que ha acordado la reelección de Donald Tusk como presidente del Consejo Europeo hasta el año 2019. Creo que todos debemos felicitarnos por una decisión que viene a aportar estabilidad a las instituciones europeas en un momento en el que resulta preciso dedicar todas nuestras energías y todos nuestros esfuerzos a responder a los verdaderos retos de la Unión Europea y las preocupaciones de la gente.
Quiero felicitar a Donald Tusk. Ha sido un buen presidente y ha dado muestras sobradas de su vocación europeísta y de su capacidad de gestión en una tarea tan exigente como es la de presidir el Consejo Europeo. Estoy convencido de que seguirá haciendo gala de las mismas en los exigentes tiempos que tenemos por delante.
En el Consejo Europeo de primavera tienen, como ustedes saben, un especial peso las cuestiones económicas, porque se discuten las prioridades del llamado "Semestre Europeo" que establece el marco para la coordinación de las políticas económicas entre los distintos países que conforman la Unión Europea.
La Unión Europea ha superado lo peor de la crisis y hoy, por primera vez en casi una década, todos los Estados miembros tienen previsiones positivas de crecimiento y creación de empleo en los próximos años. Por ello, en este Consejo, en el marco del Semestre Europeo, hemos acordado mantener las prioridades de los últimos años: primera, impulsar la inversión; segunda, proseguir con las reformas estructurales y, en tercer lugar, aplicar políticas fiscales responsables.
Se trata de los mismos ejes en torno a los que España ha estructurado su agenda de reformas a lo largo de estos últimos años. Gracias a ello y gracias al esfuerzo de la sociedad española, la economía española ha experimentado una transformación sin precedentes: hoy nuestra economía es ejemplo de recuperación, aporta estabilidad al euro, crece más que los demás países de la Unión Europea y, además, crea empleo. Somos el país de la Unión Europea que más empleo estamos creando.
La Comisión Europea, en su Informe País del Semestre Europeo 2017, ya reconoció el esfuerzo realizado por los españoles y constató la solidez del crecimiento de la economía española; pero lo importante ahora es el futuro y todavía es mucho el trabajo que queda por hacer. La crisis ha dejado elevados niveles de desempleo en muchos países, incluido el nuestro, como saben. Por tanto, debemos seguir trabajando en todos los frentes, tanto a nivel nacional, como a nivel europeo, para consolidar el crecimiento, que sus beneficios lleguen a todos los ciudadanos y, sobre todo, para crear empleo. Ya saben que el objetivo, que se puede conseguir si se hacen las cosas razonablemente bien, es crear quinientos mil empleos en los próximos años para que haya veinte millones de españoles trabajando. Los últimos datos que hemos conocido de Seguridad Social del mes de febrero hablaban de 580.000 personas afiliadas más a la Seguridad Social respecto a febrero del pasado año.
He defendido ante mis colegas europeos los tres elementos que considero esenciales para que la Unión Europea y España continúen en la senda del crecimiento económico y del empleo.
En primer lugar, no debemos revertir las reformas adoptadas, sino avanzar y, si es posible, mejorarlas. A nivel europeo, es fundamental mantener y reforzar iniciativas como el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas, el conocido como "Plan Juncker", que está funcionando muy bien, y también la Iniciativa de Empleo Joven; y tenemos que hacer un esfuerzo para completar la Unión Bancaria.
En segundo lugar, hemos de reforzar la competitividad de nuestras economías. Esto requiere, en particular, profundizar en el Mercado Único y para España son especialmente importantes, como saben, las áreas de Agenda Digital y Unión de la Energía. Son fundamentales para asegurar la competitividad de nuestras economías.
Y, en tercer lugar, debemos continuar impulsando el comercio como fuente de crecimiento y de empleo. Hay algo muy positivo que se ha producido en España en los últimos años: por primera vez en nuestra historia, cuatro años continuados de superávit de nuestro sector exterior. El comercio es fuente de crecimiento económico, es fuente de empleo y, sin duda alguna, ha contribuido, y mucho, a la recuperación económica.
Nosotros siempre hemos defendido una política comercial abierta y basada en normas. Europa, la primera potencia comercial del mundo y el principal mercado, debe seguir siendo una economía abierta al mundo, porque eso significa crecimiento, empleo y prosperidad para la gente. En este Consejo Europeo hemos reiterado este mensaje general de apoyo al comercio como fuente de bienestar y yo estoy satisfecho.
