Madrid
Presidente.- Señoras y señores, muy buenas tardes.
Comparezco ante ustedes, como es habitual tras el último Consejo de Ministros de la temporada, para hacer balance de estos meses de trabajo intenso por parte de todos y, también, por parte de ustedes. Pero lo primero es lo primero, así que les informaré antes de las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado que acaba de aprobar el Consejo de Ministros; luego, haré un breve balance de lo que ha sido este curso político y un análisis muy general de la evolución de España en esta Legislatura.
En el curso político que hoy terminamos se ha confirmado de manera clara la recuperación económica. España es el país de la OCDE donde el empleo crece con más intensidad. La recuperación es innegable y gana fuerza día a día. Sea cual sea el indicador al que atendamos --PIB, empleo, precios, exportaciones, crédito…--, el resultado es siempre el mismo: la recuperación está ahí.
A esta realidad se le pueden buscar todas las sombras que se quiera; pero estamos ante un cambio de situación indiscutible, que llega cada vez a más gente, y eso es algo que nos debe congratular a todos; algo que todos deberíamos celebrar al margen de cualquier otra consideración.
Para sentar con más fortaleza esa recuperación el Gobierno ha aprobado en la reunión de hoy, la última de la temporada, los Presupuestos Generales del Estado para el año 2016. Como hemos dicho en varias ocasiones, vamos a gobernar hasta el último día de la Legislatura y la decisión que adoptamos hoy es buena prueba de ello.
Al aprobar los Presupuestos marcamos una senda que permite a los distintos agentes económicos públicos y privados hacer sus previsiones, y tomar sus decisiones estratégicas en un horizonte de estabilidad.
Los Presupuestos se presentarán, como es habitual, la próxima semana, el martes, día 4 --lo hará el ministro de Hacienda y de Administraciones Públicas--, ante el Congreso de los Diputados; pero creo oportuno destacar los siguientes aspectos del Proyecto:
- Continúa la enorme tarea de consolidación fiscal, una tarea ingrata y difícil, pero que ha sido la base de la recuperación del país. Hemos conseguido pasar de una situación de prequiebra, con un déficit del 9 por 100 en el año 2011, a una situación mucho más razonable, con un déficit, que el año que viene, 2016, será del 2,8 por 100 y un horizonte de equilibrio en los próximos años. El próximo año estaremos en una situación de superávit primario y saldremos del proceso por déficit decisivo de la Unión Europea. Para conseguirlo vamos a reducir el techo de gasto un 4 por 100; es decir, gastaremos 5.600 millones menos que en este año 2015 gracias a los ahorros que produce el crecimiento económico.
- Las Comunidades Autónomas van a mejorar un 8,7 por 100 en su financiación. Contarán con 7.400 millones de euros más, a los que se suman otros 2.900 millones en ahorro de intereses por las medidas de liquidez a tipo cero que el Gobierno ha puesto a su disposición. En total, una cantidad superior a los 10.000 millones de euros en recursos que irán destinados a mantener servicios públicos esenciales como sanidad, educación o servicios sociales y que les van a ayudar, además, a cumplir con más facilidad el compromiso de equilibrio presupuestario.
- Los Presupuestos contemplan una subida de las pensiones en un 0,25 por 100. Desde enero del año pasado, 2014, se han incorporado a la Seguridad Social casi 900.000 nuevos cotizantes, pero todavía necesitamos muchos más para volver al equilibrio del sistema.
- La mejoría evidente de la economía del país nos permite revertir poco a poco los esfuerzos que hemos pedido a la sociedad española. Si este año pudimos hacerlo a través de la rebaja fiscal, el año próximo se podrá mejorar la situación de los empleados públicos: En los Presupuestos Generales del Estado para el año 2016 se prevé un incremento salarial del 1 por 100. Será la primera subida de los últimos cinco años. Este año, 2015, recuperarán otro cuarto de la paga extra de 2012 y el 50 por 100 restante, a lo largo del año 2016. Somos absolutamente conscientes de los esfuerzos que han hecho los trabajadores públicos y por eso quiero hoy señalarlo, reconocerlo y agradecerlo públicamente.
- Los Presupuestos son también un claro apoyo al crecimiento y a la transformación de nuestra economía a través de partidas, como inversiones, financiación de la educación, fomento del empleo, ayuda a familias o dependencia. Y, también, a través del Plan CRECE que busca una mejor gestión de los fondos nacionales y comunitarios para inversiones nacionales en medio ambiente, Pymes, desarrollo de la Agencia Digital o I+D+i.
