Madrid
Mamen Mendizábal.- La verdad es que le agradezco mucho que nos haya abierto La Moncloa para esta entrevista. Creo, además, que estas mismas escaleras que vamos a subir ahora mismo son las que subirá Rajoy dentro de bien poco.
Presidente.- Sí. Espero que venga pronto y que tengamos una entrevista positiva.
M. Mendizábal.- Él dice que no sabe nada, por mucho que lo haya anunciado María Teresa Fernández de la Vega.
Presidente.- El PP siempre está diciendo cosas para establecer en la dialéctica la confrontación. Es una especialidad que tiene como partido de la oposición. Tiene mucho más perfil de estar siempre protestando que de estar construyendo. Pero claro que hemos hablado, hablaremos y yo espero que se celebre la entrevista.
M. Mendizábal.- ¿Subirá estas escaleras antes de que acabe el año, Presidente?
¿Antes de que acabe el año oiremos a Rajoy?
Presidente.- Eso va a depender también de él, pero yo espero que sí.
M. Mendizábal.- Antes de que acabe el año. Bien.
Por cierto, el viernes ustedes presentaron la Ley de Economía Sostenible; hablaremos sobre ella largo y tendido, desde luego, pero el Partido Popular, el principal partido de la oposición, dice que es una ley franquista.
Presidente.- ¡Pero si no la han leído! Primero, además, a cualquier ley en democracia tildarla de franquista es un poco patético y, en segundo lugar, no la han leído y ha habido un pronunciamiento previo ya, lo cual también indica que tienen poca vocación por la deliberación democrática, por el debate y por el contraste de ideas que espero que tengamos el miércoles en el Parlamento, porque he pedido la comparecencia para hablar de la Ley y de toda la Estrategia de la Economía Sostenible, para renovar aquello que tenemos que renovar de la economía española, volver a crecer y recuperar la senda de creación de empleo.
M. Mendizábal.- Vamos a hablar de la Ley de Economía Sostenible y de muchísimos temas. Vamos a empezar esta entrevista. ¿Le parece que pasemos?
Presidente.- Adelante. Ésta es la puerta y la casa de todos.
M. Mendizábal.- Éste el edificio del Consejo y vamos a hacer esta entrevista. Aquí está el Consejo de Ministros.
Presidente.- Es la Sala donde a mí siempre me ha parecido que se siente más la responsabilidad en la toma de decisiones: ahí se aprueban las leyes, los Presupuestos, se delibera… Le tengo mucho respeto a la sala del Consejo de Ministros.
M. Mendizábal.- Desde luego, es simbólico el Consejo de Ministros pero, ¿con qué otra parte se quedaría usted, porque vamos también a una parte muy significativa? Esa Sala de Tapices es especialísima.
Presidente.- Efectivamente, hacia adonde vamos porque ésa fue una de las primeras salas desde las que intervine como Presidente del Gobierno. Ahí anuncié la retirada de las tropas de Iraq prácticamente nada más llegar aquí y, por tanto, siempre la tendré identificada con esa decisión que desde aquí anuncié a todos los ciudadanos y que fue una decisión trascendente, relevante, de importancia política.
M. Mendizábal.- O sea, que no es casual que estemos aquí.
Presidente.- No, no. Ésta es una sala que tiene para mí ese recuerdo imborrable ya para toda mi vida.
M. Mendizábal.- Presidente, el viernes su Gobierno aprobó la Ley de Economía Sostenible. ¿No tenía que haberse planteado un panorama parecido, una ley parecida, hace cinco años? Entonces puede que hubiéramos salido de la crisis de una manera diferente, ¿no?, que hubiéramos estado más preparados. ¿No teníamos que haber adelantado esta Ley?
Presidente.- La verdad es que la crisis que ha habido, la crisis financiera internacional, la hubiéramos atravesado igual, la hubiéramos sufrido igual, porque la han sufrido todos los países.
Hace cinco años ya empezamos con un cambio, es verdad que con un cambio prudente, del modelo de crecimiento económico, haciendo un gran esfuerzo de inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación y con una Ley del Suelo que intentaba frenar el gran desarrollo inmobiliario. Ahora, en el momento de recuperación económica, tenemos que cambiar cosas en la economía para hacerla más competitiva y más innovadora, controlar el sector inmobiliario, lo que ha sido la burbuja inmobiliaria, y hacer que podamos tener una recuperación y un crecimiento fuerte, conforme a nuestro potencial, y crear empleo, que es el último gran objetivo de la Ley.
M. Mendizábal.- Desde luego que hablaremos del empleo, pero ¿por qué cree que esta Ley puede cambiar la dinámica del ladrillo que hemos vivido estos años?
Presidente.- Porque contiene medidas que son restrictivas para lo que ha sido un exceso de compra de viviendas en nuestro país, un exceso de promoción inmobiliaria, y facilita la rehabilitación y facilita el alquiler ya hemos venido tomando medidas en este sentido, junto al impulso de la vivienda protegida, de la vivienda pública, que tenemos en marcha.