Hemos dado la bienvenida a la reciente ratificación por el Parlamento Europeo del Acuerdo Comercial con Canadá, que en el caso de España supone, desde el primer día de su aplicación, la eliminación del 98 por 100 de los aranceles de nuestras exportaciones a Canadá, que ascendieron en 2015 --el último año de que tenemos datos-- a 2.300 millones de euros.
Además, quiero destacar que, a petición de España y Portugal, las Conclusiones del Consejo recogen de forma expresa la voluntad de avanzar en la negociación del Acuerdo de Asociación con MERCOSUR o en la modernización del Acuerdo con México. Se abre en este 2017 una buena oportunidad, ya que América Latina mira ahora más que nunca a Europa.
En materia de inmigración, el primer ministro maltés ha presentado un informe del seguimiento de las Conclusiones del Consejo Europeo de diciembre. En él se recogen las primeras acciones que se han puesto en práctica tras la Cumbre de Malta del pasado mes de febrero. Allí acordamos un conjunto de actuaciones concretas para gestionar los flujos migratorios de manera más adecuada y para evitar la dramática pérdida de vidas en el Mediterráneo central.
La necesidad de controlar esta ruta ya fue señalada, como ustedes a buen seguro recuerdan, en las Conclusiones del Consejo Europeo de 2016. Allí se apuntó la pertinencia de reforzar la dimensión exterior de la migración en general y, en particular, los marcos de asociación que pudieran afectar a esa ruta. Asimismo, se instaba a tomar medidas con efecto a corto plazo, como el refuerzo del apoyo a los guardacostas libios o el fomento del retorno a los países de origen de los inmigrantes irregulares.
En estos momentos, el Mediterráneo central es el foco principal de la preocupación migratoria. Por ello, apoyamos las acciones en Libia y sus países vecinos, y, sin embargo, España considera que también es preciso seguir atento a la situación de otras zonas, como la ruta del Mediterráneo Occidental.
Creo firmemente que el asunto de la inmigración es un desafío que nos va a acompañar durante bastante tiempo. Tenemos que tener paciencia estratégica, inteligencia y generosidad. Los principios que han de presidir nuestros esfuerzos son el diálogo y la cooperación con los países de origen y tránsito.
En otro orden de cosas, hemos valorado también las nuevas iniciativas de seguridad y defensa, sin perder la perspectiva de lo que hemos conseguido juntos desde que se puso en marcha la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión. España se ha situado desde el principio en la vanguardia de la construcción europea de defensa. Les recuerdo que nuestro país ha participado en todas las misiones militares lanzadas por la Unión Europea, incluidas las seis actuales. Pero, además, creemos que éste es un ámbito en el que se puede y se debe avanzar mucho más, porque la situación internacional así lo exige.
Por último, quiero destacar la importancia de contar en las Conclusiones de este Consejo con el compromiso total de la Unión Europea para apoyar a los Estados miembros en la garantía de su seguridad interior y la lucha contra el terrorismo. En este aspecto, permítanme recordar que mañana, 11 de marzo, conmemoramos el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. España ha situado en la agenda, tanto de la Unión Europea, como de las Naciones Unidas, esta cuestión que para nosotros es de vital importancia. Debemos seguir avanzando desde la Unión en los esfuerzos que impulsamos desde España para homogeneizar la atención a las víctimas, reconocerles la dignidad que merecen y destacar la importancia de su relato en la lucha contra el terrorismo.
Las Conclusiones que hemos aprobado en el Consejo Europeo señalan expresamente la importancia de recordar este día: el 11 de marzo. Y en la misma línea, se ha celebrado esta mañana una reunión, auspiciada por la Comisión Europea, en la que ha estado un representante del Gobierno. Estamos tratando con las instituciones y con los Estados miembros para que la atención a las víctimas del terrorismo sea una prioridad para todos.
Finalmente, ya esta mañana hemos vuelto a reunirnos de manera informal, ya sin la presencia del Reino Unido, para debatir acerca del futuro de Europa en el marco de la preparación de la Cumbre de Roma. Como todos ustedes saben, el próximo día 25 conmemoramos en Roma los sesenta años de la firma de los Tratados y, en un momento en que la Unión Europa afronta importantes retos, la declaración que acordemos en Roma ha de ser capaz de marcar un punto de inflexión y lanzar un mensaje de ilusión, de confianza y de unidad de cara al futuro. España ha venido trabajando para ello en los últimos meses: con los países del sur, en Lisboa, el 28 de enero; luego, a veintisiete, en La Valeta, el 3 de febrero; y, finalmente, con Francia, Alemania e Italia, en Versalles, el pasado lunes. Por otro lado, consideramos que el Libro Blanco que presentó el presidente de la Comisión Europea el 1 de marzo es una contribución útil a este debate.
