Bruselas
Presidente.- Buenas tardes. Gracias por su asistencia a esta convocatoria.
Como saben, se ha celebrado ayer y hoy una reunión del Consejo Europeo. Esta vez se trata de una reunión ordinaria, la del llamado Consejo Europeo de Primavera, aunque, como conocen ustedes, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y los presidentes de las principales instituciones europeas ya nos hemos reunido dos veces en lo que llevamos de año: una con ocasión del Consejo Europeo extraordinario, a mitad de febrero, para acordar los términos del nuevo encaje del Reino Unido en la Unión; y una reunión informal el pasado día 7 para debatir los posibles términos de un acuerdo con Turquía en materia de migraciones.
Como recordarán, ese día el primer ministro de Turquía nos presentó una serie de puntos de negociación y los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión acordamos dar un mandato al presidente del Consejo Europeo para negociar con Turquía sobre esas bases, pero garantizando en todo momento el respeto riguroso de la legalidad internacional, especialmente en materia de asilo.
Pues bien, en este Consejo Europeo hemos tratado de asuntos muy importantes y uno de ellos trae causa precisamente de nuestra reunión informal del pasado día 7, ya que en esa reunión sentamos las bases de lo que podría ser un acuerdo con Turquía en materia de migraciones. Ese acuerdo tiene como principal y más urgente objetivo evitar que cientos de miles de personas sigan arriesgando sus vidas y las de sus familias, poniéndose en manos de mafias criminales que trafican con su sufrimiento, lanzándolas al mar para llegar a Europa. Cientos de personas han perdido sus vidas entre Turquía y Grecia, y miles en el Mediterráneo intentando llegar a Europa.
Esto se precisamente lo que intentamos que acabe pero, a la vez, debemos respetar el derecho de asilo de las personas que huyen de la guerra, el terror o la conculcación de sus derechos humanos más básicos. Éste es un principio fundamental que forma parte de los valores fundacionales de la Unión Europea.
Por ello, y España ha insistido en ello durante todo el proceso negociador, se establecen salvaguardas y garantías en el acuerdo para proteger y garantizar este derecho rigurosamente, tal y como, por cierto, exige la legislación internacional y europea.
Puedo decirles, asimismo, que el acuerdo al que hemos llegado con Turquía respeta escrupulosamente la declaración institucional del Congreso de los Diputados, aprobada el miércoles día 16, por unanimidad de todos los Grupos Parlamentarios. En concreto, se han introducido en el acuerdo final algunas modificaciones solicitadas por España en tres puntos que, en nuestra opinión, son fundamentales.
A petición de España, se ha añadido una segunda frase en el párrafo primero para garantizar que todas las actuaciones que se hagan sean conformes al Derecho Internacional y de la Unión Europea, y que se excluya cualquier forma de expulsión colectiva. En ese mismo apartado se ha añadido una referencia expresa a la tramitación individualizada de los expedientes de solicitud de asilo para que no haya duda de que los solicitantes de asilo llegados a las islas griegas tendrán un procedimiento individualizado y personalizado, y nunca colectivo. Y a petición de España se ha incorporado también en el apartado segundo una previsión específica para que el reasentamiento de nacionales sirios desde Turquía se haga teniendo en cuenta a aquellas personas más vulnerables, de acuerdo con los criterios de vulnerabilidad de la Organización de Naciones Unidas.
Por otra parte, hemos tratado otras cuestiones, ya distintas, también importantes, relacionadas con la migración en general. Forman parte de las conclusiones de este Consejo Europeo y están a su disposición.
Desde que en el Consejo Europeo de abril de 2015 aprobamos un mandato a la Unión para que movilizase todos los recursos y esfuerzos para hacer frente al fenómeno migratorio, la Unión Europea ha puesto en marcha una batería de medidas ambiciosas, muchas de ellas sin precedentes. Les hablo de los esquemas de reubicación y reasentamiento de refugiados, del plan especial de actuación acordado con los países africanos en la Cumbre de La Valeta o de este último acuerdo con Turquía, todos ellos dotados con sus correspondientes fondos fiduciarios.
En todo este proceso España ha venido defendiendo la necesidad de una verdadera política común migratoria y de asilo, que busque hacer frente, de manera responsable, sostenida y eficaz, tanto a las consecuencias, como a las causas del origen de la actual crisis migratoria.