- Quiero destacar, por último, que estos Presupuestos siguen dedicando su parte principal a gasto social, un 53,5 por 100, como se puede ver en este gráfico. En España hemos conseguido sortear los momentos más difíciles de la crisis manteniendo los pilares del Estado de Bienestar. Buena prueba de lo que les estoy diciendo es que más de trece millones de españoles recibieron el año pasado algún tipo de renta de protección social, sean pensiones, dependencia, renta de inserción o subsidios de desempleo. De cada cien euros que nos vamos a gastar el año que viene, de cada cien, treinta y nueve se dedican a pensiones; siete, a desempleo y políticas activas; ocho, a otros gastos sociales y a ello hay que sumar los catorce euros adicionales en aportaciones a las Comunidades Autónomas que financian, como saben, los servicios sociales esenciales: sanidad, educación, dependencia y otros. Y, además, diez euros irán destinados a pagar intereses de la deuda.
En definitiva, con estos Presupuestos se cierra una etapa dificilísima, una etapa muy difícil, para todos los españoles y se abre un nuevo período de crecimiento sostenido y de creación intensa de empleo. Podemos presentar estos Presupuestos porque España está entrando en un círculo virtuoso. Más competitividad, más crecimiento, más empleo, más ingresos y menos impuestos que, a su vez, favorecen más crecimiento y más competitividad.
Estos Presupuestos van en la línea de fortalecer esa senda de nuestra economía que, si no se tuerce ni se frena, puede llevarnos a un período de crecimiento y de bienestar muy largo, el más largo de nuestra historia reciente.
La aprobación de estos Presupuestos culmina un curso político que ha sido de una enorme actividad.
- La medida más importante que adoptamos este año ha sido la reforma fiscal cuyos efectos ya se están notando también en la evolución de la economía española. Al final de la Legislatura, los españoles pagarán menos Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que al principio de la misma y, si la recuperación económica se mantiene, plantearemos en el futuro nuevas rebajas de impuestos.
- Quiero referirme a la reforma de la Administración. Ha continuado a ritmo intenso durante este año, con la aprobación de importantes leyes de mejora del procedimiento administrativo. En este proceso, callado pero constante, a lo largo de toda esta Legislatura han sido suprimidos casi 2.300 entes públicos y se han generado ahorros por una cifra cercana a los treinta mil millones de euros.
- Además, hemos aprobado casi un centenar de leyes en todos los ámbitos. Quiero destacar, entre otras, la reforma de la Formación Profesional para el Empleo. Esta es una pieza clave para fomentar el empleo y luchar contra el fraude, y también, para actuar de manera efectiva contra la desigualdad y contra la exclusión, porque pretende mejorar la formación de aquellas personas que llevan mucho tiempo ya en el paro y que son los que tienen más dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
- En este curso político también nos hemos dotado de un sinfín de medidas legales para luchar contra la corrupción que, insisto, ya están plenamente en vigor. Hemos hablado muchas veces de ellas y yo destacaría la novedad de mejorar la figura del decomiso, para conseguir que aquellas personas condenadas por corrupción devuelvan a la sociedad lo que robaron. También ha empezado a funcionar, como saben, el Portal de la Transparencia.
- Entre ese casi centenar de nuevas leyes, también figuran el Plan de Apoyo a la Familia; la Ley de Segunda Oportunidad; la Ley Concursal; el Plan Estratégico contra la Radicalización Violenta; el Estatuto de las Víctimas; la Ley de Jurisdicción Voluntaria; la Ley de Seguridad Nacional o la reforma del Código Penal. Luego se les entregará, al final de esta intervención, un documento con la actividad legislativa que hemos planteado en el Congreso a lo largo de estos últimos tiempos.
- Además, en el capítulo de actividad internacional, quiero destacar nuestra elección como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la atención a dos de los principales desafíos mundiales: el terrorismo yihadista y las crisis migratorias.
Ha sido, por tanto, un año de una enorme actividad, que completa la transformación que ha experimentado España en esta Legislatura. Es una transformación que reconocen todos los organismos internacionales: la Comisión Europea, el Fondo Monetario, la OCDE, etcétera. No voy a hacerles el relato de todos los datos que día a día corroboran el cambio, pero sí me gustaría destacar algunos ejes.
