Madrid
P.- Presidente, este verano hubo un debate sobre la reforma de la Constitución que usted mismo dijo que estaba dispuesto a afrontar y, sin embargo, después se cerró y se dijo que no se llevaría en el programa del Partido Popular. Mi pregunta es si usted está dispuesto a, por lo menos, explorar las posibilidades de una reforma constitucional en la próxima Legislatura.
Presidente.- No irá en nuestro programa electoral una reforma de la Constitución; pero tenga usted la total y absoluta certeza de que yo estaré, como siempre he estado, abierto a escuchar las propuestas que puedan hacer los demás.
Yo creo que en este momento la prioridad en España no es reformar la Constitución. No es algo que demande el conjunto de la población española. La prioridad en España es que no nos distraigamos y no olvidemos que todavía tenemos que crear dos millones de empleos en la próxima Legislatura, hasta veinte millones de empleos en nuestro país. Insisto, medio millón de personas al año tienen que encontrar un empleo en los próximos cuatro años y, por tanto, deberemos seguir haciendo reformas estructurales y deberemos perseverar en la política que se ha llevado a cabo estos años.
A partir de ahí, hay algunas cosas de la Constitución que, sin duda, pueden reformarse, como la sucesión en la Corona o como decir que estamos en la Unión Europea, los nombres de las Comunidades Autónomas, etc. etc. Pero yo en este momento no veo, después de escuchar a las distintas fuerzas políticas, que haya un consenso sobre el tema fundamental, porque, no nos engañemos, el tema fundamental que se está planteando de reforma de la Constitución es el modelo territorial.
No he escuchado, y creo que no soy el único, ninguna propuesta que sirva para resolver los problemas que tenemos en este momento. Por tanto, como siempre he hecho, estaré muy atento a lo que planteen los demás, pero para el Partido Popular en este momento ésa no es una prioridad.
P.- Presidente, yo le voy a hacer una pregunta muy breve. Si después de las próximas elecciones no consigue usted ser el partido más votado o hay otros dos partidos que consiguen evitar que usted forme Gobierno, ¿qué va a hacer usted? ¿Dimitirá como presidente del PP? ¿Dejará el escaño? Explíquenos un poco cuál puede ser su futuro.
Presidente.- De momento, tengo una prioridad que se va a entender muy bien: voy a hacer cuanto esté en mis manos para poder seguir gobernando, entre otras razones, pero la primera y principal, porque es lo que le conviene a España. Porque sería ahora muy triste, muy duro y supondría haber pedido tanto el tiempo darle marcha atrás a lo que se ha hecho en estos casi cuatro años de Gobierno del Partido Popular.
Ahora hemos sentado las bases para el futuro; ahora, después de los dos primeros años, que fueron durísimos, el año 2012 sobre todo, y el año 2013, ya crecemos, ya creamos empleo y las cosas ya se ven de otra manera. Ha aumentado el consumo, ha aumentado la inversión, somos récord en turismo y España es un país que ha recuperado la confianza --antes les he dado unos datos--. Por tanto, a eso es a lo que me voy a dedicar yo.
Ya prever lo que puede ocurrir en el futuro, en el supuesto de que se produzca o no una circunstancia, es algo que, como usted comprenderá, tiene bastante poco sentido en estos momentos.
P.- Presidente, sobre su balance me gustaría que nos destacara, a su juicio, cuál ha sido el mayor logro de su mandato y cuál ha sido su mayor error, y por el que debiera pedir disculpas a los españoles. Logro y error.
Luego, me gustaría saber si usted sigue creyendo que es el mejor candidato del Partido Popular para ganar las elecciones generales.
Presidente.- Si no lo creyera, no me presentaría.
En relación con la primera pregunta, es muy difícil decir cuál es el mayor error de uno y el mayor logro de uno; pero, si tuviera que decir una cosa, yo tuve unos momentos muy complicados a lo largo de la Legislatura y tuve algunos momentos --tengo que decir que pocos, ¡eh!, pero algunos tuve-- donde realmente me sentí reconfortado.
