Discurso del presidente del Gobierno en la inauguración del Congreso Internacional de la mujer rural en el mundo

8.4.2015

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Ciudad Real

Miembros de la mesa, queridas amigas y amigos,

Es un placer, es un honor y es un gusto, como ya ha sucedido en otras ocasiones, participar en una actividad organizada por AFAMMER; en esta ocasión, el I Congreso Internacional, como nos recordaba Carmen Quintanilla en su intervención, la voz de las mujeres rurales en el mundo, que se celebra por primera vez en 2015, que es el año en que conmemoramos el vigésimo aniversario de la Declaración y la Plataforma de la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer.

Aquí se han dicho cosas muy importantes por parte de todos los intervinientes. Yo estoy de acuerdo con todas, sin excepción, y quisiera señalar que es importante destacar que aquí hemos tomado la palabra cinco personas: tres son mujeres y dos somos hombres: el secretario general adjunto de Naciones Unidas y yo mismo. Esto es importante, porque esto significa que se dan pasos en la buena dirección; significa que se reconocen el talento, el trabajo y la capacidad, y significa que, además, lo hace la sociedad española, porque ninguna de las personas que aquí ha intervenido lo ha hecho por una razón distinta de porque la gente lo ha querido: porque Rosa Romero no es alcaldesa de Ciudad Real porque sí, lo es porque la han elegido los vecinos de Ciudad Real; y María Dolores tampoco lo es: es presidenta de Castilla-La Mancha porque lo han querido la mayoría de las personas que viven en las cinco provincias que conforman Castilla-La Mancha; y lo mismo ocurre en el caso de Carmen Quintanilla: ha sido elegida presidenta por las mujeres rurales, pero ha sido elegida diputada por el conjunto de la población de Ciudad Real.

Como en tantas y en tantas facetas de la vida, queda mucho por hacer; pero ya se van dando pasos, por fortuna, al menos en nuestro país, ojalá que también en otros en el futuro próximo, en la buena dirección.

Queridas amigas y amigos,

Yo quiero empezar dando las gracias a AFAMMER por haber organizado este congreso. Esto es importante. Esto genera ambiente, esto llega a la gente, esto conciencia a las personas y, por tanto, es importante que se celebren este tipo de acontecimientos, que se hagan aquí, en España, y que esté el secretario general adjunto de Naciones Unidas.

Muchas gracias, pues, a Carmen; pero, además de darte las gracias por haber organizado este Congreso, quiero darte las gracias por el trabajo sin descanso en defensa de las mujeres y de la igualdad de oportunidades durante tanto tiempo.

Has sido una pionera, porque ya hace más de tres décadas supiste ver la importancia y también la necesidad de visibilizar las mujeres que viven en las áreas rurales, la importancia de que se escuchara, y ahora se escucha, su voz en foros nacionales y, también, en foros internacionales, como paso necesario para alcanzar el reto de la plena igualdad. Por eso fundaste AFFAMER, una organización que, con tu impulso, con tu dedicación, con tu trabajo, con tu esfuerzo, con tu empeño y con la ayuda de tantas y tantas personas que te han ayudado, porque la causa es justa y porque tú has sido capaz de ganarlas, habéis trasladado a la sociedad las preocupaciones y los retos de las mujeres dentro y fuera de nuestras fronteras.

Así que muchas gracias por lo de hoy pero, sobre todo, por lo de tantos y tantos años en defensa de la igualdad y de los derechos de las mujeres. Gracias.

Yo también quiero sumarme a la bienvenida que les habéis trasladado a representantes de distintos países, organizaciones, organismos internacionales, como el Fondo de Población de Naciones Unidas, y tantas personas que desde fuera de nuestras fronteras nos acompañan hoy aquí. Su presencia nos enorgullece y su presencia nos da gasolina, si me permiten la utilización de la expresión, para seguir trabajando con más intensidad de cara al futuro. Muchísimas gracias y bienvenidos a España, una vez más.