Yo siempre he defendido una posición muy clara, que se fundamenta en tres ejes: la Unión Europea es un proyecto de éxito, primero; hoy en Europa debemos hacer más para responder a las preocupaciones que tienen los ciudadanos, segundo; y no basta solo con lo que hemos hecho en estos sesenta años, sino que debemos mirar al futuro y ofrecer un horizonte a los ciudadanos.
En primer lugar, yo creo que los europeos debemos reivindicar el éxito, a todos los niveles, de bienestar, de seguridad, de prosperidad económica, que supone el proyecto de integración europea.
En segundo lugar, en Roma la Unión Europea debe ofrecer respuestas concretas a las cuestiones que hoy más preocupan a los ciudadanos europeos. Son las prioridades que identificamos en la Agenda de Bratislava: primera, desarrollo económico y social: crecimiento económico, empleo, sobre todo atención especial a los jóvenes, y todo ello sirve además para reforzar nuestro Estado de Bienestar, garantizar las pensiones, la sanidad y la educación para todos; segunda, seguridad interna y externa, lucha contra el terrorismo; y, tercera, una política de inmigración humana, generosa, pero también eficaz y que luche con contundencia contra las mafias que trafican con personas, y ayude a los países de los que mucha gente se tiene que ir por la imposibilidad de vivir en unas condiciones mínimamente dignas.
En tercer lugar, debemos mirar al futuro. En el ámbito económico, en este punto es esencial el papel del euro y de la Unión Monetaria. Debemos asegurar que la Unión Europea funciona eficientemente y que sus beneficios llegan a todos los ciudadanos. Esto significa, para mí, mayor integración. Para ello, creo que debemos completar la Unión Bancaria y avanzar en las reformas estructurales para que nuestras economías funcionen de forma más parecida y estén mejor preparadas para responder a los shock económicos. Y todo ello deberá permitir en el futuro avanzar hacia la Unión Fiscal. Esto significa, en última instancia, poder contar con un Presupuesto europeo con capacidad para apoyar a aquellos Estados que en un momento dado afronten una crisis económica.
En suma, señoras y señores, les agradezco su atención. Creo que ha sido un Consejo Europeo muy importante. Se han tratado, sin duda, temas capitales para el futuro de Europa; probablemente, el más importante éste último al que acabo de hacer referencia. Después de sesenta años de proceso continuo de construcción europea --se inició en Roma, o incluso antes, pero de manera formal en Roma con el Tratado del año 1957--, sin duda alguna, es el momento de ver qué es lo que vamos a hacer en el futuro.
Mi posición es muy clara, sobre la base de que Europa, como he dicho, ha sido una historia de éxito; sigue siendo el mejor lugar del mundo en materia de democracia libertad derechos humanos, Estado de Derecho, grandes valores fundamentales; sigue siendo el mejor lugar del mundo a la hora de atender a los ciudadanos: no hay ninguna región en todo el planeta con sistemas de pensiones, sanidad y educación como los que hay en la Unión Europea; es la primera potencia comercial del mundo; es, con los Estados Unidos, la primera potencia económica del mundo y es a donde tantas y tantas personas que viven en otros continentes quieren venir.
Esto ha sido una historia de éxito y ahora toca dar un paso hacia adelante, fundamentalmente atendiendo a esas prioridades a las que antes he hecho referencia; recuerden: crecimiento económico, sobre todo empleo, para mantener y mejorar esas pensiones, esa sanidad y esa educación; luchar contra el terrorismo y generar más seguridad en Europa.
Por último, la apuesta de futuro que, en el caso de España, siempre ha sido y seguirá siendo más integración europea. En política exterior y de defensa ya se está trabajando, y en política de seguridad, pero también tendremos que dar pasos para completar la Unión Económica y Monetaria.
