Discurso del presidente del Gobierno en la clausura del I Foro España-Brasil

24.4.2017

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Sao Paulo

Señor ministro de Asuntos Exteriores; señor ministro de Ciencia y Tecnología; señor gobernador del Estado de São Paulo; señor gobernador del Estado de Goias; señor alcalde; señoras y señores,

Es imposible, como decía en su intervención anterior el presidente Cardoso, citarles a todos ustedes; pero, queridos amigas y amigos, yo quiero comenzar mi breve intervención diciendo que para mí es una gran satisfacción poder participar en este I Foro España-Brasil. Quiero felicitar, por ello, a la Fundación Consejo España-Brasil por haber puesto marcha esta iniciativa, y en particular a los dos copresidentes del Foro, que se han dirigido hace un momento a todos ustedes, Antonio Huertas y Márcio Utsch, así como a todo su equipo. Yo estoy convencido de que el Foro va ser, a partir de ahora, un instrumento muy importante al servicio de las relaciones entre nuestros dos países.

Ha sido igualmente un honor para mí, como presidente del Gobierno de España y también como español, haber hecho entrega de este I Premio José de Anchieta otorgado por la Fundación, un premio que lleva el nombre del jesuita canario conocido como "el Apóstol de Brasil". José de Anchieta fue religioso, poeta, cronista, estudioso de las lenguas y defensor de los derechos de las poblaciones aborígenes, en los albores de la creación del Brasil. Su canonización reciente por el Papa Francisco fue un acontecimiento importante para brasileños y para españoles.

El Premio ha sido concedido, como ustedes saben, a una de las personalidades más relevantes de la historia contemporánea de Brasil, el presidente Fernando Henrique Cardoso. Si el objetivo del Premio es reconocer la labor de una personalidad que haya trabajado de manera sólida y continuada por el acercamiento entre nuestros dos países, sería muy difícil encontrar un candidato más adecuado que el Presidente Cardoso. Enhorabuena.

Señoras y señores,

Este Foro ha reunido a personalidades muy relevantes de la sociedad civil de Brasil y de España. Me parece importante haberlo conseguido, porque para trabajar juntos es necesario, primero, prestarse la atención necesaria, cosa que España y Brasil no siempre hemos hecho. Hace falta fijarse en el otro, identificar oportunidades y, por supuesto, aprovecharlas. Todos ustedes, con su presencia aquí, han demostrado su interés por trabajar en esa dirección. Son ustedes quienes a partir de ahora deberán movilizar las voluntades y los recursos necesarios para aprovechar todas estas oportunidades de colaboración que puedan aparecer en el ámbito económico, político, académico o cultural. Trabajar para impulsar las negociaciones entre la Unión Europea y MERCOSUR es un ejemplo inmediato de lo que podemos hacer juntos.

Es un tema en el que Brasil sabe, y se lo he dicho esta mañana al presidente Temer, que cuenta con el pleno apoyo de España y después de muchos años creo que hoy estamos ante una magnífica oportunidad para llegar, por fin, a ese acuerdo.

Las oportunidades de colaboración bilateral son, por otra parte, muy amplias, por ejemplo, para contribuir al progreso económico y al fortalecimiento político de América Latina, que ha hecho en estos años progresos importantes en esa dirección.

Yo quiero que sepan que todo lo que sucede en Iberoamérica nos importa mucho a los españoles y que el papel de Brasil en la región es esencial. Y nos gustaría reforzar nuestra colaboración con Brasil en este terreno. Nuestros dos países defienden los mismos valores democráticos y comparten objetivos muy similares. Trabajando juntos podremos defenderlos mejor, ciertamente en América Latina, pero también en los grandes temas globales como el cambio climático, los fenómenos migratorios, la lucha contra el terrorismo internacional o los asuntos incluidos en la agenda de Naciones Unidas. Es lo que nos corresponde hacer a dos países que somos socios estratégicos.