Como ha hecho Carmen Quintanilla en su intervención, yo también quiero darles las gracias a las empresas españolas. Es importante que las empresas españolas existan y es importante que generen mucho trabajo, que generen también bienestar y riqueza, que tengan beneficios, como es natural, y que paguen sus impuestos, que también es bueno para el conjunto de los ciudadanos; pero también es muy importante que estén en actividades como ésta que hoy nos reúne aquí a todos, porque demuestran compromisos social.

En ese sentido, yo quiero darles las gracias en nombre de todos los aquí presentes. Creo que es importante Y quiero decirles también que el Gobierno que presido se suma a este compromiso social con el firme convencimiento de que las mujeres, igual que los hombres, desempeñan un papel muy importante y de que es necesaria la igualdad real, no la legal, que ya tenemos en los papeles desde hace mucho tiempo en nuestro país. Es necesaria porque es un acto de justicia, de lógica, de sentido común y de sensatez; pero, sobre todo, también es necesario porque todos debemos contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, de nuestro talento y de nuestras capacidades, a generar más progreso y más bienestar en nuestro país que, al fin y a la postre, es de lo que se trata. Así que muchas gracias a todos los patrocinadores de estas Jornadas.

Queridas amigas y amigos,

En un momento en el que se está diseñando a nivel global la nueva agenda de desarrollo post-2015, estáis aquí más de quinientas mujeres de varios países del mundo y de muchas regiones para tratar cuestiones que son importantes en sí mismas consideradas, y de las que se ha hablado aquí esta mañana, para hablar de la igualdad de oportunidades y de trato en el ámbito rural, y fuera también del ámbito rural, para hablar del papel que desempeña el empleo femenino en la diversificación económica y en el desarrollo sostenible, y para hablar, entre otras cosas, de la violencia contra las mujeres y contra los niños.

En relación con esto último, quiero manifestar aquí mi más enérgica condena a la violencia que sufren las mujeres en todo el mundo por el único y exclusivo hecho de serlo, y quiero reiterar nuestro firme e inquebrantable compromiso con su erradicación. Para nosotros, para España, esto es una prioridad, esto es una cuestión de Estado. Y quiero llegar a las mujeres que en estos momentos pueden estar sufriendo malos tratos todo mi apoyo y este mensaje: Hay salida y no estáis solas.

Queridas amigas y amigos,

No quiero extender mi intervención en exceso porque, como decía al principio, se han dicho muchas cosas, muy importantes y estoy de acuerdo en todas ellas. Pero sí me gustaría deciros dos o tres cosas, aprovechando este momento de inauguración de las Jornadas, sobre la igualdad de oportunidades y sobre esa necesidad de que todos contribuyamos, como acabo de señalar ahora mismo, en la medida en que podamos hacerlo y teniendo en cuenta nuestras capacidades, nuestros esfuerzos y lo que podamos aportar, a la mejora del bienestar de la riqueza de nuestro país.

El respeto a la igualdad de oportunidades es, en primer lugar, una cuestión de pura justicia, como todo el mundo sabe; pero es que, además, es indiscutible que hombres y mujeres somos, desde la diversidad, igualmente valiosos y necesarios para construir un futuro mejor.

Un país no lo hace el 20 por 100 de la gente, ni el 30, ni el 40, ni el 50, ni el 60 por 100; un país lo hace el cien por cien de las personas que viven en ese país; hombres y mujeres; personas que están en el Gobierno o personas que están trabajando en un hospital, en un colegio, en el campo, en una explotación agraria o en una caja rural, por poner ejemplos entendibles. Para ello es absolutamente imprescindible garantizar la igualdad de oportunidades y, luego, cada uno hará lo que estime oportuno y conveniente, lo que le apetezca o lo que necesite; pero la igualdad de oportunidades es algo absolutamente prioritario y capital.

Creo, fundamentalmente, que aquí estamos no ante un problema de leyes, como dije al principio de mi intervención, sino, fundamentalmente, ante un cambio de mentalidad. Hay que progresar, como país, con una perspectiva más equilibrada, más variada y más rica.

Es fundamental, en este sentido, el papel que desempeñáis las mujeres que vivís en el mundo rural: seis millones en España. Contribuís al desarrollo de la vida social y económica en el mundo rural, porque cuidáis de la tierra, porque cuidáis de nuestro entorno, porque cuidáis de nuestra gente y porque sacáis adelante las explotaciones agrarias, las empresas familiares, y mantenéis vivos nuestros pueblos.