También hemos tratado los temas a los que antes he hecho referencia, sobre todo los temas económicos, los de crecimiento y empleo. Hoy tenemos un panorama, sin duda alguna, mucho mejor que el que teníamos en el año 2012, cuando empezamos a venir nosotros a los Consejos Europeos. Y hay un dato que, sin duda alguna, debemos resaltar: Europa ha vivido una crisis enorme. Recordarán ustedes que en el año 2012 se hablaba hasta de la liquidación del euro, de la Unión Europea, la Europa con euros y sin euros… Pues, al final, con las decisiones que tomamos los Estados nacionales a la hora de hacer reformas y las decisiones que tomaron las instituciones europeas, hoy las cosas han cambiado. En España el año será bueno desde el punto de vista económico, nuestra previsión es del 2,5 por 100 de crecimiento y crear más de cuatrocientos mil empleos; pero estamos trabajando para superar esa cifra y esa previsión de crecimiento económico, y también para que se cree más empleo en el año 2017.
Con ello ya termino y estoy a lo que me digan ustedes.
P.- Perdone, Presidente, pero ¿las cifras de empleo incluyen el impacto del "Brexit"? Hemos leído en "El País" un informe que da a entender que el crecimiento puede ser bastante inferior al previsto. ¿Hasta qué punto ustedes tendrían que readecuar su política económica por el impacto de la salida del Reino Unido?
Presidente .- El impacto de la salida del Reino Unido es algo que en estos momentos desconocemos. Es que ni siquiera el Reino Unido ha pedido y ha presentado la solicitud para abandonar la Unión Europea. Lo que estamos haciendo nosotros, y supongo que cualquier país responsable, son distintos escenarios para ver cuáles son los efectos que puede producir la salida del "Brexit". Lo que es evidente es que el "Brexit" no es bueno para los intereses generales de la Unión Europea. Todos los países tendremos que poner más dinero por una razón: porque se va uno de los contribuyentes netos más importantes.
Pero, dicho esto, y sin perjuicio de que haya que estudiar a fondo, ver los escenarios, ver como es la negociación y ver cuáles son las consecuencias que se pueden producir, yo estoy en condiciones de decir hoy que el año 2017, si no se hacen disparates y se mantiene una mínima estabilidad política, será bueno económicamente para España. Ya le digo, vamos a crecer, al menos, al 2,5 por 100, creo que los datos del paro serán buenos y, por tanto, hemos de perseverar en las políticas que hemos llevado a cabo.
P.- Una pregunta sobre el "Brexit" también, pero sobre otra vertiente, sobre el traslado de la Agencia Europea del Medicamento, de Londres. La ministra Dolors Montserrat afirmó recientemente su apoyo a la candidatura de Barcelona y esta misma semana se ha aprobado una resolución en el Congreso a favor de que el Gobierno haga gestiones por la candidatura de Barcelona. Me gustaría saber qué planes tiene el Gobierno para defenderla y si podría reafirmar su apoyo.
Presidente.- Sí, reafirmo mi apoyo total y absoluto, como ya ha hecho mi Grupo Parlamentario y como, efectivamente, ha anunciado en su día la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Vamos a intentar. Sabe usted que hay dos instituciones que abandonarán Londres: una es la EBA y otra es la Agencia del Medicamento, y, lógicamente, España tiene interés en que la Agencia del Medicamento esté en nuestro país.
Vamos a presentar la candidatura de Barcelona y, a partir de ahí, habrá, como tantas y tantas veces sucede en la vida, un debate en el que estoy absolutamente convencido de que habrá otros que también pretenden llevarse la Agencia del Medicamento. Pero yo tendré que decir lo que es verdad: España es el cuarto PIB de la zona euro; dentro de poco, el cuarto PIB de la Unión Europea; es un país con más de 46 millones de habitantes; es un país que ha sufrido una grave crisis económica, pero que ha demostrado tener el coraje y la determinación suficiente, el conjunto de los españoles, para superarlo; y hoy es un país de los importantes de Europa. Por tanto, vamos a reivindicar la Agencia del Medicamento y sería magnífico que pudiéramos conseguir que fuera a Barcelona.
P.- Presidente, quería preguntarle por las relaciones con Ciudadanos. ¿Le preocupa ese acercamiento que Ciudadanos está teniendo hacia el Partido Socialista y hacia Podemos? ¿Ha hablado en las últimas horas con Albert Rivera o tiene previsto hacerlo?