Para mí, haber evitado el rescate creo que fue un acierto. Sinceramente, creo que fue un acierto. Si no, podíamos estar ahora, como hay algún que otro país en la Unión Europea, donde le obligan, por ejemplo, a bajar las pensiones el 10 por 100 o a subir el IVA de los restaurantes al 23 por 100. Eso fue muy duro. Ahora están todos callados, pero fue muy duro. Ahora nadie va a decir nada.
Fue un momento muy bueno cuando me comunicaron que por primera vez España crecía. No crecíamos nada, el 0,1 por 100, pero fue en el tercer trimestre del año 2013 y, oiga, después de lo que vivimos la primera época… Y hubo también un dato muy positivo, que es octubre del año 2013: por primera vez ya cambió el tema del paro, el paro en las oficinas del INEM, ¿no? Llevaba muchos años subiendo. Todo el año 2012, en que ya gobernábamos nosotros, subió y todo el año 2013, hasta que cambió en octubre. Y luego, en febrero de 2014, cambió la Seguridad Social. Cada mes íbamos perdiendo afiliados y a partir de ahí cambió.
Entonces, realmente, cuando ahora ves que en los dos últimos años, 2014 y 2015, que no ha terminado, casi se ha creado un millón de empleos, yo estoy muy contento y creo que eso no se puede desaprovechar. Y ya sabemos que hay muchísima gente que todavía no ha podido conseguir un empleo; pero a todas las personas que no han podido conseguir un empleo, yo les diría: tiene usted razón, pero miren y dense cuenta de que ya hay un millón de españoles que sí lo consiguieron, y usted puede ser el siguiente si perseveramos en las políticas.
¿Cuál fue el mayor error? Claro, castigarme no sé si tiene mucho sentido. Yo sí puedo decir una cosa: yo he tenido que tomar muchas decisiones que no me gustó nada tomarlas pero, sinceramente, es que las tomé porque creo que no me quedaba otro remedio. Como comprenderá usted, a mí decidir en julio del año 2012 que los funcionarios públicos se quedaban sin la paga extra de la Navidad no es algo que me generara ningún tipo de entusiasmo. Pero es que creo que teníamos que hacerlo.
Lo mismo ocurre con otras decisiones. Tuvimos que subir algunos impuestos. Yo no me presenté a las elecciones para llegar al primer Consejo de Ministros, que tuvo lugar el 30 de diciembre, y subirle a la gente el IRPF. No estaba entre mis objetivos; más bien, estaba todo lo contrario. Ahora hemos podido en 2015, y además ya hemos adelantado la parte de 2016, colocarnos un poco mejor que cuando llegamos al Gobierno.
Por tanto, ésta es una legislatura en la que es evidente que el Gobierno ha tenido que tomar decisiones difíciles, que no tiene ninguna gracia. Lo divertido es poder gastar dinero y quedar bien con todo el mundo, pero es que aquí se habían perdido setenta mil millones de euros de recaudación. Claro, ¿cómo no vamos a tomar decisiones presupuestarias si en dos años se perdieron setenta mil millones de euros de recaudación?
Ahora, por fortuna, como ya hay más actividad económica, y había que hacer un homenaje a las Pymes en este país, esto empieza a crecer y la recaudación empieza a aumentar. Entonces, ahora ya no tenemos que hacer lo que tuvimos que hacer en los años 2012 y 2013.
En fin, esto es, más o menos, como lo vi yo.
P.- Presidente, como todo indica que después de las elecciones no va a haber mayorías amplias para gobernar en solitario, yo quería saber cómo ve usted el tema de los pactos. ¿Cree posible un buen entendimiento con el partido Ciudadanos, al estilo de lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid; por ejemplo? ¿Ve posible otro tipos de pactos diferentes con otras formaciones? ¿Cómo ve el futuro?