Hay muchos lugares en el mundo, como aquí se recordaba --en realidad, todos en el mundo--… Hace no muchas fechas en Nueva York, en los días 9 a 17 de marzo, se llegó a la conclusión de que la igualdad todavía no había sido alcanzada plenamente en el ningún país del mundo.

Pues bien, éste es el reto del futuro y éstas son una de las prioridades capitales del Gobierno. Es prioritario desarrollar todas las condiciones necesarias que permitan sumar todo el talento posible para que, tanto mujeres como hombres, podamos aportar nuestro conocimiento y experiencia para, así, situar a España, de nuevo, entre las primeras economías en el panorama internacional.

Quiero decir algo a lo que también se refirió María Dolores en su intervención: el ámbito rural no es sólo es, con ser esto muy importante, el eje de la vida agraria, sino que también es fuente de recursos ambientales que impulsa otras actividades de ocio, de turismo, de cultura y de transformación agroindustrial.

El campo tiene en España, y el mundo rural, futuro. Tiene mucho. A veces, gente que no sabe y que no se preocupa de aprender dice: "España es un país donde lo más importante es el turismo o la construcción". ¡Fíjense ahora en la construcción! Es importante el turismo y es importante la construcción; pero España, cuando exporta bienes al extranjero, lo que más exporta es bienes de equipo, que no es ni turismo ni construcción, y, luego, están peleando en el segundo puesto de nuestras exportaciones, donde está el origen de buena parte de nuestro bienestar y riqueza de futuro, el sector del automóvil --exportamos automóvil--, el sector de los productos químicos --exportamos productos químicos-- y el sector agroalimentario, que está teniendo una importancia enorme en España en los últimos años y que ya en algunos meses es el segundo que más contribuye a las exportaciones españolas. Y fue ese sector exterior, el que exporta fuera, el que nos empezó a ayudar a salir de la crisis en nuestro país.

Además de todos esos productos, tenemos el turismo, tenemos nuestra cultura y tiene futuro el mundo rural, contra lo que digan algunos. A lo mejor tienen menos futuro las grandes ciudades, donde ya vive demasiada gente. Pero tengan ustedes, tened vosotras, la total y absoluta certeza de que el mundo rural tiene futuro en nuestro país y, desde luego, este Gobierno, mientras yo lo presida, va a hacer todo cuanto esté en sus manos para que esas oportunidades que se abren ahí se concreten en resultados tangibles para todos.

Otro comentario que me gustaría hacer en esta intervención. El objetivo desde que nosotros llegamos al Gobierno, el objetivo más importante… Hay muchos, como en cualquier faceta de la vida; pero el más importante era crear empleo. El empleo es sinónimo de independencia, de libertad y de igualdad de oportunidades. Quien tiene un empleo vive, puede llevar adelante un proyecto de vida, es feliz. Quien tiene un empleo cotiza a la Seguridad Social y, cuando cotiza a la Seguridad Social, está garantizando las pensiones y, si son muchos los que cotizan, está haciendo y está provocando que se pueda mejorar esas pensiones. Quien tiene un empleo paga sus impuestos y, cuando paga sus impuestos, las Administraciones recaudan y, cuando las Administraciones recaudan, se puede mejorar la sanidad pública, se puede mejorar la educación y se pueden mejorar los servicios fundamentales.

El empleo es la gran prioridad de este período y de los próximos años en nuestro país. Todas las aquí presentes conocéis que hemos vivido una etapa muy difícil. Nosotros llegamos al Gobierno en una situación de una enorme complejidad y fijamos unos objetivos; el más importante, la creación de empleo, acompañada, como es lógico, de crecimiento económico, porque lo uno sin lo otro no puede existir.