Cuando hablamos de aprovechar las oportunidades que España y Brasil tienen ante sí, deseo subrayar el camino marcado por las Universidades, que han establecido acuerdos de cooperación entre sí, así como el hecho de que el Instituto Cervantes tenga en Brasil la red más amplia de Centros desplegada en un solo país, o el esfuerzo inversor también de las grandes empresas españolas. Quisiera agradecer la presencia aquí, en este Foro, de varios de sus presidentes. Se trata de inversiones en sectores clave y con vocación de permanencia, que se han mantenido, y que incluso se han incrementado, en los tiempos de crisis que tuvimos, tanto España, como Brasil.

Vemos también cómo algunas grandes empresas brasileñas están empezando también a invertir en España. Es natural que sea así, porque este es un gran país, con unas empresas muy sólidas. Nosotros les damos la bienvenida y deseamos que su número vaya incrementándose cada día.

Trabajaremos para que este proceso inversor en ambas direcciones vaya llegando también a las pequeñas y a las medianas empresas, que constituyen la mayor parte del tejido empresarial de nuestros dos países.

Yo estoy convencido de que este Foro y los que se celebren en el futuro van a ayudarnos, y mucho, a alcanzar estos objetivos. He señalado que España y Brasil son socios estratégicos; pero antes incluso de eso somos países hermanos, que compartimos las mismas raíces culturales, defendemos los mismos valores y compartimos una visión de la vida muy parecida. Yo creo que lo importante es poner ahora todo ello al servicio de nuestros intereses comunes y construir sobre una base una relación aún más ancha y más profunda que la que ya tenemos.

Se refería en su intervención el alcalde de la ciudad a unas palabras que pronuncié esta mañana en Brasilia después de mi reunión con el presidente Temer. Recordaba yo esta mañana que España vivió cinco años seguidos de crecimiento económico negativo, cinco años seguidos de recesión; algo que no había ocurrido en nuestro país jamás en el último siglo, jamás, nunca. Perdimos 3.400.000 puestos de trabajo, teníamos momentos de enorme dificultad para financiarnos, nuestra economía era poco competitiva y los pronósticos sobre el futuro de lo que en España iba a suceder no eran ciertamente muy halagüeños; pero quiero decirles a ustedes que la sociedad española fue capaz de hacer un gran esfuerzo y fue capaz también de apoyar al Gobierno en momentos de dificultad.

Hoy, cuando solo han transcurrido cinco años desde un día en el que todo el mundo anunciaba que España iba a ser intervenida por la Unión Europea y que, por tanto, iba a perder su soberanía económica, pues bien, hoy España lleva tres años de crecimiento positivo. En los últimos dos años hemos crecido, por encima, el doble, que la zona euro, mucho más que Alemania, que Italia, que Francia o que el Reino Unido. España está creando empleo a un ritmo de quinientos mil al año, en estos tres últimos años. Este año la economía ha empezado muy bien, hemos tenido un buen primer trimestre.

Yo solo quisiera decirles a todos ustedes una cosa más: como en general ocurre en cualquier faceta de la vida, las cosas no son porque sí. La lotería toca a muy pocas personas y muy pocas veces en la vida de esas personas; a la inmensa mayoría, ninguna. Lo que toca es hacer las cosas bien, esforzarse, ser serio y pensar en el medio y en el largo plazo.

Yo tengo que decirles a ustedes que nosotros tuvimos que hacer reformas difíciles, muy importantes. Hemos perdido nada menos que cincuenta escaños de unas elecciones a otras; pero hoy podemos decir que España está en una posición infinitamente mejor que lo que estaba hace cinco años.

Yo les animo a ustedes, primero, porque es mi obligación y, segundo, porque lo siento. Sigo, y con mucho detalle, lo que pasa en Brasil y creo que, cuando se hace un esfuerzo de consolidación fiscal, cuando se controla el gasto público, cuando se dice que hay que hacer una reforma laboral, cuando se habla de la reforma de las pensiones; es decir, cuando se habla de los temas importantes, aunque te critiquen hay que seguir adelante porque, si no lo haces, te van a criticar también. En el primer caso no vas a conseguir absolutamente nada y en el segundo caso vas a conseguir salvar a tu país, cosas muy positivas para tu país, quedarte con la conciencia tranquila y, además, incluso, volver a ganar las elecciones.

Muchas felicidades y que tengan ustedes mucha suerte.

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