Ése es un cambio que tenemos que hacer necesariamente. Tenemos que tener menos viviendas construidas nuevas, porque además tenemos muchas en stock, y cambiar los hábitos, la cultura, y estimular fiscalmente el alquiler, como hacemos, estimular la rehabilitación es la primera vez que va a desgravarse fiscalmente la rehabilitación individual que se haga en nuestras casas y, además, para temas como la renovación energética, para mayor eficiencia en cada piso de los ciudadanos, para la renovación de lo que suponen las instalaciones de infraestructuras de agua o la adaptación para personas con dependencia, personas mayores o personas con discapacidad. Para esto, por primera vez hay una desgravación fiscal.
Por eso, vamos a cambiar el modelo de exceso de construcción residencial y abrirlo a otros sectores, que es el gran contenido de la Ley: impulsar otros sectores.
M. Mendizábal.- Es una ley que contempla el medio plazo, una ley de aquí a diez años; pero para el año que viene, que es al final lo que todos miramos, el corto plazo, ¿qué medidas va a poner en marcha, básicamente, para sacar a la gente del paro, Presidente?
Presidente.- Hay dos grandes medidas que suponen apoyos a las empresas y a los Ayuntamientos para crear empleo. Son dos grandes fondos: un fondo de veinte mil millones de euros para 2010 y 2011 para apoyar proyectos empresariales desde el ICO, desde el Instituto de Crédito Oficial, proyectos en todos los sectores innovadores, en todos los sectores de nuevas energías, en todos los sectores de telecomunicaciones…, es decir, en sectores competitivos, en sectores industriales. Y el Fondo Local, de cinco mil millones para los Ayuntamientos, también para renovar nuestra infraestructura tecnológica y nuestra infraestructura de equipamientos, de ahorro y de eficiencia energética.
Estos dos grandes Fondos van a crear y van a crear empleo estable.
M. Mendizábal.- ¿Pero hasta dónde va a seguir creciendo el paro, Presidente?
Presidente.- Estamos acercándonos a tocar el techo de la tasa de paro. Ésa es la estimación razonable y lo razonable es que a partir del año que viene, de la segunda mitad del año que viene, de la última parte de 2010 o principios de 2011 volvamos a crear empleo. Lo que tenemos que hacer…
M. Mendizábal.- ¿Qué datos tiene para que podamos agarrarnos a esa idea de recuperación?
Presidente.- Los economistas y los grandes centros económicos internacionales (el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y la OCDE) vienen afirmando, como en las crisis suele suceder, la siguiente paradoja: normalmente, las previsiones, cuando la cosa empieza a ir mal, se suelen quedar cortas y las crisis suelen dar datos más negativos esto ha pasado en esta crisis hasta ahora mismo y en el período de recuperación es bastante común que las previsiones se suelen quedar cortas, pero en el sentido positivo, es decir, que el crecimiento se adelanta y es mayor en menos tiempo.
¿Qué piensa el Gobierno? El Gobierno piensa que estamos en la parte última del crecimiento negativo; que a final de este año o principios del año que viene empezaremos a ver el crecimiento intertrimestral, es decir, de un trimestre en relación con el último, ya positivo; que, por supuesto, lo que ha sido la grave destrucción de empleo se ha frenado de manera muy importante y que en la segunda parte del año, previsiblemente a final de 2010, podamos volver a crear empleo. Para ello también es importante que se recupere confianza por parte del conjunto de la sociedad: de los ciudadanos, de los consumidores y de los agentes sociales. El Gobierno tiene que aportar una parte fundamental de la confianza, pero también empresarios, sindicatos y fuerzas políticas deben contribuir.
M. Mendizábal.- De esto quería hablarle, porque en los últimos tiempos sí empezamos a ver signos de que el Gobierno se plantea una reforma laboral en España. Querría que me contestara con una frase, ése es mi deseo, y se lo pido encarecidamente, porque ¿cuál de estos puntos está dispuesto el Gobierno a flexibilizar? ¿Abaratar los despidos, por ejemplo?
Presidente.- No. Se lo voy a resumir brevemente. En el cambio de nuestro modelo productivo nosotros queremos fortalecer las empresas y no debilitar a los trabajadores. Ése es el objetivo que debe tener el país, porque tenemos una parte del sector productivo que no ha sido fuerte y que ahora ha caído, el sector inmobiliario en gran parte, el sector de la construcción residencial que era excesivo, y algunos otros sectores.
Pero, por ejemplo, tenemos el sector de la industria en nuestro país que ha soportado bien la crisis, que es el sector que más aporta a las exportaciones y que tiene un empleo estable en un 85 por 100, que ha tenido instrumentos para aguantar las dificultades, como expedientes de regulación de empleo, y que ha funcionado muy bien. O el sector de las telecomunicaciones que también ha soportado y que tiene un alto empleo estable. O el sector de todo lo que significan las nuevas energías, las energías renovables.
Por tanto, de lo que se trata es de que nuestra estructura productiva tiene que ampliarse, tiene que ganar sectores innovadores, competitivos, y no volver a tener un sector tan amplio, el sector de la construcción, y otros que no son competitivos.
M. Mendizábal.- Presidente, ¿tendremos, entonces, un nuevo acuerdo social en 2010?
Presidente.- Espero que tengamos un acuerdo social para dos objetivos básicos: uno, hacer un especial programa de actuación de cara al empleo de los jóvenes, en el que estamos trabajando y que queremos presentar a la Conferencia de Presidentes autonómicos el próximo día 14; y, dos, reformar algunas cosas de nuestro modelo de mercado laboral, pero no debilitar a los trabajadores, sino dar más oportunidades a los trabajadores.