Hemos tenido que tomar decisiones difíciles a lo largo de dos años. En los años 2012 y 2013 no obtuvimos resultados; pero en el año 2014, el año pasado, por primera vez en siete años, en España se crearon 440.000 puestos de trabajo y 440.000 españoles encontraron un empleo en el año 2014. Este año, 2015, más de 500.000 españoles van a encontrar un empleo y ya en marzo de este año conocimos los datos: más de 160.000 españoles se pudieron afiliar a la Seguridad Social, van a cotizar y van a contribuir a la mejora del bienestar y riqueza de este país.

El objetivo para los próximos años tiene que ser que veinte millones de españoles puedan trabajar y cotizar a la Seguridad Social. Y se puede hacer, simplemente no cambiando la política económica y consiguiendo, que es lo más importante, que los resultados en materia de empleo que vamos a tener este año se consigan en 2016, en 2017, en 2018 y en 2019.

Queridas amigas y amigos,

Hemos tomado también, aparte de decisiones de política económica, algunas decisiones para superar esos problemas de desigualdad de oportunidades. Hemos intentado promover el empleo femenino en todo el territorio nacional, bonificando la contratación de mujeres mediante programas y acciones positivas de mejora de la empleabilidad y el autoempleo con itinerarios personalizados y medidas de acompañamiento.

Hoy las mujeres representan el 46 por 100 de quienes cotizan a la Seguridad Social; es decir, de quienes trabajan. Esa cifra hay que subirla y se puede hacer, y estoy absolutamente convencido de que eso se producirá en los próximos años; pero ya estamos en el 46 por 100 y el reto tiene que ser que trabaje mucha más gente, pero que la equiparación, la distribución, sea 50-50. Se puede hacer y vamos a hacer un esfuerzo para atajar los problemas en materia de igualdad de oportunidades.

Próximamente, en el Consejo de Ministros vamos a aprobar el Plan para la Promoción de la Mujer Rural; un plan que va a desarrollar las previsiones del Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades y que coordinará, por primera vez en España, de forma integral, las políticas de igualdad en el medio rural, mediante un modelo de intervención y apoyo directo a las mujeres. En este Plan están involucrados siete Departamentos ministeriales del Gobierno que yo dirijo. La promoción del acceso a la financiación para proyectos e iniciativas de mujeres rurales y la extensión de infraestructuras de banda ancha son algunas de las cuestiones que vamos a abordar en él, y que van a favorecer el emprendimiento, el autoempleo y la participación de las mujeres en la sostenibilidad del medio rural.

También el Plan va a incluir medidas para fomentar la colaboración de las asociaciones de mujeres rurales y para dar a conocer su importancia, así como para favorecer la conciliación y la corresponsabilidad e incrementar la presencia de mujeres en puestos y en los órganos directivos de cooperativas agrarias y grupos de acción local.

Queremos andar ese camino, porque es un camino que nos lleva a más civilización y es un camino que nos lleva a más progreso, que es lo que, al fin y a la postre, debe perseguir el ser humano que se tenga por tal.

Yo soy optimista sobre el futuro de nuestro país. El nuestro es un país que vivió, como otros tantos, tiempos mejores y tiempos peores, tiempos buenos y tiempos no tan buenos; pero, si vemos lo que ha ocurrido en nuestro país a lo largo de los últimos cincuenta años, porque las cosas siempre hay que verlas con un mínimo de perspectiva, podemos decir que España es uno de los cinco países del mundo que en los últimos cincuenta años más aumentó su renta per cápita, es decir, lo que tiene la gente en su bolsillo.

España ha mejorado mucho en los últimos años. Hemos vivido algunas crisis económicas; la más fuerte, la crisis económica que hemos pasado a lo largo de estos últimos años: seis años sin crecimiento, seis años destruyendo empleo. Pero el pueblo español, la gente, ha demostrado que tiene agallas y que tiene determinación, fuerza y coraje para superar las situaciones difíciles.

El año pasado, como os dije antes, por primera vez en muchos años, creamos empleo y ahora llega una etapa que, si no cambiamos el rumbo, seguirá suponiendo un avance fundamental de cara al futuro. Y ahí el papel de las mujeres, que cada vez, por fortuna, es mayor en la sociedad, tiene que aumentar. Ése es el reto, para eso trabajáis, es una causa justa y tenéis el apoyo de todos.

Muchas gracias

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