En este Consejo hemos acordado impulsar las siguientes medidas: operatividad de los "hotspots" y las capacidades de acogida humanitaria y de asilo de los Estados concernidos; refuerzo de las capacidades de Grecia para controlar sus fronteras y tramitar sus correspondientes solicitudes de asilo; ayuda de emergencia humanitaria para Grecia; aceleración de los procesos de reubicación desde Grecia; lucha contra el tráfico de personas y las organizaciones de crimen organizado, y debate sobre la arquitectura normativa y política de la Unión Europea en materia de migración y asilo, incluyendo la propuesta legislativa relativa a la guardia fronteriza y costera europea.
Señoras y señores,
Todos sabemos que éste no es un asunto fácil de gestionar, no lo es, y también sabemos la honda preocupación que causa a nuestras respectivas sociedades. Creo que hemos llegado hoy a un acuerdo razonable; un acuerdo respetuoso con la Ley y con la tradición europea de defensa de los derechos humanos; un acuerdo que permitirá, además, dar una respuesta operativa y eficaz a la situación de tanta gente que huye de la guerra y que huye también de la miseria, y un acuerdo que, ante todo, evite los dramas que estamos viviendo cada día por esta cuestión y que todos tienen la oportunidad de verlos de manera continuada en las televisiones.
En otro orden de cosas, y por lo que se refiere ya al ámbito económico, hemos discutido, como corresponde al Consejo Europeo de marzo --de hecho, se hace siempre--, las prioridades del semestre europeo que definen las actuaciones económicas a nivel nacional. Estas prioridades son acordes con la intensa agenda reformista que hemos puesto en marcha en los últimos cuatro años: responsabilidad fiscal y reformas estructurales. Y gracias a ello la economía española ha experimentado una transformación sin precedentes y los resultados, y así lo reconoce la Comisión, hablan por sí solos: en el último trimestre de 2011, el crecimiento en España era -1,8 por 100; cuatro años después, último trimestre de 2015, el crecimiento en España es +3,5 por 100. Es decir, estamos ante un cambio de 5,3 puntos a favor de la situación a finales de 2015.
Los precios en el año 2011, a pesar de una situación de profunda recesión, subían el 3,2 por 100 y eso afectaba, y mucho, al poder adquisitivo de muchísimos españoles y también a la competitividad de nuestra economía. Hoy los precios están decreciendo en nuestro país.
En 2011 el sector exterior estaba en déficit y hoy, ya por cuarto año consecutivo, está en superávit.
El crecimiento español es, además, un crecimiento sano, porque se basa, sobre todo, en la inversión en bienes de equipo y en las exportaciones de bienes y servicios, y ello da una base sólida para el crecimiento del consumo de los hogares, que es el 3,5 por 100 al cierre de 2015, un nivel similar ya al de antes de la crisis económica.
También, en materia de empleo y paro, que sigue siendo la gran preocupación de una mayoría de españoles, y que tiene que ser el gran objetivo para los próximos cuatro años, las cosas han cambiado: a finales de 2011 se destruyeron en España casi tres millones de empleos y el paro aumentó en tres millones y medio de personas; en el año 2015 el crecimiento se ha traducido en una creación de empleo récord en nuestra historia, más de medio millón de empleos en el año, y la reducción anual de paro en el año 2015 es la mayor de la historia: 678.000 personas. Aun así, y a pesar de los avances que se han producido en esta materia, que, insisto, es el objetivo capital y es la prioridad básica para los próximos cuatro años crear empleo, todavía quedan muchas cosas por hacer en nuestro país.
También hay datos que han mejorado: la confianza en la economía, la caída de la prima de riesgo, los datos de creación de empresas, etc., etc.
Quiero decir también que esta transformación no ha sido fruto de la casualidad; ha sido fruto del esfuerzo de los españoles, en primer lugar, y de una decidida agenda de reformas estructurales que se ha llevado a cabo a lo largo de estos años.
La Comisión, en el informe que se debatió en el día de ayer, reconoce el esfuerzo realizado por España y constata el cambio de tendencia de la economía española, y yo se lo agradezco. El principal riesgo que señala la Comisión es la desaceleración en la agenda de reformas y yo coincido plenamente. Es absolutamente necesario seguir poniendo en marcha reformas para seguir creciendo, para crear empleo y para no quedarnos estancados o, lo que es peor, para volver hacia atrás, a la situación que vivíamos en 2011.
