Brasilia
Señoras y señores, buenos días a todos.
Quiero comenzar esta intervención diciendo que es para mí un honor comparecer ante ustedes, junto al presidente Temer, con motivo de esta visita de trabajo a Brasil.
Es, como decía el Presidente en su intervención, mi primera visita bilateral a Brasil como presidente y desearía agradecer al presidente Temer la invitación que me hizo durante nuestra primera reunión el pasado año en China, con ocasión de la Cumbre del G-20 y que se oficializó con ocasión del viaje a España en noviembre del ministro de Asuntos Exteriores brasileño.
Me gustaría destacar, asimismo, que es el primer país iberoamericano que visito en la actual Legislatura, lo que refleja la importancia que damos a la relación bilateral con Brasil.
Durante nuestras conversaciones de hoy hemos pasado revista a la situación interna en ambos países, así como a la situación regional e internacional. He felicitado al presidente Temer por las reformas que ha emprendido y le he trasmitido mi convicción de que, a medio plazo, la seriedad en la gestión de los asuntos públicos siempre es recompensada. La creación del marco adecuado para que la iniciativa privada pueda florecer en términos de previsibilidad y de seguridad jurídica, pero también de sostenibilidad de las cuentas públicas, es la clave para que nuestras sociedades puedan prosperar.
También hemos hablado de nuestras relaciones bilaterales. Somos países, como saben, que compartimos valores y una larga historia en común. El potencial de nuestras relaciones bilaterales es inmenso y espero que este viaje nos ayude a aprovecharlo plenamente.
La presencia empresarial de España en Brasil es muy potente. Somos el segundo inversor en Brasil y Brasil es el tercer destino de las inversiones españolas en el exterior, solo superado por el Reino Unido y Estados Unidos. Las empresas españolas han demostrado que su compromiso con Brasil es permanente, manteniendo e, incluso, incrementando su presencia durante años difíciles para ambas economías.
El Gobierno brasileño tiene planes muy ambiciosos para su economía, a la altura del inmenso potencial de este país. Por todo ello, estoy absolutamente convencido de que aún hay un amplio margen para incrementar la presencia de las empresas españolas en Brasil, así como para potenciar nuestro comercio bilateral. El Encuentro Empresarial que inauguraré mañana en Sao Paulo es una muestra más de nuestra apuesta por el futuro de la economía brasileña.
Señoras y señores,
Las relaciones entre ambos países van mucho más allá de lo puramente económico. Hemos tratado otros ámbitos de cooperación bilateral, como el científico, el cultural y el educativo, al que yo doy mucha importancia.
También hemos hablado de política exterior. Ambos estamos convencidos de la necesidad de avanzar en la relación entre MERCOSUR y la Unión Europea. España siempre ha sido, y continuará siendo, una decidida valedora del Acuerdo de Asociación Unión Europea-MERCOSUR. Nos felicitamos por la reanudación de las negociaciones el año pasado, con un intercambio inicial de las ofertas negociadoras, y por los avances logrados en la última ronda negociadora celebrada en Buenos Aires, que fue el mes pasado.
En estos momentos en los que algunos sienten tentaciones proteccionistas, ambos coincidimos en la importancia de la apertura al exterior, y no solo en términos estrictamente económicos.
Hemos dialogado, asimismo, sobre diversas cuestiones de la agenda regional en Iberoamérica. Brasil y España comparten valores y ello explica nuestra coincidencia en relación con los principales desafíos a los que se enfrenta la región.
Como no podía ser de otra forma, hemos prestado particular atención a la situación en Venezuela, país sumamente cercano a España y a Brasil. La situación en este país hermano nos preocupa profundamente. Coincidimos en que, dado el grado de enconamiento y lo inflamable de la situación, resulte perentoria una solución pactada; pero ésta tiene que pasar inevitablemente, ineludiblemente, por devolver la palabra al pueblo venezolano, depositario de la soberanía nacional.
En suma, ha sido una reunión muy provechosa, como estoy convencido de que resultará el resto de mi visita. Hemos podido confirmar el elevado grado de sintonía que existe entre ambos países y el deseo de nuestros Gobiernos de profundizar nuestras relaciones, lo que, créanme, siempre ha sido mi objetivo. Por ello, le agradezco nuevamente al presidente Temer y a todo el pueblo brasileño su acogida.
Señor Presidente, Brasil puede contar con el cariño, la amistad y la leal colaboración de España.
Muchas gracias.