Insisto, creo que la idea que resume cuál es el cambio que necesita nuestra economía para mejorar es: vamos a fortalecer las empresas, la capacidad de las empresas, y no vamos a debilitar a los trabajadores.
M. Mendizábal.- Ya lo habrá oído usted, pero dicen en el PP que el Iraq de Zapatero es la crisis económica.
Presidente.- Casi no lo había escuchado. Me parece que como comparación o como metáfora es sencillamente insostenible y bastante mala. Esto puede ser de alguno de esos portavoces los oigo algún de fin de semana que realmente no tienen la imaginación como una de sus dotes a la hora de transmitir ideas políticas.
M. Mendizábal.- Vamos a hablar también de otro tema polémico, el Estatut. Estos días, desde luego, ha vuelto a los medios. ¿Cree usted que es inconstitucional?
Presidente.- Yo voté el Estatut de Cataluña y lo voté porque entendí, primero, que era necesario para Cataluña, que era una demanda del pueblo catalán, y también porque entendí que era constitucional.
M. Mendizábal.- ¿Cataluña, entonces, es una nación para usted?
Presidente.- Yo creo que el Estatut ha resuelto esta situación de una manera muy acertada. Además, participé muy directamente en la redacción final. El preámbulo reconoce que el Parlamento de Cataluña se ha proclamado como nación y, luego, en el texto articulado para adecuar plenamente a la Constitución, Cataluña queda considerada como nacionalidad. Es una buena solución.
Dicho esto, respetemos el Tribunal Constitucional. Nunca ha habido tanto debate sobre una sentencia antes de que la conozcamos y éste es un país que goza de la libertad de expresión. El Estatut, en su día, originó un gran debate, en algunos casos muy negativo para la convivencia y para la vertebración de España, porque hubo, por algún sector político y de opinión pública, una tentación de dar una imagen de Cataluña que no se corresponde con la realidad.
España necesita una Cataluña fuerte, una Cataluña confiada en sí misma, con la realización de esa voluntad de autogobierno que tiene y para desplegar todo su potencial en esta España plural y democrática.
Espero del Tribunal Constitucional una gran sentencia. Estoy convencido de que todos los Magistrados del Tribunal Constitucional saben la importancia que tiene esta sentencia y, desde el respeto, que ya anuncio, como no puede ser de otra manera, espero una gran sentencia, tanto desde el punto de vista conceptual, como desde el punto de vista técnico-jurídico o como desde la perspectiva que cumple el Tribunal Constitucional, que es un órgano, una institución decisiva, de favorecer la integración del conjunto del país, del conjunto del Estado.
M. Mendizábal.- Presidente, ¿qué le ha parecido la iniciativa de esta semana de los periódicos catalanes? Todos han publicado el mismo editorial, todos se han adelantado a esa sentencia del Tribunal Constitucional.
Presidente.- Quiere decir algo, es evidente. Cuando se produce un hecho tan extraordinario, eso es que hay un sentimiento en la sociedad catalana. Yo he expresado mi respeto. He leído con atención y con interés ese editorial, hay cosas que me parecen razonables y otras que podría discutirlas, pero no es el momento; pero, en todo caso, respeto y lo único, como he dicho en algún momento, es a las fuerzas políticas catalanas, a la opinión pública catalana, que tengamos la serenidad y la calma, porque en estos últimos años ha habido grandes procesos de avance en Cataluña y todos han salido bien.
M. Mendizábal.- ¿A esa calma que usted pide contribuye la manifestación que plantea Esquerra Republicana? Quiere sacar a los catalanes a la calle.
Presidente.- No sé exactamente si eso ya está convocado o está en la agenda, no lo sé.
M. Mendizábal.- Lo están planteando.
Presidente.- En todo caso, yo siempre respetaré el derecho a la manifestación, que está en nuestra Constitución. Y me parece muy bien que el Tribunal Constitucional no haya tenido ninguna respuesta pública a lo que ha sido el conjunto de los editoriales de la prensa catalana. Acostumbrémonos a lo que es el ejercicio de la opinión pública. Que nadie piense que el Tribunal Constitucional se va a sentir presionado. Ésta es una democracia muy sólida, tiene instituciones fuertes y el Tribunal Constitucional sabe estar en su sitio, va a saber estar en su sitio y yo espero, insisto, una gran sentencia. Sería muy bueno para este país.
¿Y a la sociedad catalana? Reitero que hemos tenido en estos últimos años momentos trascendentes, decisivos. Recuerdo el Estatut: el Estatut se aprobó, se aprobó en referéndum y amplía el autogobierno de Cataluña y reconoce su identidad.
La financiación autonómica era un gran tema, estuvimos más de un año con un debate. Tenemos ya la nueva financiación autonómica, que mejora las posiciones de Cataluña y es una financiación equilibrada para el conjunto. Y ahora tenemos por delante la sentencia. Yo confío en que las cosas salgan bien.
M. Mendizábal.- Presidente, desde luego, estos últimos días, también escuchando algún rifirrafe en el Congreso, y los medios de comunicación, parece que ustedes lo escuchan todo, lo leen todo y pueden, incluso, leer mi correo electrónico, ¿no? ¡Qué miedo!, por un lado. ¿Tienen ustedes esa capacidad a través de Sitel?
