Declaración del presidente del Gobierno después de visitar la capilla ardiente del ex presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín

Madrid

Manuel Marín fue uno de los políticos importantes que ha habido en España desde que hace cuarenta años disfrutamos de un sistema democrático. Me gustaría señalar solamente dos o tres cosas.

En primer lugar, fue un gran europeísta y en Europa es donde está, por fortuna, nuestro presente y también está nuestro futuro. Manuel Marín estuvo en las negociaciones... Hay una foto allí, en La Moncloa, que probablemente algunos de ustedes habrán visto, que es de cuando se firmó la adhesión de España, y también de Portugal, en el Palacio Real a la Unión Europea, en el año 1986. Esto era unos meses antes y allí estaba Manuel Marín, que fue uno de los hombres que, con su esfuerzo, con su trabajo, con su empuje y con su entusiasmo, logró que efectivamente España entrara ahí.

Ha tenido muchas responsabilidades, ha sido comisario en Bruselas durante mucho tiempo y, luego, ha sido presidente del Congreso de los Diputados entre los años 2004 a 2008.

Hace pocas fechas tuve la oportunidad de estar en Salamanca, porque había dos doctores honoris causa en una universidad que no es menor, porque ya va por ochocientos años de historia; una de las más antiguas e importantes de Europa: uno era Jean-Claude Juncker y otro era Manuel Marín, que no pudo estar; pero asistimos a un discurso muy bonito glosando su figura. Estuve allí con sus hijas, a las que acabo de ver ahora, y también acabo de ver a su mujer. Entonces no estaba, porque estaba con él. Fue el día 9 de noviembre en Salamanca.

Ha fallecido una gran persona, un gran político y alguien que ha sido capaz de defender los intereses de su país, y los ha puesto por encima de cualquier otra consideración. Y como, aunque algunos no se lo crean, los políticos también somos seres humanos, yo tengo que decir que hoy estoy triste, pero al mismo tiempo veo que hay alguien que deja un ejemplo muy bueno para el futuro.

Gracias.