Ayer conocimos los datos del segundo trimestre del año con un avance en la actividad del 1 por 100, lo que nos sitúa a niveles desconocidos desde hace ocho años. Se acumulan ya ocho trimestres consecutivos de crecimiento económico. Hay un gráfico ahí que es muy revelador: esto es lo que ocurrió en el año 2011, en el año 2012, en la primera parte de 2013; pero ya en la segunda parte de 2013, y continúa en 2014 y en 2015, las reformas dieron sus frutos y el crecimiento económico está aumentando en nuestro país. Pues bien, este dato viene a confirmar la aceleración que ya nos llevó a revisar la previsión de crecimiento para todo el año hasta el 3,3 por 100, más del doble de lo que crecimos el año pasado. Así figura en el gráfico: los años 2011, 2012 y 2013 fueron años muy malos para la economía española y para los españoles; pero ya en 2014 se produce un cambio, se crece un 1,4 por 100, y en 2015 esperamos crecer, como saben ustedes, el 3,3 por 100.
España es el país de los grandes de la Eurozona que más va a crecer y también creceremos más que el Reino Unido o que los Estados Unidos. La previsión de la OCDE para este año 2015 es que España crezca el 2,9 por 100; el Fondo Monetario cree que el 3,1 por 100 y nosotros, el 3,3 por 100; pero pueden ver que el segundo país sería Reino Unido, con el 2,4 por 100; Estados Unidos, el 2 por 100; la media de la OCDE, el 1,9 por 100, e Italia, el 0,6 por 100.
Paso ahora a comentarles la situación en relación con el déficit público que, insisto, es un tema muy importante y el control del mismo, sin duda alguna, es de una enorme utilidad para que podamos hablar de recuperación económica en nuestro país.
Partíamos de una situación de descontrol, con un déficit del 9 por 100 y con una desviación del 50 por 100 sobre el objetivo previsto, que era el del 6 por 100. Ahora, tal y como les acabo de explicar, la senda de corrección sitúa el déficit para el año que viene en el 2,8 por 100 y prevé una situación de equilibrio en un par de años. Éste es el gran problema de la economía española, ¿no?: en el año 2009, que fue un año muy malo, como ustedes recuerdan, el déficit estaba en el 11 por 100 prácticamente, en el 10,96 por 100; se baja un poco en 2010 y en 2011, y, a partir de ahí, ha ido bajando de manera continuada. Insisto, esto ha sido uno de los factores más importantes a la hora de hablar de la recuperación de la economía.
Quiero destacar unos elementos importantes sobre este asunto. Durante toda la Legislatura hemos cumplido con los objetivos de estabilidad presupuestaria; esto, aparte de ser importante en sí mismo, generaba mucha confianza y mucha credibilidad en el futuro de la economía española. El segundo comentario que quiero hacerles sobre el déficit es que es fundamental mantener las políticas de equilibrio; es lo que genera confianza dentro y fuera de España. Y el tercer comentario que quiero hacerles es que ahora esa corrección de déficit vendrá, no por la vía de la reducción del gasto, sino por la vía del crecimiento económico. Al crecer hay más personas, más españoles, trabajando y, por tanto, hay una recaudación mayor para las arcas públicas.
Quiero referirme ahora a los precios. El intenso crecimiento de la economía española, por primera vez en nuestra historia --éste también es un dato muy revelador desde el punto de vista económico--, no va acompañado de una escalada de la inflación. Ayer también conocimos el último dato adelantado de inflación: el cero. Los precios se mantienen controlados y el diferencial frente a la inflación europea es favorable a España. Por lo tanto, recuperamos competitividad. Éste también es un tema capital. Ahí está la cifra de inflación de la economía española: hemos estado en el cero y por debajo del cero. Insisto, esto es importante para la competitividad y, por tanto, para el crecimiento. Por tanto, esto es positivo para la economía pero, claro, sobre todo es positivo para la gente que no pierde poder adquisitivo.
Ya saben ustedes la famosa sentencia, que es una gran verdad, que "la inflación es el impuesto de los más débiles". Por eso es muy importante que seamos capaces de controlar la inflación en nuestro país.
Paso ahora a hablar del sector exterior. El año pasado tuvimos record de exportaciones y este año siguen creciendo por encima del 4 por 100 en bienes y por encima del 6 por 100 en servicios. Éste es otro elemento que marca la transformación de fondo de nuestra economía: crecemos de forma sana y equilibrada, con precios moderados y con un enorme protagonismo del sector exterior.
La proporción de las exportaciones sobre el conjunto del PIB no ha dejado de crecer en esta Legislatura: en 2011 era el 28 por 100 sobre el PIB, el 30 por 100 en 2012, el 31 por 100, el 32 por 100… Esto es muy importante: producimos aquí y, por tanto, se genera empleo aquí; vendemos fuera y viene dinero, por tanto, de fuera a nuestro país. Hoy España, en la proporción de exportaciones sobre el PIB, es superior a Francia, a Italia o a cualquier otro país grande de la OCDE, con la única excepción de Alemania.