Presidente.- La verdad es casi más vale tomárselo a modo de inventario o con sentido del humor, porque las cosas que dicen a veces los dirigentes del Partido Popular son sencillamente inasumibles e inaceptables. Cuando uno tiende a exagerar y a decir esas cosas que son radicalmente falsas, es que tiene una carencia absoluta para hacer una tarea política de oposición.
En este país, afortunadamente, se respetan las libertades; en este país se respetan todos los derechos individuales, como todo el mundo sabe, y no hay un responsable político mínimamente sensato que pueda decir lo contrario. Sólo se puede escuchar a un ciudadano cuando un juez lo decide, sólo. Por tanto, atribuir a cualquier responsable político eso es sencillamente lamentable. En España eso pasaba con el franquismo, en democracia no pasa. Hay un Estado de Derecho y lo que en el fondo es triste, lo digo como Presidente del Gobierno, es que haya responsables políticos que siembran de esa manera la inquietud.
Pero, reitero, afirmo con toda contundencia y con todo conocimiento de causa que, afortunadamente, tenemos un Estado de Derecho que funciona y que respeta las libertades de los ciudadanos.
En todo caso, debo recordar que, como todo el mundo puede imaginar, a quien se escucha, a quienes los jueces ordenan que se escucha, es sólo a presuntos delincuentes en las tramas delictivas que pueda haber desde terrorismo a narcotráfico o cualquier otra, como es lógico. Ésa es una vía, como todo el mundo conoce y sabe, fundamental para descubrir al delito y a los delincuentes.
M. Mendizábal.- De corrupción precisamente también quería hablar porque, si la trama "Gürtel" hubiera sido dentro de su partido, ¿qué hubiera hecho usted, Presidente, que no ha hecho Mariano Rajoy?
Presidente.- Lo más importante, al margen de otras consideraciones de orden político interno en las que no voy a entrar, es respetar la acción de las instituciones, desde el juez de la Audiencia Nacional que inició el caso, a los fiscales y a la Policía. Respetar, respetar. Y, cuánto más responsabilidad política se tiene, más hay que respetar la acción de los poderes públicos. Desde el Tribunal Constitucional y el Consejo del Poder Judicial, hasta el último juez de Primera Instancia e Instrucción, tenemos que mantener una actitud de respeto y no cuestionar su función públicamente, porque eso impacta negativamente en las instituciones y tenemos que preservarlas.
Nos ha costado mucho conquistar una democracia y un Estado de Derecho. Hay que preservarlas. Quizás aquellos que lo valoramos tanto, que apreciamos tanto lo que significa la justicia independiente y el sometimiento a la ley, tenemos más sensibilidad cuando oímos de qué manera tan fácil, tan ligera, se puede cuestionar la acción de profesionales de la justicia o de cualquier otro orden en el Estado de Derecho.
M. Mendizábal.- Presidente, desde la última tregua de ETA ¿ha vuelto su Gobierno a hablar con la banda terrorista?
Presidente.- No. Evidentemente, no.
M. Mendizábal.- ¿En ese tiempo ha recibido también algún intento por parte de ETA de diálogo, a través de ETA o de intermediarios?
Presidente.- No, ninguno.
M. Mendizábal.- Si esta noche le hicieran una oferta de ese tipo, si el grupo terrorista ETA le llamara diciendo quiero sentarme a hablar, ¿qué haría este Gobierno?
Presidente.- No sería creíble, porque el Estado y el Gobierno que presido han dado varias oportunidades a ETA; en concreto, en mi etapa una oportunidad muy seria como fue todo el proceso de paz, en la que estábamos decididos a buscar un final dialogado. ETA, una vez más, desaprovechó y demostró que no sabe salir de la violencia, no sabe salir del terror. Es incapaz…
M. Mendizábal.- ¿No se fía de que vaya a abandonar las armas?
Presidente.- Sólo tiene esa salida y hoy puedo afirmar que más que nunca su destino es ése. ¿Por qué? Porque desde el proceso de paz a aquí están más débiles que nunca, desde el proceso de paz a aquí han perdido más apoyo social y popular que nunca, y desde el proceso de paz a aquí ha habido más capacidad operativa de la Policía, de la Guardia Civil y de Francia que nunca. Están muy débiles y le puedo asegurar que seguiremos haciendo que estén cada día más débiles hasta que desistan, hasta que ya ETA no sea nada.
M. Mendizábal.- De hecho, Presidente, esa nada, según un informe que avala el Ministerio del Interior, pueda llegar en el año 2020. 2020 es mucho tiempo todavía, mucha capacidad de matar.
Presidente.- No debemos hacer pronósticos de fechas, pero lo que sí sabemos, y ése es un pronóstico seguro, es que cada día van a menos y, por tanto, la democracia a más, y el Estado de Derecho a más, y las personas con garantías de sus libertades en Euskadi a más. Eso es lo importante. Por supuesto, veremos el final de ETA, no tengo ninguna duda. Dar una fecha es muy difícil.
M. Mendizábal.- Otro tema muy polémico, del que hemos estado muy pendientes, ha sido el secuestro del pesquero "Alakrana". ¿Qué siente usted cuando escuchó al jefe de máquinas del "Alakrana" decir que la gestión del Gobierno había sido asquerosa?