También quiero decir, y yo hice especial énfasis en este asunto en mi intervención, que, además de los trabajos que hay que hacer a nivel nacional, hay que hacer cosas en Europa. En particular, hay un ámbito fundamental, que es el mercado interior. Hemos avanzado en temas importantes como la Unión de la Energía y hay compromisos en el ámbito de las interconexiones o en la
Agenda Digital; pero hay que mantener este nivel de ambición y extenderlo a otros ámbitos como, por ejemplo, los servicios bancarios minoristas, cuya integración es fundamental para completar una Unión Bancaria eficaz.
De la misma manera, hemos acordado que en el próximo Consejo Europeo, a fínales del mes de junio, se hable en serio y a fondo de los esfuerzos que tendremos que hacer para que en la Unión Económica y Monetaria se vaya cada vez profundizando más en ella y, por tanto, continuamos el avance en la construcción europea.
Esto es, en síntesis, lo más importante del Consejo Europeo. He mantenido una reunión, en los márgenes de la del Consejo Europeo, con los primeros ministros del Reino Unido, que fue quien nos convocó, Alemania, el presidente de Francia, Italia, Malta y yo mismo, para tratar la situación en Libia. Como saben ustedes, las cosas no van allí como a todos nos gustaría que fueran. Vamos a apoyar al Gobierno que ha sido designado. Esperemos que, a la mayor celeridad posible, reciba el apoyo del Parlamento y que Libia tenga un Gobierno, y que la creación del mismo y la puesta en funcionamiento de todo lo que eso significa suponga ya un punto de partida que permita generar una cierta ilusión y permita llegar a unos objetivos que sean, fundamentalmente, la mejora del bienestar y de riqueza de todas las personas que viven en ese país.
P.- Aunque al final se implementen todos los mecanismos para que se respete la legalidad internacional, o la letra, por lo menos, ¿cree que es digno de una Europa, que ha ganado el Premio Nobel de la Paz, enviar a todos los refugiados que lleguen a partir del domingo de vuelta a Turquía, un país donde la libertad de expresión y de prensa está, por lo menos, en cuestión?
Presidente.- Es un tema, y lo he dicho en mi intervención y todos ustedes lo conocen igual que yo, de una enorme dificultad. En este momento, y ahí está el origen del problema, en Siria se vive una guerra, que ya se ha producido desde el año 2011; una guerra donde han muerto muchísimas personas y hay otras, muchísimas más, que, evidentemente, quieren llevar una vida digna y que no quieren, al final, ser privados de su vida o de sus derechos fundamentales, y, por tanto, están pidiendo asilo y tienen derecho a pedirlo en otros países.
En estos momentos en Turquía hay más de dos millones y medio de ciudadanos sirios, también hay muchos en Jordania y en otros países. Esas personas van a Grecia, hay muchísima gente en Grecia. El Gobierno griego está en una situación de una enorme dificultad y aquí tenemos muy diversas opciones, y una de ellas, sin duda alguna, es no hacer nada. Y yo creo que la solución que se ha adoptado es una solución razonable.
Tengo que decir que España ha sido muy clara en este asunto. Ha pedido, y así se ha recogido en las conclusiones, un estricto cumplimiento del Derecho Internacional y del Derecho de la Unión Europea; ha conseguido la exclusión de cualquier forma de expulsión colectiva y cualquier solicitud de asilo será tramitada de manera individualizada por las autoridades griegas, además de conseguir que las personas especialmente vulnerables, teniendo en cuenta los criterios de Naciones Unidas, sean atendidas también de una manera especial.
Creo que es la mejor de las soluciones. Nos hemos puesto de acuerdo los veintiocho países de la Unión Europea y Turquía. Creo que esto también es el sentir de la resolución que ha adoptado el Parlamento español la pasada semana. Ahora bien, encontrar soluciones a problemas tan complicados y que supongan un cien por cien de acierto, a lo mejor lo pueden hacer algunos; pero, desde luego, los veintiocho países de la Unión Europea y Turquía a lo mejor no son capaces de hacerlo. Pero, sinceramente, creo que esto que se ha hecho es razonable, creo que esto va a evitar la pérdida de muchas vidas humanas y creo que esto va a garantizar el derecho de asilo y va a garantizar que mucha gente viva en una situación de dignidad.
El principal problema que tenemos hoy es que continúan las hostilidades en Siria y, mientras no seamos capaces de resolver ese problema, que no es tan fácil, como ustedes saben --lleva cinco años--, tendremos nuestras dificultades. Pero, sinceramente, yo, que he seguido este tema con mucha atención desde hace mucho tiempo --yo recuerdo un debate importante que tuvimos en la Cumbre del G-20 en San Petersburgo--, creo que es la primera vez que se da una solución que tiene visos de ser una solución definitiva.