Y, por último, voy a referirme a la creación de empleo. La creación de empleo es el indicador más importante, porque es el que da sentido a todo lo que hemos hecho en estos años. El gráfico es muy revelador de lo que ha pasado en España en los últimos años: empieza en mayo de 2007 y fíjense ustedes en cuál ha sido la evolución, y qué es lo que está pasando en los últimos trimestres.
Hoy hay medio millón de personas en el paro menos que las que había en la primera EPA de este Gobierno y hoy hay más personas afiliadas a la Seguridad Social que cuando empezamos a gobernar. Les recuerdo los datos de la última Encuesta de Población Activa: 411.000 nuevos empleos en el trimestre y 513.000 en términos anuales.
Hoy se han publicado también --son de hoy-los datos de Eurostat sobre el empleo y, realmente, son unos datos que animan para seguir trabajando intensamente de cara al futuro. En estos últimos doce meses el 56 por 100 de las personas que han abandonado el desempleo en toda Europa son españolas, el 56 por 100 de las personas que han encontrado un trabajo son españolas. Así lo recogen los datos de la Oficina Económica de la Comisión. Fíjense ustedes, en el período entre 2008 y 2011 seis de cada diez personas que perdían su puesto de trabajo, el 59 por 100, eran españolas. Este es el dato más revelador de la evolución y del cambio que se ha producido en nuestro país. Hoy el paro se reduce a un ritmo del 7,4 por 100 anual y la Seguridad Social crece a un ritmo del 3,4 por 100 anual.
Yo sé que estos datos pueden modestos ante la magnitud del trabajo que aún nos queda por hacer; soy plenamente consciente. Evidentemente, nos gustaría haber creado mucho más empleo, pero en dos años, 2014 y 2015, se van a crear un millón de empleos en España y quienes nos critican olvidan que en su Gobierno llevaron la tasa de paro del 8 al 22 por 100. Estos son los avales de unos y de otros.
Podría hablarles también, porque los datos son positivos, de la creación de empresas, de los resultados del turismo -va a ser éste un año magnífico--, de la recuperación del crédito, que era un asunto capital para la recuperación de la economía, de la inversión internacional o de las matriculaciones de coches; pero no lo voy a hacer porque, si no, mi comparecencia no terminaría nunca. Lo que quiero subrayar es que hoy las cosas están mucho mejor y que los españoles podemos mirar al futuro con más seguridad y con más optimismo que antes. Y, si seguimos haciendo las cosas bien, las cosas irán mucho mejor en el futuro.
Ahora bien, del mismo modo que les digo esto, afirmo que existen riesgos y riesgos que no vienen de la economía, sino de la incertidumbre política.
El primer reto lo tenemos ante el desafío independentista y rupturista que el Gobierno de la Generalitat de Cataluña ha venido planteando durante toda la Legislatura y que llegará a su punto álgido con esas elecciones anunciadas --al menos así parece-- para finales de septiembre, que se pretende hacer pasar por unas elecciones plebiscitarias que no existen, ni en nuestro ordenamiento jurídico, ni en ningún otro del mundo.
El Gobierno va a hacer lo que ha hecho siempre: velar por el cumplimiento de la Ley y, además, defenderla activamente. No va a haber elecciones plebiscitarias, porque lo prohíbe la Ley. Habrá elecciones al Parlamento de Cataluña, que es muy importante; pero no habrá elecciones plebiscitarias, como tampoco nunca hubo un referéndum, por mucha propaganda que se quisiera hacer.
El Gobierno va a defender el cumplimiento de la Ley, porque es lo que han decidido los españoles, también los que viven en Cataluña, y porque es la primera obligación de cualquier Gobierno en cualquier país del mundo: defender que se cumpla la Ley.
Mi Gobierno va a defender la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad entre los españoles, porque es nuestra obligación y, además, porque creemos en ello. Del mismo modo, no vamos a permitir que se prive a los ciudadanos de Cataluña de su triple condición de catalanes, españoles y europeos. No queremos que se queden fuera de España y, por tanto, fuera de Europa.
España es un país serio y en ningún país serio y civilizado se puede pretender violentar la ley o sacar algún tipo de rendimiento político de ello.
El otro asunto que puede poner en riesgo nuestro futuro es volver a perder la confianza que tanto nos ha costado recuperar. Recuperar el crédito ha sido arduo y laborioso, pero perderlo puede ser muy fácil y muy rápido.