Presidente.- Sencillamente, no lo pude entender; tengo que respetar incluso las cosas que no puedo asumir bajo ningún concepto. Han estado sometidos durante muchos días, durante varias semanas, a una situación muy dura, muy grave, y espero que con el tiempo reflexione esa manifestación.
M. Mendizábal.- Muchos siguen creyendo que el Gobierno ha pagado ese secuestro. ¿Ha pagado? ¿Ha puesto dinero?
Presidente.- He dicho en más de una ocasión, y en algún momento lo he dicho con cierto énfasis, que en un tema de esta naturaleza, en un secuestro donde hay vidas humanas en juego, en cualquier país democrático todo el mundo se pone al lado del Gobierno, que sabe que tiene que gestionar una situación muy difícil y lo hace con prudencia. Yo he pedido prudencia y debo ser prudente y responsable, porque podemos enfrentarnos, mi Gobierno u otro Gobierno que venga, a una situación parecida.
Sé lo que hay que hacer. Hemos hecho lo que hay que hacer, lo hemos hecho dentro de lo que es razonable y de lo que es legal, y, por supuesto, debemos ser prudentes con nosotros, con el armador, con las personas que han contribuido…, con los diplomáticos y con todo el que ha contribuido a la liberación.
Seamos prudentes y tengamos confianza en el Estado, en un país, en nosotros mismos, sobre todo en un tema como éste, que no tiene color político ni ideológico; ninguno. No hay detrás de esto ningún color político en la gestión del Gobierno.
Por tanto, en algún tema tenemos que dar y tenemos que demostrar todos, las fuerzas políticas y la gran mayoría de los ciudadanos, que es un tema de país, de salvar vidas y de gestión de un Gobierno de una situación difícil.
M. Mendizábal.- Aquí, en estos días, Presidente, se han preguntado por qué sí se puede pagar un rescate de un pesquero secuestrado, pero no a los que sufren la extorsión de ETA. Hay mucha gente que está en esa tesitura.
Presidente.- Vuelvo a invocar la prudencia. Son temas en los que está en juego mucho de la seguridad del Estado y la seguridad de personas, porque en esta tarea han colaborado muchos servidores públicos; no cargos políticos, servidores públicos, profesionales, como en la lucha contra el terrorismo colaboran. Quien más debe de apoyarles y de ser prudente es el Gobierno.
M. Mendizábal.- O sea, que la imprudencia la pudo poner la oposición cuando dijo que había descoordinación.
Presidente.- En mi opinión, de todo lo que hemos vivido en el secuestro del buque "Alakrana" quien debería de ser sometido a un análisis en su comportamiento no es el Gobierno, que ha resuelto el problema, sino la oposición que ha tenido una actitud…
M. Mendizábal.- ¿Toda?
Presidente.- Bueno, el principal partido de la oposición, el Partido Popular, que ha tenido una actitud de partido no responsable y de partido no comprometido con los problemas serios de nuestro país.
M. Mendizábal.- Pero, Presidente, perdone que le interrumpa, pero esta vez no ha sido solamente el PP; ha sido toda la oposición en bloque la que ha hablado de esa descoordinación, sobre todo referida a la ministra Chacón, la Ministra de Defensa, y a la Vicepresidenta De la Vega. Ha sido toda la oposición en bloque. En esto sí se han puesto de acuerdo.
Presidente.- Es verdad que les he escuchado esto. Se pueden hacer críticas, sólo faltaría… Me parece que la crítica de descoordinación es una crítica menor y tiene el alcance que tiene. Pero yo, cuando he escuchado esto, me he quedado sorprendido porque, como Presidente del Gobierno, puede imaginar que no sólo conozco lo que ha hecho cada Ministerio, sino que en alguna ocasión lo he indicado y, por supuesto, he conocido cada paso y cada circunstancia. Eso, sencillamente, no es cierto. Lo único que es cierto es que, tanto la Vicepresidenta Primera, como coordinadora de la célula de crisis, como la Ministra de Defensa, como el Ministro de Asuntos Exteriores o como la Ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, han estado trabajando día y noche con una alta tensión, como todo el mundo entiende, para poder ver cuanto antes liberados a los marineros.
Cuentan con mi respaldo porque se han entregado. Sabíamos y estábamos escuchando las críticas más aceradas y más duras a sus personas: la descoordinación en cada momento, cuando ellas por lo que estaban trabajando era por salvar esas vidas, y enfrente unos piratas, unos criminales.
M. Mendizábal.- Entonces, ¿no es cierto que haya una mala relación?
Presidente.- No. Hay una buenísima relación. He contado una anécdota que me ha ocurrido en el último viaje que he tenido. Subíamos en el avión para despegar de uno de los países en los que estábamos, se acababa de producir el debate en el Parlamento sobre el "Alakrana" y la Ministra de Defensa me mandó un SMS al móvil que decía: "¡fantástica María Teresa!". O sea, que ésa es la relación que hay entre la Ministra de Defensa y la Vicepresidenta Primera del Gobierno. Pero estas cosas son como son.