Presidente.- Yo lo que veo es que el Partido Popular va a intentar volver a merecer la confianza de los españoles y lo que también veo es que todos los demás por su parte también lo van a intentar.
A mí hay precedentes que, francamente, no me gustan. Yo soy partidario de que gobierne siempre el más votado y hay precedentes que no me gustan. Lo que hemos visto en España en Ayuntamientos como Madrid, como Zaragoza o como Valencia a mí no me gusta; y lo que hemos visto en otros municipios, a lo mejor más pequeños, pero también municipios importantes, donde todos se han puesto contra del Partido Popular no me gusta. Lo que estoy viendo en Portugal en estos momentos tampoco me gusta, y creo que puede ser un retroceso muy importante después de lo que se ha sufrido en Portugal en los últimos años.
Por tanto, mi posición es la de siempre: yo creo que debe gobernar el que tenga más apoyo ciudadano y la gente debe reflexionar qué hace con su voto porque, a lo mejor, le dan un uso distinto de aquel para el cual fueron votadas algunas fuerzas políticas.
Pero de esto de los pactos ya se hablará en su momento, según cual sea el resultado que los españoles hayan querido en las elecciones.
P.- Presidente, yo quería preguntarle si se ha quedado usted con ganas de hacer algo que no ha podido hacer por falta de tiempo o por estar dedicado a otras cosas.
Presidente.- Sí; francamente, me he quedado con muchísimas ganas de hacer muchas más cosas de las que he podido hacer, y créame que le he dedicado algunas horas a lo largo de estos años a mi trabajo como presidente del Gobierno.
En primer lugar, a mí me hubiera gustado que se hubieran creando muchos más puestos de trabajo en nuestro país. Me hubiera gustado porque, además, creo que se puede hacer. Lo que pasa es que, claro, era imposible hacerlo en aquella época en la que uno no se podía financiar, estábamos todo el día con el rescate, con que si nos íbamos del euro, no recaudábamos, no había actividad económica, crecimiento… Por eso le digo que los dos primeros años para nosotros, no para nosotros, para España, han sido muy negativos. Pero, claro, es que desde enero del año 2014 hasta hoy tenemos algo más de un millón más de afiliados a la Seguridad Social. Me hubiera gustado de que fueran muchos más y por eso creo que la tarea que aún queda por hacer es muchísima, y, como les decía antes, hay que llegar a los veinte millones de españoles trabajando.
Ahora yo estoy absolutamente convencido de que se puede hacer, por una razón: simplemente con que cada año se creen, fíjese, unos pocos menos de puestos de trabajo que este año. Este año van a ser prácticamente seiscientos mil y con quinientos mil en 2016, en 2017, en 2018 y en 2019 llegaremos a los veinte millones. Eso me hubiera gustado hacerlo.
Hay algunas cosas que también quedan para la próxima Legislatura. Queda seguir avanzando. En la reforma de la Administración hemos hecho mucho. Ya sabe que la reforma de la Administración no es algo que tenga mucho atractivo ni sea fácil de explicar; pero se han hecho avances muy sustanciales. La unidad de mercado creo que es un elemento clave para la competitividad de nuestra economía. Tenemos que hacer un esfuerzo en la próxima Legislatura en dos temas: el I+D+i, donde tenemos que hacer un esfuerzo importante, y también un esfuerzo importante en la Agenda Digital. Ahí está buena parte de nuestra competitividad de futuro y, por tanto, nuestro bienestar y nuestra riqueza.
Tenemos que hablar también de la financiación autonómica, que es otro de los temas de los que se habla mucho; pero, claro, a ver quién presenta un modelo de financiación autonómica sin dinero, que es la situación que hemos vivido en esta Legislatura. Es importante la financiación aunque, fíjese lo que son las cosas, más importante que el modelo de financiación es que la economía funcione, porque este año las Comunidades Autónomas, por el solo hecho de que la economía esté creciendo, van a recibir casi diez mil millones de euros más que el año pasado. Por eso y porque los intereses que van a pagar al Gobierno son cero. Yo estuve el otro día en la Comunidad Valenciana, que va a recibir bastante más de mil millones, creo que 1.500 millones más que este año. Y lo mismo le ocurre a Andalucía y a otros. En cualquier caso, ése es otro de los temas que tenemos que hacer.