P.- Si no me equivoco, desde principios de año se ha notado algún aumento en el número de sirios que llegan a España. En las conclusiones ya se deja reflejado que podría haber una diversificación de las rutas, una vez que se cierre la ruta de los Balcanes, y me gustaría saber si ha pedido garantías para que se tapone la ruta del Mediterráneo y la presión a España, y qué garantías puede ofrecer usted a los españoles de que la presión no se va a desviar a través de nuestro país.
Luego, una clarificación. Ayer hacía una mención a que España contribuiría con un equipo técnico o con guardacostas a Grecia. Me gustaría saber si ya tiene algún número concreto de qué aportación vamos a hacer.
Presidente.- No. Hay una petición de Frontex y otra petición de la Agencia de Asilo. Nosotros tenemos personas con conocimientos y con experiencia porque, como todos ustedes saben, los problemas que están sufriendo algunos países de la Unión Europea ahora los sufrimos nosotros en nuestra época. Pero creo que España ha sabido hacer una política de inmigración seria, una política de inmigración que ha ido a resolver, como se debe hacer, los problemas en origen, y hoy no se están produciendo los dramáticos acontecimientos que vivimos en Canarias o que vivimos en Ceuta y Melilla, o que vivimos en otros lugares de España.
Nosotros vamos a mandar todas las personas que nos pidan Frontex o la Agencia de Asilo. Yo he manifestado que la situación por la que vive Grecia es, evidentemente, de una enorme complejidad y, desde luego, por parte de España van a tener toda la solidaridad de que seamos capaces. En principio, está previsto que este mismo fin de semana haya una reunión aquí, a la que asistirá, además de la Comisión, una persona de cada uno de los países, para intentar poner en marcha una operación que es de una enorme dificultad en estos momentos, porque es atender a muchísimas solicitudes de asilo, atender también a la situación en la que viven muchas personas, ver cómo funcionan los convenios con Turquía… Esto no va a ser una operación fácil, pero es evidente que en la vida siempre, mejor que no hacer nada, es dar pasos en la buena dirección.
Usted me dice si yo he pedido garantías, yo no he pedido garantías. Nosotros hemos resuelto nuestros problemas, que eran muchos, como usted conoce, en su momento, con nuestras propias fuerzas y en solitario; pero yo soy partidario de que los problemas de la Unión Europea los resolvamos todos de una manera conjunta y siendo solidarios unos con otros. Por tanto, yo he sido en este Consejo Europeo, porque además era lo que piensa una inmensa mayoría de españoles, solidario con Grecia y lo seguiré siendo, y lo seguiremos siendo en el futuro, cualquiera que sea el país que se vea afectado por esta situación.
P.- Presidente, yo quería saber si tiene previsto informar a los Grupos Parlamentarios del acuerdo y de que se ha cumplido escrupulosamente, como decía, la declaración del Parlamento nacional, bien sea a través de una comparecencia en el Congreso, o por llamadas o… No sé si tiene previsto…
Presidente.- Sí, informaremos a todos los Grupos Parlamentarios, de la misma manera que ha comparecido el secretario de Estado para la Unión Europea, aquí presente, para explicar a los Grupos Parlamentarios cuál era el debate que se producía, de la misma manera que los hemos escuchado y de la misma manera que hemos atendido el grueso de las peticiones que allí fueron planteadas, que tengo que decir, por otra parte, que coincidían al cien por cien con lo que yo pensaba de esta situación.
P.- Presidente, usted decía hace unos instantes que en Turquía hay dos millones y medio de refugiados, pero tan sólo hay 72.000 plazas ahora mismo en Europa para todos aquellos que sean retornados allí. Yo quería saber, una vez que se cumpla el cupo, qué es lo que va a pasar con los siguientes.
Por otra parte, ahondando en una pregunta anterior, quería saber si España ha planteado en algún momento o si teme, de alguna manera, convertirse en ruta alternativa para las personas que vean cómo la ruta de los Balcanes se ha cerrado para ellos.
Presidente.- España no tiene ningún temor a convertirse en ninguna suerte de ruta alternativa. España ha recibido a mucha gente a lo largo de muchos años. De hecho, es el país de Europa, en proporción al número de habitantes, donde hay más personas de fuera. Si usted ve la última Encuesta de Población Activa que se ha publicado, verá un dato que no ha sido, en mi opinión, suficientemente recogido, pero que es importante: más del 10 por 100 de las personas que trabajan en nuestro país y figuran como tales en la Encuesta de Población Activa son extranjeras.