Yo, como conozco muy bien lo que ha estado haciendo cada una de ellas, lo único que tengo para ellas es elogios y aprecio, y quiero que los ciudadanos lo sepan. Además, cualquiera que las conozca sabe el altísimo sentido de la responsabilidad y lo serio que se toman su trabajo, cómo se lo toman de serio, tanto María Teresa Fernández de la Vega, como Carmen Chacón.
M. Mendizábal.- Presidente, hoy se cumplen quince días de la huelga de hambre de la activista saharaui Aminatou Haidar en el aeropuerto de Lanzarote. ¿Cómo ha vivido usted estos quince días?
Presidente.- Con preocupación y con interés por resolver esta situación, o ayudar a resolver en la medida en que el Gobierno puede hacerlo. Hemos hecho diversas gestiones, dentro del respeto a lo que son sus posiciones, y espero que podamos contribuir a que esta situación, que es difícil, que sé que preocupa a muchos ciudadanos y que comporta una gran sensibilidad, se pueda resolver.
M. Mendizábal.- Desde luego, su Gobierno tiene una buena relación con el marroquí. ¿Cómo se concilia eso tan bien con una buena relación también con el saharaui? Bueno… Gobierno, no; pero sí con sus líderes.
Presidente.- Por una razón, porque la solución al conflicto del Sahara sólo puede ser una solución acordada, dialogada y pactada. Esto es así y, por ello, España intenta siempre, ante este conflicto, tener una relación en la que no perdamos ninguna capacidad de comunicación y diálogo, ni con Marruecos, ni, por supuesto, con el pueblo saharaui; pueblo saharaui al que apoyamos, al que hemos apoyado y apoyaremos. Creo que saben que éste es el Gobierno que más apoyo humanitario da al pueblo saharaui y que su inquietud, su voluntad y el ejercicio de ese derecho que siempre han reclamado están muy presentes en nuestra tarea política. Nada me gustaría más que poder ver en este período, en esta etapa, que en Naciones Unidas, que es quien lidera al final la posibilidad de un gran acuerdo político, pueda consumarse. Y España colaborará, como no puede ser de otra manera.
M. Mendizábal.- Sé que usted es un laico convencido, con lo cual no le encuentro temeroso por su excomunión por haber impulsado la Ley del Aborto.
Presidente.- La verdad es que no. Hay un principio fundamental y es que un Estado democrático es un Estado aconfesional, un Estado laico. Vamos a tener una ley de interrupción voluntaria del embarazo como la mayoría de los países europeos; leyes que han sido apoyadas por partidos conservadores de todos los países democráticos, de la Unión Europea, de los más avanzados, donde más se reconocen los derechos y libertades, donde se afronta lo que es el problema de un embarazo no deseado o de un aborto con racionalidad, no con una posición de criminalización a la mujer, porque eso forma parte de una visión que para nosotros no es la más positiva en un sistema democrático.
Un sistema democrático debe de tratar de comprender situaciones difíciles y no de criminalizar toda una situación tan difícil como es un aborto.
M. Mendizábal.- Sobre el punto más polémico permítame que le pregunte. En esa no necesidad de que las menores de dieciséis años comuniquen a sus padres el aborto, ¿se va a llegar a un consenso? ¿Va a haber pasos para el acuerdo?
Presidente.- Hemos dicho, y la Ministra lo dijo en el Parlamento, que estamos dispuestos a procurar el mayor consenso posible en torno a la Ley, también en torno a este punto que en parte a mí me ha generado cierta sorpresa todo el debate que ha producido, porque ésta era una situación que existía hasta 2002 en España, donde las jóvenes de ese período, de esa edad, de dieciséis años no tenían que informar a sus padres. Estamos, por supuesto, abiertos.
Queremos mantener un principio, el principio de que la madre sea la que tome la decisión. Sabemos que con esa edad las circunstancias son muy especiales y estamos hablando, seguramente, de casos excepcionales. Estoy convencido de que la mayoría de las jóvenes de esa edad confían en sus padres y comentarán esa dificilísima situación con sus padres. Pero, ¿y si entienden que sus padres van a tener una reacción dura, difícil, negativa? ¿Dónde ponemos, a quién otorgamos, el ejercicio de esa posibilidad o de esa facultad? ¿Al padre? ¿Y las medidas, las acciones, que puede tomar? ¿O a quién de verdad va a tener el hijo o tiene ese embarazo no deseado?
Ésa es una gran cuestión. Yo creo que tenemos que tener un sentido de la responsabilidad y en el trámite parlamentario es probable que lleguemos a un acuerdo que matice o que precise el contenido de la Ley.
Vamos a tener una ley en la media europea y lo triste de esta Ley es ver a la derecha, al centro-derecha, que es la alternativa en este país, separándose muchísimo del centro-derecha de la Unión Europea. El otro día, cuando asistí al debate y escuché a la portavoz del Partido Popular, salí preocupado, no por el resultado de la votación en el Parlamento, que va a ser favorable; salí preocupado por las cosas que dijo y que eso pueda representar a la derecha, al centro-derecha, de este país porque es que estaríamos, de verdad, en un retroceso democrático y nos alejaríamos del comportamiento de la mayoría de los países de la Unión Europea.
Me preocupa la deriva de ver que en temas de valores, de costumbres, de visión de la sociedad y de nuestras libertades tengamos una derecha cada vez más a la derecha.