Es muy importante --yo siempre lo digo y lo llevo diciendo desde hace tiempo-- darle una solución, que ya no es sólo competencia nuestra, sino que necesitamos al resto de Europa, al tema de inmigración y asilo. Este es el tema del futuro. Es decir, no podemos tener un continente, unos países frontera con España, donde la gente tiene enormes dificultades para llevar una vida digna. Mientras eso sea así, vamos a tener un problema y la Unión Europea tiene que entender que la solución al tema de la inmigración por razones económicas necesita fuertes inversiones en cooperación, necesita ayudar a esos países e intentar elevar su nivel de vida. Creo que se puede hacer. No se van a resolver los problemas en un cuarto de hora, pero pasos en la buena dirección, sobre todo para luchar contra la pobreza y defender los derechos humanos en esos países, sí creo que se puede hacer.
La agenda europea tiene muchas cosas pendientes. Las interconexiones eléctricas son capitales. Vamos avanzando, pero cuesta, poco a poco. O la Agenda Digital Europea... En fin, hay muchas cosas que hacer y la vida es así: se va mejorando o, por lo menos, se intenta.
P.- Señor Presidente, hasta ahora ha hecho usted un balance de legislatura, casi, casi, como el de un consejero delegado; un balance preferentemente económico. Por hablar de otras cosas, yo le pregunto: ¿cómo convencería usted a un católico para que votara al Partido Popular en las próximas elecciones, por ejemplo?
Luego, una cuestión que me parece que no ha quedado aclarada a una pregunta anterior de un compañero. Se la reformulo de otra manera: si el PP necesitara a Ciudadanos para gobernar y el precio fuera su cabeza, ¿otorgaría usted su cabeza?
Presidente.- Yo pretendo seguir vivo una larga temporada y que usted lo vea. Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio.
He hecho, efectivamente, un balance económico. A veces se me dice: "es que usted habla de economía". Pero, vamos a ver, ¿qué es la economía? La economía son las pensiones, la economía es la sanidad, la economía es la educación, la economía son los servicios sociales, la economía es el empleo… La economía es la vida y las preocupaciones de la gente. Eso es la economía.
Usted, cuando ve que le preguntan a los españoles qué es lo que más les preocupa, normalmente es, primero, el paro y, en segundo lugar, están los problemas económicos, como es lógico. Es lo que le preocupa a cualquier madre o a cualquier padre de familia, y es lo que le preocupa a la inmensa mayoría de los ciudadanos. Sin duda alguna, hay otros muchos asuntos importantes.
Yo, a los católicos… Yo soy católico, pero no le voy a pedir a ningún católico que me vote por ser católico. Desde luego, España es una nación donde hay libertad religiosa --yo, desde luego, soy católico-- y donde las relaciones con la Iglesia Católica, por razones históricas, porque somos la mayoría católicos, son relaciones prioritarias. Las relaciones son buenas, en algunas ocasiones se coincide y en otras, no. Ellos defienden unas posiciones, con las que los católicos solemos coincidir; en otras ocasiones no coincidimos. Pero, desde luego, yo lo que no voy a hacer es agredir a ninguna religión y mucho menos a la católica, como parece que algunos pretenden hacerlo.
P.- Presidente, ya sabemos que en su programa electoral el Partido Popular no va a llevar la reforma de la Constitución, sí el Partido Socialista, que ya lo ha anunciado. Quería saber, entonces, si va a haber en su programa alguna propuesta para hacer frente al segundo problema que usted ha citado, después de la economía, o al segundo capítulo: el proceso territorial en Cataluña. ¿Va a ofrecer alguna cosa en concreto el Partido Popular, de cara a estas elecciones, para superar el conflicto?