En España, con todos los problemas y dificultades que hemos tenido, creo que hemos sabido integrar, creo que la gente se ha integrado muy bien y creo que hay mucha gente que contribuye al bienestar y al progreso de nuestro país. En otros lugares tienen más dificultades y tienen más problemas. Creo que en España --a veces, la gente tiene una cierta tendencia a señalar sólo los aspectos negativos-- eso, en general, con los problemas, con las dificultades, con las discusiones y con todos los debates que hemos tenido, eso se ha hecho razonablemente bien.
Creo que tenemos también una buena relación con los países de África, que era de donde venía mucha gente. Tenemos una buena colaboración, una buena cooperación. Yo di mucho la batalla para que se ayudara a estos países en la Cumbre que tuvimos en Malta en el mes de noviembre del año pasado, se acordó una ayuda de 1.800 millones de euros para los países africanos y, al final, voy a lo de siempre, que es a donde hay que ir: los problemas se resuelven siempre en su origen. El problema que estamos viviendo ahora con Turquía, con Grecia, este Consejo Europeo, los debates…, es un problema que ha surgido porque en Siria hay una especie de guerra civil. Si eso no se hubiera producido o si hubiéramos sido capaces, todas las grandes potencias, de resolver ese problema, no estaríamos aquí dando una rueda de prensa sobre este tema y, a lo mejor, estaría yo hablando de los tipos de interés o de otra cosa.
Entonces, yo lo que siempre he dicho es que la Unión Europea tiene que hacer un gran esfuerzo, y la Unión Europea son veintiocho países, para ayudar a todos los países que están en su entorno para que mejoren su nivel de vida porque, mientras la gente viva en un país que está en guerra, o viva en un país donde no se respeten los derechos humanos, o viva en un país donde simplemente no puedan comer, se van a venir, como es lógico y natural, porque son seres humanos y quieren progresar y vivir con dignidad, a nuestros países. Ésta es la gran batalla del futuro. Uno de los grandes de la Unión Europea…, tiene muchos, pero uno de ellos es construir, de una vez por todas y para siempre, una gran política de inmigración común, de inmigración y de asilo, porque lo de Siria es un problema de asilo, y en otros casos no hablamos de asilo sino de inmigración por puras razones económicas, porque la gente quiere, como es natural, vivir.
¿Los 72.000? Vamos a verlo. Aquí el principal objetivo a día de hoy, y por lo menos empezamos a ver que se dan pasos en la buena dirección, es que se pueda llegar a algún tipo de entendimiento en Siria. Eso sería capital. Eso es muy difícil, porque hay muchos actores ahí jugando: están los grupos terroristas; está la situación de propio presidente, de su oposición; ahora Rusia ha abandonado allí sus actividades militares... Pero, insisto, hay conversaciones y ése es el principal objetivo, ésa es la prioridad de las prioridades, porque eso arreglaba los problemas de la gente y, por tanto, también los problemas que tiene la Unión Europea.
¿Lo que vamos a hacer si ese número de plazas se agotara? Está previsto hacer una nueva reunión y tomar nuevas decisiones porque, claro, también la capacidad de acogida de Europa no es ni infinita ni limitada; pero vamos a ver cómo se producen los acontecimientos. Este es un tema que tendremos que seguir muy a fondo porque, insisto, no es fácil. Tenemos que trabajar todos conjuntamente y estar muy pendientes. Pero el reto más importante que tiene hoy la Unión Europea es éste, más que la propia situación de la economía. Es éste y, por tanto, es un reto en el que tendremos que perseverar. Iremos dando pasos en la buena dirección, tendremos reveses, como siempre sucede; pero a mí lo que me tranquiliza es que ahora veo que hay una conciencia clara de que éste es el tema más importante que tiene la Unión.
P.- Primero, muy breve. No sé si el señor Rutte se ha dirigido a usted para pedir disculpas por el comportamiento de algunos hinchas holandeses en Madrid. Eso, por lo menos, es lo que ha informado algún medio holandés.
Por otro lado, parece que hay una contradicción, o por lo menos no se entiende bien, en el acuerdo cuando, por una parte, se dice que va a haber un tratamiento individualizado de las solicitudes de asilo que se presenten y, por otra parte, se dice que todos van a ser devueltos, prejuzgando ya el sentido de la tramitación de esas solicitudes. ¿No hay ahí una contradicción?