Cuando la única propuesta política que se escucha desde la oposición es la amenaza de liquidar todo el conjunto de reformas que hemos llevado a cabo, se está enviando un pésimo mensaje y se está generando mucha incertidumbre. También se genera incertidumbre y desconfianza cuando se predica una política económica que nos conduciría, de nuevo, al déficit descontrolado o cuando se adoptan medidas restrictivas de la actividad económica o subidas de impuestos por razones puramente ideológicas. Como ya he dicho en alguna ocasión, cada cual tiene derecho a poner en circulación todo tipo de ocurrencias, pero no a poner en peligro y en riesgo los pilares sobre los que se sustenta la recuperación de nuestro país.
Tercera amenaza, aunque yo espero que cada vez menor: la evolución europea y, más concretamente, la crisis de Grecia. Esperemos que las conversaciones técnicas para el tercer rescate a Grecia avancen a buen ritmo y se pueda llegar cuanto antes a un acuerdo que despeje definitivamente las incertidumbres Espero que la crisis que hemos vivido estos días, que ha sido muy seria, sirva de lección para todos. Los gobernantes estamos para resolver problemas, no para crearlos, y una forma de crear graves problemas es prometer a la gente cosas imposibles.
Hace apenas seis meses --éste es un dato verdaderamente increíble-- Grecia crecía, Grecia generaba empleo, iba a empezar a pagar su deuda y estaba a punto de abandonar el programa de rescate. Este era el escenario y hoy su situación y sus expectativas son mucho peores, como todos ustedes conocen. Yo, desde luego, voy a trabajar para que aquí no ocurra nada semejante.
Señoras y señores, termino ya.
En este curso político entre todos hemos seguido avanzando en la recuperación de nuestra economía y en la modernización general de España:
- Tenemos una economía más saneada, que está creciendo y creando empleo a un ritmo histórico. Hay otro dato que es verdaderamente notable: fíjense en cómo está evolucionando el crecimiento económico y cómo está evolucionando el desempleo: más crecimiento, menos desempleo. El objetivo es mantener esto y, si somos capaces, aumentar la intensidad en los próximos tiempos.
- En esta época hemos bajado los impuestos y hay doscientas mil familias numerosas o con personas con dependencia a su cargo que ya están percibiendo los cheques familiares de apoyo.
- Hemos mejorado los instrumentos de formación de las personas que han perdido su empleo para que puedan reintegrarse el mercado laboral.
- Hemos avanzado en la modernización y racionalización de nuestras administraciones públicas, y también en los mecanismos de unidad de mercado.
- Hemos mejorado la legislación en materia de lucha contra la corrupción y se ha puesto en marcha el Portal de la Transparencia.
- Hemos conseguido un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y desde ese ámbito y desde la Unión Europea, estamos participando activamente y promoviendo foros de debate sobre los principales retos internacionales, como son --ya me he referido antes a ellos-- el terrorismo yihadista o los problemas migratorios.
- Y hoy hemos aprobado unos Presupuestos que ofrecen un horizonte de seguridad y de certidumbre a los distintos agentes económicos, y avanzan en la devolución a la sociedad española de los esfuerzos que nos vimos obligados a pedir en su día para hacer frente a la gravísima crisis económica.
En definitiva, creo que España está hoy mejor de lo que estaba hace un año, lo creo sinceramente, y, desde luego, está mucho mejor que cuando llegamos al Gobierno a finales de diciembre del año 2011.
A partir de ahí, puedo decirles que en este curso político entre todos hemos avanzado, y que todavía nos quedan muchas cosas por hacer. Igual que somos conscientes de los avances, también somos conscientes de que hay muchas personas a las que todavía no les ha llegado la recuperación. Hay muchas personas que todavía no han encontrado su puesto de trabajo; pero, en cualquier caso, el hecho de que haya muchos españoles que ya lo hayan conseguido es un horizonte y supone que pueden tener una esperanza fundada, los que no lo han conseguido de momento, de que lo lograrán en el futuro y ojalá mucho más pronto que tarde.
También hay personas que, como consecuencia de la grave crisis que hemos vivido a lo largo de este tiempo, que han visto mermado su poder adquisitivo. Yo estoy absolutamente convencido de que, si seguimos manteniendo unas políticas como las que hemos llevado a cabo en los últimos tiempos, ahora que tenemos más margen presupuestario esa situación también se va a resolver en el futuro.
Desde luego, yo tengo la voluntad, como he hecho, y créanme, de forma muy intensa a lo largo de este último año, de trabajar para defender ese futuro y para despejar todos los elementos que puedan amenazarlo. Y, desde luego, voy a poner todo mi empeño en evitar que se pueda malograr la enorme tarea que los españoles han hecho durante estos años y cuyos frutos sólo estamos empezando a recoger.
Muchísimas gracias y estoy a su disposición.