Y una cosa muy rápida: ¿va usted a debatir a dos, a tres, a cuatro…? ¿Está dispuesto a hacer debates con el señor Rivera, con el señor Sánchez y con el señor Iglesias?
Presidente.- Yo estoy dispuesto a hablar. Lo he dicho en mi intervención inicial, pero lo he reiterado hasta la saciedad. Además, no es que esté dispuesto a hablar, es que es mi obligación; pero, aunque no fuera mi obligación, estaría dispuesto a hablar. Ahora bien, de lo que no puedo hablar, como he dicho en mi intervención, es de aquello de lo que no puedo disponer. Yo no puedo autorizar un referéndum en el que se pretenda liquidar la soberanía nacional, porque lo que sea España no lo pueden decidir unas personas de una parte de España; lo tiene que decidir el conjunto del pueblo español.
Entonces, yo de todo lo demás estoy dispuesto a hablar. Estoy dispuesto a ser constructivo. Vamos a hablar del modelo de financiación autonómica; pero tendremos que hablar todos, porque todos tendrán derecho a hablar. No puede ser que unos puedan hablar y otros no puedan hablar.
Por tanto, mi posición es hablar de todo con quien quiera hacerlo, salvo de lo que yo no puedo hablar. Y, desde luego, hay una cosa que yo no puedo aceptar, que es que se pretenda liquidar la Ley. La Ley es algo que va íntima e indisolublemente unida a la civilización, a las democracias. Es el sistema por el que se rige nuestra convivencia y no podemos los gobernantes o las personas que se dedican a la actividad política, que, sin duda alguna, deben dar también un ejemplo, decir que están dispuestos a liquidar la Ley y distinguir la Ley de la política. No, mire usted, las leyes las hacen los políticos, las personas que elige la gente y las lleva al Parlamento. Y los primeros que están obligados a respetar las leyes son aquellos que las han hecho.
Por tanto, yo, a partir de ahí, como he dicho siempre, como he señalado antes, jamás me he negado a hablar y jamás me voy a negar a hablar con nadie; pero lo que es evidente es que pídame lo que quiera, pero no que pretenda liquidar la Ley. Eso no me lo pida, porque eso no lo voy a hacer nunca.
Debates. Yo, y es un hecho objetivo, soy el político español que ha participado en más debates…, vamos, de estos debates de candidatos a presidente del Gobierno. Soy el que más. O sea, que ése es mi medio natural y, a partir de ahí, estaremos donde proceda. Pero es importante que pongan orden. Yo he sido director de campaña y las cosas conviene ordenarlas, porque, claro, esto de recados por aquí, por allá, tal, cual... En cualquier caso, aquí está el director de la campaña del Partido Popular y, como todo el mundo sabe, yo me pongo a sus órdenes incondicionalmente, o no tanto.
P.- Presidente, yo quería preguntarle, volviendo a la cuestión que le preguntaba un compañero, sobre los pactos post-electorales; concretamente, si usted teme lo que están arrojando las encuestas: el efecto Ciudadanos, la formación más emergente, o la emergente, podíamos decir, la que más sube en los últimos meses. Y, si se cumpliera esa premisa que ha fijado usted de respetar la lista más votada, si usted estaría dispuesto a un Gobierno a tres, como ha dejado caer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Presidente.- Todas las elecciones son distintas y en esta Legislatura ha habido, como usted sabe, una cierta volatilidad. No ha transcurrido más de un año desde las elecciones europeas donde, fíjese, tercera fuerza política, Izquierda Unida; cuarta fuerza política, UPyD. Hace un año, ¿no? Hay fuerzas políticas que hace unos meses decían que eran los primeros y ahora ya no sé siguen siéndolo.