Presidente.- Esto no lo hemos tratado en la reunión de hoy, no ha sido un tema… Pero le voy a responder igual, aunque no lo hayamos tratado en la reunión de hoy.
Nosotros tenemos un acuerdo firmado con Ciudadanos y ese acuerdo está en vigor. Si Ciudadanos tiene otros acuerdos con Podemos o con quien quiera tenerlos, es su decisión y yo tengo que respetarla. En cualquier caso, tengo que decir que yo estoy satisfecho de cómo se están cumpliendo los acuerdos. Como siempre ocurre cuando dos fuerzas políticas llegan a un entendimiento, siempre habrá sus discrepancias; pero las vamos a resolver, no le quepa a usted la más mínima duda, de una manera civilizada, es decir, hablando y haciendo un esfuerzo ambas partes para entender los planteamientos de la otra.
Por tanto, estoy tranquilo en ese asunto. Estoy muy concentrado en la política económica, en mantener esa recuperación, el crecimiento y el empleo; pero hablaremos de todo lo que quieran hablar aquellos que han querido firmar en su día con nosotros. Sinceramente, pocas personas podían pensar, después de lo que ocurrió en el año 2016, que pudiéramos enfocar este año 2017 con un optimismo en las áreas que realmente interesan al conjunto de los ciudadanos.
P.- Quería saber si, por lo menos, nos puede confirmar alguna de las cifras que publica hoy "El País"; por ejemplo, que la economía española va a dejar de crecer entre dos y cuatro décimas, las exportaciones que vamos a perder… Si por lo menos pudiera confirmarnos alguna de esas cifras que barajan en los escenarios que tienen.
Luego, se ha hablado mucho de todo lo que vamos a perder en el "Brexit"; pero quería saber si el "Brexit" puede suponer alguna oportunidad para España; si, por ejemplo, como hablamos, la Agencia del Medicamento, la EBA o bancos de inversión puedan venir a nuestro país. Algún ejemplo que pueda dar esperanza o algo positivo.
Presidente.- No le puedo confirmar ninguna cifra, porque son escenarios que estamos haciendo todos los países. Piense usted que estamos hablando de algo que, en el mejor de los casos, se va a producir, la salida del Reino Unido, dos años después de la petición que previsiblemente se hará --pensamos-- en este mes de marzo. Estamos hablando, por tanto, de algo que se producirá dentro de dos años.
Pero es que, además, y éste es otro dato que yo pienso que también es muy relevante, todavía no hemos comenzado a negociar en qué condiciones se van a ir y cuál va a ser la situación y la relación de futuro con el Reino Unido. No es lo mismo que tengamos un Acuerdo de Libre Comercio que tengamos otro tipo de relación; es decir, no sabemos cuáles van a ser los aranceles, no sabemos cómo va a evolucionar el euro, ni sabemos cómo va a evolucionar la libra. Es decir, lo que se está haciendo por parte de todos son escenarios.
Yo lo que le puedo decir es que, en la situación en la que estamos en el día de hoy, las previsiones de la economía española para los años 2017, 2018 y 2019 son buenas. Ahora bien, pretender averiguar, sin tener ningún dato, porque no hemos empezado a hablar, realmente es que es imposible. Lo que hacemos son escenarios porque, insisto, cualquier Gobierno responsable tiene que ser muy consciente de que cuanto mejor tenga estudiada la situación, mejor. Pero en este momento decir: si se pierden mil millones de exportaciones, ¿eso es mucho? Mil millones de exportaciones es entre el 0,2 y el 0,4 por 100 de las exportaciones de España. No es mucho, pero es que tampoco sabemos, nos consta, que se vayan a perder mil millones de exportaciones. Si hay un Tratado de Libre Comercio, a lo mejor incluso se aumentan las exportaciones.
Por tanto, insisto, son escenarios y les ruego que se los tomen así, y yo, desde luego, no quiero faltarles a la verdad contestando a una cosa que no se puede contestar hasta que sepamos cómo es la negociación y, sobre todo, cómo es la relación de España en el futuro con el Reino Unido.
P.- Presidente, hablaba de que, si no se hacen disparates, de si hay cierta estabilidad política, y también presupuestaria, España puede seguir creciendo, al menos, al 2,5 por 100. Para esa estabilidad presupuestaria hay un partido, que se llama el PNV, que puede ser muy importante. Ayer anuncio que el miércoles quiere decidir o anunciar quién va a ser su próximo socio presupuestario, que está entre el PP o Bildu. No sé si ya han decidido apoyar el Presupuesto del Gobierno vasco como moneda de cambio para que el PNV apoye los Presupuestos en el Congreso y si se está involucrando personalmente en esta negociación, como se dice, para que salga adelante, dé sus frutos.