Y, si me permite, un par de cosas muy breves. ¿Qué va a ocurrir con los cincuenta mil, se calcula en este momento, refugiados que hay en Grecia? ¿Se les va a dar una solución, algunos en situación dramática? La declaración del Parlamento aludía a la necesidad de tomar medidas urgentes.
Y me ha parecido entender de una respuesta suya anterior que sería el secretario de Estado para la Unión Europea quien informaría al Congreso sobre el resultado de esta reunión. No sé si lo he entendido mal porque, aunque el Gobierno sostiene, en un informe que ha mandado al Parlamento, que un Gobierno en funciones, que se dedica a la tramitación de los asuntos ordinarios, no tiene que ser controlado, esta Cumbre está claro que no es un asunto ordinario. Por eso le pido a usted…
Presidente.- No voy a debatir con usted, porque no tiene sentido, sobre este asunto. Yo sólo le digo que desde 1977, cuando se celebraron las primeras elecciones democráticas en España después de mucho tiempo, jamás hubo control a un Gobierno en funciones, jamás. Y es más, puedo añadirle alguna cosa más: hay dos Parlamentos cuyos Gobiernos han estado durante mucho tiempo en funciones, porque no fueron capaces de elegir presidente, que fueron Andalucía y Cataluña, y a nadie se le ocurrió plantear un problema de control del Gobierno.
Por tanto, nosotros vamos a actuar con sensatez y con sentido común, y de acuerdo con el informe que han planteado los propios letrados de la Cámara. En circunstancias excepcionales, el Gobierno informará, y ésta nos parecía una circunstancia excepcional, y por eso lo hicimos. Pero lo que no podemos es, porque nos presionen unos y otros o porque haya quien quiere... Ahora se ha planteado que vayan seis altos cargos del Ministerio de Fomento. Es que no han ido nunca y ahora, como estamos en un Gobierno en funciones y hay que apuntarse a esto, hay que hacerlo… Pero, como llevo ya muchos años en esto, al final yo tengo que hacer lo que me parezca que sea razonable y justo, y entiendo las demás posiciones, muchas de ellas absolutamente interesadas.
En relación con sus preguntas, Rutte, el primer ministro holandés, efectivamente me dijo que sentía mucho los acontecimientos que se habían producido en la Plaza Mayor, que realmente eran terribles. Todos tuvimos ocasión de verlos en televisión y es la humillación del ser humano por humillación. Yo se lo agradecí mucho y le dije: estas cosas tampoco son la muestra de lo que es su país, y punto, porque de bárbaros, desgraciadamente, todas las sociedades tienen un pequeño porcentaje. De lo que se trata es de que cada vez sean menos. Pero sí me lo dijo.
El segundo asunto, la contradicción. No, no hay contradicción. Es verdad que, en la primera página, la primera frase del apartado primero dice que "todas aquellas personas que lleguen desde Turquía hasta Grecia serán devueltas… --no recuerdo cómo dice exactamente-- de manera inmediata". Esa fue la batalla que dio el Gobierno que yo presido porque, claro, eso así escrito e interpretado literalmente, se interpreta como usted lo ha interpretado y yo, también. Entonces, fue uno de los grandes debates, sobre el que ayer estuvieron el embajador y uno de mis colaboradores hablando con los representantes del señor Tusk, y lo que hemos pedido es que se diga que todo eso se hará en estricto cumplimiento del Derecho Internacional y de la Unión Europea, excluyendo, por consiguiente, cualquier forma de expulsión colectiva.
Luego, como usted recordaba, también hemos introducido un poco más adelante que todas las solicitudes de asilo serán tramitadas de manera individualizada, de conformidad con la Directiva de los procedimientos de asilo.
Ese fue el debate. Era el tema más importante. Aparte de la atención especial a personas vulnerables, era el tema más importante y era el tema que yo planteé en mi intervención de ayer por la noche. Ya sabe usted que no se aprobó nada ayer por la noche, pero luego se establecieron una serie de reuniones bilaterales y una de ellas fue ésta, donde quedó resuelto ese problema porque, si no, era una liquidación del derecho de asilo en Europa, lo cual no se le ocurre a nadie.
Sobre las cincuenta mil personas que efectivamente hay en Grecia lo que hemos acordado es agilizar, y hacerlo con la mayor celeridad posible, la reubicación de estas personas entre distintos países de la Unión Europea e, incluso, hay de algunos que se hará dentro de Grecia. Pero éste, sin duda alguna, es uno de los asuntos más prioritarios de cara al futuro.
Señoras y señores, nos vamos. Gracias.