M. Mendizábal.- Habla usted de la Unión Europea y en un mes escaso, un poquito más, va a asumir España la Presidencia de la Unión Europea. Desde luego, es un reto. Hemos visto a otros líderes como han aprovechado esa Presidencia, pero a usted, a su Gobierno, ¿por qué le gustaría ser recordado? ¿Con qué le gustaría contribuir?
Presidente.- Fortalecer la Unión Europea. Si algo tengo muy claro con la vivencia de la crisis económica tan fuerte que tenemos, es que la respuesta en el tiempo histórico que nos ha tocado vivir a situaciones de este tipo tiene que ser una respuesta de varios países, de organizaciones supranacionales de la Unión Europea, del G-20…, una acción conjunta, compartida, común. Ésta es la visión que deseo dejar durante la etapa de la Presidencia Española de la Unión Europea. Eso es fortalecer la Unión Europea y fortalecer las decisiones conjuntas y coordinadas. Ése será el gran reto porque, sobre todo para la crisis económica, será determinante en el próximo período, en los próximos años, en las próximas décadas.
M. Mendizábal.- Por cierto, Presidente, ¿ va a ir a Copenhague?
Presidente.- Sí, claro. Estaremos.
M. Mendizábal.- Va a estar. ¿Lo confirma?
Presidente.- Sí, sí. Nosotros tenemos un compromiso europeo y esto es una buena noticia porque los Veintisiete vamos a Copenhague con una postura común de reducción del 20 por 100 en 2020 de nuestras emisiones contaminantes.
M. Mendizábal.- Desde luego, Presidente, asumiendo la Unión Europea entiendo que no se quiera enemistar con nadie; pero sí le voy a pedir un calificativo para algunos líderes internacionales, una frase, por favor, ¡eh!. Berlusconi.
Presidente.- Muy popular, muy conocido.
M. Mendizábal.- Lula Da Silva.
Presidente.- Yo creo que es la representación de la mejor izquierda latinoamericana.
M. Mendizábal.- Barack Obama.
Presidente.- Sueños, esperanza.
M. Mendizábal.- Nicolas Sarkozy.
Presidente.- Un grandísimo político. Yo he dicho en muchas ocasiones que es el político más político que conozco.
M. Mendizábal.- Hugo Chávez.
Presidente .- Imprevisible.
M. Mendizábal .- Y ¿Fidel Castro?
Presidente.- No le conozco.
M. Mendizábal.- No es lo único que quiero preguntarle esta noche. Quiero preguntarle si va a presentar a una tercera elección, quiero preguntarle también por otros asuntos y si su familia también va a contribuir a esa decisión.
Presidente, ¿cuándo va a decidir si se va a presentar de nuevo a Presidente del Gobierno, a una tercera elección?
Presidente.- Cuando corresponda. Queda todavía mucho tiempo. La Legislatura no ha llegado ni a la mitad de lo que corresponde, de los cuatro años, y, cuando nos acerquemos a los cuatro años, anunciaré la decisión una vez que hable con los compañeros y con la familia.
M. Mendizábal.- Dice "cuando se acerque ese momento", pero, si lo tiene decidido, ¿sabe al menos los tiempos? ¿Cuándo lo va a hacer público? ¿Un año antes? ¿Seis meses antes?
Presidente.- Eso no lo he decidido aún pero, cuando nos acerquemos, cuando sea razonable…
M. Mendizábal.- Me imagino que en esa decisión, su mujer, Sonsoles Espinosa, y desde luego también sus hijas, tendrán mucho que decir, ¿no?, como cualquier pareja.
Presidente.- Sí, claro. Por supuesto.
M. Mendizábal.- ¿Tienen ganas también ellas de continuar en La Moncloa?
Presidente.- No debo hablar por ellas.
M. Mendizábal.- Presidente, ya sé que éste es también un tema difícil, pero supongo que ha sido duro para usted, que ha preservado la intimidad de sus hijas, desde luego, con dureza durante muchos años, ver como se han convertido en noticia en los últimos tiempos. Me gustaría saber cómo ha vivido usted eso.
Presidente.- Pues sí, tuvimos un cierto disgusto, aunque es verdad que éramos conscientes de que en todo el tiempo que desarrolláramos la Presidencia del Gobierno y que estando aquí, en Moncloa, alguna vez podía pasar. Hemos tenido la fortuna, la posibilidad, de preservar, porque son menores y es un derecho que tenemos y que tienen ellas. Sucedió este incidente y tuvimos un cierto disgusto. Esperemos que las cosas vuelvan a su cauce y puedan estar lo más tranquilas posible.
M. Mendizábal.- ¿Cómo lo han llevado ellas?
Presidente.- Bien, lo han llevado bien. Con sentido del humor.
M. Mendizábal.- Me alegro.
¿Se ha vacunado usted contra la gripe A, Presidente?
Presidente.- Sí, sí. Me he vacunado.
M. Mendizábal.- Le han vacunado, ¿no?
Presidente.- Me vacunan. Yo siempre soy muy disciplinado para los consejos médicos y recomendaciones. Tengo muchas vacunas, porque viajo mucho, y de la gripe desde que soy Presidente del Gobierno siempre me he vacunado, y también de la Gripe A. Precisamente me vacuné hace unos días, la semana pasada.