Lo que hay que dejarles a los ciudadanos es que estudien bien qué es lo que creen que es lo mejor para su país y que ellos decidan, y no estar todo el día debatiendo si vamos a gobernar a tres, a cuatro, a dos… Yo he sido presidente del Gobierno durante toda esta Legislatura y pretendo seguir gobernando. He hecho, y voy a seguir haciendo, balance de lo que hemos intentado hacer a lo largo de esta Legislatura y, desde luego, voy a plantear también un programa de Gobierno para los próximos cuatro años.
Pero entrar ahora en cómo hay que gobernar a mí no me gusta. Por tanto, gobernaremos como digan los ciudadanos. Esa es mi oferta: yo, si no soy primera fuerza política, no voy a intentar ser presidente del Gobierno, porque yo voy a respetar lo que digan los ciudadanos.
P.- Disueltas mañana las Cortes y constituida hoy la Cámara catalana con una mayoría secesionista, ¿tiene usted previstos los mecanismos por lo que pudiera ocurrir con vistas a una posible proclamación unilateral de independencia en las próximas semanas?
Presidente.- Sí, los tengo previstos porque es mi obligación como presidente del Gobierno. Pero, en cualquier caso, yo espero que no tengamos que tomar ninguna decisión de ésas de las que usted está pensando, porque el sentido común y la razón acaben imponiéndose.
Hace poco Naciones Unidas, esta misma semana, 193 votos a favor, cero en contra, a favor de la integración territorial de los Estados. Por ahí va el mundo y yo espero que eso lo acabe entendiendo todo el mundo.
P.- Presidente, yo quería volver a Cataluña y quería preguntarle porque, después de los resultados del 27 de septiembre, también estas últimas semanas hemos conocido la trama del 3 por 100. Quería saber si, en su opinión, el señor Artur Mas está inhabilitado para ser investido Presidente.
En segundo lugar, quería volver a Ciudadanos. El ex presidente José María Aznar ha hablado estas últimas semanas reiteradamente y ha pedido al partido que reaccione ante una probable grieta del espacio de centro-derecha. Quería saber si a usted le preocupa también ese ascenso de Ciudadanos y si comparte la visión del ex Presidente.
Presidente.- El primer asunto le corresponde decidirlo al Parlamento de Cataluña.
Y sobre el segundo, yo respeto las opiniones de todo el mundo. A mí lo que me preocupa en este momento es ser capaz de decirles a los españoles que lo mejor para el futuro de España y el propio es que el Partido Popular vuelva a gobernar los próximos cuatro años.
P.- Profundizando, Presidente, yo creo que usted mismo ha visto que muchas de las preguntas insisten e insisten en el tema pactos. ¿A usted no le parece ya, de por sí, sintomático que haya tanta insistencia sobre el tema pactos? Usted, además, como que se niega a mencionar al líder de Ciudadanos, que es el partido emergente y que habría más posibilidades de que pactara con usted. ¿Hay alguna razón para ello? ¿Tiene que ver con la propia postura que tiene el líder de Ciudadanos, que ha dicho que casi exigiría, como decía antes un compañero, su cabeza para poder negociar con un futuro Gobierno del Partido Popular?
Luego, un tema que yo sé que le preocupa muchísimo. De cara a los próximos días, se están viendo ya nervios en las filas del Partido Popular con el tema de las listas. ¿Usted tiene un criterio sobre qué tipo de listas le gustaría que le arroparan para el Congreso de los Diputados en esta Legislatura? Porque hay muchos presidentes, por ejemplo, autonómicos del PP que están exigiendo una renovación en profundidad de cara al tema de competir con Ciudadanos.
Presidente.- ¿Las listas? Mi criterio es que vayan los mejores. Me parece que es el mejor criterio, como en tantas y tantas facetas de la vida.
En cuanto a si menciono o dejo de mencionar, yo no menciono a nadie. Yo he venido aquí a hacer un balance y a hablar del futuro. Desgraciadamente, a mí me mencionan bastante más que lo que yo menciono a los demás; pero supongo que es ley de vida y con eso viviré el resto de mis días.
Señoras y señores, muchísimas gracias.