Presidente.- Son dos preguntas. Moneda de cambio, no; es decir, esto no consiste en cambiar cromos. Esto en lo que consiste es en construir. Es evidente que el PNV tiene una coalición con el Partido Socialista en el País Vasco y es evidente que no les llega, como usted sabe, para aprobar el Presupuesto. Nosotros estamos dispuestos a hablar, porque queremos construir, porque no tiene ningún sentido el paralizar la aprobación de un Presupuesto. Eso no le aporta absolutamente nada al conjunto de los ciudadanos; es más, les perjudica. Por tanto, eso no tiene ningún sentido y, de hecho, nosotros ya hemos aprobado, como sabe, el "techo de gasto" que en su momento presentó el Gobierno vasco.
Por tanto, estamos dispuestos a hablar. Yo no estoy llevando esas negociaciones directamente y no puedo darle información; lo que sí puedo decirle es lo que acabo de señalar.
Segundo, ¿yo me estoy involucrando? Sí, yo he tenido reuniones con algunos dirigentes del Partido Nacionalista Vasco pero, lógicamente, yo no estoy en los detalles del Presupuesto, porque esos se hablan, habitualmente, con el ministro de Hacienda. Pero, si me pregunta si me he reunido con responsables del Partido Nacionalista Vasco, le digo que sí, igual que me he reunido con gente del resto de las fuerzas políticas. Del resto de las fuerzas políticas que tiene usted en su mente; no de otras, claro.
P.- Presidente, hablaba de la estabilidad política. ¿Ve en peligro esa estabilidad política en España? Porque, aparte de las tensiones con Ciudadanos que se han vivido en estos últimos días, están los Presupuestos en el aire y también está pendiente lo que ocurra en el Partido Socialista en el mes de mayo. Es decir, ¿está en peligro esa estabilidad y hasta qué punto esto puede llevar a un adelanto de las elecciones generales?
Presidente.- Yo ya he dicho, y reitero ahora, que yo no quiero que se convoquen elecciones, porque eso perjudica a España; lisa y llanamente por eso. Ya estuvimos diez meses con un Gobierno en funciones y, sin duda alguna, gracias a las reformas que se habían hecho, pudimos mantener los buenos niveles de crecimiento económico y de creación de empleo; pero lo positivo, lo sensato y lo razonable es que haya estabilidad. Por tanto, yo no voy a andar a hacer juegos de decir "ahora adelanto", después de que hayamos tenido dos elecciones generales hace muy poco tiempo.
Por lo tanto, entrar en análisis de lo que va a pasar, si hay peligro o no hay peligro… Aquí tenemos 137 escaños, que eran exactamente los mismos que teníamos cuando empezamos esta Legislatura, y mi obligación es, con 137 escaños y los pactos a los que he llegado con Ciudadanos y Coalición Canaria, que no llegan para tener una mayoría, seguir buscando apoyos para que los asuntos más importantes y que más pueden afectar al conjunto de los españoles salgan adelante. Eso es lo que estoy haciendo y eso es lo que seguiré haciendo en el futuro. Luego, cada uno toma sus propias decisiones y asume sus propias responsabilidades; pero la mía es intentar que los temas que importan a los españoles se aprueben y, de momento, creo que algunos pasos en la buena dirección hemos dado. La clave es seguir consolidándolos en el futuro.
P.- Entiendo que España va a presentar la candidatura para Barcelona de la Agencia Europea del Medicamento. ¿Eso quiere decir que renunciamos a la candidatura de la Autoridad Bancaria Europea?
Luego, sobre la Unión Bancaria, ¿ve usted posibilidades de completar la Unión Bancaria en la parte del Fondo de Garantía de Depósitos este año?
