La situación de Irlanda provoca "cierta preocupación" en el G-20, pero no supone ningún riesgo para la colocación de la deuda española

Elena Salgado también ha subrayado que, con esta cumbre, España consolida su peso internacional e institucionaliza su presencia en el G-20, que es ya un G-21, con la presencia de España y de la Unión Europea, agregó.

Explicó que este hecho es la culminación de un recorrido muy positivo que ha ido siguiendo nuestro país, supone una representación más acorde con su potencial económico y refleja su mayor presencia en el FMI, donde ha aumentado su cuota de participación en el capital hasta el 2%. España ha incrementado, además, recientemente, su cuota en el Banco Mundial. Estos positivos datos hablan, a juicio de la vicepresidenta económica, del potencial de la economía española y consolidan a España en los organismos y foros internacionales.

Con respecto a la denominada guerra de las divisas, la vicepresidenta opina que es un término muy desafortunado, ya que el G-20 es, precisamente, un foro de cooperación económica mundial.

Admitió que hay diferencia de opiniones en cuanto a los tipos de cambio y que la va a seguir habiendo, pero este foro, ha insistido, existe para dialogar sobre estas cuestiones y coordinar políticas. Desde el G-20 se hace una llamada a la cooperación económica internacional y al análisis de los desequilibrios globales, ha apuntado la vicepresidenta.

Finalmente, respecto al debate abierto en torno a la vuelta al patrón oro, explicó que España no es partidaria de cambiar los patrones de referencia. Tenemos como referencia el euro y pretendemos seguir así, concluyó Elena Salgado.

Antes de comenzar la cena de trabajo con la que se ha abierto la Cumbre del G-20, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, han mantenido una breve charla sobre los resultados de las recientes elecciones legislativas celebradas en norteamérica y acerca de cómo pueden influir estos resultados en la política de Estados Unidos. Ambos mandatarios también conversaron sobre la evolución de la situación económica internacional.

A la conversación se incorporó el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que asistió a la cumbre acompañando a la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff. Rodríguez Zapatero y Obama coincidieron en resaltar el importante papel que Lula ha jugado no sólo en América Latina, sino en las grandes instituciones internacionales, teniendo en cuenta el creciente peso que ha ido ganando la economía brasileña.