M. Mendizábal.- ¿Algún síntoma?
Presidente.- No, no he notado nada.
M. Mendizábal.- La última vez que le entrevisté le pregunté si había dejado de fumar. No me llegó a contestar, pero dejó entrever todavía que un par de cigarros al día… ¿Cómo lo lleva?
Presidente.- Bien. Lo llevo bien.
M. Mendizábal.- ¿Un par de cigarros al día, todavía?
Presidente.- Sí, pero sin ningún problema.
M. Mendizábal.- Hay una curiosidad también que quiero resolver, porque se ha publicado. Dicen que usted juega al baloncesto, pero creo que lo que usted de verdad hace es correr, lo que llaman "running", pero además de una forma intensa. ¿Qué marcas tiene usted?
Presidente.- Es verdad que me gusta jugar mucho al baloncesto, pero tiene más riesgos porque se un deporte con mucho contacto para lesionarte, y también ahora hago más "footing" y hago "running".
M. Mendizábal.- Me han dicho que hasta compra revistas de "running" y que se cronometra, incluso.
Presidente.- Sí, pero por una cuestión de salud. Yo no voy a obtener tiempos. Me parece que lo hago como un ejercicio saludable, que me mantiene físicamente y que me sienta muy bien. No estoy en la competición, ni conmigo mismo siquiera; pero sí, como es lógico, procuro correr controlándome las pulsaciones. Corro cuando puedo. Las temporadas en que viajo mucho tengo menos posibilidades de salir a correr pero, al menos, dos, o tres, o cuatro, veces a la semana, si puedo, sí salgo a correr unos cuantos kilómetros y me sienta muy bien. Me gustaba mucho desde hace muchos años y ahora he vuelto otra vez con bastantes ganas.
M. Mendizábal.- Supongo que aquí, en La Moncloa, uno no se mete en la cocina, no se remanga. Preguntar eso, la verdad… Me parecería difícil verle cocinando, pero es verdad que hemos tenido un boom de la cocina española. No sé si a usted le va más la cocina tradicional o esta creación interminable y maravillosa que estamos viviendo también de los nuevos cocineros españoles.
Presidente.- Sí, me gusta la creación, no para todos los días, porque también la comida clásica, la comida convencional española, es magnífica. Lo que sí puedo atestiguar son dos cosas de mi permanente ronda por los países en el mundo y de mis viajes: que nuestra cocina tiene un prestigio espectacular, sólo comparable al que tiene nuestro fútbol. Eso es verdad y más en este momento, porque siempre me hablan de fútbol en todos los continentes, de la Liga española. Y es verdad que me hablan mucho del Barça ahora.
Me gusta la cocina más bien creadora e innovadora. Ferrán Adriá me parece un fuera de serie y le admiro extraordinariamente.
M. Mendizábal.- Estamos todos en las casas intentando aprender a reciclar bien. También supongo que no es usted directamente quien recicla, pero ¿sabe cómo se hace aquí, en Moncloa?
Presidente.- Sí, sí. Hay reciclado y separación para los distintos tipos de envases y para el papel. Sí lo hay.
M. Mendizábal.- Hemos oído hablar muchas veces, y lo hemos comentado, del "síndrome de La Moncloa", de la falta de contacto muchas veces de la realidad o con otras realidades. ¿Cómo combate eso? ¿Con qué instrumentos? Porque salir de aquí, mezclarse, es complicado. A veces, a uno no le dejan.
Presidente.- Es difícil y, a veces, con algún amigo con el que he tenido la experiencia, cuando se vive se comprende porque, si vas a cualquier sitio, da igual que sea un centro comercial o un restaurante, claro, provocamos problemas por la seguridad y la gente te saluda. Es muy difícil tener... Es normal, yo lo entiendo perfectamente, y, entonces, no es fácil salir a hacer una vida de ciudadano, no es fácil. Puedo decir que algunas cosas se echan de menos, como es natural, pero eso no tiene que ver con el llamado "síndrome de La Moncloa".
Yo creo que el "síndrome de La Moncloa" se refiere a un aislamiento de lo que pasa en tu país y de los problemas que tiene la gente. Yo los vivo muy directamente. Tengo muchos mecanismos para mantener ese contacto, desde llamar a ciudadanos que a veces me envían una carta, a escuchar mucho la radio, que es uno de los medios de comunicación más directos y más sensibles, y, por supuesto, estar muy atento a todos los problemas que hay.
M. Mendizábal.- Sé que le gusta la radio, lo acaba de decir, pero ¿ve la tele?
Presidente.- Sí, sí la veo; pero reconozco que no mucho.
M. Mendizábal.- ¿Qué ve, qué le gusta o a qué recurre? ¿A la información, a la ficción..?
Presidente.- Me gusta más un buen programa de humor. Me gusta El Wyoming, por ejemplo, de La Sexta, y ese tipo de programas. La verdad es que, en general, no veo mucha televisión.
M. Mendizábal.- ¿Y sigue encontrando tiempo para leer?
Presidente.- Sí, sigo encontrando tiempo para leer.
M. Mendizábal.- Presidente, la verdad es que ha sido un placer.
Muchísimas gracias por recibirnos y mucha suerte.
Presidente.- Muchísimas gracias y suerte a vosotros.