Presidente.- En relación con la segunda pregunta, creo que es difícil. Francamente, creo que es difícil, aunque es un asunto que ya se está tratando en los Consejos económicos. De hecho, yo creo que en el último, que debió tener lugar este lunes, hubo un debate bastante a fondo sobre este tema. Pero, insisto, completar la Unión Bancaria figura como uno de los objetivos en todas las reuniones del Consejo Europeo que hemos celebrado. Ahora bien, ¿las circunstancias políticas ayudan? Eso tendrá que evaluarlo usted, porque yo esto no me lo sé muy bien. Es difícil pero, en cualquier caso, es un objetivo que estoy absolutamente convencido de que se logrará pronto, igual que la Unión Fiscal. Lo que pasa es que la Unión Fiscal, sin duda alguna, llegará más tarde que la Unión Bancaria.
En relación con…, yo no renuncio a nada; pero, en fin, no sé si es muy razonable que, habiendo dos agencias importantes, las dos vengan a España. Conviene tener objetivos conseguibles porque, si no, caeríamos en la melancolía y en la frustración cuando uno quiere tenerlo todo.
P.- Yo quería volver al tema del "Brexit", del futuro de la Unión Europea. En el momento en que salga Reino Unido, que, como usted ha dicho, es un contribuyente neto al presupuesto europeo, ¿usted piensa que el hecho de que los países que se quedan deban, posiblemente, pagar más dinero va a ser un tema de enfrentamiento en la Unión Europea?
La otra pregunta sería si España tiene cifras de cuánto supondría la salida del Reino Unido respecto a su aportación económica a la Unión Europea.
Presidente.- Como le decía antes, tenemos que ser muy prudentes. Primero, vamos a ver cuándo sale el Reino Unido, eso lo primero; y, segundo, vamos a ver en qué condiciones sale el Reino Unido. Hasta que eso no se produzca, no podemos hacer nada. Yo comprendo que queramos saber todo, pero es que es imposible. Yo no puedo contarles lo que no sé ni puedo saber ahora. Lo que sí le digo es que el "Brexit" no es una buena noticia, nunca lo fue; pero ya no solo por razones económicas, que tampoco van a ser tan importantes, sino porque no es un buen mensaje.
A partir de ahí, ¿esto va a provocar polémicas entre los veintisiete restantes? Yo supongo que pasará exactamente lo mismo que ha ocurrido desde que la Unión Europea ha comenzado su andadura: todo el mundo quiere aportar lo menos posible y recibir lo más posible. Al final, como estas cosas hay que aprobarlas por unanimidad, como siempre ha ocurrido, acabaremos llegando a un entendimiento. Por tanto, yo, desde ese punto de vista, estoy tranquilo.
Antes me preguntaban: ¿es que se abren oportunidades con la salida del Reino Unido? Pues las oportunidades están ahí. ¿El acuerdo con MERCOSUR? Eso sería muy importante, es un mercado de mucha gente; además, para nosotros tendría un valor simbólico importante.
¿México? hemos conseguido que figure como prioridad en las actas del Consejo Europeo de esta semana. Eso es muy positivo, ya tenemos un acuerdo con México, que es del año 1992. México es un país de cien millones de habitantes, nos une al pueblo mexicano todo; pues ahí tenemos una oportunidad.
El Acuerdo de Libre Comercio con Japón es muy probable que se cierre bastante rápido; probablemente, antes que la Unión Bancaria. Es un tema también importante.
Las oportunidades están ahí. ¿Qué ha ocurrido en España en la última crisis, porque ahí sí hay un gran tema de oportunidades? En España, un factor decisivo para recuperarnos de esa etapa de cinco años seguidos de crecimiento económico negativo, que se dice pronto, fue que las empresas españolas, incluso las empresas medianas y pequeñas que nunca habían salido fuera, han salido. Y tenemos cuatro años ya continuados de superávit exterior, que eso nunca había ocurrido en nuestro país. Pues aprovecharon las oportunidades, ahora se ha creado una cultura de la exportación y eso es fantástico. Siempre que España ha salido al exterior, siempre le ha ido bien. Por eso nosotros apoyamos los acuerdos de libre comercio y apoyamos la salida fuera.
Hoy el mundo ya no es el de hace cincuenta años, ni cuarenta ni treinta; hoy vivimos en un mundo muy abierto, hay que estar ahí y aprovechar todas las oportunidades, y dispuesto a coger la maleta y dar la batalla en otros sitios o abrir mercados que antes no existían. Por fortuna, el mercado ya no es solo España ni la Unión Europea; el mercado, para todo el que lo quiera, es muy abierto. Luego es difícil, ciertamente, pero no hay cosas fáciles en la vida.
Señoras y señores, terminamos. Muchas gracias.